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15

No pudo evitar llegar algo nerviosa a casa. No logro relajarse en el trayecto hasta allí, por lo que solo fue y se metió en su cuarto, tirandose en su cama y esperando poder dormir.

Su hermanita llegó, riendo mientras jugaba con alguno de sus juguetes. No prestó mucha atención a eso.

---- ¿Estás bien? - tocó el brazo de la mayor, preguntando en voz baja - ¿Te duele la cabeza?

---- no, no...- asomó sus ojos para verla - estoy bien, solo...nerviosa.

---- ¿Porque vas a ir a la escuela de princesas?

---- uhmm.. sí.

---- vas a estar bien. - le regaló una tierna sonrisa - vas a ser una princesa.

---- ¿Tú dices? - carcajeó - no me veo futuro como princesa, Byul.

La niña asintió y salió del cuarto, yendo a la cocina por agua.

Así era Hanbyul. No tenía de que preocuparse.

---- mocosa, ya está libre el baño.

Si alguien adoraba bañarse, ese era Hanbin.

Maldito crío extremadamente limpio. Siempre tenía olorcito a jabón.

Fue al baño, dispuesta a que el agua le ayudara a relajarse.

***

Bien...no, eso no ayudó.

Eran las cuatro de la mañana y no pudo pegar el ojo en toda la noche.

Hanbyul dormía plácidamente, acurrucada en la esquina, roncando de vez en cuando.

Que envidia.

¡Maldito principe sucio! ¡Siempre tenía una excusa!

Quería sentir asco, pero era imposible.

"¿¡Cómo que imposible, Kim Jiyu!?"

Ugh, quería simplemente golpear a Haechan.

¡Era su primer beso! ¿Cómo se atreve?

Pero...¿Por qué no reaccionó?

¡Se sentía tan estúpida! Siempre peleando con él, discutiendo sobre todo, pero ahora se quedó callada.

Corrección, no quería golpear a Donghyuck, quería golpearse a ella misma.

Corrección nuevamente, quería ambas. Golpearse y golpearlo.

Pero debía admitir que no fue tan feo como pensó.

Tampoco es que tuviese tanto experiencia, pero no fue...malo.

¿Se podría decir que fue una bonita primera experiencia? Seh..podríamos decirlo.

Pero no quería repetirlo. No, no, no..no quería.

"Si quieres."

¡Solo por el dinero! Solo por eso, para nada más.

No sabe cuándo, pero su celular comenzó a sonar y vibrar por la alarma.

¿¡Ya eran las seis!? ¡Mierda!

Buscó su uniforme, en silencio y corrió al baño para cambiarse y no despertar a la pequeña.

Vio la luz de la cocina prendida, ¿Su madre está despierta? Ugh...

Jiyu quería que aprovechara esos días para descansar y poder dormir correctamente, pero su madre seguía una rutina hace tiempo y sería difícil acostumbrarse a otra.

Acomodó el shorts debajo de la falda y los zapatos en sus pies, tenía aún su cabello suelto, pero eso lo arreglaría al final.

Llegó a la cocina, viendo un simple desayuno en la mesa. Su madre estaba barriendo al entrada, dejando que la fresca brisa entrara a la casa.

Mientras degustaba una rica tostada con mermelada, su celular sonó.

Era Donghyuck.

---- ¿Por qué estás tan obsesionado conmigo? - murmuró apenas llevo el celular a su oído -

---- ¿Sabes? Mejor dejo que vayas temprano a la escuela. - bufó - adiós.

---- ¿Eh? Explícate.

---- primero, salúdame como corresponde. - carcajeó al escucharla quejarse -

---- no. - vio a su madre ingresar a al casa - dime.

---- nah, ya no quiero.

---- ¡Oye!

---- solo porque soy buena gente. - escuchó un bostezo, de seguro recién despertaba - las clases de ustedes comienzan a las ocho y cuarto. De nada.

---- pero...- buscó en sus carpetas nuevas, encontrando el horario escolar - oh..ocho..

---- ajam.

---- está bien.

---- ¿Y mi "de nada"?

---- no está. - cortó la llamada, ignorando los próximos mensajes.

Buscó el contacto de Somi y la llamó.

La chica respondió con voz dormilona, de seguro también estaba en la misma situación.

---- ¿Dime?

---- las clases son a las ocho, Soso.

