Descubiertos
Había pasado tres meses desde esa salida, Mikh fue llevada a otras partes, pero nunca al patrullaje en sí, lo que la preocupaba pues sentía que algo le estaban ocultando y aunque lo pidiera sus hermanos se negaban a llevarla con ellos a misiones importantes.
Eso molestaba mucho a la menor, quien ya había decidido infiltrarse en la nueva misión que sus hermanos tendrían, ya tenía todo listo y lo bueno es que podría poner a prueba su nuevo poder. Lo único que no haría sería pelear, solo quería ver porque sus hermanos no la dejaban ir con ellos.
Al llegar la hora la menor los despidió como siempre hacia, luego de que sus hermanos le prometieran que volverían para ver una película, los vio partir. Suspiro bajo y espero a que su padre entrara en su meditación profunda, espero al menos una hora y luego con mucho cuidado salió de su hogar, sabía bien a donde ir y ya lo había trazado por el alcantarillado, lo que le daría ventaja sobre sus hermanos. Al llegar al sitio espero paciente el móvil de su familia, después de unos minutos lo vio estacionarse en el callejón, vio a las tortugas salir lo que le daba la oportunidad de subir. Gracias a su nuevo poder, podía evitar que las cámaras del tortumovil la registraran, algo que había practicado con su propio móvil.
Entro tranquila al lugar y en silencio se acercó dónde estaban sus hermanos, aquello que vio le dejo sin palabras, sus hermanos habían acabado con el Kraang de una manera salvaje. Las pequeñas masas amorfas habían sido descuartizadas, algunas aún estaban vivos y trataban de huir, algo que su líder no les permitía, pues parecía divertirse torturándolos, mientras el otro par revisaba la cosas que estos estaban por usar.
La menor no sabía qué hacer, lo que provoco un pequeño fallo en su poder, haciendo que este se disparara y elevara todo a su alrededor y junto a ellos a sus hermanos, quienes se sorprendieron y aterraron al verla allí, cuando fue que llego y como es que el tortumovil no la percibió. Tenían tantas dudas, pero la principal era si ella los perdonaría por lo que habían hecho, en cuanto sintieron que eran bajados, se acercaron de inmediato a ella, lamentablemente la menor había desaparecido ante sus ojos, lo que les quedaba en claro que no solo ellos le habían escondido algo ella también, pero seguramente era algo que les quería enseñar a su tiempo, sin más que hacer regresaron a casa, esperando hallarla allí mismo.
Mikh estaba aturdida por lo que había visto, quería realmente olvidarse de todo eso, pero esas imágenes aterradoras volvían una y otra vez a su mente. No podía creer de lo que sus hermanos habían sido capaces de hacer, ahora entendía porque no la llevaban a las misiones, no porque fuera peligroso, sino porque ellos hacían algo que estaba prohibido en su familia. Ahora como podría verlos sin sentir miedo, respiro hondo y pronto en su mente resonaron los nombres de los secuaces de Shredder. Rápidamente se dirigió hacia la cede del pie, no estaba segura de que encontraría, pero esperaba al menos verlos vivos.
Al llegar la menor uso su poder y en silencio entro al lugar, estaba muy silencioso para tener a esos mutantes, en especial a esa hora. Llego hasta el trono pudo ver a Shredder allí sentado, lo que le indico que había sido malo que entrara por la puerta. Él mayor veía curioso la puerta esperando a que su única discípula entrara, pero nada. Dudoso fue hasta la entrada y ante sus ojos no había nadie. Más aun así la menor estaba algo paralizada, al tenerlo cerca. Lentamente se alejó de allí, esperando y rogando que el sujeto no se diera cuenta. Siguió recorriendo el lugar pero no había nada, pronto se hallaba bajando al laboratorio de Stockman, allí pudo ver a Karai y la mosca viendo unas capsulas en donde estaban los demás integrantes, pero por algún motivo estaban congelados.
Karai sintió aquella presencia muy distinta a la de su padre o esas tortugas, espero tranquila a que eso les atacara o hiciera algo fuera de sí, pero no sucedió nada. Mikh, se había acercado a las capsulas y pudo apreciar los cuerpos del clan del pie, algunos con horribles costuras y otros con partes faltantes, algo que no esperaba ver en su vida. En silencio se retiró de allí, tenía mucho que procesar y no estaba segura de sí volver a su hogar seria lo ideal.
Camino por horas pensando en todo lo sucedido, como pudo no darse cuenta de lo que estaba sucediendo y porque su padre no los había detenido, acaso él estaba apoyándolos.
Tanto había sido instruida para no matar, que ya no sabía que estaba bien y que no. Que podía hacer para comprender lo que había sucedido. Quizás si lo hablaba con sus amigos, ellos podrían darle algún concejo, si sería lo mejor para algo así.
Decidida, les mando un mensaje a los dos humanos, pidiéndoles que no le dijeran nada a sus hermanos, que era algo sumamente delicado y no confiaba en ellos. Esperanzada de que ellos la escucharan les mando un mensaje y espero a que le respondieran, el primero fue Casey, quien le dijo que su hermano ya había pasado por su departamento y que no se preocupara, pues no les diría nada. April le dijo lo mismo y que si lo deseaba podían juntarse en su casa. La menor le acepto y les dijo que los vería a los dos allí mismo.
Le tomo unos minutos llegar al departamento de la pelirroja, cuidadosa subió hasta el piso donde vivía y toco a la puerta. La vio abrir y extrañarse al no ver a nadie, salió un poco para revisar lo que le dio la oportunidad a la castaña para entrar y vaya que se llevó una sorpresa al ver a sus hermanos allí. Molesta salió de allí dejándoles ver que estaba allí, pero que ya no volvería. Cansada de correr, se metió a un viejo edificio y se acurruco en una esquina, quedándose dormida.
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