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🌻•Capítulo 11

《🌻》

Habían regresado a la cocina, donde terminaron de ordenar y limpiar todo. Taehyung ponía la mesa, mientras Hoseok terminaba de “decorar” los hotcakes.

El joven Taehyung, veía la espalda del alfa,  en tanto dejaba escapar un par de pequeños y silenciosos suspiros. Miró la bendita colorida en su dedito, para después regresar la vista al mayor.

El inocente omega, no lograba entender el porqué su corazoncito se aceleraba cuando el alfa lo miraba o cuando estaba muy cerca de él… o cuando le hablaba… o cuando lo escuchaba reír.

¡También su lobito! Este se emocionaba mucho cuando estaban junto a ese agradable hombre. Saltaba, se ponía frenético, giraba en su lugar y no dejaba de mover la colita, ansiando atención de ese gran alfa.

Hoseok le parecía muy bonito y se sentía bien con él. De verdad deseaba abrazarlo nuevamente, pero se sentía avergonzado de hacerlo…

¿Qué están haciendo aquí?

La voz de la mujer llamó la atención de ambos chicos. Ella estaba en la entrada de la cocina y los miraba sorprendida.

—¡Abuelita! — corrió a ella — ¡Buenos días!— dejó un besito en la mejilla

—Oh, señora, buen día — saludó Hoseok dejando los platos en la mesa e hizo una ligera venía en forma de respeto — yo... preparé el desayuno, espero no le moleste

—Para nada… — murmuró bajito, muy sorprendida viendo lo que había en los platos.

¿Cuánto hacía que no probaba unos hotcakes?

Claro, desde la última vez que su hija hizo el desayuno, hace diecinueve años atrás. Eran sus favoritos.

Minutos después, los tres se encontraban sentados en la mesa, degustando de los ricos hotcakes. Taehyung estaba encantado, nunca los había probado y de verdad le gustaron mucho.

Por otro lado, la mujer, comía con gusto y nostalgia. Le recordaban tanto a su hija.

—Cocinas muy bien, muchacho — halagó

—Gracias… — sonrió con timidez al recibir un cumplido de la beta.

—¿No es Hoseok asombroso? — la voz del dulce omega salió emocionada — ¡Sabe hacer muchas cosas! ¡Sabe cocinar!

El alfa rió bajito, bajando la mirada y ruborizándose con timidez. No sabía cómo aceptar los cumplidos —No es la gran cosa…

—¡Claro que sí! — tomó una porción de hotcake con el tenedor y lo acercó a la boca del mayor, quien lo miró avergonzado.

Hoseok llevó su vista a la mujer muy apenado, pero grande fue su sorpresa al ver que ella tenía una tenue sonrisa en sus labios. Esta hizo un leve asentimiento, dándole a entender al alfa, que siguiera el juego de su nieto.

Regresó su vista al menor, quien mantenía una adorable sonrisa, mientras sus ojitos brillaban. Hoseok abrió su boca, recibiendo el bocado de hotcake, logrando que Taehyung chillara encantado.

La mujer negó divertida, viendo al par frente a ella. Su pequeño Taehyung, sonreía y carcajeaba como nunca. Él lucía feliz.

Dejó escapar un pequeño suspiro y pensó en su hija. Le prometió que cuidaría de Taehyung, pero ahora ese hombre llega y cambia todo sólo con su presencia… ¿Está bien permitir que Taehyung se encariñe con ese alfa?. Ella no quiere que su niño sufra y que salga lastimado. Simplemente quiere que sea feliz siempre y que jamás derrame lágrimas de tristeza y dolor.

Hoseok no le parecía un alfa malo. Pero aún así no le tiene suficiente confianza. Espera que el alfa, le demuestre que es una persona de buenos sentimientos y sea alguien capaz de proteger a su pequeño Taehyung… y ella de verdad espera que sea pronto, porque no sabe cuánto tiempo más resista su corazón latiendo…

🌻

Un adorable chico corría entre risas, mientras unas siete gallinas, lo iban persiguiendo, pues este iba tirando diminutas semillas, el alimento de esas aves. El cacarear de esas aves combinado con la encantadora risa del omega, era de las cosas más hermosas que se podían escuchar.

Por otro lado, Hoseok miraba todo un poco retirado, temía que las gallinas lo picotearan, así que pese a las insistencias del menor para que él también alimentara a las gallinas, decidió quedarse un poco lejitos y sólo ver como el tierno chiquillo las alimentaba entre risas.

