"Esperen un minuto, ¿qué acabo de hacer?"

En ese momento quedé en blanco. No entiendía porqué demonios había dicho eso, no es normal en mí, y menos cuando no era mi problema. Supuse solo fue un impulso por la sorpresa o lo que sea. Ya había perdido mi oportunidas por hoy, de todas formas. Sería raro ver dos cadáveres aledaños y le quitaría seriedad/dramatismo a la escena.

"Qué fastidio"

El chico me miró, tampoco esperaba que yo esté ahí. Son pocas las probabilidades de que dos personas quieran acabar con su vida en el mismo sitio a horas similares, por no decir las mismas.

Nos quedamos viendo un rato, en cierta forma era tranquilizante el silencio que se formó tras mi grito, pero no duró mucho y todo se volvió muy, MUY, incómodo.

Genial, había quedado como idiota. Me enorgullecía de mi capacidad de mantener la compostura, ¡y se fue!

No ayuda mucho el hecho que no supiera socializar, soy un hikikomori pese a que en la isla se me puede considerar "popular", principalmente por mi negocio. La presencia de otras personas me ponen incómodo.

— Emmm... hola...¿?— Sin saber qué decir, dije otra tontería, incrementándose la incomodidad en el ambiente.

Mi instinto decía "Huye, disculpate y vete de ahí", pero mis piernas no reaccionaban, y no soy cobarde, enfrento mis asuntos.

Auxilio.

No pasó mucho hasta que decidió romper el silencio y contestar mi intento de saludo, lo cual agradecí internamente.

— ...Hola, creo... ¿qué haces aquí? — Noté el rastro de lágrimas secas en sus mejillas, a contraluz estas brillaban. Las limpió rápidamente, como si se avergonzara de ellas.

— Solo... No importa, más bien, ¿tú que haces aquí? — Pronto me di cuenta que fue estúpido preguntar, con mirar la escena bastaba. — Q-quiero decir- ...

— Supongo que buscas el porqué, ¿no? — Como si hubiera leído mis pensamientos. Asentí con la cabeza.

Así empezó a contar su historia, acerté con algunas cosas. Para ser honesto fue un poco común de ver, me quejaría del sistema educativo que no enseña a lidiar con las emociones de no ser que soy igual o peor. Jajan't.

— Probablemente habrás escuchado esto antes — Dirigió su vista hacia al frente unos momentos, mi silencio le indicó que podía continuar. — Creí que había encontrado a la persona adecuada, pero... — Sonrió con pesar. — se aburrió de mí. No es una sorpresa, siempre se van cuando se dan cuenta que no soy lo que esperaban.

Bro, I feel that. Me contuve de hablar.

Lo escuché reír amargamente antes de continuar hablando.

— Pensé que quizás con esto podría dejar de sentirme tan mal. No sé de qué me quejo, de todos modos, siempre acepto a quienes dicen quererme para tener una relación.
Creí que esta vez sería diferente, me equivoqué, y ella terminó conmigo porque no quise... hacer 'eso', ya sabes. No quiero decir la palabra.

...Momento momento, ¿ah? Estaba confundido.

No, confundido no era la palabra, suena mejor 'encolerizado' y no necesariamente con ese chico.

"¡¿Es en serio?! ¡¿ese es su motivo?! ¡¿Por eso..."

— Pff, debes estar bromeando. — No sabía qué expresión estaría teniendo en el rostro, pues el chico me miró como si me hubiera salido una segunda cabeza mientras estaba acercándome. Pese a todo mantuve la calma, parcialmente. — No puedes hablar en serio. ¿Por eso estás aquí antes que yo? ¿Porque alguien te hizo creer que vales menos para forzarte a hacer algo que no quieres? Ese es su problema, no el tuyo. ¡Tienes derecho a negarte!

