Me quedé dormida esperando a Nora y salí muy temprano como para ir a clases juntas, viste un rato el lago intentando decirme a mí misma que mi idea de ir con el rey era un asco pero no recapacite y mi decisión tampoco cambio.

Por lo tanto después del almuerzo me di cuenta que Nora me evitaba, me dió igual tal vez estaba un poco ocupada, después de todo Novacum no era sencilla en ningún momento. Comenzé a pregramar mi tarde y pensé en qué tan lejos sería el lugar donde vería a el rey, recorde sus palabras de "sabes dónde encontrarme" pero la verdad que no lo sabía, las veces que nos habíamos visto nunca me llevaba a un lugar específico.

Decidí dejarle un mensaje en el móvil, no algo muy elaborado simplemente un "quiero hablar contigo", nunca recibí respuesta pero dos clases más tarde supe que había leído el mensaje, como me había dejado en visto creí que a lo mejor era muy tarde o que me había mandado al carajo por qué teia cosas más importantes que hacer. Pero mis dudas e inseguridades se disperzaron al verlo en mi clase de filosofía, no sabía si sorprenderme o agradecerle por qué no había echo la tarea.

Cómo siempre estaba sentado en el escritorio mirando a su teléfono y vestía un elegante traje azul oscuro, levanto la mirada y camino hacia la puerta, lo seguí por qué a mí parecer era un poco obvio que había venido por mi, Vi su auto en el estacionamiento el se subió y yo también, me miró esperando a que hablara peor depronto la voz se me fue, como si mis cuerdas vocales hubieran Sido cortadas, mi puso se aceleró del miedo al rechazo y mis manos temblaban y está vez no culpaba a mi mal pulso por ello.

—yo estuve pensando acerca de lo que dijiste—intente sonar lo más segura posible y el asintió con la cabeza como diciendo "continúa"—quiero serbuo misma, dejar de reprimirme—dije usando sus propias palabras—quiero que me enseñes a hacerlo

—¿Por qué aceptaste?

—por que en teoría estoy sola, antes temía de a quién podía dañar, aún así creo que mis amigos están ocupados y conseguirán un remplazo y mi familia solo le importa que consiga el título universitario, ¿Que puedo perder?

—eso suena muy deprimente pero válido, espero que estés lista por que durante los siguientes días nos enfocaremos en distintas cosas y necesito que estés 100 % conmigo, significa nada de universidad—queeia gritarle por lo último pero mantuve la calma.

—no quiero reprobar antes del segundo semestre, no puedo faltar ni un solo dia—espete

—ya te dije que yo me encargo de ello, seguirás en la universidad por qué al parecer lo disfrutas, es solo que ahora tienes prioridades antes que la escuela. ¿Nos vamos?—me pregunto y asenti.

No supe a dónde me llevaba, me confundió metiéndose en mil calles, decidí que tal vez era mejor no ver adónde me llevaba, en su momento lo sabría. Terminamos llegando a una mansion blanca, había jardines y rejas elegantes, le habrieron a el rey la entrada y pude ver la mansión por adentro, campos verdes se atendían alrededor de la casa, un laberinto estaba en el lado izquierdo y parecía que estaba en el campo y no en la ciudad, me preguntó si en algún momento me saco de allí.

Salimos del auto, el calor me recordó el cuerpo y mis mejillas de calentaron casi al instante, el piso bajo mis pies eran pequeñas piedritas grises, mientras caminábamos hacia la entrada no me quedo duda alguna de que los mafiosos podían tener de todo.

Al entrar en la casa me di cuenta de que tenía un estilo un poco mediabal peor a la vez moderno, era hermosa sin dudas. El rey y yo caminamos hacia un pasillo que estaba a la derecha y pasamos por una sala de estar con cuadros más viejos que la reina Isabell.

Después fuimos a lo que parecía una sala de estar aún mas grande y con una televisión, no se cómo podía parecer tan antiguo ydoo pero a la vez todo era muy moderno, caminamos entre los pasillos hasta que me metió a una habitación, tenía un tocador de madera color oscuro, la cama era como en el siglo XIX, la luz entraba por la ventana que daba hacia lo que parecía el jardín de atrás si es que puedo decir jardín ya que parece más un prado, dónde literalmente había de todo, a lo lejos visualizaba un establo.

Me emocione y quise decírselo al rey pero cuando voltee ya se había ido, frunci el ceño y salí de la habitación y asome la cabeza por el pasillo pero no había rastro de el, no sabía a dónde ir pero sabía que quería buscarlo así que eso hice. Salí de la habitación y camine por los pasillos admirnaod el tapiz de las paredes y los objetos antiguos dentro de la casa.

Cuando ya había pasado más de media hora y yo aún no lograba encontrarlo quise regresar al cuarto en dónde el me había dejado pero no recordaba en dónde estaba el cuarto, Desee que ojalá encontrará a alguien más en la casa pero después me di cuenta que estaba tan vacía que encontrarme con alguien más me tomaría siglos.