---- ¿¡Que!?

---- si, recién reviso el horario y..- ignoro completamente la participación del príncipe - ocho y cuarto.

---- ¿Me estás diciendo que me desperté casi dos horas antes?

---- exactamente.

No perdieron más tiempo y cortaron después de acordar encontrarse en la panadería.

---- ¿Por qué no duermes un rato más, Ji? - su madre cepilló su cabello, con cuidado - te despierto un rato antes.

---- ya se me fue el sueño...- bostezó -

---- ¿No revisaste antes el horario? - rió suavemente -

---- una chica dijo que las clases comenzaban a esa hora y..- estiró sus brazos como una gato - no revise, casi lo arruino.

---- me pasó una vez, llegué tres horas antes porque leí mal la hora. - comenzó a trenzar el negro cabello de su hija, cuidando de no lastimarla - pero obtuve el trabajo.

Hasta que terminó de peinarla y Jiyu se lavo los dientes, ya era hora de salir. Se aseguró de llevar el vestido y zapatillas en una bolsa aparte, metiéndola con cuidado en la mochila.

No sabían cuanto iban a tardar en llegar a la escuela, así que preferían ir con tiempo.

Vio a Somi con mala cara apoyada en la pared de la panadería, intentando no dormirse.

---- vamos, dormilona.

---- ugh, cómo sacudiría la cabeza ruluda de esa princesa. - movió sus manos, simulando una maraca - ¡Interrumpió mi sueño!

---- Donghyuck me avisó. - susurró

---- aaaw..- sonrió adorable - ¿Se despertó temprano para llamarte?

---- no lo sé, tal vez tenía ganas de cagar..- pateó una piedra, molesta - solo me avisó y te dije.

---- bueno..- abultó sus labios, algo incómoda - parece que paso algo, cuenta.

El pueblo apenas se despertaba. Solo algunos jóvenes iban a la escuela, ya que los adultos solían salir antes de las ocho a sus trabajos.

Saludaron a algunos comerciantes y al alejarse, decidió contarle.

---- conoceré a su madre hoy..- bufó - tengo miedo de cagarla..

---- lo harás bien, Jiji. - golpeó su espalda, escuchando un quejido de su amiga al ser tan bruta - después me cuentas.

Recién a las ocho estaban llegando a las puertas. Los guardias las dejaron pasar y les entregaron sus identificaciones colgadas en una cinta negra.

Fueron al instituto, siendo Somi quien abrió la puerta y buscaron el salón de literatura.

Tenían que marcar con su identificación el ingreso, así estarían presentes.

El salón estaba algo lleno, Jimin alzó la mirada y les sonrió, corriendo su bolso y abrigo de los asientos a su lado, les ofreció estos.

Somi tomó el brazo de Jiyu y fueron directamente allí, sentandose y comenzando a hablar.

---- ¿Ansiosas? - se apoyó un poco en el banco de Jeon -

---- nerviosa.

---- quiero dormir.

¿Tenemos que aclarar quien dijo qué?

---- escuché que hoy habría pollo de almuerzo. - emocionada, sonrió - ¿Les gusta?

---- ¡Adoro el pollo!

Eran las únicas que hablaban en el salón, las demás estaban en su mundo charlando muy de vez en cuando y en voz baja.

Pasados unos minutos, las clases comenzaron con la llegada del profesor de lengua y literatura.

Se presentaron frente a las nuevas compañeras y Jimin se ofreció a pasarle todas las actividades para que estuviesen al día.

Hoy Minjeong faltó. Así que eran las tres en el almuerzo, curioseando por el instituto y Karina feliz de romper con su rutina.

Sus carpetas comenzaban a estar llenas. Jiyu procuraba escribir prolijo y sin equivocaciones, con solo algunos colores.

Los docentes no parecían tener conflicto con eso. Somi usaba muchos más colores, entre ellos naranja y rosado, para decorar las hojas de actividades al entregarlas.

Jiyu se sentía incomoda, algo observada.

¡Obvio que lo iba a sentir si todo el maldito mundo estaba viéndola con sorpresa o murmurando algunas cosas!

---- ¿Ella es?

---- eso creo..Yeri estaba triste.

---- él fue muy duro, no debió lastimarla así.

---- se lo merecía, en algún momento el chico se iba a cansar.

