
02
Somi parloteaba sobre los gatitos que tenía en su casa. Su gata dio a luz cinco adorables gatitos.
Su hogar estaba lleno de tiernos maullidos y pequeñas bolas de pelo que eran regañadas por su madre cuando planeaban hacer una travesura.
── tengo que buscarles hogar...ya cumplirán tres meses. - comentó en un susurró - ¿No te gustaría un gatito?
── Hanbin es alérgico..- le recordó - aunque quisiera, no podría.
── hmm..es una pena..- pateó una piedrita del camino - ¿Haces turno normal hoy?
── sí, debo estudiar para el examen. Tengo casi todo listo..
── oye...- detuvo su caminata - ¿En verdad quieres ir a esa escuela? - preguntó algo preocupada - las princesas son algo...tontas.
── las hacen tontas. - corrigió - obviamente que serán brutas con respecto a la intelectual si el único libro que tocaron en su vida es la libreta de matrimonio al casarse.
Somi rió, empujándola suave.
── ¿Entonces para qué quieres ir?
── dicen que este año se ampliarán los cupos para las princesas. - sacó una hoja de su cuaderno - ¿Ves? Cambiaron de director y su hija le pidió que modificara los contenidos de las mujeres, porque hay mucha diferencia con ellos.
La rubia leyó rápido, asintiendo al terminar y seguir el camino a la verdulería.
── ¿Y si es una mentira? - también existía esa posibilidad - ¿No te conviene quedarte en la escuela pública?
── puedo conseguir un mejor trabajo si me gradúo de la escuela de princesas. - Jiyu esperó en la fila a ser atendida - reforzaré los contenidos con YongBok, ¿Lo conoces?
Sus ojos se ampliaron ── ¿El príncipe Lee YongBok? ¿De él hablas?
── sí, él. - sacó algunas monedas de su bolsillo - es simpático. La otra vez fue a comprar a la librería y charlamos.
Somi estaba indignada. Se podía ver su rostro en máxima expresión.
── ¿Hablaste con el príncipe YongBok y no me dijiste? - frunció el ceño - pensé que éramos amigas.
Jiyu se encogió de hombros, fingiendo indiferencia.
── si te hace sentir mejor..- carraspeó - preguntó por tí.
La rubia, que iba caminando delante de ella, volteó, sonriendo como tonta. Sus ojos estaban brillando auténticamente, ilusionada y, notablemente, hechizada por los encantos de YongBok.
── ¿¡En serio!? ¿Qué te preguntó? - sostuvo sus manos - dime, dime..
── Dijo que le gustaban tus bordados, que tal vez comprará algún almohadón con bordado especial.
── compraría hilo de oro si fuese para él..- suspiró enamorada - es un encanto de persona, es todo lo que está bien en este pueblo, es lo más adorable y amable que mis ojos hayan visto alguna vez.
── por suerte, no te gusta.
Somi subió las escaleritas a su casa y abrió, dejando pasar a su amiga.
── ¡Estoy en casa! - gritó desde la puerta, oyendo a su madre responder - ya sabes dónde están las llaves.
El local fue abierto rápidamente. Cambió de lado el cartel y corrió las cortinas, permitiendo que el sol entrase e iluminara naturalmente la librería.
Barrió el suelo, sacando la tierra a la calle y esperando a que algo sucediera. Levantó su cabello con ayuda de un lápiz y activó la cámara de su celular, fotografiando la fuente que estaba en el medio del pueblo.
no era el mejor o el más nuevo celular, pero era lo que podía costearse. Había cosas más importantes que un teléfono.
volviendo a lo que sus ojos podían ver: Niños pequeños estaban dentro, jugando con el agua fresca. Uno de esos era la hermana de Somi, hacía poco tiempo sus padres se habían separado y fue algo fuerte para ella, así que era lindo verla feliz de nuevo.
una bonita fotografía fue sacada por su celular. Después la cargaría en alguna memoria y las imprimiría para dárselas a la señora Jeon.
alguien tocó su hombro, sacándola de su burbuja.
Huang Renjun estaba frente a ella, mirándola con una suave sonrisa en sus labios.
── hola..- saludó tímidamente - ¿ya está abierto..? - preguntó señalando el negocio.
Jiyu se puso rápidamente de pie, asintiendo y limpiando su pantalón negro.
── ¿que buscabas?
