Habían pasado ya casi seis horas desde que ambos jóvenes se fueron, la familia Hamato estaba desesperada por ir a buscarlos, aunque April fuera por ellos no consiguió encontrarlos.

Después de unos minutos Casey llego a la guarida, aunque no estaba en muy buen estado, después de permitirle a Donatello que lo curara, les conto lo sucedido omitiendo lo obvio, pero era algo que la familia comprendía. Splinter miro la hora, faltaba poco para la noche, así que los mando a prepararse, le dijo al muchacho que se quedara descansando lo que deseara, pero se sorprendió al verlo levantarse y tomar sus cosas.

Casey no estaba dispuesto a dejar las cosas así, había sido su culpa que se la llevara y se dejara hacer todo eso. El roedor sonrió y gentil le acaricio la cabeza, le pidió que si llegaba a sentirse mal, que se escondiera y esperara a reponerse, el menor acepto la condición y fue junto con el rudo al móvil.

Raph: no tienes que hacer esto –le susurra-

Casey: es mi culpa, me deje llevar por mis emociones y ahora ella está en manos de ese idiota –susurra molesto consigo mismo-

Raph: -suave le palma la espalda- okey, pero no te esfuerces mucho, si?

Casey: jaja, cambiaste de papeles o qué?

Raph: sueña –le da un pequeño golpe en el hombro-

Yoshi: están listos? –viéndolos-

Todos – Yoshi: si! –viéndolo con determinación-

Yoshi: vayamos por ella

Leonardo condujo hacia la sede del clan del pie, estaciono a una cuadra de ella y donde ya esperaban los Mutanimales, Splinter explico de forma sencilla lo que debían hacer.

Los Mutanimales y los dos humanos atacarían por delante, mientras él y sus hijos entraban a escondidas. Claro que una vez dentro dejaría que Leonardo fuera por la castaña, mientras ellos distraían a destructor y sus secuaces, el único que se quedaría al margen seria Raphael, ya que no estaba en condiciones de pelear.

Todos aceptaron, aunque el rudo tuvo que contenerse sus quejas, ya que era verdad lo que dijo su padre. Los primeros en ir fueron los Mutanimales y los dos humanos, a parte de los robo pie, también estaban Bebop, Rocksteady y Cara de pez, atacaron según lo acordado, Splinter espero un buen momento y con cuidado ingreso al sitio junto a sus dos hijos a mitad de camino Leonardo tomo rumbo a las celdas, para saber si ella estaba allí el roedor y el genio, buscaron a los otros dos discípulos del triturador.

Leonardo no había tenido éxito buscando a su hermana en los calabozos, pero al menos pudo derribar y dejar nuevamente lesionado a Rahzar. Lo dejo encerrado en una de las celdas y fue en busca del laboratorio de Stockman, al llegar vio a su preciada hermanita en una de las camillas y a la tonta mosca rondándole, también habían unos cuantos robot y obviamente que estaba el tigre, enfrentarlos no hubiera sido problema si el no estuviera allí.

Shredder estaba esperando a que la muchacha al fin despertara, pero eso había sido ya casi seis hora y su paciencia se estaba agotando, Stockman ya había hecho lo necesario y lo correcto para despertar a cualquier ser inconsciente, pero nada resultaba, al contrario, se habría una herida de la cual sangraba por unos segundos y luego volvía a cerrarse, lo cual llamo la atención del científico y analizo aquella sangre que era expulsada, descubriendo que allí mismo estaba la medicina o cualquier otra sustancia que le inyectaba.

Shredder: cuando piensa despertar!? –grito molesto-

Stockman: me temo señor que no podría decirle, ya que no tengo en mi poder cuales fueron los cambios que se le hicieron –lo mira un poco temeroso- hasta ahora solo se que se cura rápido y que su propio cuerpo se deshace de cualquier sustancia ajena a su sistema.

Shredder quedo impresionado con la capacidad que tenia la humana, pero lo que deseaba era saber si podía ser controlada.

Leonardo mientras absorbía aquella información, le advirtió a su padre y hermano en donde estaba y quienes estaban allí. Donatello, le informo a su padre luego de terminar con algunas maquinas, lo guio con rapidez hacia el lugar. Splinter rogaba por llegar a tiempo hasta su niña.

