Tras verlo consultando con la pequeña pelinegra, se acordó que a partir de hoy, iniciaría con su educación.

El despertador sonó , indicando que debía levantarse. En minutos llegó Yuuki, quién ya llevaba el uniforme de la ojiverde. Enseguida la menor se dió una ducha, y cuando salió , se colocó el vestuario asignado con la ayuda de la mujer adulta.

Bajó las escaleras para ir al comedor. En éste,  se podía apreciar un desayuno muy balanceado y completo. Un jugo de manzana , un omelette y , una naranja partida en porciones pequeñas , era lo que lo componía.

Admitía que estaba un tanto nerviosa por ingresar a la escuela, desde hace dos  años que no asistía. Y de alguna forma u otra, pensaba en que su día terminaría en tragedia. Sin embargo, debido a los apoyos constantes del joven hombre y , de aquella mujer de edad avanzada, logró armarse de valor.

Al finalizar sus alimentos, fue acompañada por Yuuki hasta llegar a la limosina. Una vez dentro de ésta, la mayor se despidió de la nena,  con un beso en la frente de la ya mencionada. Pudo notarse un sonrojo en las mejillas de la mujercita, era extraño para ella recibir tantas muestras de afecto... Y eso era gracias a los anteriores tratos de su familia.

Durante el viaje , se la pasaba observando por la ventana. Resultaba tan estimulante apreciar , los diferentes colores del entorno.

Desde que llegó a este sitio, notó una diferencia en su persona. Al menos, eso deseaba creer.

Al cabo de unos quince minutos , habían llegado a dicha institución , la cual tenía pinta de ser muy estricta pero, sin llegar a ser asfixiante. Bajó de su medio de transporte,  inhaló profundo para sentirse relajada y continúo con su andado.

[...]

Ahora pertenecía al grupo 6-B , y como era de esperarse , ahora ella ocupaba el centro de atención. Aunque ya se encontraba en su asiento, aún podía sentir como las miradas de sus compañeros , se posaba sobre su cuerpo.

Sin duda alguna, sería un día bastante interesante.

En estos momentos agradecía su habilidad; aunque solía ser bastante tediosa para algunos, para ella era una oportunidad de  conocer realmente  a las personas,  con las que se relacionaba.

En un breve descanso de diez minutos, aprovechó la oportunidad para mirar con atención a sus compañeros. En la primera fila no había nada extraño, sólo eran alumnos promedios , con el objetivo de tener calificaciones estables. La segunda fila, dos de los cinco que la conformaban eran muy narcisistas, mientras que los restantes tenían una autoestima mediocre; que escondían en un disfraz de poder.

En la tercera fila; eran los típicos estudiantes que,  sólo venían por capricho de sus padres. En la última fila, que era donde ella estaba posicionada ; algo capturó su atención. Y era el comportamiento de una chica de cabellos rubios, de forma continua miraba el reloj, además de que su mano no podía estar quieta. Podría apostar a que estaba ansiosa o desesperada, sin embargo sólo era una suposición suya.

Tan pronto terminó con su “inspección”, inició la siguiente clase...

Al término de unas dos horas , por fin inició el receso. Dejando salir un suspiro cansado, se levantó de su asiento y se estiró. Pero giró de forma brusca, cuando sintió una  mano en su hombro. Era una de sus compañeras , que por alguna extraña razón se miraba tímida.

—¿Te puedo ayudar? —Preguntó la apellidada Li, con un semblante tranquilo.

—¿Tienes con quién almorzar? —Lo admitía, se había congelado. De entre todo el salón, ella fue la única que la invitó a comer ; para que no se quedará sola. A veces las palabras sobran, así que, sólo dibujó una leve  sonrisa en su rostro y,  asintió con su cabeza.

Ahora estaban sentadas bajo la sombra de un durazno, no solo disfrutaban de la comida. Sino que además, el viento estuvo a su favor, y una sensación muy placentera habitó en ambos cuerpos. Pero, en todo lo que habían estado en aquel sitio , ninguna de las dos se animó a charlar con la otra. Quizás no querían incomodar la situación.

El receso estaría por terminar en pocos minutos, por lo cual fueron recogiendo sus cosas. Una vez concluido con ello , caminaron rumbo al salón de clases.

Tn notaba a kilómetros que,  su compañera deseaba hablarle, pero lo pensaba demasiado. En visto de la escena, decidió poner las cartas sobre la mesa.

