✨XV: El sello se rompe✨
—¿Y?¿Cómo está? —el alfa preguntó alarmado al ver el ceño fruncido en el omega, el cual había dado el primer bocado de aquella tarta de chocolate y fresas.
JiMin terminó de degustar el platillo hecho por el mayor, —cumpliendo la penitencia por perder la carrera— así que ahora se encontraban los dos en el área de cocina.
Si bien a su alrededor estaban las cocineras preparando la cena, ellos estaban en su propio mundo. —La cocina no es lo tuyo hyung. —luego de dar el primer bocado, fingió una mueca de desagrado.
YoonGi le miró mal, se giró para así tomar la cuchara y probar también, más la risa escandalosa del omega le hizo detenerse. —¿Qué es tan...?
JiMin sin darle tiempo de reaccionar, le jaló del brazo para así hacerlo girar y quedar frente a él, le besó en los labios con un fervor que hasta ese momento jamás había sentido, rodeando su cuello con sus brazos y parándose de puntitas al ser el mayor un poco más alto que él.
En el lugar, las cocineras no prestaban atención o fingían no hacerlo, pues los chasquidos resonaban por toda la cocina, eso y que tampoco querían perder su trabajo.
A YoonGi poco le importaba si le veían. Poco a poco fue siguiendo el ritmo pues JiMin le había besado tan repentinamente que le costó un poco descifrar lo que estaba sintiendo en ese momento.
La mente se relajó en el mayor y se dedicó a besar y disfrutar de los carnosos labios del omega, sus manos colocadas en la cintura ajena, apretaron con cierta necesidad al verse envuelto en los besos tan hermosos que JiMin podía darle.
Dando paso a sus lenguas, las cuales formaron un camino húmedo y totalmente encantador dentro de sus bocas, el sabor del exquisito postre quedó en ambas bocas; se separaron unos centímetros, sus labios al ser liberados formaron otro chasquido y JiMin le miró con picardía, su cintura siendo aún rodeada de forma posesiva por las manos del alfa.
Manteniendo su sonrisa coqueta, relamió sus labios. YoonGi trago saliva ante el cosquilleo que eso le provocó. —¿Está muy rico no?
El alfa volvió a tragar en seco, su lobo se removió contento y expectante al ver una faceta coqueta en su omega. Sus mejillas se enrojecieron y le abrazó con el mismo fervor del beso anterior, ocultando su vergüenza pero demostrando también lo que sentía por él. —Vamos, es hora de cenar. —susurró, evadiendo la pregunta del omega. Mientras aspiraba el delicioso aroma de JiMin.
El peliazul pegó una risita nerviosa por lo anterior, no había pensado las cosas, solo el hecho de sentir su aroma fresco, de tenerlo así de cerca como ahora; era lo único que le había bastado para besarle con necesidad, tratando de saciar su deseo por demostrar lo mucho que le gustaba, lo mucho que le quería.
Cuando ambos corazones se calmaron, se tomaron de las manos y el alfa lo guió hasta la salida para dirigirse al comedor.
Las betas y omegas suspiraron al unísono. Jihyo tapó la olla y se volteó para ver a su amiga. —Espero tener algún día una historia así... —SoWon soltó un resoplido y negó. —Yo no... Demasiada azúcar, se ve tan falso.
Todas le miraron extrañadas, más no dijeron nada. A excepción de Jihyo que se alarmó al escucharla hablar así. —Callate... Pueden escucharte.
Sowon sólo se encogió de brazos. Alzándose de su asiento, tomó un plumero. —Iré a la biblioteca.
—Has estado muy rara... ¿Te pasa algo? —insistió.
SoWon detuvo su caminar y la miró de reojo. —Nada... Adiós.
Cuando salió, la omega puchereó. —Ella es mala.
—Tranquila... Ya se le pasará.
A pesar de esas palabras, Jihyo no pudo ocultar el mal presentimiento de su pecho, tal vez estaría bien decirle a YoonGi.