Afuera los Mutanimales y el par de humanos, habían logrado derribar la defensa, así que entraron, gracias al de azul sabían a donde irse. La cosa fue que no esperaban tener un recibimiento por parte de la kunoichi. Por lo cual debieron retrasar su llegada al laboratorio.

Splinter y Donatello llegaron hasta donde estaba el laboratorio, fueron junto a la otra tortuga, quien en palabras simple explico lo que pasaba. El roedor, les dijo que debían esperar, ya que solos no podrían del todo con ellos, lo bueno es que la caballería llego justo y atacaron sin aviso. Slash y Leatherhead enfrentaron al tigre, quien se vio un poco intimidado por ellos dos, el resto cargo contra las maquinas. Mientras Splinter y Leonardo se iban sobre Saki, quien no esperaba un ataque así. Donatello le hizo seña a Casey para que derribara a la mosca, este le lanzo un disco, aunque no tomo en cuenta que era uno de los explosivos, lo que le destrozo un ala al mutante, el genio sonrió leve y bajo, con cuidado desato a su hermana y se la llevo.

Slash, aprovecho y tomo al gato de la pierna lanzándolo contra destructor, dándoles la oportunidad de escapar al menos de allí, Raphael recibió la señal de su hermano y condujo hasta la entrada, mantuvo la puerta abierta, esperando a que su familia y amigos salieran. Pudo ver a los Mutanimales irse por el techo, pero más que nada vio al genio trayendo a la menor, y al poco a su padre, hermano y amigos salir. Le dejo el lugar al de azul, mientras el tomaba la zona de mapas, ya que April tomo la de cámaras y Casey la de armas. Sintió el móvil arrancar, lo que significaba que pronto estarían en casa.

En la sede, Shredder estaba furioso, con los incompetentes que tenía a su mando, les exigió ir tras ellos y no volver hasta recuperar a la muchacha. Todos, estaban con severos golpes, pero temiendo las represalias, salieron de igual modo. Ya lejos fueron a uno de sus tantos escondites y prefirieron descansar y reponerse antes de iniciar con la cacería.

En la guarida de la familia Hamato, Splinter curaba a sus discípulos, mientras Donatello revisaba a la menor. Según Leonardo cualquier liquido que se le colocara era rechazado por el cuerpo, pero al parecer en lo que conlleva a azucares o sales eran bien recibidos. Un poco dudoso le coloco vitamina, espero un momento y al no ver que sangraba sonrió, le beso la frente y luego fue a la sala.

Donnie: la pequeña estará bien, solo hay que esperar a que despierte –suspira-

Casey: y si tiene uno de esos gusanos? –un poco asqueado-

Raph: April podría sacarlo o no?

Donnie: mh, no lo sé –preocupado-

Yoshi: quizás uno de mis mantras pueda ayudarla, no es invasivo

Donnie: creo que eso sería más seguro –sonríe algo tranquilo-

Splinter fue tranquilo al laboratorio, por unos minutos miro a su pequeña notando un ligero cambio en su color de piel también el hecho de que sudaba un poco, suave le acaricio la mejilla.

Yoshi: todo saldrá bien mi niña –suave le besa la frente y un poco más tranquilo recita uno de sus mantras-

Al terminar no vio ningún cambio o reacción, con excepción del cambio de su piel que volvió a ser normal, suspiro suave y salió de allí, esperando que su niña despertara pronto. Sus hijos lo abrazaron tenían algo de miedo por su hermana, no sabían lo que le habían hecho y eso los ponía nervioso.

Cerca de las cuatro de la madrugada, un par de ojos color naranja se abrían, el lugar estaba oscuro, pero por alguna razón veía perfectamente todo. En especial el trió de quelonios que rodeaba su camilla, lo cual le llamo la atención, pues no sabía quiénes eran.

Después de quitarse la vía, con sumo cuidado salió de la camilla y de aquel sitio, miro el lugar siguiente, un poco desordenado pero se veía acogedor, camino hasta otra entrada que la llevo a una cocina, el goteo de agua le provoco una repentina sed y sin dudarlo, tomo un vaso que lavo antes de beber de aquel fresco liquido, al terminar siguió explorando, vio cuatro dormitorios, el baño y ahora subía un par de escaleras que la adentraron hasta otra habitación.