Jimin frunció el ceño, algo confundida y miró al grupo que murmuraba. Estás dejaron de hablar, disimulando y caminando por el pasillo para irse.

---- bien...- Yoo suspiró - ¿Se van a casa?

Somi terminaba el cupcake de chocolate que compró en el comedor y asintió. Tenía sus labios manchados con el chocolate.

---- pareces un bebé..- carcajeó su amiga, dándole uns servilleta - vas a manchar la camisa y llorarás.

Los ojos cafés de Somi se abrieron, pidiendole que retire eso porque tranquilamente podría pasarle.

Jimin y Somi estaban hablando sobre el almuerzo, ámbar amaban con locura el pollo al horno y más con papas. Era simplemente una exquisitez.

Jiyu estaba a nada de desmayarse. Paró su camino y señaló el lado masculino del campus.

---- tengo que..- su índice de movió un poquito, rogando que entendieran - debo quedarme aquí.

Karina y Somi al principio fruncieron el ceño, confundidas, pero luego abrieron sus bocas con sorpresa.

Las dos se acercaron y comenzaron a indagarla.

---- ¿Vas a ir con tu novio? - Somi pellizco su mejilla - crecen tan rápido..

---- ¿Está yendo todo bien? ¿Es un buen chico?

Karina podría no tener muchos amigos, pero eso no significaba que no estaba al tanto de las noticias que habían en el instituto, es más que obvio que la noticia de aquella discusión del futuro rey con la princesa Yeri sería tema totalmente nuevo y fresco a la mañana siguiente.

De todas formas, tampoco quiso parecer muy confiada con Jiyu y quiso respetar su lugar, pero se animó a preguntar un poquito.

---- Supongo..

---- merendará con la reina, Jiminnie. - La castaña dió saltitos en su lugar - quiero que despues nos cuentes todo.

---- si no muero en el camino..

---- ¡Kim Jiyu! No diga seas cosas..tonta.

Un auto negro, reconocible por las banderitas del castillo, frenaron frente a ellas.

La ventanilla bajó y Donghyuck saludó a Somi con un leve movimiento de su mano y una sonrisita.

---- ¿Vamos?

"No me queda otra.."

Así que subió al auto, despidiéndose de sus amigas. Jimin completamente de que, en verdad, la pareja de su nueva amiga fuese el jodido príncipe del pueblo y Somi mándanos sus más lindas energías a qué todo saldría bien.

En el auto, Jiyu acomodó su mochila en su regazo, ignorando al chico a su lado.

Todo eso hasta que él le tomó por el mentón y le obligó a verlo.

---- hey, estás pálida. Hace rato vengo preguntándote si estás bien. - frunció el ceño - creo que tengo un caramelo..

Metió al mano en su bolsillo, sacando un dulce de envoltorio rojo. Lo desenvolvió y lo llevo a los labios de Jiyu despreocupadamente.

Ella los negó al principio, alejando su rostro, pero terminó por rendirse.

"Caramelo de cereza.."

---- te dejaré cambiarte en el auto, ¿Si trajiste la ropa, verdad?

---- uhum.

Haechan dejó su mochila en la parte de atrás del auto, cerrando los ojos con sueño.

Tampoco pudo dormir mucho. Su padre exigió que explicara que había sucedido con Yeri y quedaron en charlarlo a profundidad cuando él volviese de su viaje.

Viaje que no era tanto un viaje.

Sí, se fue del pueblo para "arreglar asuntos" pero esos asuntos eran sobre su salud.

El rey, padre de Donghyuck y YoungHo, tenía cáncer terminal y este empeoró en los últimos meses, por eso viajó para recibir tratamiento.

Nadie de pueblo sabía, porque la imagen importa y más para ellos, así que no habían dado ningún comunicado y los trabajadores del palacios, recibian más pago con tal de que no abrieran la boca.

Eso traía al príncipe menor con muchos nervios. Estaba preocupado, demasiado. Él quería mucho a su padre y le dolía por lo que pasaba. Tampoco podía hablarle con sus familiares o amigos, con nadie.

Prefería distraerse y pensar que su padre en verdad estaba viajando por asuntos laborales. Era lo mejor para su salud mental, o eso creía.

---- okay..tranquila. - carcajeó, olvidando la situación de su padre cuando vio la figura del rey en el patio delantero del castillo - quita esa cara de cachorro asustado, mi madre es un amor.