Renjun era reconocido en el pueblo por los bonitos cuadros que pintaba en acuarelas. Los vendía en las ferias de artesanos que se hacían en la plaza en primavera.
── había encargado papel...- subió unos escalones, entrando a la librería - ¿ya llegó?
── u-uhm...- miró algunos paquetes cerrados - déjame ver..
con la ayuda de unas tijeras, pudo abrir la caja, dejando ver varios artículos, entre ellos..un bloc de hojas para acuarela.
── hay dos tamaños.
── oh, ¿los consiguió? perfecto..- susurró - me llevo los dos.
les pasó un trapo algo húmedo para limpiar todo rastro de polvo y señaló el papel madera, preguntándole silenciosamente si quería que lo envolviese.
── no te molestes, los usaré apenas llegue.
── ¿te faltan muchos?
Renjun ladeó su cabeza, pensando.
── ¿puedo contártelo, no es así? - mordió su labio inferior con ansias -
── claro..- respondió curiosa - ¿qué sucede?
el chico sonrió y se acercó para susurrar cerca suyo.
── el príncipe vio uno de mis cuadros y me pidió que pintara uno.
¿¡QUÉ!?
── ¿el príncipe? - habló en su mismo tono, intentando esconder su asombro - ¿él te pidió un cuadro?
no lo conocía, en verdad no lo hacía. Al chico nunca se lo vio en público y Jiyu tampoco estaba interesada en saber de él, solo conocía su compromiso con Kim Yeri y ya.
tenía entendido que tenía más o menos su edad y que estudiaba en la escuela de príncipes.
sí conocía a su hermano, YoungHo. Estaba casado con una princesa de otro reino, generando una alianza entre reinos, por esa razón, no lo veían mucho.
Muchos pensaban que Jiyu vivía bajo una piedra como para no enterarse de lo que sucedía en la corona, pero es que...sinceramente, no le importaba. El pueblo estaba mejor desde que el anterior rey había fallecido y eso lo agradece. Según su madre, no fueron años fáciles para nadie.
El pueblo estaba conforme con el liderazgo del rey Lee y eso era todo lo que necesitaba saber.
── increíble, ¿no es así? - llevó sus hojas al pecho, emocionado - me dijo una gran cifra, es por el cumpleaños de la reina, debo hacerlo bien.
── lo harás bien. - afirmó Jiyu, tomando el dinero y dándole el vuelto - eres un artista fenomenal, Renjun.
--- o-oh...- carcajeó sonrojado - gracias, Ji..
── gracias a tí por comprar. - se sentó en un banco - avísame cuando estés por terminar, quiero verlo.
los ojos negros de Huang brillaron, brindándole un aspecto bonito y tierno. Asintió entusiasmado, caminando hacia atrás para despedirse de la castaña.
── nos vemos. - sacudió su mano -
── adiós, Jiyu.
parecía que ese día sería tranquilo, solo los pájaros cantando y algunas personas comprando en otras tiendas.
Sería bueno hacer sus tareas mientras tanto...
sacó su cuaderno, buscando las actividades pendientes y comenzó a realizarla, perdiendo el tiempo en eso. Tal vez habrían pasado unos cuarenta minutos, donde la señora Jeon le dejó una taza de té y algunas galletitas para merendar.
en menos de lo que pensó, guardó todo, lista para acomodar algunas cosas que habían llegado. Buscó una escalera y bajó algunas cajas, que tenía que rellenar con lo nuevo.
la campanita sonó, haciendo que su voz salga automáticamente.
── Buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarle? - dió un saltito, llegando al piso, volteando hacia el cliente.
distinguió el uniforme de la escuela real. Bueno, era el único instituto en la zona y tenía uniforme, mucho no tenía que adivinar.
── quiero lápices. - contestó después de unos segundos - lápices de colores.
en silencio, señaló una de las mesas.
── allí están todos los que tenemos, elige el que te guste.
aquel chico de cabello negro asintió y se encaminó a la mesa, tocando con suavidad las cajas de madera que contenían a los lápices.
── llevaré este. - lo dejó sobre el mostrador, metiendo sus manos en los bolsillos, buscando dinero - y...necesito una lapicera de tinta azul o negra, por favor.
caminó al exhibidor de vidrio, sacando los diferentes tipos de marcas.
── ¿cual recomiendas?
