JiMin se levantó muy temprano esa mañana. Los mareos y rezagos de ese evento habían disminuido en gran manera.

Aunque las pesadillas seguían presentes, su hyung estaba a su lado. Porque si, YoonGi lo cuidaba en todo momento, volviéndose muy sobre protector y bueno... a JiMin no le incomodaba.

El alfa durante los últimos tres días, dormía con él y repartía masajes en su cabeza para así calmar su corazón cuando las pesadillas eran constantes.

Con YoonGi presente, las pesadillas se iban y a JiMin le encantaba tener a alguien cuidándolo. Sabiéndose protegido y querido.

Ahora solo sonreía cuando notaba los pequeños detalles del alfa; entre ellos, las flores que acompañaban la bandeja de desayuno, la cual sabía era preparada por él.

Sowon solo se encargaba de limpiar y arreglar su cuarto, además de verificar que YoonGi hiciera lo correcto al servir los tiempos de comida.

El alfa con quien discutía ya no está... Ahora solo queda un alfa atento y amoroso.

Aquel pensamiento le hizo estirar sus labios en una perfecta eyesmile. Dejando correr la regadera, sintiendo el agua fresca bañar todo rastro de suciedad. Pues a pesar de ser días nevados, eso no había impedido el que corrieran un poco en su lado lobuno, con TaeHyung y SeokJin.

Bien, ahora podía decir con certeza que ambos se llevaban mejor sin embargo aún habían cosas que impedían una mejor cercanía.

Dejando sus pensamientos de lado, salió de la ducha con sus cabellos húmedos, los secó con dedicación con la toalla, acercándose para elegir la ropa del día de hoy: un uniforme azul negro con detalles dorados, algo similar al anterior.

Solo que ahora un detalle resaltaba. Una bella estrella dorada, adornaba el lado izquierdo de su pecho.

Sonrió al espejo cuando se halló vestido y peinado. Dándose la vuelta para así salir de su habitación y dar pasos apresurados a la biblioteca.

Había quedado con YoonGi de verse en ese lugar para así poder hablar sobre lo sucedido durante su inconsciencia.

Caminó saludando a cada quién que se encontraba. Sonriendo cuando las betas y omegas se sonrojaban al tener su atención.

Cuando llegó a su destino. Miró con cuidado hacia ambos lados, su madre se había marchado antes del amanecer así que al menos no tendría a la mujer pendiente de lo que hacía o no, con el alfa.

No entendía porque se había mostrado recelosa al ver su cercanía con YoonGi, cuando hace días le había hablado hasta del matrimonio.

Negó alejando sus pensamientos y entró de lleno a esta. La cual se encontraba desolada, el aroma a libros viejos era lo único que acompañaba el lugar.

Caminó hacía el fondo, allí donde había una mesa grande y color marrón, se sentó apoyando su cabeza sobre sus manos hechas puño. Sus mejillas se abultaron, al darse cuenta que la plática de su hyung con Baekhyun, se alargaría y por lo tanto él debía esperar.

—¿Cómo van las cosas con JiMin?

YoonGi suspiró. Tomando de su taza de té. —Van bien... Estamos intentando llevarnos bien, supongo.

—Eso es un avance... ¿Él se encuentra bien?

El alfa asintió con una sonrisa. —Lo está... Tiene pesadillas y cosas así pero con el tiempo irá mejorando, solo han pasado cuatro días después de todo.

Baekhyun asintió. —El lleva ya una semana aquí... YoonGi, tú... ¿Sabes que debes contraer matrimonio con él?

El alfa rió. —Me lo has restregado desde que nació...

Baekhyun frunció el entrecejo. —Si pero... sabes cual es él verdadero motivo ¿no es así?

El alfa frunció el ceño. —¿De qué hablas?

Baekhyun carraspeó incómodo. —Verás... no debería decirte esto yo pero, el verdadero motivo es para hacer...

Tres toques en la puerta, hicieron maldecir en sus adentros a Baekhyun, estaba tan cerca. Con molestia e ignorando la cara confundida del contrario, caminó para abrir la puerta. —Chanyeol... ¿Qué sucede?

—Lamento interrumpir pero NamJoon le llama. Dice ser importante.

Baekhyun asintió. —Hablamos después YoonGi, te avisare cuando despierte.

—De acuerdo. Nos vemos luego.

Baekhyun salió del salón, dejando solo a YoonGi, el alfa suspiró, ¿qué era lo que había dejado así a Baekhyun?

