Nervios era poco para lo que sentía Jimin, estaba muy ansioso, sus ojos seguían los movimientos de Jungkook por doquier, parecía un acosador pero es que no podía evitarlo, no cuando existía la posibilidad de que él supiera su secreto.

Si fuera así… ¿le diría a todos?, ¿le causaría asco?, ¿lo humillaría?, ¿haría malos chistes al respecto?

¡No tenía idea!, y honestamente tampoco sabía si era mejor saberlo, estar con el suspenso era lo peor, era muy mal mentiroso y para nada disimulado.

Y Jungkook lo había notado muy bien.

Estaba evitando la fija mirada de Jimin con nervios, sin comprender la actitud tan repentina del chico, estaba indeciso sobre preguntarle o dejarlo ser sin tomarle importancia… pero era imposible ignorarlo cuando sus ojos taladraban su espalda a donde quiera que fuera.

Así que después de horas teniendo casi un guardaespaldas, llegando al límite de su paciencia a mitad de pasillo dejó de caminar y se volteo bruscamente hacía Jimin asustandolo.

-¿Hay algo que quieras decir?, ¿o es que me estas vigilando porque te gusto?, debo decir que tu técnica de cortejo no es la mejor- se burló. 

-¿Cortejo?- repitió con sorpresa -estas demente, no tengo idea de lo que hablas- 

-Me has estado siguiendo todo el día, si no es por cortejo no tengo idea de porque otra cosa más será- 

-Alucinas, yo no hago eso- apartó la mirada nervioso -vamos en la misma clase… tenemos los mismos amigos, es inevitable no encontrarnos- 

-Si… ya hasta vamos al baño al mismo tiempo- entre cerró los ojos. 

-La vejiga manda, ¿que puedo decir?- 

-Bien…- dijo poco convencido y siguió su camino, sintiendo los pasos detrás. 

Sólo para confirmar que lo que decía Jimin era cierto, decidió no ir al salón donde les tocaba la siguiente clase, si no estaba siendo seguido Jimin daría la vuelta, pero si no la daba… 

Tendrían una interesante plática en los salones que no se ocupaban pasillos adelante.

Sonrió sin poder evitarlo al sentir aún sus pasos detrás después de haber pasado su salón, caminando hacia los sólos pasillos, se detuvo en la puerta de uno de esos salones y se giró a verlo indicando que entrara primero, Jimin estaba por hacerlo cuando noto lo sólo que estaba el salón.

-Oye… ¡ah!- gritó al ser empujado dentro, Kook se metió y cerró la puerta con seguro -¡¿que estás haciéndolo?!, ¿por qué nos encerraste?- 

-Tu solito te metiste en esto- sonrió -me estabas siguiendo, ya no puedes ocultarlo Jimin- 

-Yo…- murmuró nervioso.

-Eres el peor mentiroso que he conocido- se burló -dejate de eso y confiesa ya, ¿que quieres conmigo?- 

-Déjame salir, debo ir a clase- evadió la pregunta. 

-Tendrás que responder primero- 

-No estaba siguiéndote… Sólo iba muy distraído- apartó la mirada.

-Estas mintiendo- 

-Bien, cree lo que quieras entonces pero déjame salir, no me obligues a hacerlo por la fuerza- amenazó.

-Me arriesgaré- se encogió de hombros -no eres el único bueno en pelear- 

-De verdad lo haré- insistió, realmente no quería golpear a su amigo.

-Estoy listo, espero tu golpe- se puso en posición de pelea -recuerda que si no me vences, no podrás ir a clase y huir de mis preguntas- 

-Tus preguntas son absurdas- soltó molesto y se preparó resignado para atacar -solo estoy distraído- 

-¿Y qué es lo que te distrae tanto?, soy tu amigo, tal vez pueda ayudar en algo- 

-Nadie puede ayudarme- soltó el primer golpe, Kook lo detuvo y respondió de la misma forma, Jimin lo esquivó.

-Si no hablas es obvio que no, pero si confiaras…- 

-¿Confiar?, ese es el error más común de las personas, nadie es de fiar- lanzó una patada que dio en la pierna de Kook y lo hizo soltar un quejido. 

-No todas las personas son iguales- le tomó la pierna negándose a soltarla -el truco está en saber quienes valen la pena- 

-¿Cómo puedes saber eso?, es muy arriesgado hacerlo- 

-Las acciones de las personas dicen mucho Jimin- lo dejó libre -solo quiero comprenderte, ¿es el trabajo?, ¿es algo familiar?- 

-A veces hay cosas que es mejor no decir…- suspiró -regresare al salón, terminemos con esto si no queremos problemas- dejó la pose defensiva y caminó a la salida -lo siento Kook, pero para mi no es tan sencillo confiar- dijo antes de salir del salón, respirando aliviado por terminar con ese absurdo enfrentamiento, y dejando los nervios que le dieron al ver la posibilidad de ser descubierto.