Sonrió cuando el menor llegó frente a él, un poco asoleado, en tanto se abanicaba con su tierno sombrerito de paja.—¡¿Me viste?!, ¿viste como me seguían?, ¡Fue tan divertido!

—Sí, te vi — rió sin dejar de observarlo.

Su pecho subía y bajaba con algo de prisa, mantenía su boca abierta jadeante, unos cuantos mechones se habían adherido a su frente, producto del sudor y sus mejillas estaban rojas como una manzana, sin dejar de abanicarse.

Mierda, ¿Por qué era tan tierno?

Tomó su muñeca y lo llevó con tranquilidad al arroyo. Al llegar a este, Taehyung mojó su cara sintiendo inmediatamente la frescura en ella. Taehyung pensó lo grandioso que sería quitarse la ropa y jugar en el agua, pero Hoseok estaba ahí y le daba vergüenza.

Desde siempre su abuelita le dijo que  jamás permitiera que alguien lo viera desnudo. Por eso, aquella ocasión en la que conoció a Hoseok y lo miró desnudo, se asustó mucho y no le quedó de otra más que huir de ahí.

—Oh… ¿E-Es eso un panal de abejas?

La voz del alfa lo sacó de sus pensamientos. Parpadeó un par de veces y volteó al árbol donde Hoseok señalaba —Sí, lo es, ¿Recuerdas la miel del desayuno? Bueno, pues de ahí la sacamos — sonrió acercándose un poco más para ver el panal que estaba sobre una gruesa rama — sólo hay que tener cuidado, porque a veces se molestan si invades su casa de manera brusca. ¡Una vez me picaron! Lloré mucho y mi mano se puso gordita, además de que- ¿Hoseok?

Se sorprendió de verlo escondido detrás de otro árbol más alejado. Se acercó a él quien tenía una expresión asustada en su rostro, el omega no entendía por qué —¿Qué pasó?, ¿Por qué te escondes aquí?

—A-Ahhh yo… soy alérgico al piquete de abeja…

—¿Alérgico? — ladeó su cabeza confundido.

—Sí, alérgico. — se asomó un poquito, viendo como las abejas sobrevolaban alrededor del panal — si una de ellas me pica, me salen ronchas en todo el cuerpo, me mareo, la garganta se me cierra, lo que significa que se me complicaría respirar, así que podría desmayarme y probablemente morir — explicó asustado

—¿Morir? — se asustó — ¡No, Hoseok!, ¡No te mueras!

El corazoncito de Taehyung, comenzó a latir con fuerza muy asustado. ¡El no quería que Hoseok muriera!. Sin evitarlo, sus ojitos se llenaron de lágrimas y abrazó con fuerza al alfa, tomándolo por sorpresa.

—¡Hoseoooooook! — lloró

—Hey, hey tranquilo… — acarició su espalda tratando de calmarlo — No moriré, discúlpame por decir eso. Sólo que es peligroso que una abeja me pique, pero si me atiendo rápido, no pasará nada, tranquilo…

—Pero tu dijiste-…

—Lo sé, lo siento. Me asusté al ver el panal, simplemente dije lo que el miedo me provocó… — Taehyung alzó su carita, con sus ojitos cubiertos de lágrimas.

Hoseok sintió su corazón oprimirse al ver esos bellos ojitos azules cristalizados. Se sintió culpable de verlo llorar.

—No llores… — pasó su pulgar por las mejillas, intentando limpiar las lágrimas.

Se sentía conmovido. Taehyung estaba llorando por él… ¡porque creía que moriría!. En serio, Taehyung tenía miedo de no volver a ver a Hoseok nunca más...

—Lo siento, cachorrito… estaré bien, te lo prometo…

Dejó un dulce y suave beso en la frente del menor. Logrando casi de inmediato, que sus sollozos se detuvieran. La carita del omega se tornó roja, aún sin separarse del mayor que aún tenía sus manos en su espalda.

De un momento a otro, Hoseok también se sonrojó violentamente hasta las orejas, al darse cuenta de lo que había hecho.

Aún mantenían la vista fija en los ojos del otro, cuando en segundos se soltaron y se alejaron un poco, tratando de bajar el calor en sus rostros.

Y sin que ninguno de los dos se diera cuenta… la abuelita de Taehyung, observaba todo desde la ventana, notando algo que ninguno de los jóvenes se daba cuenta…

🌻

Después del pequeño incidente que los avergonzó a ambos. Habían pasado una maravillosa tarde, siguieron comiendo manzanas, también alimentaron a un par de animalitos más y se alejaron lo más posible del panal de abejas.