Afuera, YoonGi y JiMin se dirigían a la habitación del comedor, la cual quedaba muy alejada de la cocina. El camino fue llenado por las risas de ambos, sus lobos inquietos y felices les hacía sentir calidez. Cuando llegaron al comedor, ambas sonrisas se apagaron un poco, siendo transformadas por muecas, todo esto al notar el aura incómoda que había en la mesa, mesa donde un tímido HoSeok veía solamente su plato vacío, sintiéndose incómodo por las miradas profundas y llenas de sentimientos que para nada simbolizaban positivismo.
La pareja se sentó, observando aquel ambiente en silencio.
SeokJin miró curioso al omega el cual veía sin disimular al de cabellos rojos.
—Jim...
—La comida está lista. —una de las betas interrumpió su hablar, viendo como el banquete correspondiente a esa noche era puesto sobre la mesa.
—¿Si hyung? —JiMin le miró curioso, sonriendo tímidamente.
—Te lo diré después... ¿Ven a mi habitación después de cenar si?
JiMin asintió; sabía que habían cosas que decir. Pero los nervios se acrecentaron al tener a todos a su alrededor, específicamente a HoSeok, todo aquello que quería decirles ahora no podía hacerlo.
Todos comieron en silencio, dirigiéndose miradas poco discretas y escuchando el tortuoso sonido del tenedor y cuchillo contra los platos.
Baekhyun miró el ambiente desde su silla, la cual quedaba en la punta central, todos ahí eran muy reservados, debía hacer algo antes de que las cosas se pusieran más tensas. —Y bien... ¿Cómo te sientes Jiminnie? Me enteré que tuviste un resfriado...
YoonGi arqueó una ceja ante el diminutivo, apretando el tenedor con fuerza. —¿Jiminnie?
Baekhyun rió divertido. —Aigo, eres un territorial YoonGi-ah.
—Baekhyun. —advirtió el mayor apretando con fuerza el tenedor.
Fijó su mirada en el omega el cual le miraba con una sonrisa ladina y con un brillo en sus ojos.
Celoso...
Me gusta...
JiMin dirigió su atención a Baekhyun esta vez, sonriendole pequeño. —Estoy bien Baekhyun hyung, he tomado té para mejorar, no es nada grave y... Ya que estamos todos me gustaría agradecerles a todos por su hospitalidad, por ayudarme en aquel momento... Estoy en deuda con ustedes.
Todos sonrieron al escuchar aquellas palabras. —No hay nada que agradecer, nosotros fuimos muy duros contigo al principio. —TaeHyung tomó la palabra, hablando un poco fuerte por la distancia. —Disculpanos por actuar así...
El omega le miró sorprendido, más una sonrisa sincera se extendió en su rostro; las cosas iban tomando su rumbo. —No hay nada que perdonar... Yo entiendo el porqué.
—Bienvenido a la familia, Jiminnie. —NamJoon fue quién decidió hablar, dándole una sonrisa donde sus hoyuelos remarcaban su expresivo rostro.
YoonGi miró al omega, tomando su mano por debajo de la mesa; JiMin le miró tímido. —Lo estas haciendo bien. —Susurró.
—Bien... También debo darles una noticia. —Baekhyun retomó la palabra. Ganándose las miradas curiosas incluida la de HoSeok.
—De hoy en adelante, sean amables con HoSeok... Él se quedará aquí por un largo tiempo. —dijo mirándole con seriedad. —¿No es así HoSeok?
El alfa tragó el bocado de filete y asintió. —Así es... Espero no ser una molestia.
TaeHyung rió al escucharlo. —para nada.
—TaeHyung... —advirtió Baekhyun.
Nadie dijo nada más, dedicándose a terminar su respectiva cena. Los minutos pasaron de esa forma hasta que un alfa se alzó de la cómoda silla. —Gracias por la comida. —susurró HoSeok y sin mirar a nadie se retiró.
JiMin le miró sintiéndose culpable, imitándolo se alzó sin pensarlo, tal vez debía hablar con él... Pero un brazo lo detuvo de seguir su camino.
—¿Adónde vas?— preguntó de manera seria YoonGi.
—Quiero hablar con él hyung. —dijo zafándose con cuidado del mayor.
Todos miraron la escena en silencio, así como también la molestia en YoonGi al ser dejado de esa forma.
