S E I S
Actualizaciones Lentas
La conversación que tuvo con sus padres había sido directa y concisa, todo aquello de ser entrenado por su nuevo amigo para convertirse rey era un plan pobremente elaborado con un doble propósito, beneficiarlo a él para después traicionar a Blake.
O por lo menos así lo veía Leo.
El dulce vampiro se sentía terrible ante la idea de que el unico motivo por el cual se reunirían era para convertir a ambos en los perfectos soberanos de los reinos más caóticos de la isla de Ooo, incluso si uno de ellos era completamente ajeno a aquel propósito.
La segunda razón por la cual se sentía tan maldito era que no le podía importar menos lo que sucedería si Blake, por algún motivo, llegase a enterarse de la otra parte del poco honorable plan de sus padres y que él estuvo involucrado. Le dejaba un terrible mal sabor de boca pensar en lo egoísta que estaba siendo pero, afortunadamente, tenía una buena razón, según él, para ser parte de ese traicionero plan; Leo solo quería pasarla bien con un tipo genial y el príncipe mitad mitad era lo más genial que había visto en su vida.
Viviría el presente y después se encargaría de las consecuencias.
— Concentrate, Leo. — Pidió Blake recargado en una pared del salón en el que entrenaban.
— ¡E-en eso estoy! — Contesto en automático sintiendo el temblor que causó en sus brazos el choque de espadas con su contrincante.
Un suspiro pesado y audible por parte del de fuego hizo avergonzar al vampiro, se había sumido en sus pensamientos y el tiempo que solían durar sus batallas con los guardias del castillo se había duplicado, frunció los labios y arrugó el entrecejo cuando al esquivar un ataque frontal el filo del arma despuntó su revoltoso cabello.
Bufo queriendo dar fin a ese cansado enfrentamiento de una buena vez y sin importarle más las normas de combate que Blake se molestó en explicar durante una hora golpeó con fuerza el costado del guardia con la empuñadura de su espada lanzándolo al suelo. Sus comisuras se estiraron en una sonrisa mientras con rapidez se giraba para ver a su entrenador.
— ¿Que tal lo he hecho? ¿Genial, estupendo, fantástico? — Urgió saber con la emoción de un niño.
Blake cubría la mitad de su rostro inferior con ambas manos, era la tercera vez que veía un combate del vampiro y ya había detectado sus principales fallos a la hora de blandir una espada, el trabajo que, en un principio, creyó sería una tarea fácil sería más complicado de lo que pensaba.
— Toma una vez más posición de combate. — Ordenó acercándose.
— ¿Esta vez serás tú quien pelee conmigo? — Cuestiono acatando la orden.
— En realidad corregiré tus errores, después ya veremos. — Explico pensativo.
Leo hizo una mueca de desilusión girando la mitad del torso para ver como Blake se posicionaba detrás de él mirándolo atentamente.
— Yo no tengo errores, ¿estás seguro que prestaste atención a mis combates? ¡Acabe con ellos de un tajo! — Alardeo volviendo la vista al frente.
— Eso solo prueba lo mal entrenados que están tus guardias. — Se burló en bajito sabiendo que había un par de armados hombres en la habitación. El dulce se encogió de hombros y bufo algo molesto ante el indirecto insulto a su técnica de espada. — Eh.. Tranquilo, se supone que estoy aquí para ayudarte ¿no?
Blake tomó el leve asentimiento de cabeza de Leo como señal de que podía proseguir; Dio dos golpecitos con la punta de su pie al talón derecho del menor indicando que una pierna debería estar más adelante que la otra.
— También separa más las piernas y mantén la empuñadura de la espada a la altura del ombligo — Ahora de frente con sus propias manos posiciono la espada y corrigió el agarre — Abre los codos y apunta el filo a la garganta de tu oponente. — Ordenó por último antes de alejarse para ver la nueva postura del vampiro.
Leo trago con fuerza el nudo de nervios que se había formado en su garganta y mantuvo la posición pese a que la insistente mirada de Blake le ponía a sudar, jamás había pensado en lo serio e intimidante que podía llegar a ser.
— ¡Bien! — Halago el de fuego tomando otro sable de madera para volver frente al vampiro — Tienes una idea de los movimientos de ataque básico yo señalare si tienes errores durante en combate, empecemos.
— ¿Qué? ¡No, espera! — Gritó mientras se escudaba del primer golpe.
— No me evadas. — Exigió Blake volviendo hacia atrás al haber atacado.
— ¡No te estoy evadiendo!