Allí vio un frondoso árbol, un pequeño altar y varias armas en las paredes, se acerco hasta lo que creyó que era una pared, pero esta se deslizo suavemente y ante sus ojos se imponía una gentil presencia. Sus ojos naranjas lo miraron con cautela, mientras el individuo la veía tranquilo, suspiro un poco y algo dudosa pregunta.

Mikh: quien eres? Porque me tienes aquí?

??: -suspira un poco- soy Splinter o Hamato Yoshi, estas aquí porque te salvamos de las manos de Shredder, quien deseaba usarte como un arma

Mikh: ja, y yo como voy a creerte algo así –cruzándose de brazos algo molesta-

Yoshi: -sonríe tranquilo y vuelve dentro de su cuarto-

Mikh: -mira curiosa- mh? –viéndolo volver-

Yoshi: por lo que veo, puedes ver perfectamente en la oscuridad –sonríe y le enseña un álbum- lo hice en cuanto recuperaste tu memoria

Mikh: que!? –sorprendida, lo toma y mira- no puede ser, ya había olvidado antes –molesta, viendo las fotos-

Yoshi: -ríe suave- así es

Mikh: ese tipo es desagradable, porque demonios hizo algo así? –teniendo los ojos brillosos por las lagrimas- no es justo

Yoshi: -gentil la abraza acariciándole la cabeza- no sabría bien sus intenciones, pero sé que es para destrozar a nuestra familia –serio-

La menor suspiro suave y de a poco se fue calmando, aun dudaba en su palabra, pero algo había en ese roedor que la hacía sentir segura. Más tranquila volvió a mirar a su alrededor de cierta forma le resultaba familiar y acogedor, algo que no había notado al principio.

Yoshi: hija, debes volver al laboratorio

Mikh: donde están ellos?

Yoshi: ellos son tus hermanos, son los que siempre van a cuidarte y protegerte –sonríe suave-

Mikh: -suspira suave- supongo que eso es verdad –un poco dudosa regresa al laboratorio-

Al llegar miro tranquila a las tres tortugas dormidas, al igual que con el roedor, sentía una gran familiaridad con ellos, algo tan cálido y relajante. En silencio volvió a subir a la camilla y tranquila se acurruco allí, aunque no lo quisiera se volvió a dormir. Después de unas horas, los tres quelonios despertaron, notando que su hermana ya no tenía las cosas puestas y dormía plácidamente, semitapada.

Raph: cu-cuando despertó?

Yoshi: a media noche –susurra estando en la entrada del laboratorio-

Leo: -la cubre bien- vamos, hablemos afuera –susurra-

Todos salieron, dejando que la menor siguiera durmiendo. Splinter les conto lo que paso anoche y de que nuevamente no tenía sus recuerdo, aquello preocupo al genio, no era bueno perder la memoria dos veces y en tan poco tiempo. Lo bueno es que su hermana, no había salido huyendo al verse rodeado de ellos, más bien su lado curioso fue el que floreció primero, algo típico de su pequeña hermana.

Leo: significa que otra vez la ayudara?

Yoshi: si, solo espero que ella quiera –bebiendo su te-

Raph. Porque no querría? Somos su familia –viendo un poco molesto y preocupado a su padre-

Yoshi: a veces hay cosas que es mejor olvidar –suspira viendo su taza-

Mientras la familia hablaba, la joven volvió a despertar. Miro a su alrededor notando que aquellos peculiares seres no estaban, con cuidado bajo de la camilla y salió del laboratorio. Escucho varias voces y las siguió hasta la cocina, entro tranquila viéndolos allí sentado.

Raph: Mikh –sonríe suave levantándose de su asiento-

Mikh: -lo mira y sonríe suave- buenas –saluda amable-

Leo: adelante siéntate, ya te sirvo –tomando una taza, llenándola con te-

Mikh: -asiente y tranquila se siente junto Raph- y bien, quiénes son? –viendo al roedor-

Yoshi: -sonríe y responde tranquilo- Leonardo, es tu hermano mayor

Leo: mucho gusto –sonríe amable dándole él te y unas tostadas-

Yoshi: junto a ti este Raphael, tu segundo hermano y él es Donatello

Donnie: hola –sonríe- como te siente?

