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MY SECRET☕

La escuela masculina de Seúl es conocida por su alto prestigio, excelente programa de educación, brindar la oportunidad de probar varios clubes para destacar las habilidades de sus estudiantes y por formar alumnos con valores y actitudes ejemplares.

Sin mencionar aún el programa de becas para darles a quienes no tienen el dinero suficiente para inscribirse la oportunidad de entrar.

Uno de esos becados era Park Jimin y antes de que se piense sobre el posible bullying por entrar de esa forma, aquí no es así.

Debido a que a ellos se les pedían más requisitos que a los demás, los becados eran respetados y en su mayoría populares, no sólo por su clara inteligencia y desempeño sino que obligatoriamente participaban en algún deporte y hacían de la escuela más reconocida al competir y ganar medallas o trofeos.

Era un gran reto para ellos ser los mejores en deporte y estudios sin duda, ahora imaginen agregar trabajo de medio tiempo para algunos, los que no eran apoyados por sus padres al seguir sus propios sueños y no los de ellos.

O por otras circunstancias…

Por eso, aunque la beca cubría la mayor parte de la colegiatura, todavía se necesitaba dinero para comida, mantener el pequeño cuarto que había conseguido, ropa y gastos extras como recibos de luz, agua, Internet… 

Jimin estaba exhausto, un trabajo no era suficiente, tenía dos, más las clases, uno de medio tiempo ayudando a un señor en su restaurante de lavaplatos y en las noches era barman en un club nocturno, salía a las tres y se apresuraba para hacer la tarea que le quedaba, ya que en pequeños descansos le avanzaba para aligerar la carga, ni hablar si tenía que investigar e imprimir.

Si no tuviera que mandar dinero consideraría el comprar una impresora, pero ese lujo no se lo podía permitir, no estaba molesto por eso, prefería seguir así y apoyar a su madre, ya estaba acostumbrado.

-¿Por qué no buscas sólo un empleo en donde paguen más?- cuestionó Yoongi.

-Ya lo he hecho, pero creeme que no lo valen, mucho trabajo y poca paga, sólo así puedo… sobrevivir- 

-No por mucho, te vez horrible- 

-Gracias- se burló mientras bebía de su café -a veces sólo quiero dormir más de cuatro horas, al menos una vez por semana- 

-No imaginé que ser becado fuera tan duro- hizo una mueca. 

-Lo es- bostezo y vio la hora en su reloj -ya debo de irme, dentro de poco comienza mi turno- sacó su cartera.

-Yo invito- 

-No voy a dejar que me tengas lastima, te agradezco pero no- una alta chica con traje de maid se le acercó. 

-¿Necesitan algo más, amos?- 

-De mi parte es todo- le entregó el dinero a la chica -muchas gracias- se inclinó.

-A usted amo, que tenga buen día- le sonrió y se inclinó también.

-Te veo en clases mañana- se despidió de Yoongi que asintió y suspiró.

-Eres un maldito necio orgulloso- murmuró divertido y continuó con su bebida -linda, yo si quiero algo más- 

Luego de correr un poco Jimin entró apresurado al restaurante donde trabajaba, se metió en el vestidor y en tiempo récord se cambió para salir directo a la cocina, el lugar estaba lleno y el señor se veía tan ocupado que no lo había visto aún, soltó un suspiro al ver la montaña de platos que debía lavar, vasos, cazuelas y demás.

Dando comienzo así a su día laboral, agradecía que por lo menos le daban guantes y así sus sensibles manos no se maltrataban tanto, siempre procuraba ser rápido pero cuidadoso, su jefe nunca lo regañaba por romper un plato o vaso, pero era consciente de que eso significaba rebaje para reponerlo y era lo que no quería. 

Lavar era lo que hacía sin detenerse, escuchando los gritos de los pedidos, las órdenes del chef a los cocineros y cómo se llevaban platos para dejar más, sin estar pendiente de la hora, cuándo acordaba ya no había una montaña y sólo quedaban dos cazuelas grandes, que tenía que lavar afuera por el tamaño, en cuanto terminaba y se cambia descansa su cuello con un breve masaje y se despide de sus mayores para ir a su otro trabajo, donde con camisa negra empieza a tomar pedidos mientras sirve las bebidas que le piden. 