Aún algo ofuscado por el repentino ataque decidió a ir por un corte crítico directo a su garganta pero en cuanto el filo de la espada iba a llegar a su oponente este se echó hacia un lado y con su mismo sable enderezo el suyo.
— Temblando no harás nunca un corte limpio. — Informo con burla.
— No puedo evitarlo la espada es muy pesada. — Murmuró volviendo a inicio — Me duelen las muñecas. — Confesó rompiendo su postura con cansancio.
Blake abrió ligeramente los ojos ante la sorpresa, realmente no se esperaba que ese fuera el problema, todos los combates eran tan rápidos que no llego a notar lo débil que era el agarre en la espada.
— Tus manos. — Pidió enseñando las palmas. Leo dejó la espada en el suelo y entrelazo sus dedos con los de Blake.
— ¿Ahora qué... ¡ay! Deja de hacer eso. — Pidió doblando las rodillas mientras sus manos eran empujadas hacia atrás. El de fuego se soltó y se alejó unos pasos para que pudieran verse bien.
— Imitame. — Ordenó sentandose en el suelo y cruzando las piernas para luego recargarse hacia atrás con ayuda de una mano.
— No puedo hacer eso. — Advirtió tratando, inútilmente, de hacer lo mismo.
— ¡Por supuesto que no! Por eso eres tan malo con la espada eres... ¡eres una viga: rígida y sin gracia! — Regaño levantándose del suelo y ayudando al vampiro.
— ¿Algo más que quieras añadir señor yo hago todo bien y tu eres un desastre? — Alzó una ceja con molestia.
— ¿Qué quieres decir con eso? — Cuestionó incrédulo.
— ¿Qué que quiero decir? No has parado de insultarme.— Explico — Sé muy bien la diferencia de experiencia que hay entre nosotros pero ¿tan necesario es hacerme ver cada fallo de esa manera?
— Yo solo trato de enseñarte. — Justificó con sus mejillas coloradas por la vergüenza del reproche de Leo.
— ¿Y no encontraste un método más ortodoxo?
— ¿Crees que yo aprendí de la forma tradicional? Me lastime de tantas formas allá afuera tratando de aprender por mi cuenta como pelear con espada que no serías capaz de imaginarlo — Espeto molesto.
— ¡Claro que no podría imaginarlo no he salido de este reino más que una vez en mi vida!
Blake pestañeó sorprendido ante el repentino volumen de voz que empleo el menor. Se giró dándole la espalda para tratar de calmarse pero al ver cómo los guardias del castillo apuntaban sus lanzas contra ellos dos la reciente discusión con Leo dejó de ser lo primero en ocupar sus pensamientos.
— ¿¡Qué hacen apuntando sus armas hacia acá!? ¿¡Que no ven que es su príncipe!? — Cuestionó a los hombres haciéndose a un lado para dejar ver al vampiro.
— Blake, espera, confundes las cosas... solo calmate. — Pidió el menor en un susurro con repentino nerviosismo al salir de su enojo anterior.
Los temblorosos guardias se echaron a un lado sin bajar sus armas dejando ver a Gumball en la entrada de la habitación donde entrenaban. Blake que hasta ese momento no había dejado de ver con furia aquella falta comenzó a calmarse hasta bajar el rostro al no poder darle la cara al rey.
— No apuntan sus armas contra mi hijo. — Se escuchó la voz de Gumball y Blake siguió sin alzar la mirada — Sus órdenes son detener cualquier amenaza para el reino y, justo ahora, tú estás representando una. — Informo de brazos cruzados con aparente molestia.
— Papá... por favor, no... — Murmuró Leo pero Gumball paso de largo su pedido.
— No estoy juzgando tu forma de enseñar pero debes tener en cuenta que el combate con espada nunca ha ocupado un gran espacio en las tareas de Leo, como príncipe su papel siempre va a ser tras las tropas que combatiran en su nombre. — El rey espero una respuesta del de fuego pero al no recibirla continuó — Agradecería que fueras más considerado y evitaras este tipo de discusiones, eres un invitado en mi reino y no soportaré más de tus destrozos. — Agregó por último antes de retirarse junto a los guardias.
La habitación se sumergió en un pesado silencio antes de que el sonoro suspiro de desánimo que salio de los labios de Blake terminará con el.
— Hey, disculpa eso mi padre claramente es algo paranoico y no deberías tomar con seriedad lo que dice cuando se enfada... — Murmuro tratando de animar al de fuego.
