Han pasado varios meses desde entonces...

Poco tiempo después de que aprendiera el Fire Ball Arthur y Fraine dejaron de salir tan frecuentemente de casa.

Ambos dicen que es porque los monstruos que estaban rondando por la aldea habían dejado de aparecer. Aunque hace poco volvieron a empezar a verse rondando algún que otro goblin por las cercanías de la aldea.

Debido a eso otra vez Arthur empezó a salir de la aldea pero está vez solo, Fraine ya no le acompañaba.

Pero bueno eso no importa. ¡Hoy es mi cumpleaños! Oficialmente ya tengo cinco años. Así que si las cosas van como lo acordado... ¡Voy a luchar contra un grupo de Goblins!

Me voy despertando así que deben de estar esperando a que despierte para festejar mis cinco años. Así que rápidamente me alisté y me dirigí hacia la planta de abajo.

Cuando me bajé todos estaban ahí, Papá, Mamá y Fraine estaban reunidos como todos los días pero con una pequeña diferencia. Hoy es un día especial para todos nosotros, incluso tal vez sea más significativo para ellos que para mí.

Me felicitaron como es normal en una fiesta de cumpleaños.

¡Ah, es cierto! Olvidé mencionarlo antes pero cuando todo volvió a la normalidad empecé a aprender a usar magia defensiva con Fraine, por el momento solo he usado un escudo creado con magia pero por más que lo intento no logro hacerlo sin encantamiento.

Por más que lo intento no logro ni siquiera acortar el encantamiento, por más que lo intento no consigo progresar, tal vez porque funcionan de una forma muy distinta a lo que estoy acostumbrado es que no soy capaz de usarlo sin encantamientos.

Después de comer me empezaron a dar los regalos de cumpleaños, los que he estado esperando por cinco largos años de mi vida.

"Ly, sé que te gustan mucho los libros, así que te he conseguido uno, no es de magia ni nada de eso, en cambio este habla sobre la geografía del mundo y de los lugares más llamativos e importantes, como sé que planeas viajar por todo el mundo conocer estás cosas te servirán en el futuro así que pensé que te podría gustar"—"Gracias mamá, es mucho mejor de lo que creía".

¿Un libro sobre geografía y cosas interesantes del mundo eh? Mamá tiene razón, esto me servirá para cuando sea más grande, aún no tengo la edad para ser aventurero pero puedo irme preparando.

"Ly, has mejorado mucho como mago. Este regalo se le suele dar a los alumnos nada más empezar las lecciones pero como estaba tan sorprendida por tus habilidades me dejé llevar y se me olvidó por completo pero aquí tienes, esto te ayudará a volverte un mejor mago"—"¿Qué es?"—"Un cetro mágico, o también llamado varita"—"Una varita... ¡Muchas gracias, es justo lo que quería"—"Me alegra que te guste"—"¡Claro que me gusta, y mucho más si regalo de usted maestra!"—"Ly.. Gracias"—"A usted".

Una varita, aunque lo más correcto sería cetro, ya que después de todo tiene las características más cercanas a las de un cetro aunque es tan pequeño como una varita, eso da igual, lo que importa es que al fin tengo mi propia varita, ¡estoy un paso más cerca de tener mi propio báculo!

"Hijo, este regalo lo tenía pensado desde el día en que naciste. La primer espada de un hombre debe tener un lugar especial tanto en su corazón, como en su experiencia. Si es así, no eres digno de portar una espada. Las espadas... Bla bla.. más espadas..."

La charla de Arthur se convirtió en un discurso sobre la importancia y responsabilidad que conlleva tener una espada, también que mi fuerza debe ser para proteger a los débiles y muchas cosas que si soy sincero, ya sabía.

El discurso de Arthur podría haber continuado por todo el día si no fuera porque Aspea lo interrumpió diciendo "Creo que ya le quedó claro a Ly, ¿O me equivoco hijo?"—"No, me quedó muy claro"—"Lo siento, me dejé llevar un poco".

¿Un poco? Un poco mucho más bien. Aunque bueno, eso no importa ahora.

La espada que Arthur me entregó era una hecha a mi medida, es algo pesada a comparación de las de entrenamiento que he usado hasta ahora pero no importa, por algo he entrenado mi fuerza ¿No?

"Y bien, ¿A qué hora vamos a ir a matar un par de Goblins?"—"Ly, hijo, sé que te lo prometí pero...".

Ví un poco de tristeza y preocupación en su mirada, al parecer Arthur no quiere que yo haga esto.

"Papá, voy a estar bien, ¡Lo juro!"—"Tus habilidades no son lo que me preocupa, si no que los monstruos han estado teniendo comportamientos muy extraños últimamente, además de que estamos cerca de encontrar la base principal así que sería peligroso llevarte con nosotros"—"No necesitamos ir tan lejos, podemos solo ir a buscar un pequeño grupo que esté buscando información de la aldea o algo"—"Ese es el problema, ya no son grupos pequeños, la mayoría excede los 10 Goblins"—"No importa, puedo con ellos, tengo mi magia y mi espada, puedo con eso"—" Lo siento mucho hijo, tal vez cuando las cosas se calmen un poco más, ¿Puedes esperar hasta entonces?"—"Si, está bien"

Me siento frustrado, esperé tanto este día solo para pelear contra unos Goblins y ahora no puedo solo porque se han comportado raro últimamente, maldita sea.