Mikh: estoy bien –sonríe-

Donnie: si sientes algo dímelo, tratare de ayudarte –sonríe-

Mikh: gracias –sonríe y come tranquila-

Yoshi: los espero en el dojo –retirándose-

Leo: si sensei –sonríe suave-

Raph: ojala hubiera sido otra cosa –susurra viéndola apenas-

Mikh: -sonríe- pienso igual –termina su te- porque no soy como ustedes? Acaso me adoptaron de pequeña? –curioso-

Los tres quelonios se quedaron en silencio, como debían decirle que ella era como ellos, pero por su ignorancia dejaron que esas masas amorfas la convirtieran en una humana.

Leo: fue mi culpa, el día que necesitabas ayuda, yo...me enoje contigo sin antes escucharte y deje que ellos te llevaran –susurra incomodo-

Mikh: que hice? –los ve tranquila-

Raph: nada –susurra-

Donnie: solo querías protegernos y nosotros no quisimos verlo –susurra-

Mikh: entiendo... bueno más o menos –sonríe apenada- quienes me capturaron?

Leo: el Kraang, unos alienígenas de otra dimensión

Mikh: guau, puedo verlos? –entusiasmada-

Raph: jaja, no debería ser así jaja

Donnie: eres demasiado curiosa –sonríe- creo que nadie podría quitarte eso

Leo: vamos, papá nos espera –dejando la taza para lavar-

Los cuatro fueron al dojo, en donde Splinter los estaba esperando pacientemente, los tres quelonios se sentaron frente al roedor, mientras la joven los veía desde la puerta.

Splinter: puedes entrar, esto puede que te ayude –acaricia su barba-

Mikh: si –se acerca y sienta junto a los quelonios- que harán?

Splinter: meditar, algo que te puede ayudar a recordar

Mikh: de verdad? –emocionada-

Splinter: eso espero mi niña –suspira suave- bien, tomen posiciones

Mikh observo a los quelonios, Leonardo le sonrió suave y dejo que viera como estaba sentado. La joven, tomo la misma posición sonriendo suave. Splinter los guio con calma, debía darle tiempo a su hija para que se adaptara.

La menor, siguió cada paso hasta que no pudo escuchar a su padre, por un momento creyó haberse dormido pero al abrir los ojos se encontró sobre un edificio, desde allí podía ver todo su alrededor, busco como bajar, pero no había nada, solo aquella puerta. Con algo de temor la abrió, quedando ciega por unos momentos, cuando pudo enfocar bien, vio algo bastante alocado. Con cuidado ingreso y empezó a caminar, el lugar era una locura, pero aquellas esferas donde se reproducían ciertas cosas, le llamaban mucho la atención, con cuidado tomo una de ellas y esta le mostro algo sumamente aterrador, la joven lo arrojo lejos y siguió caminando. A lo lejos vio una luz naranja brillando con intensidad, cerca de ella había otra esfera de imagen.

Al verla sintió una calidez única en su corazón, aquella esfera brillo muchísimo más dejándola nuevamente cegada. Cuando la luz desapareció noto que todas esas esferas flotantes habían desaparecido con excepción la que aún tenía en mano, esta estaba rodeada de unos hilos naranjas que en cuanto la soltaba se apegaba al gran orbe naranja. Aquella esfera era tan cálida que sin poder evitarlo se quedó dormida.

Al abrir los ojos se volvió a encontrar en el dojo, vio a su lado y pudo apreciar que aquellos mutantes aún estaban en lo suyo, lo más silenciosa posible se levantó y retiro del lugar. Miro la sala, recordando los buenos y malos momentos que paso con ellos, suspiro bajo y recordó lo que Shredder le había dicho, antes de hacerle aquello.

~Flash back~

Saki: es increíble lo que esos seres pueden hacer –viendo a la menor- pero tranquila, en cuanto despiertes, serás otra y al fin podre tener lo que siempre había deseado –acariciándole la mejilla- esa rata inmunda sabrá lo que es perder el cariño de alguien que tanto amas

Mikh: estás loco, jamás podría olvidarme de ello o podría hacerles daño! –moviéndose algo brusca tratando de soltarse-

Saki: claro que lo harás, porque desde ahora tu eres mía –la mira sonriendo con lujuria y sadismo-

Aquella horrenda mirada asusto a la menor quien insistía más en querer escapar, Shredder le dijo a su subordinado, que la preparara para hacerla su esposa y que le colocara lo que los Kraang no habían podido.

~Fin Flash back~