—Así que estás diciendo... que ese niño que trajiste contigo, ¿es en realidad tu hijo?

Heeseung juntó sus manos sobre su regazo, se acomodó relajadamente en su asiento y asintió ante el ceo de su agencia.

El contrario apretó la mandíbula —¿No firmaste un contrato en el que negaste estar en una relación amorosa y tener una familia?

—¿No era parte del contrato el también darme días libres?— contraatacó.

—No menciones eso ahora. No cuándo tienes un hijo de la edad del 30% de tus fans.

Heeseung hizo una mueca —No sabía que él era mi hijo. Cómo ya le dije, fue él quién me buscó y encontró. Hablé con su madre y me contó la verdad, tenemos pruebas y todo de que es cierto. Cuándo firmé su contrato tenía sólo diecinueve, no tenía idea de nada.

Claro que mintió en la parte de que contaba con pruebas. El parecido que tenía el niño entre él y Jake, cómo si fuera la perfecta combinación de ambos, era más que suficiente para creer en lo que su ex-pareja le dijo.

—Creo que aún no te queda claro cuál es el verdadero problema aquí, Heeseung— dijo mirándolo con severidad —Tienes un hijo. Tú, quién se supone eres el mejor solista del momento. Quién tiene más de doce millones de fans al rededor del mundo. Quién entró al puesto #6 de los álbumes más vendidos a nivel mundial durante este año. Quién vendió más de dos millones de boletos para su último tour. Quién es considerado el príncipe no sólo de tu generación sino que también de la industria. ¿Tienes idea de lo mucho que afectará un hijo tu carrera?

—¿Pero qué culpa tiene él?— preguntó con tranquilidad —¿Qué caso tiene negarlo?

—Es exactamente lo que harás. Tienes suerte de que nadie te haya visto entrar con él, pero ni se te ocurra decir que es tu hijo, ¿entiendes? Haremos que lo pagues si eso pasa.

Heeseung sonrió de lado —Entonces denme mis días libres.

—¿Qué?

—Vacaciones. Eso es lo que quiero.

El ceo apretó aún más su mandíbula y volteó hacia un lado —No podemos hacer eso. Eres nuestro pilar y no podemos tomarnos la libertad de darte días libres. No cuándo las ventas podrían bajar tanto.

—Tienen a Jay— dijo —Y planean debutar a un grupo de chicas, ¿por qué sólo deben darme actividades a mí?

—Porque eres quién vende más, eres quién más vistas recibes, eres quién tiene más talento y eres nuestro pilar.

Esta vez fue el turno de Heeseung de apretar su mandíbula. No le gustaba cuándo era alabado de esa forma, cuándo rebajaban el talento de los demás sólo par dar a relucir el suyo.

Jay era el otro artista en belift, y su mejor amigo. Al igual que él también era solista pero no se le daba tantas actividades y promociones cómo a él, lo que hacía enojar muchísimo a las fans de este.

Heeseung se sentía muy mal por él. Sentía que su talento estaba siendo desperdiciado, quería que tuviera más oportunidades de brillar. Sus canciones siempre eran singles, en los casi nueve años que llevaba en la empresa solamente había sacado un mini álbum de cuatro canciones una sóla vez, mientras que Heeseung contaba con tres full albums y tantos mini albums, sencillos y OSTs que ya había perdido la cuenta.

—Me deben al menos cuatro meses de vacaciones— dijo Heeseung —Fácilmente podría demandarlos. Incluso cuándo me enfermo tengo que venir aquí y practicar.

—No podemos— fue lo que dijo el ceo —No vamos a hacerlo por más que insistas. Te dejaremos componer tus propias canciones para tu próximo álbum si quieres pero no te dejaremos ir. Y tampoco puedes decirle a alguien más lo de tu mocoso si no quieres que las cosas se pongan peor, Heeseung.

El idol se levantó bruscamente de su asiento y miró a se jefe con rabia.

Salió de su oficina con una idea en mente.
Una que le costaría muy caro.

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—¡Eres tan tierno! Y bailas genial... ¿eres el hermanito de Heeseung?

Riki era rodeado por muchas miembros del staff de su papá. Se encontraba en la sala de prácticas, dónde este lo había dejado antes de irse a la oficina de su jefe. Heeseung le dijo a Riki de que si le preguntaban quién era se quedara callado. No era tonto, sabía que su papá era idol y cuánto afectaría su carrera si salía diciendo que era su hijo, así que prefería obedecer sus palabras.

—¿No puedes hablar?— preguntó preocupada una de las muchachas.

Pronto Heeseung llegó a la escena y acercó a Riki a su cuerpo, rodeando sus hombros con uno de sus brazos. Vió a las trabajadoras con seriedad y estas lo miraron sorprendidas.

—Es mi hijo— admitió —Y tiene nueve años. Pueden decírselo a todo el mundo si quieren, no me importa.

Las staffs se vieron aún sorprendidas entre sí y Heeseung tomó la mano de su hijo para jalar de él y llevarlos al baño.