"Tranquilo Ly, no hay de que preocuparse, ven, vamos a practicar nuevamente tu magia de defensa"—"Está bien..."

No me siento con ganas de hacerlo pero da igual.

"Respecto a eso, señorita Fraine, ¿Podría ayudarnos nuevamente en la incursión de hoy? creemos que el puesto que encontramos dos días atrás es el principal así qué nos vendría bien su magia"—"Pero... ¿Que hay de Ly?"—"No se preocupe por mi maestra, usted vaya"—"Ly... Esta bien, iré"—"Muchas gracias por su ayuda".

Justo después Arthur y Fraine se prepararon y se fueron de casa, que día de mierda.

Por más que quiera pareciera como que todo el mundo se puso en mi contra para que no pudiera matar ni a un mísero monstruo, lo único que quiero es luchar, no quiero más.

"Ly.."—"Mamá, voy a estar en mi cuarto leyendo el libro que me regalaste, si me necesitas, ya sabes dónde voy a estar"—"...Si"

Pov de Arthur

Pobre de Lyus, espero con tantas ansias este día solo para esto pero... Las circunstancias no se presentaron adecuadas. Me siento como un mal padre.

"Fraine"—"¿Que pasa?"—"¿Piensas que soy un mal padre?"—"¿Por qué piensa eso?"—"Bueno, Lyus estuvo esperando este día solo para luchar pero no pudo, debe de haberse sentido muy mal y más cuando yo se lo prometí"—"Él no es un niño ordinario, sé que entenderá"—"Tienes razón pero su mirada... hoy estaba inusualmente llena de anhelo.."—"...Lo sé, yo tampoco puedo evitar sentirme mal por él... lo único que podemos hacer por ahora es acabar con esto rápido para cumplir la promesa que le hicimos a Ly"—"Si, hay que apurarnos".

Pov de Aspea

Pobre de mi niño, me duele verle la cara así de triste.

Hace tan solo un instante el estaba rebozando energía y felicidad, pero ahora... él está ahí, encerrado en su habitación. Dijo que iba a leer pero sé que no es así, debe estar acostado en su cama, triste sintiendose impotente.

Pobre Ly, se le borró su hermosa sonrisa de un instante a otro como si fuera una huella en la tierra siendo borrada por la lluvia.

Pov de Lyus

Sé que dije que voy a leer el libro que me regaló mamá pero... Ni siquiera he leído el nombre de este.

Solamente estoy recostado en mi cama, sin pensar en nada, sin hacer nada. Tengo el libro abierto a un lado mío.. aunque de poco sirve ya que le estoy dando la espalda.

No sé porqué estoy tan triste, ya sabía que algo como esto podía pasar, pero aún así, no puedo evitar sentirme decepcionado.

Ya tengo una espada y un cetro de mago, debería poder acompañarlos como un guerrero más, pero no... aquí estoy, en mi cama, actuando como un niño cuando ya tengo más de 40 años.

¿Que tan miserable puedo llegar a ser?

Toda mi vida pasada la pasé viviendo sin necesidad de vivir, pero tampoco tenía una razón para no hacerlo, simplemente estaba existiendo... Haciendo lo que los demás me decían.

Estudia mucho para ser alguien importante, estudia tal carrera, te pagan bien ahí, haz esto, haz lo otro.

Yo no tenía control sobre mi propia vida, era un ser miserable, un cascarón vacío que solo hacia lo que los demás le decían.

Aún así llegué lejos, me convertí en el más estudioso de mi escuela, no, del país completo, luego entré a una de las mejores universidades del mundo, salí de ahí con una de las mejores calificaciones, conseguí un trabajo con una paga espectacular y al final hice mucho dinero, pero... ¿De que me servía todo eso si no era feliz?

No quiero terminar de igual forma que en mi vida, pero está forma de actuar no me para de traer todos esos malditos recuerdos que quiero eliminar de mí. Ya no quiero saber nada más de ese mundo, de ese yo. Ya no soy esa persona, soy alguien con sentimientos otra vez, alguien que no tiene dudas de por qué existe... Soy alguien libre.

O eso pensaba... Ahora mismo me siento impotente, aunque aún soy un niño, me siento mal por no poder hacer algo que no le corresponde a un niño como yo.

No sé porque me estoy comportando de está forma, tal vez es porque aún soy un niño e inconscientemente me comporto de esta forma debido al choque entre la inmadurez de mi cerebro de niño y la madurez de mi consciencia de adulto.

¿A quien trato de engañar? ¿Consciencia de adulto? ¡No pude siquiera terminar de madurar en mi vida anterior! ¡¡Aún soy un maldito niño!!