—Raro. —murmuró tomando luego de lo que quedaba en su taza.

Alzándose para ir a la biblioteca. Salió de allí y se encaminó hacia la cocina, recordó que JiMin no había bajado a desayunar.

—Sowon, ¿puedes preparar el desayuno de JiMin?

La aludida asintió. —Claro, ya mismo señor.

—Yo lo llevaré, solo dame la bandeja... Por favor.

Sowon acató la orden de inmediato, poniendo sobre la bandeja de plata: fruta picada, un jugo de naranja y tostadas con mermelada. Después de todo, JiMin había optado por desayunar los últimos días.

La bandeja fue entregada a YoonGi, éste agradeció y se encaminó hacia la biblioteca.

Estando frente a la puerta inhaló con profundidad aquel aroma tan característico del omega. Sonrió y abrió con suavidad la puerta, la imagen ante él fue tan linda, aún si eso significaba ver a JiMin de espalda, sentado y haciendo lo suyo. JiMin era hermoso desde cualquier ángulo.

Caminó hacia la mesa y depositó la bandeja sobre la mesa, saludó. —Hola. Traje algo de comida... Lamento haber tardado.

JiMin negó con una sonrisa. —Si... Bueno no fue mucho tiempo después de todo, gracias hyung.

El mayor tomó asiento. —¿Te encuentras mejor?

JiMin sonrió tranquilo. —Si, estoy mejor ahora. Los mareos se han ido del todo.

—Me alegra saberlo... —suspiró. —¿Qué es lo que debías contarme?

JiMin intentó calmar sus nervios. No sabía como iría a reaccionar. ¿Y si le odiaba? ¿Y si pensaría que era un aprovechado?

Sacudió su cabeza y le miró con miedo. —¿Conoces el "Libro del Bien"?

YoonGi asintió. —Claro... Cuenta como fuimos creados y otras cosas más... ¿Por qué?

El omega suspiró. —En ese libro se cuenta la leyenda del heredero... Durante mi inconsciencia, Shitomi me llevó al mundo de los sueños, un lugar de neblina y completa oscuridad.

YoonGi escuchó atento. Había escuchado un poco sobre ese mundo, un lugar donde solo las personas que están inconscientes pueden entrar. Aquello le sorprendió, es decir... ¿Qué tan poderosa era Shitomi para llevarlo hasta allí?

El omega continuó luego de darle un sorbo a su jugo. —Me dejó de tarea leer el libro, pues así entendería más mi origen. Sin embargo hubo algo que me dijo... Sobre nosotros.

El alfa frunció el entrecejo no entendiendo bien. —¿Nosotros?

JiMin asintió. —Verás... Ambos sabemos que somos almas destinadas y todo lo que ello implica pero... La verdadera razón arraigada al destino es un poco...

—¿Qué es lo que tratas de decirme? —con impaciencia tomó un poco de su café.

—Baekhyun y mamá lo supieron todo este tiempo, es por eso que me trajeron acá, hyung... —su garganta dolió. —Tú debes marcarme para convertirme en un ser inmortal... Porque yo no lo soy. Solo así podré luchar contra SeoHyun.

El omega miró con inseguridad a su hyung, sintiendo ganas de llorar, no sabiendo como reaccionaría.

Su mayor sorpresa fue cuando el alfa solo sonrió, mirándole fijo y tomando sus manos sobre la mesa. —Yo... No lo sabía, pero lo que si sé es que mis sentimientos por ti son sinceros... Y es por eso que no puedo pensar mal de ti ni odiarte. —JiMin sintió explotar del sonrojo, el cual cubría hasta sus orejas.

YoonGi sonrió. —Ven, sígueme.

Ambos sin despegar sus manos, se alzaron para caminar a un rumbo desconocido para el menor pero que para YoonGi era normal.

—Verás... No importa si nos mintieron, si nos ocultaron ciertas cosas... Yo estaré a tu lado hoy y siempre. —su pulgar delineó la mano pequeña de JiMin, sintiendo la calidez recorrer su sistema, continuó bajo los ojos brillosos y atentos del contrario. —Es una promesa, saldremos de esto juntos ¿mmh?

—Hyung...

—Ahora... Veamos adónde quedó. —el mayor hurgo una repisa, sacando de allí una llave. —Aquí está.

—¿A dónde vamos?