¿Por qué sentía ese mal presentimiento cuando de HoSeok se trataba?
Sabía que ambos debían arreglar las cosas del pasado pero la incomodidad de dejar a JiMin y él a solas no le gustaba para nada.
Muy a su pesar, se alzó también y luego de despedirse, se dirigió a su habitación, debía tener paciencia y calmar un poco a su lobo inquieto; con eso en mente salió a su balcón, la fría nieve cubría todo a su paso, la fría ventisca le hizo suspirar.
Pasó un tiempo de esa forma, hasta que una luz blanca se dejó ver a lo lejos; aquello le hizo fruncir el ceño confundido... ¿Qué había sido ese destello?
HoSeok yacía sentado en el salón de té, viendo el fuego proyectado por la chimenea, ni siquiera se inmutó cuando la puerta fue abierta, dejando ver a un JiMin tímido. —Hobi hyung.
Aquellas palabras removieron algo en él, algo que creyó enterrar hace mucho, mucho tiempo. Es por ello que se giró para verlo de frente. —No me llames así.
—¿Por qué? Antes yo...
HoSeok negó. —Fue pasado JiMin-ah.
El omega se sintió molesto. —Escuchame primero... No quiero que seamos enemigos... Quiero que nos llevemos bien, ¿qué es lo que te atormenta?
—Hace mucho tiempo pude hacerte daño JiMin-ah.
—¿Crees que no lo sé? Sentí tu presencia siempre que entrenaba, siempre que caminaba por el bosque... Sentía que estabas cerca. Sin embargo, a pesar de seguir sus órdenes... Nunca me hiciste daño.
—Te aprecio mucho, es por ello que jamás pude obedecerle a SeoHyun... Ella es peligrosa JiMin-ah.
—Lo sé... Pero tú eres diferente, aquella vez me ayudaste pero llegué demasiado tarde HoSeok, ella lo mató frente a mis ojos. —JiMin le miró desanimado, sintiéndose impotente por arreglar algo que tal vez no tenía arreglo.
—¿Cuál es tu plan? ¿Ser amigos y fingir que no soy hijo de la que casi te mata?
JiMin abrió sus ojos sorprendido. —HoSeok... Tu no eres ella, usa tu potencial para bien, ya no estas bajo su mando...
—Ella me matará JiMin-ah, solo es cuestión de tiempo. —dijo mirándole con obviedad.
—Yo te protegeré.
El omega le miró sonriendo, sintiéndose feliz cuando el alfa se acercó para abrazarle. —¿Seremos amigos entonces?
—Nunca lo tuve... Pero tu serás mi excepción.
Ambos rieron, sintiéndose felices de reencontrase, de poder formar un lazo de amistad sin miedo y sin que se los impidieran como hace tiempo fue...
—Hasta mañana entonces... No me evites más Hobi.
—Eish, no lo haré mochi.
—¿Puedo pasar? —JiMin habló tímidamente, tocando la gran puerta de madera negra. Ya era medianoche, el tiempo había volado al estar poniéndose al día con HoSeok, ahora debía platicar con el omega, no quería dejarle plantado.
SeokJin terminó de lavar su rostro y desde el baño gritó: —¡Adelante Jiminnie!
Uno de los guardias ayudó al omega a abrir la pesada puerta, JiMin agradeció y caminó sobre el suelo de mármol, adentrándose a la inmensa habitación; la cual constaba de una cama matrimonial, un tocador de bronce y con detalles delicados, además de poseer grandes ventanales y cortinas verde oliva. Quedó admirado porque la habitación era inmensa y muy bien decorada.
Se quedó en el centro, viendo como SeokJin salía con una toalla rodeando su cuello y el cabello húmedo, llevaba su pijama de seda color azul y una sonrisa amigable en su rostro.
JiMin se sintió pequeño, era como estar frente a un príncipe. No sabía como actuar. —Eh...
SeokJin pareció darse cuenta de su timidez así que se aproximó hacia el omega y lo tomó del brazo. —Ven, sentémonos aquí. —dijo arrastrándolo hasta un pequeño set de sillones blancos y con una mesa al centro totalmente de vidrio.