Jiyu volteó, mirándolo con mala cara.

Donghyuck le sonrió, arrugando un poquito su nariz para aparentar ternura.

---- ¿Que pasó con Yeri? - preguntó sin vergüenza alguna, notando el rostro molesto del príncipe - todos en la escuela estaban hablando de eso y es obvio que tú tienes que ver.

---- la enfrente, solo le dejé las cosas en claro y ella hizo todo un show..- puso sus ojos en blanco, tapando estos luego, mientras suspiraba - su madre fue al castillo y discutió con mi mamá..hablé con ella y quedamos en que te invitaría para que la conozcas.

El auto se detuvo, frenando en las escaleras para llegar a la puerta.

A través de un parlante, el chofer les avisó que ya estaban en casa.

---- bien, cámbiate. - agarró su mochila, y abriendo la puerta - yo estaré afuera.

Podía ver al espalda del príncipe, apoyaba en el vidrio y Jiyu sacó la ropa al instante. Sacando su camisa y suéter, acomodando su sostén y con cuidado de no despeinarse.

A lo último se quitó las medias y zapatos escolares, cambiandolos por las zapatillas blancas y bajitas que tenían un pequeño moño en el frente, dónde la costura interior se realizaba.

Olvidó quitarse la falda y el short, porque podría translucirse con lo fina que era la tela del vestido.

Metió todo en la bolsa donde iba el vestido antes y cerró la mochila, golpeando el vidrio del auto.

---- ¿Ya? - Hyuck volteó sorprendido, asegurándose de poder abrir, Jiyu salió del auto y acomodó mejor el vestido rosado - ¿Ta-Tan rápido..?

Quiso reír por el asombro del chico, quien la miraba con los ojos abiertos al igual que su boca. Pero se contuvo y le dió su mochila, golpeando un poco su estómago.

---- no abuses..- susurró. - ugh..bien. Kim Jiyu, no metas la pata.

---- Lee Donghyuck, no metas la pata.

Sintió la cálida y suave mano del príncipe tomar la suya, entrelazando sus dedos y caminando a su lado.

---- ¡Príncipe! - una mujer de aproximadamente treinta años, los recibió con una sonrisa - bienvenidos.

---- Oh, ella..- señaló con su otra mano - ella es Jiyu.

Los ojos de la señora brillaron, sonriendo ampliamente antes de hacer una reverencia.

---- sea bienvenida, señorita Jiyu.

Hyuck le empujó un poco la espalda, señalandole que también haga una reverencia.

---- a-ah.. si, gracias..- intentó buscar algún indicio de su nombre - muchas gracias.

Alguien bajaba por las escaleras, siendo la mismísima reina.

La ama de llaves tomó sus mochilas y las acomodó en un armario cercano.

Donghyuck caminó, tirando delicadamente de la mano de Jiyu. Ella lo seguía con lentitud, preparandose psicológicamente para lo que vendría.

---- Llegaron justo para probar el delicioso pastel que hizo Kyungsoo...- les regaló una hermosa sonrisa - es un placer conocerte, Jiyu.

La pelinegra le devolvió la sonrisa, algo sorprendida por la belleza de la reina.

---- el placer es mío, señora.

La mayor terminó de bajar las escaleras y señaló el salón principal.

---- pasamos al patio, charlemos allí.

Donghyuck intentó soltar su mano, pero ella se sujetó más fuerte, logrando que él se riera de su nerviosismo.

Por fuera no parecía que el miedo estuviera presente, pero por pequeños detalles (cómo sujetar con tal fuerza su mano) podría notarlo.

Acarició el dorso de esta, esperando transmitirle tranquilidad. La chica le dió una mirada rápida, recibiendo una minúscula sonrisa del príncipe.

---- Donghyuck hace poco tiempo habló de tí. - en silencio, caminaban detrás de ella -  y, en verdad, quería conocerte. Por eso le pedí que te invitara, espero que no molestara con tu horario...

¿Horario? Ella no tenía horario.

---- no, no..- se apresuró a responder - ya habíamos hablado sobre esto, pensé que sería lo correcto, pero...esperamos un tiempo más por su algo ocurría en el medio, para estar seguros.

Donghyuck saludó al cocinero, sacando un poco de la decoración con su dedo y acercándola a Jiyu, recibiendo la mirada extrañada de ella.