El dulce omega le contaba muy emocionado todo lo que leía en sus enciclopedias favoritas, sobre todo la de título "La vida marina". Uno de los más grandes deseos de Taehyung, era conocer el mar, y Hoseok quería lograr que el menor cumpliera su deseo.

Miró el reloj en su muñeca que marcaba las 4:12PM. Pronto oscurecería… Lo mejor sería irse despidiendo, porque haría una hora de trayecto hasta su departamento y no quería que se le hiciera de noche, no le gustaba conducir cuando anochecía.

Aunque en realidad, no tenía ganas de marcharse de ese bonito lugar… pero mañana tenía que trabajar, le esperaba una larga semana de trabajo, llena de reuniones con ejecutivos y un par de viajes al extranjero, según su agenda.

Se dejó caer de espaldas en el fresco pasto, fijando su vista al maravilloso cielo azul. Las aves pasaban en parvadas, tal vez preparándose para irse a dormir, las aves duermen temprano, ¿no?.

Ahh… en serio no quería alejarse de Taehyung.

Y hablando del Rey de Roma… el dulce chico llegó hasta donde el alfa yacía cómodamente recostado. Se sentó a su lado, y con una pequeña sonrisa, le extendió un par de pequeños ramos de girasoles, que constaba de cinco flores cada uno.

Los girasoles eran realmente hermosos, grandes y de un rebosante y vivo amarillo. El alfa tomó ambos ramos y miró cuestionante al menor.

—Uno es para tu hermanito, espero que le gusten los girasoles…

—Oh… no te preocupes, estoy seguro de que le encantaran y de que estará muy feliz por el ramo — sonrió enormemente, imaginando la reacción de su pequeño Jiminnie. Taehyung asintió — ¿Y el otro ramo?

—Ese es para ti… — murmuró sintiendo sus mejillas sonrojarse

—¿Para mi?

Asintió — Así cuando vuelvas a tu departamento, lo pones en un recipiente con agua y cada vez que lo veas, te recuerde a mi y no me olvides… — Lo último lo dijo bajito, con la mirada baja, mientras jugaba con sus deditos. Aún así, Hoseok le entendió perfectamente.

El alfa se sonrojó, sintiendo su corazón cálido y mostró una dulce sonrisa sin dejar de ver las flores en sus manos. —No te olvidaría ni aunque quisiera, pequeño… — Lo dijo tan bajito que ni siquiera Taehyung escuchó.

—¿Uh?

—Oh, yo… no te olvidaré, Taehyung… puedes estar tranquilo — dirigió su vista al omega y le dedicó una bella sonrisa que remarcaba sus bellos hoyuelos — Te prometo que las cuidaré muy bien y cuando salga de viaje, le diré a mi hermanito que las cuide por mi

—¿De viaje?

Asintió — Saldré del país en unos días por cuestiones de trabajo, así que… No te prometo que pueda venir el próximo fin de semana, tengo mucho trabajo… — el menor bajó la mirada a sus manos, e inconscientemente sus labios formaron un pequeño puchero

—Oh… está bien… — se sentía triste y decepcionado porque no podría ver a Hoseok por muchos días. El alfa notó el desánimo del menor y se sintió culpable

—¡Pero! — Taehyung alzó la mirada al escuchar la voz de Hoseok — veré si puedo pasar por aquí un día de estos, para entregarte tu celular y así podré llamarte de donde sea que esté, ¿Qué dices?

Los preciosos ojitos azules, brillaron con ilusión al escuchar eso. ¡Podría hablar con Hoseok!. No contuvo su emoción, así que se lanzó a los brazos del alfa, prácticamente tacleándolo, quedando sobre él y su naricita hundida en el cuello del mayor. Ahora Taehyung se sentía feliz.

Hoseok se rió y con cuidado de no aplastar los girasoles en sus manos, lo abrazó también sintiendo cosquillas en su cuello, cuando Taehyung movía su nariz ahí. Su cuello era muy sensible, pero no le molestaba que el omega estuviera ahí, olfateando su aroma.