Dejando a un pensativo Kook, que sólo sentía más curiosidad por Jimin, tantas preguntas sin respuesta… 

Pero no por mucho tiempo.

Salir de la escuela le dio un gran respiro a Jimin sin duda, caminó directo a su trabajo como todos los días, mucho mejor por no tener que lidiar con la incómoda presencia de Kook, que no le había vuelto a hablar después de su pequeño enfrentamiento, ninguno había salido físicamente lastimado, pero emocionalmente Jimin no podía evitar sentirse amenazado, tenía miedo de lo que pudiera pasar si alguien se enteraba.

A nadie le importaría saber la razón, sólo lo juzgarán por estarlo haciendo y definitivamente quería evitar eso, su vida era tranquila y así quería seguirla manteniendo.

Entró al local y empezó a vestirse, sin darse cuenta de los curiosos ojos que lo observaban escondidos, cuándo su traje quedó junto a la peluca y los accesorios, se dio la vuelta notando a una sonrojada Jennie.

-Hola- saludó Jimin.

-Ho-hola Jimin- murmuró bajando la mirada -vine a ayudarte con tu maquillaje- sonrió.

-Claro, te agradezco- tomó asiento y se dejó hacer por Jennie, sintiendo que demoraba más de lo usual.

-S-sobre la cita…- murmuró de repente -¿a donde te gustaria ir?- 

-A donde sea está bien- le restó importancia.

-Hay una película en el cine que me gustaría ver pero…no se si tu- 

-Si, no importa- cortó -mientras no sea de terror, siendo honestos no me gustan- 

-No es de terror- aseguró -después podemos ir a donde tu quieras- 

-Ya lo decidiremos ahí, gracias Jennie- se levantó y salieron juntos para empezar a atender, le hizo un saludo a Jin que le sonrió feliz y así comenzó su rutina laboral. 

Era algo ingenuo de su parte pero realmente pensó que por ese día tendría suficiente de Kook sólo con la escuela, pero no, entrando con su llamativa aura caminó hacia una mesa alejada el alto pelinegro, tuvo que respirar hondo antes de acercarse para atenderlo como hacía con todos.

-Bienvenido amo- saludó entregando el menú -regresare en unos minutos cuando termine de elegir- 

-No es necesario, se podría decir que me se ya el menú de memoria- se burló -quiero un mochi y un frappe- pidió devolviendo el menú. 

-Enseguida amo- hizo una pequeña reverencia y pasó la orden a Jin.

-¿Que tal la escuela, Minji?- 

-Una mierda, ya te contaré- suspiró alejándose con otros clientes.

Por alguna razón mantener la farsa de la sonrisa coqueta y amable ese día costaba más trabajo de lo usual, al llevarle el pedido a Kook se despidió y lo evadio tanto como pudo, por supuesto que Lisa estaba más que feliz de ser quien estuviera cerca de él por si quería algo.

-Mi querido Jungkook… se pone más guapo cada día- suspiró Lisa soñadora.

-Yo lo veo igual- soltó Jimin.

-Eres hombre, ustedes no lo entienden- bufo -será mi esposo, yo lo sé- asintió.

-Suerte con eso- se burló. 

-¿Ya te dijo quien le gusta?- 

-Si y no eres tu- se dio la vuelta. 

-Eso cambiará- aseguró ella. 

-Ni siquiera te ve como algo más que una mesera- habló Jennie cruzada de brazos -pero soñar es gratis, así que sigue viviendo en tu imaginación- 

Jimin mordió su labio para evitar a toda costa soltar una fuerte risa por el comentario.

-Ire en este momento a pedirle que salga conmigo y seré yo la que se ría de ti cuando me acepte- soltó molesta. 

-Quiero ver eso- retó y ambos la vieron caminar decidida hacia Kook, bastante curiosos de ver la conversación a la distancia, debido al ruido de la gente no pudieron escuchar lo que ambos decían pero no hacía falta, luego de ver la molesta expresión de Lisa al acercarse, Jennie sonrió -¿y cuando es la cita?- preguntó con burla.

-Callate- soltó y corrió a los vestidores.

-Lo sabía, a ese chico no le gusta ella- dijo antes de continuar con su trabajo.

Al notar que lo miraba se acercó algo incómodo por lo que acababa de suceder, él le sonrió. 

-¿Necesita algo más, amo?- 

-No, gracias, ¿podrías traerme la cuenta?- 

-Enseguida- se inclinó un poco y cuando estaba por alejarse su mano fue tomada, lo miró confundido.

-Esto puede sonar repentino y algo loco pero… ¿quisieras salir a una cita conmigo?-