—Me llamo Li Tn.

—Sí lo sé, me siento  detrás de ti... Soy Hura Kiki —Restregó su mano en su rostro, al saber que arruinó la conversación.

—Bueno Kiki, te agradezco que me hayas hecho compañía —Colocó su mano encima del hombro de la contraria, como signo de confianza.

—Claro, cuando quieras —Respondió , para terminar con una sonrisa de oreja a oreja.

[...]

Al fin terminaron las clases. Y poco a poco aquel edificio era deshabitado , quedando pocos alumnos dentro de éste.

A paso tranquilo , se dirigió a la puerta principal. Y una vez fuera, se recargó en uno de los árboles para esperar su transporte. Ahora todo le resultaba tan irónico, el como pasó de una vida miserable y ruin,  a una vida de cuento...

¿Era afortunada?

Bueno, la vida tiene escasas oportunidades. Tal vez,  ella tuvo la suerte de toparse con una. El sonido de unas llantas haciendo fricción en el pavimento, atrajo su atención, y al mirar notó que su transporte había llegado.

Le extrañó que se le fuese abierta la puerta del lado izquierdo, y no la que estaba a su  alcance, pensó por segundos que había alguien más adentro, sólo que no podía distinguirse por el cristal oscuro de las ventanas. Y en efecto, se pasmo cuando vió al de cabellera albina portando una sonrisa, mientras que le ayudaba con su mochila.

—No creí que estarías aquí.

—Bueno, al fin terminé de organizar mis asuntos. Por lo que oficialmente, estoy de vacaciones —Respondió el de orbes rojizas, en un tono relajado.

—Me alegro por ti —Dijo una vez dentro de la limosina, dicho ésto, comenzó el trayecto.

—¿Y cómo estuvo tu primer día de clases?

—Fue algo cansado —Rió por lo bajo. Quedó hipnotizada ante los ojos del masculino, la luz que irradiaban aquellos ojos , la dejaron estupefacta.

—Que buen resumen , espero que la comida te ayude a recobrar tus fuerzas —Puso su mano en la cabeza de la menor, para después despeinar aquellos cabellos oscuros.

—Mhm claro —Habló , y sin darse cuenta había pintado una sonrisa.

[...]

—¿Te apetece si, saliendo de clases mañana vamos al parque? —preguntó el apellidado Kurenai, mirando a la menor quien se concentraba en sus deberes.

—Sería genial.

—Entonces está hecho, procura llevar suéter, últimamente ha hecho algo de frío —Instruyó el joven hombre, como si se tratase de un padre.

—Sí, señor —contestó burlona.

—Muy graciosa Tn, date prisa para que te des un baño —Habló desde la cocina , ya que terminaba de limpiar algunos platos.

Cuando terminó sus tareas, se dirigió al baño para ducharse. No solo la ayudaría a relajarse, sino que además se despediría de los olores : como sudor, y otros líquidos que desprendía su cuerpo.

Mientras se pasaba el jabón por su pequeño cuerpo, fue inevitable pensar en aquellos días; donde el miedo era su mejor acompañante.

¿Quién diría que al final , se convertiría en lo que alguna vez su padre quiso?

La culpa seguiría rondando , sin importar el sitio o el tiempo. Pero podía evitar que lo que alguna vez hizo, saliera nuevamente.

Y tal vez, aquel joven empresario sería una pieza clave , para llevar a cabo su cierre.

Dedicado a : AmricaKurenai

Hola!!

Espero que les haya gustado el capítulo de hoy, en mi opinión estuvo bastante bien a decir verdad.

Lamento tardarme tanto en actualizar, pero como siempre digo, mejor tarde que nunca.

Agradecer su paciencia y apoyo a las historias, significa mucho para mí, que mis trabajos sean de su agrado.

Ahora bien, ya casi es navidad y se me ocurrió la idea, de hacer una dinámica con ustedes.

¿Les gustaría conocerme?

Y si es así, ¿como quisieran que nos conociéramos?, por WhatsApp, messenger, o hacemos una reunión virtual.

Dejó esto ↑ en sus manos.

De antemano , desearles una feliz navidad y un próspero año nuevo, las amo y lo saben muy bien.

Que está navidad sea la mejor para ustedes y sus seres queridos 💓 🎄🎁🎅

Continuación: 10 votos.

Besitos ❤️

Atte: zuzanitaxzy.