—Soy el guardián del libro... Así que por fin conoceremos lo que nos depara el destino.

Tras mover una repisa, una puerta color rojo se dejó ver, el alfa introdujo la llave, abriéndola enseguida.

Luces tenues adornaban un pequeño salón el cual constaba con una pequeña cama al rincón, un escritorio en medio y unas cuantas cosas como archivos y la caja fuerte.

JiMin miró admirado su alrededor. —Yah... ¿Hay un lugar como éste?

YoonGi rió divertido, guiándolo hacia el escritorio. —Lo hay... —se acercó un poco más, besando cortamente la nariz contraria, el omega parpadeó nervioso y su lobo bajó la cabeza en sumisión, sintiéndose cómodo con el tacto ajeno. El alfa guió sus labios hacia el oído derecho y confidente susurró. —Es mi espacio personal... —separándose un poco para enfrentar al menor, sonrió. —Podemos hacerlo nuestro también...

El omega sintió sus piernas temblar, la cercanía volviéndose nada cuando fácilmente podían besarse y JiMin intentó separarlo pero no pudo cuando aquellos labios se posaron sobre los suyos, no pudo resistirse y olvidando sus miedos, se dejó llevar en un vaivén suave y lento, ladeando sus cabezas para tener un mejor acceso.

Un beso húmedo y lento. A JiMin le hizo aferrarse de las ropas contrarias.

YoonGi sintiéndose feliz de poder crear esas reacciones y sobre todo sintiéndose correspondido. Besó una última vez al omega, cortándolo por la falta de aire.

Ambos respiraron agitados. Observándose con cierta devoción.

—Eso fue...

—Hermoso. —completó el mayor, alejándose por fin para atraer el libro que yacía apoyado al escritorio.

JiMin observó atento el libro, diciendo dejar sus desórdenes que iban desde lo mental a lo hormonal. Sacudió su cabeza y se sentó en el cómodo colchón, siendo seguido de YoonGi.

—Bien... ¿Listo?

El omega asintió temeroso. Tomando el libro y sobando la pasta roja de cuero. Abriéndolo por fin, hojeó un poco... Deteniéndose cuando con letra en negrita se podía leer un:

Profecía de luz

Heredero al poder espiritual.

Aquel que nació de una poderosa sacerdotisa y de un ser humano.

Tendrá los poderes de:

Reparar y destruir. Siendo decisión propia si se guiará por la codicia o la verdad.

Entonces él al cumplir veinte años, unirá su alma a un ser inmortal, siendo mordido y marcado para siempre, volviéndose poderoso, adquiriendo el poder de su alma y sobre todo la tan preciada inmortalidad.

Su vida estará llena de desgracias, sin embargo al terminar con las sacerdotisas malas, él podrá tener descendencia y encontrará la felicidad anhelada.

—Es un libro confuso... Tiene tantos atajos.

YoonGi asintió. —Al parecer tu poder es tan grande, si te marco también tendrás mi poder.

—Shitomi dijo que podía absorber tu poder y otros... Fue por eso que obtuve los de Jin hyung, NamJoon hyung y TaeHyung hyung.

—Puedo recordarlo... Sin embargo la diferencia es que el mío quedará para siempre.

JiMin asintió, sentándose ambos en la mesa fuera de aquella habitación.

Habían salido para no levantar sospechas. Pues era un lugar totalmente secreto. Ahora sentados allí, analizaron lo leído.

—JiMin. —YoonGi frunció el entrecejo, leyendo de nuevo las lineas. —Tú dijiste que debías acabar solo con SeoHyun pero... Aquí dice que debes acabar con las dos sacerdotisas malas.

JiMin asintió. Teniendo un mal presentimiento. —¿Quién es la otra?

—No tengo idea...

Dos toques en la puerta alertaron a ambos. YoonGi se alzó de su lugar y abrió un poco la puerta, extrañándose de ver a Sowon allí.

Ella no sabía que estaban allí.

—¿Qué sucede?

Ella sonrió un poco. —El señor Baekhyun me dijo que le avisara que HoSeok ha despertado.

Y YoonGi no supo si prestar atención a lo que tanto había esperado o al cierto brillo rojo en las iris de Sowon junto al mal presentimiento instalado en su boca.

Chan chan chaan...

Bueno quizá este quedó más bonito que el original, puse varias cosas wuuu

Espero les haya gustado💜☺

Nos leemos pronto!!

Hotcakeworld✨