Así que el también aprovechó, e hizo lo que últimamente le gusta hacer, cuando está cerca del joven chico. Hundió su nariz en los ardidos cabellos e inhaló con profundidad el encantador aroma a flores, vainilla y…

Volvió a respirar con fuerza, ¿ese aroma estaba ahí antes? Olía levemente a chocolate… flores, vainilla y un toque de chocolate… ¿Taehyung tenía un tercer aroma?

Estaba por olfatear de nuevo, pero Taehyung se removió, levantándose un poco, quedando a un par de centímetros de su rostro. Ambos abrieron los ojos enormemente y se pusieron rojitos.

Inmediatamente se alejaron, quedando sentados lado a lado. Los dos tocando sus mejillas muy avergonzados por lo que acababa de pasar.

—Uhh, y-yo… — el omega llevó su mano a su pechito, tratando de calmar su agitado corazón.

¿Por qué me siento tan avergonzado?, pensó.

El alfa se puso de pie y relamió sus labios. Había tenido esos preciosos ojos azules tan cerca de los suyos y qué decir de los bonitos labios del omega.

Sacudió su cabeza tratando de alejar esos pensamientos. Sí, era mejor ya irse.

—Taehyung, yo-...

El nombrado se puso de pie y tomó su mano mirándolo directo a los ojos. —¿Quieres conocer a mi mamá?

—¿Eh? — se confundió por tan repentina e inesperada propuesta, pues el creía que vivía sólo con su abuela. — ¿Tu mamá?, ¿Dónde está ella?

El dulce omega mostró una pequeña sonrisa, para después llevarlo con el de la mano. Hoseok no entendía a donde lo llevaba, la casa estaba del lado contrario y no veía ninguna otra casa del lado a donde se dirigían.

Se iban acercando a unos arbustos, también habían flores coloridas en el lugar. Tulipanes, amarillos, rosas, rojos, para ser específico. Se adentraron a los arbustos y Hoseok sintió una punzada en su corazón al entender lo que era ese lugar.

Taehyung se inclinó frente a la cruz de madera que estaba en medio de todas esas flores, juntó sus manos e hizo una breve reverencia. Por respeto, el alfa hizo lo mismo, y se inclinó a su lado.

Hoseok se preguntaba qué le había pasado a la madre de Taehyung, y a su padre, pues tampoco lo ha visto por aquí, sólo a su abuela.

—Mi abuelita me dijo que mi mamá murió cuando yo era un bebé… — contó como si hubiera escuchado sus pensamientos — dijo que ella había enfermado mucho y no resistió… no tengo idea de como es, a mi abuelita no le gusta hablar de ella, se pone muy triste… de mi papá tampoco sé nada, pero seguramente también está muerto…

Hoseok sintió una increíble empatía, pues el también había perdido a sus padres…  intentó mover su boca pero no salió palabra alguna, pues Taehyung volvió a hablar

—Por eso, cuando dijiste que morirías si una abeja te picaba… me asusté mucho… — bajó la mirada — porque no te volvería a ver jamás, así como nunca he visto a mi mamá o a mi papá… yo no quiero que tu también mueras, Hoseok…

El mayor parpadeó, increíble de lo que había escuchado, se conmovió al grado de estrechar a Taehyung en un fuerte abrazo. Este se hundió en su pecho, mientras sentía las caricias en su nuca y espalda. Soltó un suspiro.— No moriré, Taehyung… de verdad discúlpame por decirte eso, no quise asustarte…

El lobo en su pecho aulló con tristeza, al sentir la angustia del omega. No quería hacerlo sufrir de esa manera…

—No sé qué me sucede… — habló muy confundido. Su voz temblaba amenazando con quebrarse y soltarse a llorar—No quiero perderte a ti también, Hoseok… eres m-mi único amigo, en mi pecho… siento horrible al sólo imaginar que ya no te volveré a ver, mi lobo se vuelve loco… a-apenas nos conocemos, pero siento como si te conociera de toda la vida, me siento muy feliz y cómodo contigo y y-yo no entiendo porque mis corazón se acelera de esta manera… — sacó su rostro del pecho del alfa y lo miró con sus ojitos cristalizados — ¿estoy enfermando?, ¿voy a morir?, ¡mi corazón jamás había latido así!, ¿Enfermare como mi mami?

—Hey, Heeeey, tranquilo — Lo tomó por los hombros, un poco abrumado por todas las palabras que Taehyung le había dicho — tú tampoco morirás, todo está bien, te lo prometo, tu corazón está bien… pero por favor, no llores… me duele mucho aquí verte triste — tocó su pecho

—¡No! — se asustó de nuevo — No quiero que te duela, no — se apresuró a limpiar sus lágrimas — Ya no estoy llorando, mira

Jung sonrió enternecido y acarició delicadamente su mejilla — Ya veo… dejame abrazarte una vez más, ¿Sí?