No es nuevo que alguna chica o chico intente coquetear con él pero simplemente lo ignora, tampoco que haya alguna pelea entre borrachos y sean sacados por los guardias, la buena música del lugar creaba buen ambiente y hacía de su noche más rápida, antes de irse tenía que subir las sillas a las mesas y limpiar el suelo, después se despedía de su jefa con una respetuosa inclinación y de iba a casa caminando, no pasaban muchos autos en la madrugada, salía bien abrigado y llegaba en diez minutos a paso rápido.

Entra a su pequeño cuarto y se descalza antes de ponerse sus pantuflas y se mete a bañar, pone agua a calentar para un té mientras saca sus libros para continuar con su tarea, y mientras su cabello se seca cena un simple pan.

Su vida no era la mejor, estaba consciente de que no comer bien podría dañar su salud pero todo ese esfuerzo era necesario, ya que algún día conseguiría un buen empleo y podría descansar adecuadamente. 

Pero ese día algo cambió. 

Un mensaje llegó a su celular, confundido por la hora lo revisó sorprendido de ver el remitente. 

Hola, perdona la hora, ¿cómo has estado? 

Hola Jin, no te preocupes,
estoy bien, ¿y tú?

Respondió y quiso seguir con la tarea pero la rápida respuesta de su amigo se lo impidió, bastante curioso de la razón de su mensaje.

Me alegro, estoy bien, ya hace tiempo que no nos vemos, ¿qué tal si vamos a comer?, tu dime cuando estas disponible por un rato.

Lo pensó un momento, los viernes tenía una hora libre que por lo regular aprovechaba para hacer tarea y aventajar para el fin de semana, pero podía hacer una excepción… después de todo ya tenía meses sin ver a su amigo.

¿Te parece el viernes?, tengo una hora libre de 1 a 2.


Perfecto, te veo ese día, descansa Jimin, te mandaré la ubicación.

Hasta el viernes, buenas noches.

Mandó y continuó con su tarea, sin pensar mucho en la razón de tan repentino mensaje, sin imaginar que a partir de ese día tendría un gran cambio su vida.

Su rutina no cambió, mientras el viernes llegaba continuó en la escuela y en sus trabajos, sólo que en esa ocasión se había quedado dormido en la biblioteca mientras leía un libro para realizar una reseña que le habían pedido, pero estaba tan cansado que no había podido aguantar. 

Yoongi estaba enfrente del castaño junto a Tae y Kook viendo la suave
respiración de Jimin delatando que estaba dormido. 

-¿No trabaja hoy?- murmuró Tae. 

-Él trabaja todos los días- miró la hora en su celular -y si no lo despertamos él llegará tarde- 

-Tiene ojeras… no me siento bien despertandolo- hizo una mueca Kook. 

-Te vas a sentir peor cuando se despierte y se de cuenta de que se quedó dormido para ir al trabajo- 

-Yo lo despierto entonces- se ofreció Tae y le dio un golpe con un libro en la cabeza -se te hará tarde Park- se burló de verlo removerse adolorido.

-¿Uh?, ¿qué hora es?- 

-Tienes quince minutos para llegar al restaurante- avisó Yoongi. 

-¡Mierda!- gritó ganándose malas miradas y un regaño del chico que cuidaba la biblioteca -lo siento… los veo luego chicos, gracias por despertarme- tomó su mochila y dejó el libro para salir corriendo bajo la mirada de sus compañeros. 

-Se esfuerza tanto ese chico…- murmuró Tae. 

-Podría enfermar si sigue así- habló Kook -como su amigo deberías decirle- 

-Ya lo intenté yo, pero no debe ser fácil conseguir un buen empleo para un estudiante- 

-Lo que yo no entiendo es en que se gasta tanto dinero que debe trabajar mucho- cuestionó Tae -¿sus padres vivirán endeudados?-

-Tal vez luego nos cuente- le restó importancia Yoongi y procedieron a sentarse para empezar la tarea. 

Jimin corrió hasta salir de la escuela y revisó la hora, se detuvo de golpe notando que en realidad faltaba una hora para que entrara a trabajar y había olvidado decirles a sus amigos, pero recordó su salida con Jin y se apresuró revisando la dirección, llegó con la respiración agitada a la cafetería donde se vería con Jin, miró a su alrededor y el llamativo rosa del cabello del mayor se agitó al saludarlo.