— No.. Soy yo el que debe disculparse. Tu padre tiene razón debí ser más considerado... — Confesó desplomándose abatido en el suelo bajo la sorprendida y curiosa mirada de Leo ante aquella faceta del chico mayor — Es solo que creí que esto sería más fácil, nunca fui un buen alumno en mis entrenamientos y creo que por eso no soy bueno enseñando. Leo... — Alzó el rostro dejando ver sus mejillas coloradas por la vergüenza — Siento de verdad que tengas a tan pésimo chico a cargo de tu futuro.
El vampiro abrió ligeramente los ojos con incredulidad mientras una sonrisa se formaba en su rostro y una ligera risa se escapaba de sus labios hasta convertirse en una sonora carcajada.
— ¿D-de que te estas riendo? Me estoy disculpando adecuadamente ¿y te burlas en mi cara? — Con las mejillas aún más encendidas que antes se levantó con premura para encarar al infantil vampiro.
— Es que estas tan rojo, hasta tu cabello está encendido... — Informó tratando de calmar su risa cubriendo su boca con ambas manos pero le resultaba imposible, ver a Blake tan avergonzado era un espectaculo para sus ojos.
— ¿¡Q-qué!? ¡No mires, olvida lo que lo viste! — Suplico cubriéndose.
— Hehe~ Demasiado tarde, no creo poder olvidar eso en mucho tiempo. — Aseguro con una sonrisa mientras limpiaba las pequeñas lágrimas que se desbordaron de sus ojos.
— Esto nunca había pasado, es tan embarazoso... — Murmuró más calmado antes de ver con recelo al causante de esa reacción — Considerate afortunado de que no te incinere vivo aquí mismo y por lo que más quieras deja de reirte.
— Lo siento, es solo que estoy tan feliz de saber que no eres tan perfecto como yo creía, ni siquiera sabías que estabas en llamas hasta que te lo dije. — Su sonrisa se ensancho aun mas mientras flotaba a su alrededor divertido por su descubrimiento.
— Como sea — Murmuró aún algo colorado —, será mejor que me vaya, mañana saldremos y necesito, al igual que tu, tener todas mis energías.
— Oh, ¿porque no te quedas? El castillo es muy grande apuesto que mis padre ni se darán cuenta que te quedaste.
— Eres muy amable pero apuesto a que si el rey Gumball, de alguna forma, llega a enterarse que pase la noche contigo no me dejara ir a menos que sea cortado en pequeños trozos. — Tomando la mochila con algunas de las armas que usaron para entrenar se acercó al vampiro para despedirse — Nos vemos mañana, recuerda que iremos a entrenar en una montaña.
— Si, hasta mañana. — Se despidió con desgana.
Leo suspiro escuchando los pasos cada vez más lejos de Blake, realmente se aburría cuando este no estaba y cada vez que se iba no podía evitar esperar con ansias a que el día siguiente llegará para poder pasar más tiempo con él y divertirse.
— Eh... Leo, una cosa más. — El nombrado se giró ligeramente sorprendido de que aún no se hubiera ido — No le digas a nadie de... eso que paso. — Pidió con timidez.
— No te preocupes, no le diré a nadie, será un secreto nuestro. — Garantizo con una sonrisa.
— Gracias, sé que puedo confiar en ti. — Agregó antes de irse.
El vampiro poco a poco comenzó a descender hasta que sus pies tocaron el suelo. Sintió su corazón latir con rapidez y suspiro con culpa recogiendo su espada de entrenamiento del suelo para colocarlo en su soporte, miró de reojo por donde se había ido su amigo y trago el nudo de culpa que se había formado en su garganta.
¿Realmente estaba bien mentirle solo para pasar algo de tiempo juntos?
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Sé que no estoy esforzandome por traer capítulos lo mas pronto posible pero eso no significa que no me esfuerce por darle a cada uno ese "ambiente" que tiene la historia y cuidar que haya una coherencia. Aun así me disculpo por la demora gracias por ser tan pacientes ಥ_ಥ
Saben, en historias anteriores siempre he tenido una clara idea de cómo será y que pasara en cada capítulo y cual va a ser la duración de la misma pero con esta es diferente, no sé cuantos capítulos durará o que pasará en cada uno, tengo pequeños fragmentos de lo que quiero redactar pero al momento de escribir cualquier cosa puede resultar y creo que por eso este fic es uno de los más difíciles que he escrito.
Poco a poco esta historia toma un rumbo, tal vez aun no sea muy claro pero espero que sepan apreciarlo cuando este concluido.
Gracias por tener la paciencia de esperar por un capítulo mas, no sé si realmente mi historia vale tanto la pena pero de verdad me alegra que sigan leyendola ❤
¡Un saludo y un enorme abrazo para todas mis lectoras!
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