—Te llamé porque con TaeHyung queremos incluirte en nuestro club de té. —dijo mientras acomodaba su cabello.
JiMin asintió efusivamente, sintiéndose especial de formar parte de un ritual entre aquellos dos. —¡Si! Es decir... Si, sería un gusto. Aquella vez corrimos, podemos hacerlo otra vez...
—¡Genial! Sería buena idea. —mencionó emocionado. —YoonGi vino a buscarte... Creo que se molestó un poco el que te marcharas para seguir a HoSeok. —comentó.
JiMin ladeó la cabeza confundido. —¿Eh? Aigo~ es muy celoso, solo somos amigos...
—¿Amigos? —preguntó con interés.
JiMin asintió. —Él... Es diferente a SeoHyun, dentro de esa mascara fría hay un corazón cálido, deberías darle una oportunidad, es muy simpático.
—No es tan fácil Jiminnie, pero lo intentaré.
Un bostezo interrumpió su plática. —Jinie, puedes rascarme la pan... za.
NamJoon quedó parado en medio de la habitación, un sonrojo se extendió al verse descubierto...
JiMin tapó su boca para acallar su risa y Jin solo veía la escena divertido. —Bien Jiminnie, nos vemos mañana, debo rascarle la panza a mi alfa.
El omega asintió, riendo bajo se despidió de ambos, saliendo rápidamente de la habitación, se dirigió a la suya.
Cuando entró, notó la luz del baño encendida, curioso por saber que sucedía se acercó sigiloso. Extrañándose de notar pétalos de rosas rojas en la tina, velas y una botella de vino. —¿Qué...?
Sus ojos fueron cubiertos por las manos que ya conocía perfectamente bien, sonrió coqueto. —¿Señor Min, qué es esto?
YoonGi besó el cuello del omega, destapando los ojos del omega le giró para así quedar frente a frente. —Nuestra noche...
[Una hora atrás]
Sobre aquella abandonada cabaña, los pasos resonaron en el tortuoso silencio de la fría noche; muy común para la aldea del reflejo, la cual está situada muy, muy lejos de las aldeas y el bosque.
Una aldea donde la hechicería y la maldad son el día a día.
Aquella mujer mantenía una sonrisa tétrica, sus labios cubiertos de un rojo intenso, su mirada fija al frente, un cuchillo bañado en sangre, dejando un camino por cada paso que daba; su cabello rubio se balanceó por la brisa helada, dándole un aspecto aún mas frío a aquel lugar donde el objeto más peligroso yacía ahí, sellado.
Los pergaminos eran colocados por todo el objeto, mientras una sabana lo cubría; sabía muy bien quién fue el responsable de sellar aquel maligno espejo el cual era capás de muchas cosas, su sonrisa se extendió aún más al ver a su hermosa creación, la cual hace años le fue arrebata pero después de tanto la tenía frente a ella.
El tiempo había llegado, aquel espejo sería revelado y usado en contra de aquellos que le privaron su libertad, liberaría su furia total, ella había regresado, ella era la creadora del espejo.
Reflejo...
—¿Deseas ser liberado? —dijo sonriendo de forma maliciosa. —Bien... Yo te daré esa libertad.
Sus ojos brillaron en aquella oscuridad, sus manos tocaron aquel objeto, no recibiendo daño alguno por los pergaminos, recitó aquel conjuro que se sabía de memoria y la cabaña tembló, el espejo lanzó hacia arriba una luz blanca, destacándose en el inmenso cielo nublado. Sonrió cuando ella misma se reflejó en su creación, sintiendo aquella energía correr por sus venas. —Eres libre.
¿Alguien aquí?
Con esto termino de editar, de hoy en adelante las actualizaciones que reciban serán de nuevos capítulos.
Quiero agradecer por las personas que permanecieron durante todo este mes, gracias por seguir apoyando y leyendo.
Les quiero mucho, cuidense del frío porque a mi ya me dio una gripe... Horrible.
Espero actualizar pronto... Ah! Y claro que los detalles y lo demás lo tendrán en el siguiente cap...
Byee💙✨
Les ama: Hotcakeworld💜
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