Comenze a hartarme y mi paciencia se perdía más con cada segundo que pasaba, tenía varias opciones en mente.1.Encontraba al rey 2. Encontraba el cuarto 3. Encontraba las escaleras 4. Encontraba a alguien que me ayudara a ir a alguna de las anteriores. Camine a dónde se me dió la regalada gana lo cual hizo que me estresara más y que comenzara a querer destruir todo mi paso.

Senti unos pasos detrás mío y antes de reaccionar ya estaba en el suelo, el peso que tenía encima desapareció casi de inmediato, me gire y Vi al rey.

—¿Dónde mierda te habías metido?

—desapreciste y quise buscarte

—¡Te deje para que tuvieras tiempo de adaptarte y yo para buscarte algo de ropa!—al parecer nuestra paciencia era casi igual

—solo dame la ropa y llevaba a la habitación—le dije

Después de que me dejara en la puerta, me cambie mi rápido y me hice una coleta, y salí a verlo, me estaba esperando enfente de la puerta para evitar situaciones como la de perderme, me vio y nego con la cabeza , señaló a mi coleta.

—estas solo se hacen en ocasiones especiales—con un cuchillo cortó la liga con la que me había peinado y me asuste por mi cabello, lo mataría si lo había cortado aunque sea un pelo.—relajate, se usarlos, si quisiera hacerte daño ya lo hubiera echo—dijo jugando con su cuchillo

Dió media vuelta en sus talones y camino por el pasillo, después de caminar y bajar las escaleras salimos al patio de atrás y caminamos entre el césped, llegamos a una reja color negro, el la empujó y de abrió.

—esta es la sala de entrenamiento, es un pequeño pasillo dividido por arbustos en dónde en cada sección hay una actividad, estaremos aquí varias veces pero también practicaremos en el gimnasio y esas cosas

— ¿¡Tengo cara de máquina?!—el me miró desafiante

—no, pero lo seras, en la mafia no nos gusta la gente débil, comenzemos.

Entre y cerre de nuevo la reja, frente a mi ví a distintas siluetas de personas echas de metal las cuales tenían distintos rasguños. Un arbusto nos dividía de aquellas siluetas, mire al rey y estaba sacando de abajo del arbusto un maletin color café, lo abrió y dentro de el habían muchos cuchillos de todo tipo.

Lo mire con desconfianza y tome un cuchillo que estaba dentro de una funda, tenía un diseño especial en el mango y en la punta de la funda, era pequeño y su hoja era blanca palida y delgada, era ligero y cómodo, era como una pequeña espada. El rey cerró el maletín y se hizo hacia atrás esperando algo, cuando vio que no hacía nada giro los ojos y dijo.

—intenta lanzarlo y darle al blanco, piensa en que parte del cuerpo quieres dar y lanzalo, veamos que tal lo haces.

Gire mi cabeza, me acomode como creía que era y correcto, puse mi cabello detrás de mi oreja, y después de jalar hacia atrás mi brazo lo hice hacia delante y lo solté, le di en la parte del estómago a la silueta o como se llamará, mire al rey esperando sus comentarios.

—no está mal pero tampoco es perfecto, ¿A qué querías darle?

—a la cabeza—el soltó una carcajada

—como sea, ve por el cuchillo, desde ahora en adelante ese modelo del cuchillo es el que siempre usarás—salte el arbusto pero Falle y terminé rodando por toda la tierra, el rey se rio de mi y yo solo peine mi cabello con mis dedos.

Regrese y me prepare para lanzar el cuchillo de nuevo pero el rey me detuvo.

—deja que te enseñe—pego su cuerpo al mío puso una mano en mi cadera y la otra en el brazo con el que había lanzado el cuchillo desde un inicio, con su pierna abrió más las mías y su boca estaba en mi oreja.—siempre mira fijamente el lugar al que quieres lanzar, nunca dudes un segundo en lo que harás por qué eso hace que la dirección del cuchillo se desvíe y siempre toma el cuchillo con fuerza pero no pongas toda la presión en el mango, pon la presión en la punta, tienes que hacer un lanzamiento fuerte pero delicado.

No entendi ni una mierda de lo que el me había dicho, por qué sus palabras se contradecían, el pareció comprender mi confusión y suspiro, de entre su traje saco un cuchillo muy distinto al mío, su hoja era negra y más puntiaguda que la mía además de que todo era color gris oscuro y negro menos una parte del mango que era dorada.