Una vez se aseguró de que no hubiera nadie adentro y trancó la puerta, levantó a Riki con facilidad y lo dejó sentado sobre el lavamanos. Ambos estaban a la misma altura ahora. Riki lo miraba con grandes ojos tristes y expectantes mientras él lo miraba con pena.

Heeseung suspiró y llevó su cabeza a la curvatura de su cuello. Rodeó su pequeño cuerpo entre sus brazos y se permitió a sí mismo regular su respiración.

El pequeño no sabía cómo reaccionar, pero rápidamente abrazó el cuello de su papá e hizo un pequeño puchero lastimero aunque Heeseung no podía verlo.

—Eres igual de cálido que él— dijo contra su oído.

Riki no sabía de quién hablaba así que no respondió. Heeseung estaba hablando de Jake. Del pequeño rubio que fue su novio alguna vez. Quién hacía unas horas le había dejado claro que estaba viviendo bien sin él ahora. Casado y con dos hijos. Uno que le pertenecía y otro que no.

—¿Qué pasa?— preguntó Riki. Heeseung se alejó un poco pero ambos siguieron abrazándose.

—Pasa que tu papá está pasando por el peor momento de su vida.

—¿Y puedo hacer algo para arreglar eso?

Lee miró al menor antes de sonreír pequeño. Sí, se parecía demasiado a Jake. Era un ángel, un sol tal cómo lo era Jake. Una curita para su corazón tal cómo lo era Jake. Tierno, inocente y puro.

—¿Puedes contarme de tu vida? No sé realmente mucho— le dijo entre susurros.

Riki lo pensó un poquito con una pequeña mueca en su rostro antes de comenzar a relatar su vida.

—Y es por eso que Michael Jackson es mi inspiración— dijo el pequeño una vez había terminado de contar uno de los sucesos más importantes en su corta vida. Cuándo a los cuatro años vió un video del cantante y se dió cuenta de que quería ser igual de talentoso que él.

Para entonces ambos yacían sentados en el suelo contra la pared. Heeseung lo escuchaba atentamente cómo si estuviera hablando con un amigo y no con su hijo. Cómo si ambos tuvieran la misma edad.

—¿Es por eso que eres tan bueno bailando? ¿Estuviste practicando mucho?

Riki asintió —Y cuándo supe que tu también eras un bailarín... también quise ser cómo tú.

Heeseung soltó una risa —Pero tú eres mucho mejor que yo bailando.

El pequeño soltó una risa tímida y Heeseung se permitió acariciar su cabello con cariño.

Hace un día no tenía idea de que era padre. No llevaba muchas horas siquiera conviviendo con él, con su hijo. Pero aún así Heeseung estaba seguro de una cosa.

Que aunque aún hiciera falta mucho tiempo para llegar a amarlo de verdad y encariñarse con el pequeño... aún así este parecía ser la única persona en el mundo que podía entender cómo se sentía.

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Las staffs claramente no se quedaron calladas. El "secreto" rápidamente se propagó por todas las redes sociales, y cómo habían quienes conocían a Riki y su familia, rápidamente llegaron a la conclusión de que podía tratarse de un hijo de Heeseung y Jake... o de Heeseung y Sunghoon, algo que no era de mucho agrado para el mayor.

Dispatch hizo de las suyas, los noticieros, periódicos y revistas también. Jake lo llamó cientos de veces pero Heeseung nunca respondió porque sabía que estaba enfurecido. Llevaba a Riki a todas partes, importándole poco que las personas los vieran juntos. Demostrando que no planeaba negar que era hijo suyo.

Su ceo se molestó demasiado. Heeseung no se dejó intimidar y le demostró al hombre que todo había acabado así por su culpa, habría dejado su boca cerrada si tan sólo le hubiera dado sus días libres. Cómo se negó, Heeseung hizo lo que se le dió la gana.

Y todo eso había pasado en los últimos tres días.

Ahora se encontraba ahí, frente a la cámara de su celular, listo para hacer un live y aprovechar para "aclarar" la situación que era un caos en este momento.

Empezó el directo saludando a sus fans y hablando de su última gira. Habían miles de comentarios exigiendo una explicación, los cuáles ignoraba a propósito.

Finalmente comenzó a hablar sobre la situación. Recordando una y otra vez lo que su ceo deseaba que dijera.

« No me importa cómo lo hagas, pero niégalo.
Arregla este desastre que tú mismo creaste,
Heeseung »

—"¿Es realmente tu hijo el niño con el que vas a la empresa?"— leyó el comentario y posteriormente respondió.

—Lo es— dijo sin más —Es mi hijo. Yo soy su padre así que pueden parar de especular cosas. Perdón si los decepcioné o esto los tomó por sorpresa. Espero que me apoyen incluso después de saber esto de mí, y si ya no lo harán les agradezco por el tiempo que estuvieron conmigo.

> No entraré en más detalles. Ya les dije todo lo que debían saber.