Al terminar la semana, estaba más que aliviada. Las energías que habitaban en su cuerpo, no eran de este mundo; podría recorrer toda la mansión una y otra vez, y no se cansaría de ello.

En visto de que no podría ir a la escuela, hasta no estar seguros de que no volvería a enfermar; tuvo que invertir su tiempo en actividades creativas.

No era del todo malo si lo pensaba, de hecho, podría pagar la deuda que tenía con el ojicarmin. Haciéndole un pequeño regalo, pero que era envuelto con lo más dulce de su corazón.

Reunió todos los materiales necesarios, para dar inicio con su objetivo. Tenía un buen lapso de tiempo, hasta que él llegara.

Esto representaba un cambio drástico en ella; antes de todo esto, antes de él, era solo una niña más en esa casa. Nunca imaginó que su sueño más anhelado, podría hacerse realidad.

Sabía que no era buena idea ilusionarse tanto, después de todo; los humanos son adictos a dañarse de manera mutua.

Al término de unas horas, su obsequio estaba concluido. Aunque era pequeño y sin mucho valor; apostaba a que le gustaría al masculino.

[...]

A la hora de la comida, llegó el apellidado Kurenai; quien expresaba un poco de fastidio. Resultaba comprensible porque se suponía, que estaría descansado en lugar de ir al trabajo.

Estaba emocionada y nerviosa a la vez, los temblores la delataban.

Sus mismas inquietudes comenzaban a jugarle en contra; pensamientos negativos no tardaron en aparecer, hasta hacerla sentir que no debía entregarle el regalo.

Escondida detrás de una pared, luchando contra sus pensamientos. Que ponían en duda su acción; sin embargo, alguien intervino en su decisión.

—¿Qué te detiene? —apareció Yuuki cruzada de brazos, desde hace unos segundos que observaba a la menor.

—¿Y si no le gusta? —la felicidad que sentía se transformó en inseguridad, y sus pequeños ojos seguían observando la pequeña caja envuelta.

—Lo mejor de un regalo no es su contenido; o cuanto haya costado. Sino las intenciones de la persona, estoy segura de que le va a gustar.

Las palabras de aquella mujer, le dieron la valentía suficiente, como para salir de su escondite. Aunque sus movimientos eran torpes por el nerviosismo; intentaba no dejarse vencer por ellos.

Lo miró en la cocina. Y su corazón respondió con fuertes latidos, juraría que deseaba tener una estaca para detener su pulso; respiró hondo y a paso lento llegó hasta el sitio.

El ojicarmin se percató de una presencia, y estaba en lo correcto. Tan pronto la miró, la recibió con una sonrisa amable; dejó lo que hacía, y se aproximó a ella.

—Hola, veo que ya tienes mejor color de piel, ¿Cómo estuvo tu día?

—Bi-bien, ¿ y el t-tuyo?  —maldijo internamente, no poder  hablar bien enfrente suyo.

—Algo fastidioso, pero me alivia regresar a casa. Noto que tienes una pequeña caja, ¿Se puede saber de quién es? —miró de forma juguetona a la ojiverde, misma que respondió con un sonrojo en sus mejillas.

—Tu-tuyo —susurró en voz baja, a la vez que mantenía su vista al suelo. Si le daba la cara, posiblemente se transformaría en una manzana.

El albino miró con ternura a la mujercita. Sabía que era una niña muy especial; solo necesitaba que ella se diera cuenta.

Retiró con cuidado el envoltorio, y observó un broche bastante mono. Hecho de algún tipo de masilla, y con adornos muy finos; era una rosa roja, muy hermosa.

Y ya que los regalos son para usarse, le hizo honor a ello; y se lo colocó de inmediato.

—¿Y cómo se ve?

—Te queda muy lindo —respondió Tn, orgullosa de su trabajo.

Los momentos que pasaban juntos, eran de lo más tiernos y dulces. En menos de lo previsto, ese par se volvió muy unido; y eran pocas las veces, en los que no se les miraba pasando un rato.

Al mismo tiempo, algo en sus corazones aumentaba. Quizás era el deseo de estar juntos siempre; como en los cuentos de hadas que leía la menor. En ocasiones eso llegaba a entristecer a la chica, porque estaba consciente de que el “Vivieron felices por siempre” no existía.

Pero seguramente, ambos darían lo mejor para tener aquel final. Sin importar los problemas ,o, preocupaciones; lo primordial era estar ahí el uno para el otro.

Dedicado a: Yanale46785

Hola!!

Espero que les haya gustado el capítulo de hoy, un poco corto lo sé. Pero me interesa más la calidad, que la extensión.

Dejen sus comentarios, críticas constructivas, teorías, quejas; les estaré leyendo.

Nos vemos en una próxima actualización, besos y abrazos.

Atte: zuzanitaxzy ❤️.