—miea bien—abrio sus piernas mientras me daba la espalda, rápido me pase del otro lado para verlo, suspiraba de manera tranquila y en sus manos se marcaban las venas que me indicaban con que fuerza estaba sosteniendo su daga. Lo lanzó y comprendí el concepto de "con fuerza pero delicado", la daga salió volando muy rápido pero en el aire iba dando pequeñas vueltas como si fuera balón de fútbol americano. Dió directo en la frente de la silueta y se mantuvo firme, el rey me miró y me indico que fuera por el, está vez no le caí y fui por el cuchillo.

Pero no pude sacarlo, se había adentrado tanto en el metal que me era imposible, el rey se acercó y lo saco como si fuera una pluma, regrese y lo intente yo está vez. Me prepare tal y como el, tomé el cuchillo con tanta fuerza que mis nudillos dolieron y cuando lo lanze sentí cuando mis dedos rozaron la daga por última vez antes de que está impactará contra la silueta, si bien no había dado vueltas sobre si creo que lo lanze como el rey me pidió, ademasd wje dió en el blanco.

—muy bien echo Sunmer, hazlo 49 veces más y podremos continuar—iba a abrir la boca para decirle algo pero sabía que protestar no me serviría en nada.

—esta bien

Creí que el rey se iría o algo así pero no, se quedó a ver qué hiciera los 49 lanzamientos e incluso los contaba el mismo y si le parecía que lo había echo de manera incorrecta no la contaba y tenía que hacerlo de nuevo. Me di cuenta de que los arbustos y yo no éramos amigos ya que la mayoría de las veces que iba por mi cuchillo me terminaba tropezando o de ida o de regreso, por ahí del lanzamiento 36 me harté de caerme que comenzé a patear el arbusto.

—¡Estúpido arbusto de mierda—lo patee pero mi bota se quedó atorada en el y caí sobre mi trasero, extendi mi espalda en la tierra y mire la rey, el también tenía su mirada sobre mi, sus ojos reflejaban una pizca de diversión.

—¿ya terminaste de patear a mi arbusto?—bufe y me levanté, sacudí la tierra que estaba en mi ropa y seguí con los lanzamientos, cuando acabe el rey me pasó una botella de agua fria que no sabía de dónde había sacado y no me importaba casi nada ahora, me enfoque en beberla hasta que el me detuvo.

—tranquila, mejor descansa un poco tienes 2 minutos

—que considerado de tu parte—le dije girando los ojos y sentadome de nuevo en la tierra.

Después de los dos minutos me dijo que dejara el cuchillo sobre el arbusto y que lo recogieramos después de terminar, pasamos a la siguiente y última parte del pasillo, si solo eran dos partes, pero pónganse a lanzar cuchillos 50 veces y ya veremos si es cansado o no.

En la siguiente sección habían más siluetas pero con marcas de disparo.

—te tengo una buena noticia, no tendrás que cruzar los arbustos para recoger cada bala, asi que guardarás tu dignidad—hizo una pausa para mirarme y añadio—si es que tienes—le lanze una mirada desafiante y de nuevo el saco un maletín café de abajo del arbusto solo que al abrirlo está vez habían armas.

Tomé una completamente blanca y el rey me miró raro.

—¿sabes que si se mancha de sangre será difícil limpiarla?—gire los ojos y la devolví al maletín

—estaba examinandola—le respondió mi orgullo, está vez tomé una rojo vino con unas rosas negras dibujadas en el agarre y en la salida de la bala, con mi elección el rey no protesto después guardo de nuevo el maletín y de su traje (obviamente de un lugar distinto al anterior) saco una pistola negra que tenía un cráneo dibujado con plateado.

—con la pistola tienes que mantener tus pies firmes en el suelo ya que hace mucha presión y al disparar puede moverte de tu lugar, también tienes que tener formes los brazos, cuando aprietes el gatillo no puedes cambiar de posición ya que puede perjudicar la dirección de la bala—se acomodó y alzó el arma, miro por un segundo en su objetivo y de nuevo le dió a la cabeza sin siquiera inmutarse

Me acomode como el lo había echo y prácticamente copié sus movimientos, el pulso de mi mano era un asco pero supe controlarlo, apreté del gatillo y la bala salió, sentí un leve empujón hacia atrás y la bala dió en el cuello, mi intento había Sido fallido.

—hazlo hasta que puedas darle al craneo—me ordenó el rey y estuve intentándolo Durante mucho tiempo pero las Blas se terminaron—un arma se recarga así, tienes este—señalo al cartucho lleno de balas—y el de adentro está vacío, ahora solo tienes que jalar un poco hacia abajo y saldrá, el nuevo lo metes y recargas el arma.

Las siguientes veces lo hice yo sola, sin embargo nunca le di al blanco, siempre daba en muchos lugares pero nunca en el cráneo, ya había oscurecido y el rey entendió que el resultado no cambiaría por hoy.

—vayamos a cenar, mañana seguiremos

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Algo que decir sobre el cap?

Yo estoy emociónada por qué ahora sí se viene lo buenooooo

L@s quiero

Atte. Escritoranonima59 ❤️