-Perdona la tardanza- dijo al estar frente a su amigo y sentarse.

-No hay problema, también acabo de llegar- sonrió -¿qué tal te va?, hace tiempo que no te veía- 

-Pues… todo en orden, ¿y a ti?, casi no te reconozco por tu cabello, te queda bien- suspiró y tallo sus ojos queriendo quitar el cansancio.

-Gracias, quise hacerme un cambio y el rosa me gusta- acomodó su cabello con la mano -y me va mejor que a ti puedo asegurar, ¿hace cuánto que no duermes?- cuestionó -te vez muy cansado, ojeroso y descuidado- 

-Gracias, es mi nuevo look- miró a la chica que se les acercó y aceptó el menú.

-¿Y tu madre?- preguntó suavemente, sabiendo lo delicado que era mencionarla -¿como está ella?- 

-Mientras que yo pague, ella estará bien- 

-Debe sentirse orgullosa de tener un hijo tan trabajador y responsable- 

-Supongo…- 

-Estoy seguro de que si- 

-M-me sorprendió mucho ver tu mensaje, ¿sabes?- dijo cambiando el tema -lo último que supe fue que lograste entrar a la Universidad- 

-Oh, si, ya pasé a tercer semestre, incluso trabajo medio tiempo en una cafetería, la paga es buena- 

-Me alegro mucho por ti- 

-¿Y tú?, ¿en qué trabajas?- 

-En un restaurante por las tardes y en la noche en un bar- 

-¿Tienes dos trabajos?- preguntó sorprendido. 

-Si, sólo así puedo estar despreocupado por el dinero- observó los curiosos nombres de las bebidas -no sabía que te gustan estos lugares, los maid cafes- 

-Es lindo y el más popular en corea- 

-No hace mucho vine con un amigo aquí- miró a su alrededor -aunque creo que no le puse mucha atención- 

-¿Están listos para ordenar, amos?- cuestionó la chica. 

-Nay, yo quiero un frappe, ¿que quieres tu Jimin?- 

-Uhm.. Un café está bien, lo voy a necesitar para estar despierto en el trabajo- 

-Enseguida- se retiró. 

-¿Qué tan seguido vienes?, incluso sabes el nombre de la chica- 

-Es mi lugar favorito, ya hasta cliente VIP me puedo considerar- rió -dime Jimin… ¿no has buscado algún empleo con mejor sueldo y menos presión?-

-¿Acaso existe algún lugar así?- se burló -olvidalo Jin, si se vuelve mucha presión voy a considerar el dejar la escuela, es lo mejor, mi prioridad es mi madre, ya lo decidí- 

-Debes terminar la escuela, estoy seguro de que tu madre se pondría muy triste y se sentiría culpable si llegas a dejar tus estudios- 

-¿Y qué más puedo hacer?, ¿abandonarla?, eso nunca, lo único que me va a quedar será prostituirme a este paso- 

-No llegues a tales extremos, tal vez puedo ayudarte, y antes de que me digas que no, déjame explicarte, es un lugar decente, la paga es buena y tendrías tiempo suficiente para dormir por lo menos siete horas- 

-No lo sé, ya tengo mi rutina establecida y mis jefes son un poco estrictos y la del bar algo rencorosa, ¿que haré si de todas formas no alcanzó?, debo pagar alquiler, comida, recibos, mandar dinero a mi madre y está cerca la colegiatura- enumeró. 

-Aquí está su pedido, que lo disfruten- interrumpió la chica.

-Gracias Nay- le sonrió Jin -debes reducir gastos- miró a Jimin.