No sé si lo que sentía en ese momento era enojo o frustración, quizás un poco de ambas. Me parece que cualquiera se alarmaría al ver a un jovencito diciendo que quiere matarse por no querer hacer algo que a todas luces no le gusta.

No, voy a decirlo bien: cualquiera se alarmarla al ver a un jovencito que se quiere matar por no haber querido acostarse con su novia.

— Eres un niño aún, sufrir por otra persona no vale la pena, mucho menos morir por eso. Demonios, ¿cuántos años tienes? Seguro ni siquiera terminaste el colegio. Dedicate a estudiar, sal de paseo, vive tu vida; no necesitas a nadie más para estar completo. Si las personas se van, ellos se lo pierden. — Puse una mano en su hombro, atrayéndolo para que se aleje del vacío. Traté dde parecer lo más maduro posible y con un aura de erudito. — No vas a estar solo.

Entendía lo que sentía, muchas parejas mías fueron así ante mi poca experiencia y necesidad de compañía.

No tuve crushes como tal, solo fueron relaciones pasajeras con chicas que creyeron que era alguien genial y divertido, o que tenía algún interés en ellas por ser amable, pero una vez que descubrían que mi ideal de citas era tomar café y ver películas en mi sala decidían que no era la clase de persona con la que quisieran compartir un solo minuto más, y mucho menos una vida.

Lo peor era ese momento en que la relación avanzaba a los besos, y luego las caricias y luego... No llegaba más lejos, no quería. Nunca me gustó el contacto físico más allá de mi familia, y a quien más he abrazado en mi vida es mi hemanito. Lo máximo que doy a externos es un apretón de manos, y si tengo confianza, un par de palmaditas en la cabeza. Solo a mi hermano lo mimo.

Oh, y ahí está ese otro motivo por el cual se alejan: mi hermano es como un hijo para mí y siempre va a ser mi prioridad. Desde pequeño era enfermizo, aún más cuando mamá murió y casi lo pierdo a él también.

No habré sido el mejor 'padre' para él, pero incluso ahora lo veo y solo veo al pequeño con rostro rojizo lloroso por la fiebre abrazándose a mi pijama para que duerma con él y aleje sus pesadillas. Un año entero vivimos los dos solos, tras la muerte de mamá mientras papá buscaba la forma de volver a St. Croix, en ese entonces estaba en Nevis o St. Kitts por trabajo.

¿Cómo escalamos de hablar de mi asexualidad y posible aromanticismo a mi condición de hermano mayor en rol padre soltero? No tengo ni idea, pero me vi obligado a crecer rápido para atender a Alex y eso no era muy atractivo a esa edad.

Asocial + asexual + complejo de papá + adicción al café = James Jr.

Soy una planta ¯\_(ツ)_/¯

Y con el tiempo lo acepté, estando dispuesto a morir soltero y casto criando animales y atendiendo a mis sobrinos/nietos.

El suspiro que soltó el chico me trajo a la realidad, sacándome de mi reminiscencia.

— Me siento mejor ahora que alguien me escuchó, gracias. Y... quizás tengas razón. — me sonrió. Pareció pensarlo unos segundos antes de actuar. No pude evitar el abrazo, y tampoco pude evitar darle un par de palmaditas en la cabeza en una señal de apoyo. Lo necesitaría, un intento de suicidio es cosa seria.

— No necesitas agradecer, solo asegúrate de seguir viviendo. Nunca es tarde. — Nos separamos a los segundos, se dirigió a la salida que lleva a las escaleras.

Después de una última mirada hacia mi dirección solo desapareció.

Vaya día que fue ese. Me quedé unos minutos en ese lugar, mirando hacia el cielo contemplando el amanecer en todo su esplendor. Recordé la botella de Coca-Cola en mi refrigerador lista para consumir, sería bueno haberla traído.

Después de una aproximada media hora pensando en las musarañas, di la vuelta y me fui.

Un día raro, si me permiten añadir, pero eso no es todo. Aún me falta contarles sobre el pequeño niño.