El día de hoy habría dos funerales, uno que Ciudad Metrópolis preparó para Superman por habernos salvado y uno que familiares y yo preparamos para Clark.

Una gran persona nos había dejado, pero también el amor de mi vida. Era muy difícil dejarlo ir pero creo que ir al funeral será de lo mejor y también apoyar a Martha en su pérdida.

Estaba apunto de salir al funeral cuando abro la puerta y veo que era Barry, muy apenado.

- hola— es lo único que dice y lo único que yo pude hacer fue abrazarlo y muy fuerte.

- me sorprende como es que siempre llegas tarde— trate de reír pero obviamente no era algo fácil.

- lo lamento mucho, algo pasó en los laboratorios S.T.A.R y tenía que ayudar— nos sentamos en el sofá pues no podíamos hablar todo el tiempo parados.

- no te preocupes, estoy bien en serio.

- me vine porque quería apoyar a una gran amiga— sonreí secamente pero es que honestamente no podía estar feliz.

- Barry... Todo iba bien, tengo que admitir que sin eso no hubiéramos podido vencer a Doomsday pero... Yo debí haber ido y clavarle la lanza.

- pero tú hubieras muerto Wendy.

- eso creí y el también pero después de estos días me di cuenta que no— alzando mi mano hice que la lampara se elevará y se estampara en la pared haciendo que está se destruya.

- wow eso da miedo— y así fue como me di cuenta que yo pude haberlo hecho con solo pensarlo.

- pude salvarlo, pude habernos salvado a todos pero no sabia como— y empecé a alarmarme demasiado— era lo correcto, él seguiría aquí. Estaríamos juntos en Metrópolis en nuestra casa y no aquí, en Smallville, en un funeral.— y entre en llanto de nuevo.

- Wendy no puedes culparte por esto, yo lo hice por muchos años por la muerte de mi mamá pero créeme esto no funciona así.

- ¿y ahora que sigue? ¿Qué haré?

- tendrás que seguir adelante— me pasa un pañuelo— es lo que la gente hace después de perder a alguien. No dejes que Clark muera en vano. Lo que él hubiera querido era que tú fueras feliz y tuvieras una vida, un propósito.

- mi vida era el.

- tu me dijiste que no te gustaba estar en una oficina pequeña, que él Daily no era tu sueño. Tú siempre quisiste más— era cierto, pero la única razón por la que yo iba cada día con una sonrisa en el rostro era para ver a Kent a un lado mío— Empresas Wayne te tiene un lugar o algo así me dijiste, ¿no? Sé feliz, donde tú quieras trabajar, solo se tú.

- quien lo diría— me limpie las lagrimas con los pañuelos— el hombre más veloz del mundo también es un buen psicólogo.— sonreí.

- solo digo la verdad y tú deberías saberlo. Y quiero que dejes de llorar en este momento porque me estás haciendo llorar a mi.

- lo siento... No creo poder parar. Al menos no hoy.

- creo que es momento de salir, tenemos que ir al... Al funeral— se levanta y me toma de las manos para así levantarme.

Y lo abracé, lo necesitaba, a mí gran amigo de la infancia el cual no vi por mucho tiempo. Serena llega y solo nos mira y no puede evitar entrar en llanto. Ella y yo ya estábamos bien y realmente estaba aquí para apoyarme. La verdad es que ahora más que nunca necesitaba a mis amigos, los de siempre. Los que siempre han estado ahí para mí y los que si yo cuido no se irán.

Perdí a Clark pero prometo no hacerlo con nadie más. Trataré de dar lo mejor de mi en todo para salvar a los que amo y así poder hacer que yo pueda ser feliz.

Y Serena, Serena tenía que ser feliz con Barry, no podía arrastrar a los que amo a la tristeza. Así que tenía que seguir adelante.

Los dos la miramos y en verdad estaba devastada.

- ¿estás lista para salir?— me dice. La verdad es que no pero aquí íbamos. Sonríe Wendy, sonríe.

- así es— y salimos los tres.

Varios familiares estaban ahí. La verdad es que yo no conocía mucho de los queridos de Clark, pero sabía que si estaban aquí era porque les importaba. Estaba mi tío, estaba Perry, Lois. Lois parecía más devastada que nada y me sentí muy mal al verla llorar un río.

Bruce y Diana estaban a lo lejos para no ser notados pero estaban aquí y yo lo sabia y eso era lo que importaba. Y lo único que quería hacer era poder abrir ese ataúd y tomar a mi chico de Krypton y ser feliz. Pero de eso se trata la vida.

Dios quita, pone y explica. Las cosas pasan por algo y si no sabemos superarlo simplemente eso no es vida. Así que... El día de hoy sería muy triste. Alguien muy importante nos deja pero eso no me impedirá ser feliz.

Escucharé a Barry. Aceptaré el trabajo con Bruce, así es. Es lo que yo quería. Y no se sentiría bien estar trabajando en donde mi pareja trabajaba.

...

El funeral acabo y fue devastador despedirse. Decir adiós es lo más difícil que se puede hacer. Pero tenía a mis amigos para que me apoyasen.

Me quede sola ahí por un tiempo, decidí quedarme un rato más con el. Me senté a un lado de su tumba. Y lo que decidí hacer fue... Hablar con el.

- hola Clark... ¿Como estas?— no sabía si reírme de mí o llorar— te extraño mucho, demasiado. Han hecho un funeral para Superman, ha sido muy amable de parte de Metrópolis. Mis flores favoritas son las rosas así que, te traje algunas— le lance unas flores— sé que te hubieran hecho feliz.

- Wendy, estás hablando con una tumba— alguien dice detrás mío, volteo y veo que era Bruce.

- ¿qué nunca hablaste con tus papás?— puse los ojos en blanco con mis ojos llorosos.

- claro, hable con ellos— se acercó a mí— antes de que murieran.

No dije nada. No tenía sentido discutir con él y mucho menos ahora que estaba muy débil y muy triste para hacerlo.

- lo extraño— dije.

- y lo entiendo, y estoy aquí para ti— me coloca de nuevo una mano en el hombro mostrando apoyo.

- gracias, fuiste de mucha ayuda esa noche— y lo abrace— yo... Debí haber peleado más.

- hiciste lo correcto, lo suficiente. Y tienes que salir de aquí y empezar de nuevo.

- lo haré, solo que... No ha pasado ni un día.

- tomate tu tiempo, yo te apoyaré— y Diana parece y se coloca a un lado mío también.

- y yo.— le sonreí.