── esta tiene un trazo más limpio, a mi parecer..- murmuró sacando la tapa a una y entregandosela - aunque muchos se llevan esta. - señaló una de color plateado - pero todo depende de cada uno.
él asinitó y sacó de su mochila un estuche, de allí unos lentes de marco negro. Corrió su cabello y miró el número de la lapicera.
── hmmm...¿tienes 0.5? - le miró por unos instantes, recibiendo un asentimiento y probando otra - genial, me llevo esta también.
otros dos chicos entraron, riendo de alguna tontería mientras uno de ellos comía una manzana roja.
── Jeno, Jeno..- canturreó uno - ¿me compras un cuaderno de ositos?
el pelinegro lo ignoró, sacando su billetera para poder pagar.
── ¡tiene marcadores de colores! - chilló uno, señalando un set - oh no, no, no, no. Debo ahorrar..
Jiyu siguió con su trabajo, ingresando los precios en la máquina e imprimiendo un recibo con el total.
── ¿quiere que envuelva todo? - señaló el rollo de papel madera - no tiene cargo adicional.
── oh, claro. - contestó un poco más alto por la charla de los otros dos - disculpa el ruido, son unos niños.
la castaña negó suavemente, acomodando su cabello detrás de su oreja y cortando un trozo de papel, que utilizó para acomodar la compra y envolvió con destreza.
── ¡Jiyu!
su amiga entró, siendo perseguida por varios felinos. Somi se detuvo, congelada al lado del mostrador.
── ¿uhm? - levantó sus cejas, mientras le daba el vuelto al chico -
── Jiyu..- susurró disimuladamente - é-él es..
── muchas gracias por su compra. - dibujó una sonrisa rápida en sus labios cuando le entregó el paquete -
── Muchas gracias a tí. - el pelinegro guardó todo en su mochila, volteando donde sus amigos - vamos, bestias.
── ¡espera! - uno de ellos respondió - quiero comprar algo, dame un segundo.
── Jaemin, siempre compras algo. - bufó el moreno - vamos, tengo hambre.
Jeno estaba acariciando a uno de los gatitos, cuando los otros cinco fueron directamente hacia él.
── ay, no. - ahora bufó el del medio - lo perdimos.
Somi golpeó el costado de Jiyu, ganando otro golpe como venganza.
── tonta, ese es el..
── ¿son tus gatos? - preguntó Jeno hacia Somi -
── a-ah..- la chica asintió - e-están e-en..
── están en adopción - respondió Jiyu, llamando con chasquidos a la mamá felina - ¿quieres uno?
los ojos oscuros del chico brillaron, mordiendo su labio inferior. Miró a los pequeños, hasta que uno de ellos se subió por su pantalón.
── ¡Olive! - regañó Somi - ay, perdón...
la chica parecía nerviosa, algo ansiosa y hasta sorprendida. Jiyu no entendía muy bien por quién se debía esto, pero luego le preguntaría.
Jaemin se agachó, siendo recibido por ronroneos y suaves pelajes.
── ay, que cosa tan bonita..- sonrió - son bebés...mira Haechan.
── ¿podemos irnos? - este golpeó el suelo con su zapato - me aburro.
pero de eso se encargó un gatito gris con manchas blancas...o blanco con manchas grises. Refregándose en el brazo del chico, llamando su atención.
── ¿y tú qué? - le preguntó en voz baja - no soy un rascador, no me mires así.
Jiyu rió cuando después de unos segundos de batalla de miradas, el muchacho terminó acariciándolo.
── ¿puedo llevarme este? - Jeno se acercó a Somi, mostrándole al gatito naranja con marrón -
── claro, no tiene que preguntar..- su amiga llamó a la mamá - despídete de tu cachorro, Rina.
Jaemin estaba jugando con los restantes, enseñando un cordón que después movía cuando los gatitos lo querían agarrar.
── creo que es gatita. - comentó Jiyu, señalando al felino anaranjado -
── oh...- asintió él - la cuidaré bien.
── ¡Park Jiyu!
reconoció la voz de su hermano, quien asomó su cabeza por la ventana y abrió grande sus ojos.
── príncipe Lee...
Jiyu miró con curiosidad al chico, frunciendo su ceño.
── no grites, no te arrodilles o inclines, no llames la atención, por favor.
Somi se acercó al oído de su amiga, susurrando:
── te presento al príncipe Lee Donghyuck, próximo heredero al trono de nuestro reino y Na Jaemin, príncipe de Busan.
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