25
Cuando me desperté, esperaba ver a Clark a un lado mío sonriéndome y esperando que despertara pero no estaba.
Como siempre.
Y yo ya no estaba en Smallville, volví a Metrópolis y estaba en mi casa. Y la televisión estaba encendida.
Pero ahora entendía todo, hoy era el día donde el debía ir a el Capitolio para hablar con la senadora de lo que ha hecho con la ciudad. Diablos, me cambie de ropa y hice lo mejor que pude para llegar rápido.
A pesar de que él y yo ya estemos bien, el mundo no estaba bien con el y yo debía ir a apoyarlo.
Tenía muchas llamadas perdidas, l verdad no sé cómo son tantas en una noche. Como cinco de Bruce, tres de Diana, una de Serena y una de... Barry.
Pero no tenía tiempo para pensar en él en estos momentos, o bueno... No. Ya. Luego le marcas.
Y Bruce vuelve a llamar ahora. De una vez conteste.
- me imagino que no estás en Smallville ahora— puse los ojos en blanco y acelere porque estaba a una nada de llegar.
- Bruce, soy lo suficientemente grande para hacer mis propias decisiones.
- ¿vas hacia el Capitolio?— y como siempre el sabía todo.
- eso intento— y lo podía ver desde la ventana, ya había llegado.
- no se presentará.
- ¿quieres apostar?— me baje de mi carro y vi a mucha gente, así nunca me iban a dejar entrar.
- al menos sé que no podrás entrar— y era cierto el guardia no me dejaba pasar y me quede con mucha multitud.
- eso lo veremos— saque mi gafete de prensa de el Daily Planet y con eso pude pasar.— listo Wayne, estoy adentro.
- solo ten cuidado— no dije nada y eso le preocupó— Wendolyn.
- solo mi padre me llama así— se ríe.
- lo sé.
Una reportera estaba entrevistando al sujeto en sillas de rueda que atacó la estatua de el hombre de acero. Me acerqué a ellos para escuchar de lo que hablaban.
- Bruce te hablo luego.
- no espera no cuelg— y colgué.
- se espera que la audiencia del Senado se ponga en marcha en cualquier momento. Por supuesto la gran incógnita de todo esto es ¿Superman va a aparecer? Eso es lo que realmente están esperando ver.
Este me vio y ella también me ignoraron y siguieron con su entrevista en televisión nacional. Si tan solo pudiera hacer algo, no lo sé, lo que sea. Pero Dios ya dejen de una vez a Clark en paz.
- Sr. Keefe.— se presenta ella— Soledad Obrien "En el momento" una pregunta rápida para usted, se dirige a reunirse con los senadores. ¿Qué les va a decir?
- he venido aquí para decirles que despierten, esto es de carne y hueso. Él es el encargado de la guerra aquí y esto así es como se ve la guerra— dice mostrando sus piernas inválidas— no tengo nada
- aquí hay mucha gente que diría que es su héroe— como yo.
- el no es un héroe!— se empezó a alentar y l reportera se va algo asustada. Quien no.
Y alguien detrás mío me tapa los ojos y intenta sorprenderme. Pero nada me sorprendo a esta escala de la vida.
- veo que ha venido pequeña Gwen— se coloca en frente de mi. Ni sii quiera tenía ganas de corregirle sobre mi nombre, porque él sabía que estaba mal.
- Lex, ¿Superman ha llegado?— pone los ojos en blanco.
- ¿y porque te importa el? Él es una mala persona— mueve su dedo índice de lado a lado.— pero no, no ha llegado.
- bien— se me queda mirando, y era de lo más incómodo y molesto en estos momentos—¿qué tanto me ves?
- eres hermosa— puse los ojos en blanco y no mentiré, el que el dijera eso me hacía sentir tan extraña y halagada.
- la senadora— me volteé hacia ella pero no la salude ni nada por el estilo.
- senadora! Hola. No se vaya a ninguna parte quiero hablar con usted. ¿Sabes qué, Mercy? Entras y asegúrate de que nadie tome mi asiento.— le dice a su fea y flaca asistente la cual odiaba.
- por lo tanto, ¿qué has estado haciendo?— le dice ella a él— buenos días— me dice.
- buenos días.
- solo vine a contar mi historia. Que estaba dispuesto a financiar por un elemento de disuasión Kryptoniano pero cierta senadora de Kentucky decidió bloquearlo.— empieza a dar vueltas a su alrededor— Si, la Presidenta de el comité sobre Superman es suave con la seguridad.
- y ahí está. Superman está aquí— escucho eso y me quiero salir— el vino al Capitolio de los Estados Unidos. Esto es realmente un momento histórico. Ahora esperamos que Superman de algún tipo de declaración al Senado al pueblo estadounidense y por supuesto al mundo.— dice una reportera desde afuera, yo lo podía escuchar con mi súper oído.
Pero un señor le informa a la senadora sobre esto y se entera de que Clark ya había llegado.
- el está aquí, si vino— se pasa sobre Lex pegándole— está encima de él Capitolio.
- estarás en el asiento principal allí, June encanto— se coloca a un lado mío y me abraza de los hombros.
- crecí en una granja, se luchar contra un cerdo.– ella sí que era grosera.
- ¿sabe cuál es la mentira más antigua de EUA, senadora? Es que el poder puede ser inocente. Buena suerte.— y ella se mete.
- creo que yo también debo entrar.
- lo siento, no te le permito entrar— me detiene, pero qué rayos.
- ¿porque no?
- porque no. Ya saben todos los guardias que no puedes entrar lo lamento hermosa— levante mi gafete y se lo mostré.
- soy prensa.
- no me importa, ahora quiero que te vayas— me sonríe y luego se retira. Idiota.
Entonces salí, no me quedaba de otra. Y había demasiada gente afuera viendo a Superman. Pero aunque muchos lo querían, muchos lo odiaban. Y estos cargaban carteles diciendo cosas como:?
"Superman=Alien ilegal "
"Este es nuestro mundo, no tuyo!"
"La tierra pertenece a los humanos Dios odia a los alienigenas"
- fuera!—Gritaban mientras otras gritaban como fans locas enamoradas.
- es tan hermoso!— me volteé hacia esas chicas.
- podría observarlo todo el día.— dice otra chica.
- con permiso chicas, su novia pasara— ellas confundidas me dejan pasar y tengo que admitir que fue lo más estupido que he hecho.
Sin que los guardias me vieran, entre rápido para hablar con el. Al menos para darle "suerte".
Y ahí estaba el, caminando hacia la corte sin miedo alguno pero al verme su mirada de valentía cambia a nobleza.
- hola— lo abrace extrañándolo y pensando en la noche pasada— no tienes que hacer esto si no quieres.
- lo haré— me toma de los hombros suavemente e inclina la cabeza para besarla.
- no puede entrar— frunce el ceño pues no entendía el porque— Lex hizo lo imposible para que yo no pudiese.
- no te preocupes, cuando salga, yo te busco— me sonríe.
- ¿lo prometes?— me besa.
- lo prometo— sonreí.
Y él entró, sin miedo alguno. Con la frente en alto y siéndose responsable de sus propios actos. Y mientras él estaba ahí y yo aquí muriéndome de la duda por lo que va a pasar.
Y la verdad es que no sé qué pasa ahí adentro. Pero quisiera saber que.
Y cuando me siento afuera de el Capitolio, solo escuche la explosión y me asuste demasiado. Dios Clark.
El Capitolio había explotado y no sé cómo pasó. Pero tenía que hacer algo ya.
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