Capítulo 15
— Justo ahí hermosa...— dijo mordiendo su labio inferior y luego sonriendo de la manera mas sexy que se le hizo posible.
Sentir su miembro como una piedra bajo mi mano, me había dejado perpleja y seguramente con mis mejillas a punto de estallar por unos segundos, pero no seguirle el juego me haría una tonta, además esto era bastante divertido.
— ¿Si? — musité ajustando un poco mejor mi mano a su amigo para luego proceder a besar su cuello.
Como no podía mantener mi mano inmóvil ahí, la baje un poco para luego subirla despacio por el mismo lugar por el cual había bajado antes, haciéndolas quedar rodeando. Planté un pequeño beso en sus labios y procedí a besar su cuello lenta y seguidamente.
— Mierda Mina, esto me encanta — dijo a lo que parecía dar referencia a ser mi instructora — tú me encantas...— susurró esto último entre jadeos a mi oído de una manera que podría mojar las bragas de cualquier chica que la oyera.
— Pues te había dicho que es una buena idea — le sonreí.
— Desde luego que lo es — dijo inclinándose para esta vez tomar el control, besando mi pecho y mi cuello de manera frenética como si estuviese loca por hacerme pedirle que fuese al grano.
E iba a hacerlo, siendo franca estaba a punto, hasta que mi vista inconscientemente se fijó en el reloj digital situado en la mesa de noche.
Ocho treinta, mierda ¿tanto habíamos durado? maldije en mis adentros una y otra vez, y separé a Chaeyoung con cuidado
— Lo siento — dije.
— ¿Que ocurre? — preguntó desconcertada con su voz agitada, maldita sea.
— Ya es tarde — acaricié su mejilla tiernamente haciendo que una pequeña sonrisa se dibujara en su rostro —, mañana es lunes y no es seguro que regrese a casa pasado las nueve.
— ¿Y que hora es?
— Ocho treinta — suspiré
— Oh maldición.
— Lo sé, debo irme...
— Puedes quedarte — dijo acercando sus labios a los míos—, aprenderás muchas cosas si lo haces.
— Lo haría pero, Jinyoung pasará por mí mañana para ir a clases.
— Estoy empezando a odiar a tu novio — dijo alejándose un poco.
— Lo sé — respondí bajándome de ella para buscar mi ropa.
— Espero no se le ocurra interrumpir mañana porque le diré que se espere.
— No lo harías — dije colocándome la camiseta.
— Pues no, pero buscaría la manera de hacerles el mal tercio nuevamente hasta que su cita se arruine, cada uno vaya a casa y poder hacerte mía — dijo aquello observándome de arriba abajo.
— Bien — terminé de colocar mi pantalón —, ven a abrirme la puerta.
— De acuerdo — dijo levantándose y acercándose nuevamente a mi —, pero antes debes decirme que hacer con esto — señaló su entrepierna
— Ese no es mi problema.— reí
— Esta así por tu culpa, Sharon
— Entonces ve a darte una ducha fría — guiñé
Chaeyoung rió ante mi comentario y procedió a bajar junto a mí al living, buscó entre las cinco llaves colgadas en su llavero, llevaba todo un año viviendo aquí pero le era imposible saber cuál era la llave correspondiente de la puerta principal; al conseguirla de manera victoriosa la colocó en la cerradura pero sin siquiera abrirla.
— Mañana serán tus dos últimas lecciones — dijo tomando mi cintura — no se tú, pero yo estoy lista para hacerte toda una experta, espero que tu también lo estés, cariño.
— Lo estoy — le dediqué una sonrisa.
— Genial — musitó acercándose.
— Chaeyoung, debo irme.
— No sin antes despedirte.
Ella sonrió y me acercó hacia la pared, besando mis labios sin rodeo alguno y de manera desesperada. En ese momento, moría por mandarlo todo al diablo y subir junto a ella nuevamente hacia su habitación, pero sencillamente no podía hacerlo sin afrontar consecuencias, así que solo la dejé besarme hasta que nos faltara el oxígeno
Al separarse tan solo me observó y se alejó lentamente de mí, para luego sin más nada que decir abrir la puerta.
— Hasta mañana — dije al salir.
— No puedo esperar — sonrió.
Me encogí de hombros y realicé un gesto de despedida con mis manos mientras le sonreía.
••••
— ¿Dónde demonios estabas, Mina?
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