-¿Privarme de la comida?- 

-¡No pequeño cabeza hueca!, entre dos el gasto es menos- 

-Yo vivo sólo, en ese lugar no cabe nadie más, ¿cómo voy a conseguir un compañero de cuarto?, ¡si sólo hay espacio para una cama!- 

-¡Ay que sigues igual de lento!- se quejó respirando hondo -contigo las indirectas no sirven, YO te estoy pidiendo que seas mi compañero de cuarto- 

-Oh….- 

-Dividiremos los gastos, así no tendrás mucha presión por el dinero, podrás descansar más- 

-No se que decir…- 

-Puedes simplemente aceptar, ya después te convenceré de dejar esos trabajos- 

-Calmado, debo pensarlo, ver cuanto nos toca, la distancia que tiene a la escuela…- 

-Nos tocaría como de 100 dólares por mes a cada uno, el sueldo es de 10 dólares la hora, así que tu decides cuanto sacar y hay bonos de puntualidad y asistencia, puedes incluso caminar a la escuela así que tu dime… ¿cuando quieres empezar?- 

-Espera… ¿10 dólares?, en ambos empleos me dan el mínimo- 

-Esos son los jefes tacaños- 

-Todavía no me dices que debo hacer- 

-Cierto… pero no es la gran cosa- 

-Si no me dices pensaré que si- bebió de su café -así que te escucho- 

-Bueno…yo trabajo aquí- 

-¿Aquí?- frunció el ceño.

-Aquí- asintió.

Jimin miró a su alrededor, todas eran chicas atendiendo.

-¿En la cocina?- cuestionó.

-No, también soy mesero- 

-Oh… pero si hay sólo mujeres- 

-Si, sólo mujeres deben atender ya que la mayor parte de los clientes son hombres- 

-Pero tu no eres mujer- 

-Y eso ellos no lo saben- le guiño el ojo y se levantó -enseguida vuelvo- se retiró dejando con una creciente crisis a Jimin por lo que estaba imaginando.

"¡¿Se disfraza de mujer?!, ¡como se le ocurre, debe verse muy obvio que no lo es!, ¡hay muchas diferencias y la más notable está en el pecho!, ¡¿y si alguien lo descubre?!, suena muy arriesgado…" 

-¿Ya te atienden?- preguntó la alta chica de la última vez.

-Si, gracias- 

-¿Y no quieres algo más?, se que te gusta el pay de queso, te traje una rebanada- 

-¡Oh, te agradezco!- dijo emocionado y después recapacito -¿cómo es que sabes…?- 

-Porque te conozco desde los diez años- le guiño un ojo y Jimin abrió la boca -no vayas a gritar, eres siempre muy escandaloso cuando algo te sorprende- 

-¡Tu…!- Jin le cubrió la boca. 

-Si, yo, ahora vamos a los vestidores- ordenó antes de arrastrarlo.

-¡Tu me atendiste el otro día!- 

-Si, a ti y a tu amigo, que por cierto viene seguido- 

-¡Nunca lo imagine!- 

-De eso se trata, sabes que eres tan bueno cuando ni tu amigo de la infancia te reconoce, todo consiste en el maquillaje y peluca, también en poner otra actitud allá afuera- 

-No se si yo pueda- murmuró inseguro -tu… luces completamente diferente y te ves bien, yo no podría usar tacones y ni hablar del maquillaje- 

-Te ayudaré, eso hacen los amigos- 

-¿Por eso me hablaste?, tu… ¿escuchaste mi conversación con Yoongi?- 

-En realidad fue porque luces horrible, y si… tal vez escuche un poco, pero ese chico Yoongi tiene razón, a este paso no aguantaras mucho, y si puedo ayudarte en algo lo haré- 

-Gracias Jin, pero no quiero ser una carga- 

-No lo eres, en lo absoluto, déjame ayudarte, piensa en que eres todo lo que tiene tu madre, ella depende de ti en estos momentos, debes cuidar tu salud por ella- insistió y esperó nervioso por una respuesta.

-Sólo de pensar en la cara que van a poner mis jefes cuando renuncie me da flojera- soltó un suspiro. 

-Iré contigo, como futuro abogado debo ver por el cumplimiento de tus derechos- 

-¿Qué no estás estudiando gastronomía?- 

-Si… Pero ellos no lo saben- le guiño el ojo.

-Eres todo un caso- se burló negando -¿tu jefe no te regaña?- 

-Oh... Sobre eso…- rió nervioso -soy mi propio jefe, tal vez olvidé decirlo- 

-¡¿QUE?!- 

Y a partir de ese día, Jimin comenzó a trabajar en una cafetería que le ofrecía un excelente sueldo, sólo que no era cualquier cafetería... 

Si no un muy conocido Maid café.

Pero mantengamos eso en secreto.






















¡Nueva historia!, espero que les guste...

Dedicada a Yoongitupapi realizada a pedido de ella

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