---- abre...- susurró, aguantando la risa para no llamar la atención - vamos..

Las puertas al patio se abrieron y Hyuck manchó los labios de la pelinegra antes de que su madre volteara, haciendo que Jiyu bajara su brazo, con el cual estaba dispuesta a golpearle, disimulando con acomodar su cabello con amabilidad.

Tironeó algunos mechones, sonriendo con maldad al príncipes, sabiendo que no podía permitirse hacer mueca alguna.

Pero los pomposos labios de Donghyuck besaron imprevistamente a Jiyu, borrando un poco del merengue que había robado anteriormente del pastel, dejándola con la mente en blanco y relajando su brazo, descansandolo en el hombro del príncipe.

---- oh, lo siento. - la reina volteó, carcajeando un poco - pediré que traigan el té.

Llamó a una de las sirvientas, charlando con ella unos instantes.

Donghyuck lamió sus labios, saboreando la cobertura dulce de color verde. Sonreído burlón para su "novia" y ella contenteniendo las ganas de golpearlo.

Las manos del príncipe sujetaron su cintura.

---- ¿Que? ¿Quieres quejarte? - utilizó un tono de voz infantil, causando mayor enojo en la muchacha - toma asiento.

Disimulando todo rastro de sorpresa y molestia, Jiyu se sentó en una de las sillas, acomodándose en el almohadón y mirando las flores que decoraban el jardín.

---- ¿Que flores son esas? - señaló unas de color blancas -

---- ¿Esas? Son calas. - respondió la reina - hace poco las trajimos.

---- son lindas..

Fue recién ahí cuando se dió cuenta de su falta de vergüenza. Mirando con temor a la reina, pidiendo perdón por hablar informalmente y olvidando con quién charlaba.

---- ¿Te gustan las flores? - insistió la mujer, señalando otras más atrás - las de allí son tulipanes.

Donghyuck se sintió aliviado al ver la soltura con la que se manejaba Jiyu mientras hablaba con su madre. Eso era bueno.

---- leí en un libro, que de hecho no se llaman tulipanes..- susurró - fue por una complicación que tuvo quien los trajo a Asia y una persona que vivía en Oriente, países bajos, Pakistán, India..toda esa zona.

---- ¿En serio? - la reina preguntó intrigada - ¿Complicación del idioma?

---- un hombre europeo viajó a oriente y en uno de sus paseos vio esas flores, preguntó por el nombre a un señor que estaba allí cerca y, por no saber su idioma, parece que entendió mal la pregunta que le hizo el viajero. - explicó sin dejar de mirar el jardín, habían varios tulipanes de diferentes colores - comprendió que se refería a su turbante, entonces le respondió eso: turbante. El europeo entendió que ese era el nombre de la flor y bueno..las conocemos como tulipanes o tulipas.

---- pensé que siempre estuvieron en Europa..

---- oh, eso..- recordó - sí, fueron mas reconocidas allí, pero durante el imperio Otomano se decoraban palacios y jardines con tulipanes, son flores muy antiguas. - agradeció la taza de té que fue dejada frente suyo - el mismo viajero recibió una flor, para que pudiese llevársela y así lo hizo. Volvió a Europa y tuvo su jardín de tulipanes, solo le compartía gajos a personas que no quisieran comercializar con ellas. Él mantenía su pensamiento de que son flores hermosas que todos deberían tener, con sus colores llamativos y tan hermosos, perfectas para decorar.

Mientras Jiyu hablaba, la reina miró a su hijo, sonriendole complacida con al chica.

---- pero lamentablemente robaron muchas de las plantas y los floristas traficaron las flores, así es como terminaron en todo el mundo y actualmente podemos comprarlas.

---- ¿De dónde sacaste eso? - Donghyuck tocó su brazo, acomodando la pequeña manga que descendía desde su hombro -

---- d-de la biblioteca..- susurró avergonzada - lo siento, hablé demasiado..

---- ¡No, no! No te preocupes, no sabía eso. - la reina mezcló su té, endulzandolo - es interesante..

La reina era amable, curiosa y dispuesta a escuchar lo que alguna vez leyó o investigo Jiyu. Le gustaba que compartiera su conocimiento y el que fuese una persona tan conocedora de diferentes temas, amable y bella, no le dejaba dudas en que sería una buena chica para su hijo.

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