Si, yo estoy muy loca o lo que le sigue de eso, bese a el rey por qué desde que comenzó a ser más amable y menos idiota comenze a sentir una atracción por el, no sabía si era mas una confusión o algo así pero ma verdad es que necesitaba responderme todas mis dudas y que mejor que con un beso.

No sabía si me correspondería y mejor que lo hiciera, podrán llamarme loca pero un fuego se encendía en mi interior al verlo, ni siquiera sabía su nombre verdadero solo "el rey" y si una semana es muy poca para sentir algo ¿Y que?, De que sirve decir si es mucho o poco tiempo un sentimiento es algo que supera el tiempo .

Mis manos temblaban cuando enrede mis manos en si cabello, al inicio se quedó rígido
Cómo una piedra pero después de unos segundos me beso de nuevo, diría que fue un beso que rompió la tensión entre nosotros sin embargo el beso no era subido de tono por qué al parecer esa no era la intención de ninguno.

Todos necesitan aire y nosotros no somos la excepción, lo mire a sus hermosos ojos grises que me recordaban a la luna, su boca y la mía no pronunciaban palabra alguna sin embargo, creo que nuestras miradas lo dicen todo.

Continuo caminando y me llevo a mi habitación, me recostó con cuidado en la cama y me quito los botines.
—espera aquí, iré por unas cosas—se fue dejándome sola, me mire en el tocador y me veía horrible sin duda esa pequeña gran prueba me había dejado echa pedazos.
El rey regreso con un botiquín, miro mis pies que tenían múltiples rasguños y algo de sangre seca por algunos de ellos.

Me ardía de una manera extraña pro que me dolía pero no lo suficiente para causarme un dolor muy profundo, me tomo uno de mis pies y comenzó a limpiarlo con un algodón y alcohol, apesar de que creería que era una bestia bruta el rey hizo cuidadosamente todo, como si yo fuera una muñeca de porcelana.

—dahak—dijo el sin despegar los ojos de mi herida
—¿Que dices?
—dahak, ese es mi nombre, nadie más lo conoce además de ti—eso me sorprendió
—¿Por qué yo?
—no lo sé, eres tan... ¡Tan tu!—aventó las cosas que tenía en la mano
—hey, hey calma
—es que tú nunca me has temido, jamás has huido apesar de lo que te he hecho ver, jamás dejaste de retarme, tienes una sed de sangre inigualable y eres muy buena en todo, no sé por qué confío en ti pero lo hago —me levanté de la cama con calma y lo mire
—yo también confío en ti

Está vez el me beso, sus labios sabían tan delicioso que era tan adictivos como cualquier caramelo, paso sus manos por las mías de arriba a abajo en un delicado toque, me acerco hacia el sin necesidad de la fuerza y yo puse mis manos en sus mejillas para atraerlo más a mi, comenzamos a caminar lentamente hacia atrás y sentí que caía a ma cama, hice una mueca de dolor por qué mi espalda me dolía, el sonrió entre el beso y se separó.

—tendremos que posponer esto un poco, quiero que sanes cómo es debido, descansa—me dió un beso en la sien y salió de la habitación, mi mirada lo siguió hasta que salio por la puerta.

Me toque los labios justo donde me había demostrado amor, me toque la sien dónde sus labios me habían demostrado cariño y me toque mis manos dónde el me demostró la lujuria.

Sentía que todo esto era un sueño, pero al mirar a la ventana pude ver a la luna, me acerque y la abrí, ahí estábamos de nuevo, mis viejos amigos y yo, la luna, el silencio y mi compañía. Parecía que hoy la luna brillaba más, como si supiera mi felicidad y el silencio me dejaba escuchará sonidos tranquilizantes a lo lejos, más considerado de lo normal.

—hace un poco que no podemos hablar, pero estoy segura de que están al tanto de todo, me gusta el re... Dahak, supongo que puede ser algo más pero no sé si el lo corresponda de esa manera, no se si podré dormir pensando en ello pero se que estarán a mi lado como siempre estuvieron.

Me aleje hacia mi cama pero no me dormí me quede mirando a la luna y escuchando la música que el silencio me daba, la ventana estaba abierta y el aire movía las transparentes cortinas.
La noche paso entre mis murmullos y pensamientos, desperté acostada en mi cama pero no estaba dentro de mis cobijas, muy probablemente me había quedado dormida pensando.

Baje en pijama al comedor pro que a esa hora normalmente estaba el desayuno, dl rey ya estaba allí sentado.
—hola Sunmer
—sun, dime sun
—dime sun ¿No te gustaría tener un nombre clave?
—¿nombre clave?, Cómo "mamá oso"?—me rei recordando las Miles de películas que había visto
—¿Que tal...? Tanatos—frunci el ceño mientras el elevaba una ceja
—¿Que significa?
—labios de la muerte
—¡me encanta!, ¿Eso significa que te mate ayer?
—no, de echo diría que reviviste cierta cosa en mi—joder la tensión sexual se sentia