El adorable omega, sonrió enormemente para después, lanzarse a los brazos del mayor. Le gusta mucho abrazarlo y percibir el maravilloso aroma a canela y roble que desprendía… aunque seguía percibiendo un tenue aroma a manzanas y eso lo confundía un poquito.

—Me gusta mucho abrazarte, Hoseok…

Sus labios se curvaron en una pequeña sonrisa al escuchar esa dulce confesión. Acarició su espalda y dijo:—A mi también me gusta abrazarte, Taehyung…

Mientras los minutos pasaban… sus corazones se calmaban. Palpitaban tranquilos al compás. Taehyung ya se había tranquilizado y estaba cómodamente con su bella carita, escondida en el cuello del alfa. Aunque por otro lado, a pesar de su apariencia tranquila… la mente de Hoseok era un caos

No entiendo qué está pasando y porqué me siento así con este pequeño… necesito cuidar de él, como si mi vida dependiera de ello… ¿Pero porqué? Apenas es un niño… un niño de dieciocho años… ¿será por eso?, ¿será porque me acabo de enterar de que Taehyung está sólo?... bueno, tiene a su abuela… la mujer no se ve muy bien de salud y si a ella le sucede algo… ¿Qué pasaría con Taehyung?... ¿Por qué me preocupo tanto?, ¿Por qué-...?

El molesto sonido de una llamada entrante a su celular, lo sacó de sus pensamientos e hizo que ambos dieran un saltito del susto. Se separaron un poquito, y Taehyung observó curioso como el mayor contestaba

—¿YoonGi?, ¿Qué suce-...? ¡¿QUÉ?! — se sobresaltó — ¡¿Cómo que Jimin se cayó?!...  ¡Deja de gritar y llorar al mismo tiempo, no te entiendo!... mierda, mejor voy para allá — colgó. Taehyung lo miraba preocupado

—Uhh… ¿pasó algo malo? — preguntó poniéndose de pie, al ver que el alfa también lo hacía

—Mi hermanito se cayó y no se si está bien o mal, su estúpido esposo no me explicó bien por culpa de su llanto — comenzó a ponerse nervioso, pensando en que le podría pasar algo malo a su hermanito y a su cachorro —Taehyung, me tengo que ir y cerciorarme de que está bien, estoy muy preocupado por él

—E-Está bien… — tomó ambos ramos que habían terminado en el suelo y se los entregó con una pequeña sonrisa conciliadora —No los olvides… espero que tu hermanito se encuentre bien…

—Gracias, por favor le dices a tu abuelita que tuve que irme rápido, que me disculpe por no despedirme de ella — le dio un rápido y fuerte abrazo — Te prometo que vendré ahora en la semana… — dejó un besito en la frente del menor y otro en la mejilla — hasta luego, Taehyung, te quiero.

Se dio media vuelta y corrió hasta su auto con muchísima prisa. El joven omega tocó su mejilla sorprendido, mientras veía la espalda del mayor alejarse cada vez más. Sus mejillas se pusieron rojas y susurró —Ha-Hasta luego, Hoseok… te… te quiero…

Por otro lado, ya en el asiento del piloto y las flores en el asiento de al lado… Hoseok cubría su cara, muriendo de vergüenza, por su inconsciente acción con el menor...

¡¿Qué acabo de hacer?!

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Primero que nada... ¡MUCHÍSIMAS GRACIAS POR LAS +8MIL VISITAAAAAAAS! Me hace tan feliz, saber que disfrutan de esta historia, gracias gracias💛🌻

Y AAAaaaA ¿Cómo ven a nuestros bebés? Aún no se dan cuenta de sus sentimientos estos dos... ¡¿QUÉ LES PARECIÓ EL CAPÍTULO?! asdfhjk💛

¡Le doy la bienvenida a todos los nuevos lectores! Gracias por darle una oportunidad a MY SUNSHINE🌻💛

¡NOS LEEMOS EN EL PRÓXIMO CAPITULOOOO LOS AMO MUCHO!💛🌻💛🌻💛🌻💛🌻💛🌻💛🌻💛🌻💛🌻💛🌻💛🌻💛🌻💛🌻💛🌻💛🌻💛🌻💛

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