Estaba muy triste como para salir pero debía hacerlo, tenía que ir con Diana.

Me mando la dirección de un lugar para mí, desconocido. Pero, dijo que le encararía asistir y que más si yo estoy ahí. Así que con cero emociones de seguir con mi vida, llegue a ese prestigiado museo.

Al principio no la encontraba pero era fácil pues siempre fue muy fan de las espadas. Al menos es lo último que recuerdo de ella. Y si ahí estaba parada justo en frente de una.

No iba a pensar en el, no podía seguir así. Me limpie los ojos pues estaban más que rojos de tanto llorar. Wendy sonríe, tienes que seguir adelante.

Toque su hombro y ella voltea. Dios, sí que se vestía bien. Llevaba un vestido color oro demasiado elegante. Con el cabello recogido y dejando mostrar su espalda, cautivaría a más de diez hombre hoy. Esta sonríe al verme

- así que, viniste— dijo abrazandome como si no nos hubiéramos visto en años, y era cierto.

- hola— no estaba en mis mejores días así que mi saludo no fue el más grato— me alegro de verte.

- no parece— preocupada me toma de el rostro y nota que llore.— ¿qué pasó?

- nada, estoy bien te lo juro— trate de mostrarme normal pero no era algo muy fácil.

- estás muy mal— cómo podría saberlo? Éramos infantes la última vez que hablamos bien— podrás preguntarte cómo es que supe. Pues te conozco bien.

- pase por una ruptura en la mañana— sonríe tratando de dejar de pensar en eso— pero tranquila no es tan grave.

- lo lamento.

- no, está bien— ella se quedó viendo a mi collar, era uno que Clark me había dado hace tiempo con la inicial 'S' de Superman.

- lindo collar, supongo que su letra empezaba con la 'S'

- algo así— me agarre la cara y me acomode el cabello— no quiero hablar de eso, estemos felices y disfrutemos de este día.

- bien, entonces...— me abraza— de nuevo, me agrado que nos viéramos.

- tengo muchas dudas Diana

- ¿de qué?— hizo como que no sabía a qué me refería y se volteó a ver la espada.

- porque te fuiste así de repente. Ni siquiera sé que hiciste todos estos años.

- son muchas preguntas.

Un señor llego a informarnos de el museo. Contarnos sobre las piezas que Janos y todo eso. Como siempre ella se sordea y observo al señor llegar para así olvidar mis preguntas.

Y entonces en mi momento de más aburrimiento pensaba en Clark. Diablos, no debía hacerlo. Solo no.

- es la espada de alejandro, es el filo que corto el nudo gardiano— nos informa mientras la mirábamos.

- es una conquista— dice Diana asombrada y muy feliz de verla. No entendía que veía en esto.

- si— dije pero honestamente me valía.

- disfrútela— nos dice y él se va. Solo nos informó de esa espada la cual no sabía nada.

- gracias— alcanza a decir.

- ¿y bien? ¿Contestaras alguna de mis preguntas?— volví al tema pasado.

Pero alguien llega, alguien estaba detrás de Diana y esa persona era nada más y nadie menos que Bruce Wayne. Se veía muy bien con su saco Marc Jacobs. Sonreí al verlo.

- es falsa , la real fue vendida en el 98 en el mercado negro. Ahora esta colgada...— dice

- sobre la cama del sultan de hajar— dice Diana, y se va.— discúlpenme

- hola Srta Stevens— sonreí al verlo— tengo una pregunta, ¿porque no ha contestado mis llamadas?

- perdon, han pasado varias cosas y... Lo lamento.

- no importa, lo de el trabajo sigue en pie.— se queda viendo la espada.— no sabía que te gustaban estos eventos.

- la verdad es que no pero la chica que acaba de irse por allá es mi prima y me invitó aquí.

- si... Ella— se le quedo mirando. Eso fue extraño, tal vez tenía cosas que atender con ella.

- ¿quieres hablarle?— dejó de mirarla y volvió al tema.

- ¿qué? No, todo bien— suspire aún pensando en lo de la mañana— ¿te gustaría hacer algo después de esto?

- ¿cómo que?— él seguía viendo a Diana— ¿seguro que a la que quieres invitar es a mí y no a ella?– me reí.

- como crees, solo quiero decirle algo rápido y nos vamos, ¿está bien?

- adelante— y se acerca a ella.

Como siempre yo quería escuchar, quería saber qué pasaba entre ellos. Se ve que hay conexión y eso me agrada.

Colocándome detrás de la pared alcance a escuchar ciertas cosas. Pero no entendía demasiado.

- disculpeme señorita. La otra noche tomo algo que no le pertenece. Robar no es educado. — dijo Bruce

- acaso es robar si uno roba de otro ladron?– pero qué rayos...

- quien es usted?— bruce le pregunta a Diana.

- alguien interesada en el mismo hombre que usted.

- ¿en verdad?

- creo que el sr luthor tiene una foto que me pertenece— porque hablaban de Lex?

Dios me puse a pensar y mi suerte con los chicos de Metropolis es la mejor.

- la conseguiste?

- de la casualidad que no, no lo hice. Los datos que copiaste tienen una incrustación de grado militar.

- te apuesto que con ese vestido, 9 de cada 10 hombres te dejarian irte con cualquier cosa— esta es la platica más extraña que he oído.

- pero tu eres el décimo.

- creo que soy el primero que puede ver a traves de su fachada de inocente.

- tu no me conoces

- pero conosco a mujeres como usted.

-oh no creo que haya conocido a una mujer como yo. Sabes, es verdad lo que dicen acerca de los niñitos: nacen con una natural inclinación a no compartir.— estaban tan cerca que parecía que se besarían— no robe tu disco, lo tomé prestado. Lo encontraras en la guantera de tu auto. Adiós.

Diana empieza a buscarme he hice como que veía una escultura la cual no entendía obviamente.

- entonces si te gusta el arte.— dice riendo al verme.

- me entusiasma a no poder más— dije sinicamente.

- escucha creo que me iré.— fingió sentirse mal— me siento algo mal.

- por supuesto, yo me quedaré por aquí

- pronto cerrarán— dijo confundida, pero no podía decirle que iría con Bruce.

- si, solo... Un rato más— seguía sin creerme— es para el Daily.

- bien, pues me divertí mucho hoy.

- me agrado verte— la abrace— fue lo mejor de todo el día.

- lamento lo de tu novio— suspire.— no lo vale

- ex novio— corregí— pero creo que sigo pensando que lo vale todo.

- solo... No piense mucho en ello— se empieza a alejar— y cuídate.

- gracias igual.

En eso Bruce estaba en la entrada con un auto súper lujoso y había dls opciones.

1. Ir con el y saber de lo que hablaba con Diana.

2. Irme a mi casa y a pensar en Clark

La respuesta es obvia.

Creo.