20
Sueño de Bruce Wayne
Se encontraba en un desierto, un desierto desconocido y él estaba en busca de algo. Algo por lo cual mataría si fuera posible pues él cree que eso nos salvará a todos.
Se acerca a donde había varias personas paradas con pistolas y armas que apuntaban hacia el.
Sin pensarlo dos veces este se hacerca a donde se encontraba el 'líder'
Tenía un aspecto tétrico y oscuro el ambiente en donde se encontraba, pero el buscaba eso y lo encontraría.
- ¿lo tienes?— pregunta el murciélago de Ciudad Gótica.
- así es— el tipo lo incita a entrar como a una nave y ahí había más personas con pistolas, extrañamente con una S en el pecho.
Cuando se acerca y ellos abren una pequeña caja de metal se alcanza a ver algo iluminando color verde esmeralda.
Batman pensó por un minuto que el paquete que recibiría sería nada más y nada menos que Kryptonita.
Pero resultó ser otra cosa. Era solo un foco color verde que iluminaba la caja.
Cuando él se enteró de esto todos empezaron a atacar como locos y disparaban a todos.
- ¡No!— grito Batman corriendo afuera de esa peculiar nave y empezó a pelear para salvarse.
Todos contra todos. Empezaron a golpearse como si no hubiera mañana. Atacando con pistolas intentando matarse entre sí pero no lograr nada al final.
El seguía peleando y todo pero uno seca sa y no puedo más. Lo agarran,lo atacan y este quedo en un sueño profundo. Este queda inconsciente.
...
Cuando se despierta, se encuentra colgado junto con dos personas. Esas dos personas fueron desechas con la visión láser de el hombre de acero quien llegaba volando con una furia indescriptible.
Se acercó a Batman y este le retira la mascara. Lo ve con decepción.
- ella era mi mundo, y tú me arrebataste— dice Superman con una furia imparable.
Y lo mata.
FIN DE LA VISIÓN
No sabía que me pasó, me sentía mareada y me caí en el piso de una forma brutal y Bruce corre a mi. No podía verlo bien pues en la visión que tuve el... Me mataba o bueno no sé quién más sea el mundo de Clark.
- Bruce— asustada me muevo hacia atrás su en el piso— ¿qué está pasando? Tengo miedo.
- ¿de qué hablas?— me toma de las manos y me levanta. Me limpia el rostro y me toma de el teniéndome entre sus manos.
- acabo de ver un sueño tuyo, el que acabas de tener. Estabas en el futuro, Superman te mataba porque mataste a su mundo o.. No se no entendí. No entiendo— dije desesperada.
- eso fue unos minutos antes de que ese chico apareciera.
- se llama Barry, Barry Allen— dije sin temblando— lo conozco desde hace tiempo. Pero es de Central City.— tengo.. Tengo que entender lo sucedido
- era más una visión, una advertencia.
- sobre Superman— pensé en Clark y en lo mucho que me gustaría tenerlo aquí para que me ayude pero no. Desgraciadamente no.— ¿quién es su mundo?— hice como que no sabía.
- los dos aquí sabemos que Superman es Clark Kent— mi piel se pudo chinita pues no crei que lo supiera— y él sabe quién soy. Tú eres su mundo.
- ¿porque me matarías?— di dos pasos atrás porque seguía asustada por lo que acaba de pasar.
- jamás lo haría te lo prometo— me tomo de los hombros.— luego investigaremos sobre eso.
Se acerca Alfred y por lo mal que me sentía me di dos pasos atrás. Honestamente me dolía mucho la cabeza.
- Alfred— dice Bruce notando su presencia aquí.
- Sr. Wayne— se acerca a mi muy confundido— ¿se encuentra bien? ¿Desea algo?
- estoy bien, gracias— no lo estaba.
En la pantalla gigante la cual era una computadora, y decía que los archivos se habían descargado 100%. ¿Cuáles? No lo sé.
Decía: "el portugués blanco anclado en ciudad gótica"
- el portugués blanco no es un hombre, es un barco.— no sabía nada de esto. Pero quería que fuera así.
- amo Wayne, el portugués blanco no carga una bomba. ¿Qué es?— bruce se me quedó viendo. Sabía que lo que diría no me agradaría.
- un arma,una roca, un mineral capaz de debilitar las células kriptonianas. — no..no. No podía matar a Clark no lo dejaría.—La primera muestra es lo suficientemente grande como para tener importancia y ahora está siendo enviada a Lex Luthor.
-y..?— dice Alfred.
- se la voy a robar— me acerqué a él y le di una cachetada nivel Dios.
- no, no vas a matar a el hombre de acero— seguía asustada— no lo permitiré.
- va a iniciar una guerra— comenta Alfred ya entendiendo lo que estaba pasando pero él tampoco está de acuerdo.
- Wendy, ese idiota nos trajo guerra hace dos años.— una lagrima se erramos en mi mejilla.
- por supuesto que no.
- jesus Wendy cuenta los muertos, miles de personas. ¿Cuántos serán los siguientes? ¿Millones? Él tiene el poder como para borrar toda la raza humana, y si creemos que hay un 1% de probabilidad de que sea nuestro enemigo y tenemos que destruirlo, tendremos que considerarla una certeza fortuna.
- pero él no es nuestro enemigo— Alfred trata de hacerlo entender, que Lex Luthor es nuestro enemigo obviamente.
- hoy no.— me mira y luego se voltea a Alfred– 20 años en ciudad gótica Alfred, hemos visto lo que valen las promesas, cuántos tipos buenos quedan? Cuantos permanecen en ese camino?— no decimos nada los dos y este ignorando todo lo que le dijimos se sube al su batimovil.
Se va.
Tenía que hacer algo, y pronto. No podía dejar que tuviera en sus manos esa Kryptonita porque cuando tenga la oportunidad matara a Clark y en verdad lo creo.
Aunque el ya no quiera saber nada de mi, yo lo amo. Y haré lo que sea para saber que está bien.
Alfred se sentó y muy confundido y triste se pone a pensar en que esto no acabara bien. No sé porqué pero podía leer su mente y lo que hacía.
Hasta ahorita podía ver sueños y leer mentes. Esto es lo más enfermo que me ha pasado, ¿pero porque? Sentí un raspón en mi brazo derecho y lo vi por un momento. Tenía una cortada gigante en el antebrazo. Pero no sé cómo pasó si yo.... Y en mi bolsillo, el que pega junto a mí antebrazo, estaba la daga de Kryptonita que Lex me dio. Eso fue lo que me raspo.
Auch.
- lamento todo esto que está pasando srta Stevens— se levanta de dónde estaba sentado— el amo Wayne solo quiere lo mejor para el mundo. Pero bueno. ¿Gusta que la lleve a su casa?
Me quede pensando y tenía que ir a donde estaba ese portugués blanco.
- tengo que llegar ahí y a menos de que no me preste uno de estos carros no llegare— el sonríe porque él esperaba que preguntara eso.
- toma el segundo— y me entregó las llaves.
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