Y no mentia, enserio me gustaba, era un apodo lindo y de los pocos que ma gente me ponía además de "sun", casi nadie lo hacía y eso lo convertía en algo especial, el rey en guiño un ojo.
—¿Cómo está tu espalda?
—mejor que ayer pero aún duele y mis tobillos están como nuevos, ¿Cómo vas tú del hombro y de la pierna?—baje la mirada sientiendome avergonzada de lo que había echo
—bien, solo tuve que coserme el hombro
—¿¡Que tú qué?!—dije exaltada y el se rio de mi
—no es cierto solo limpie la herida y la vende un poco, espero que ya hallas decidí que haremos
—si, quiero quedarme contigo un tiempo pero nada de entrenamiento
—oh... Pensé que te gustaba verme sin camiseta la última vez casi babeabas
—no es que no me guste verte me encan... ¡Digo, no!, No me gusta, es una vista horrible—dije mintiendo
—apuesto que no pensabas eso ayer en la noche—me atragante con mi jugo de naranja y baje la mirada poniendome roja
—pies tu dijiste que te había gustado asi que no soy la única.
—me gusto el beso pero me gusta más otra cosa—gire mi cabeza hacia un lado sin entender—tu
—tambien me gustas

Creo que el no se esperaba eso, lo digo por qué sus ojos mostraron sorpresa y un poco de picardía que se fundió al instante con nostalgia, apretó el tenedor que tenía en la mano.
—¿lo suficiente para quedarte a mi lado?—esta vez la sorprendida era yo, no me esperaba esa clase de pregunta
—si, me quedaría contigo pero quiero estudiar la universidad
—entonces vive conmigo, conseguiré un departamento cerca de la universidad, se mi reina
—esta bien, seré tu reina pero te aviso que soy una inutil
—de echo no, eres más fuerte que todos mis hombres por qué te entrene así, nadie podrá ponerte un dedo encima incluso si yo no estoy, todos deberán tenerte el mismo miedo que me tienen a mi por el echo de que eres igual de fuerte que yo, lo demostraste ayer.

Muchos dirán que esto fue rápido, pero auqneu se que es verdad no he podido evitarlo, note que Dahak solo finge ser una persona horrible pero es lindo por dentro, me gusta por qué no diría que me enamore de el, no voy tan rápido pero no me sorprendería terminar perdida por el.

Le dije que si me llevaría a montar a los caballos un momento, accedió y caminamos hacia ahí, me llevo a los establos y me enseñó a una hermosa yegua más blanca que la nieve, se veía muy cuidada y además tenía cierto aprecio hacia el rey.
—se llama Leila y este—camino hacia el establo continuo—es Autumn —era un corsel color negro noche con unos que gritaban furia pero apesar de eso era igual de tranquilo que Leila
—son muy bonitos
—ella ahora es tuya, ¿Sabes montar?—negue con la cabeza.

Termino enseñándome paso a paso lo que tenía que hacer y pude montal a Leila bien, después salimos de la casa hacia el bosque y en un punto Dahak me dijo que dejáramos que los caballos descansaran un poco y que conocía y lago cerca.
Baje de Leila frente al lago que había, ella se acercó a tomar agua de allí, me senté en la orilla y Dahak se puso a mi lado.
—¿Quieres nadar?—me propuso y asentir, se quitó la camiseta y el pantalón, hice lo mismo con mi ropa y entre al agua que estaba un poco fría, gire buscando a dahak pero no lo ví, sentí unas manos en mis tobillos jalandome hacia dentro del agua y apenas y tuve tiempo de tomar un poco de aire.

Antes de patalear a mi captor me di cuenta de que era el rey digo dahak, se acercó a mi y me beso, tuve miedo pero el aire dentro de nuestras bocas hacia que el agua no entrara además de que mientras nos besábamos íbamos subiendo a la superficie.

Cuando nos separamos ya estábamos con la cabeza afuera, dahak enfoco sus ojos hacia los míos y luego bajo la mirada a mis hombros y levanto una mano.
—¿Encaje?
—¿Sorpresa?
—¿Intentas provocarme tanatos?
—¿Lo estoy logrando?
Y su respuesta fue un si pero no lo dijo con la voz sino que me beso y mucho más apasionado que las veces anteriores, me beso unos treinta segundos y bajo a mi cuello, sus manos pasaron de mis caderas hacia mis bragas en un santiamén.

Sentí sus dedos en mi entrepierna pero no de manera directa, me estaba tocado por encima de las bragas justo en el punto correcto para soltar un gemido.
—oh nena que lindo gritas pero ...—quiigo sus dedos y se alejo de mi—me temo que no puedo darte lo que quieres, necesito que esa flama dentro de ti crezca tanto que cuando mis dedos te penetren con fuerza lo disfrutes al máximo.

Gire los ojos pero sus palabras solo me hacían querer echar todo al carajo y hacer que terminara quitándome las ganas pero me negué, tenía que ser fuerte y no caer más en sus encantos.
Cuando regresamos a casa ya casi al atardecer le dije que quería leer un poco y dijo que me daría mi espacio y que nos veríamos en la cena, estuve escribiendo un rato y mi sexo aún palpitaba por falta de atención y decidi que si dahak no me daría lo que quería me podía complacer yo solita.

Me acosté en mi cama boca arriba y me baje mis pantalones con mi ropa interior para bajar lentamente mi mano hacia mi entrepierna, cuando me toque ya estaba tan mojada que me había puesto mucho más caliente, me metí dos dedos y no me costó trabajo por lo dilatada que estaba.

Mis dedos se respaldaban hacia dentro y hacia afuera y cada vez lo hacía más rápido mientras pensaba en que dahak me tocaba, comenze a gemir. Escuche toques en la puerta justo cuando iba a tener mi orgasmo, saque mis dedos y los limpie en un pañuelo que tire para después subirme mi ropa y abrir la puerta.

—¿Te has estado portando mal?—dijo dahak mirándome divertido
—¿De que hablas?—menti haciéndome la tonta y el entro a la habitación empujándome hacia la pared
—no me gustan las mentiras, está vez te castigarte por desobediente

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L@s quiero
Atte. Escritoranonima59