
/&/Capítulo XIX/&/
Un nuevo amanecer en París. Cuando Marinette se despertó, ella estaba sobre el sofá y no veía ni a Plagg, ni a Adrien. Al momento que fue a ver a Tikki, la pequeña kwami seguía dormida, seguramente tampoco ella sabía la ubicación de su amigo.
Se levantó y fue al balcón, luego los buscó por toda su casa y en la panadería, pero no los encontró.
-No puedo creerlo, aunque se haya mejorado, él no puede solo, me prometió que...vaya, debo buscarlo- decía Marinette en sus pensamientos.
Ya rendida en su búsqueda por toda la casa, se dirigió al baño para lavarse la cara, pero...
-Marinette, has despertado - sonrió el chico rubio que se encontraba aún sin camisa.
-Yo...- Marinette movía muy nerviosamente sus manos y su rostro parecía estar tan rojo que si se comparaba con un tomate, no se encontraría diferencia alguna.
-Perdón, te debí pedir permiso.
-D-De ninguna manera, te dije que mi casa era tu casa, jijiji, eh...¡termina!
La chica dio un portazo y salió del baño, Adrien la volvía a poner nerviosa a pesar de que ya eran novios.
Se echó de bruces en el sofá cubriendo su rostro de pena. Adrien se sentó en una esquina y besó la nuca de su novia. Esto la puso mucho mas nerviosa.
-Plagg, transfórmame- se levantó del mueble- Marinette, ya debo irme, hasta que termine con ese bicho todo estará bien.
-Vamos.
-No, no te pienso arriesgar, ella sabe que tú eres mi debilidad.
-No ir como yo, no como Marinette.
A Adrien solo le confundían más sus palabras. Una suave brisa abrió la ventana y con ella, una aguja negra de unos 15 centímetros de altura cayó clavada en el suelo.
Una nota color amarilla estaba pegada al raro objeto.
»Fue fácil encontrarte
Gatito, o debería decir
¿Adrien?«
Fue lo que leyeron el par de enamorados y la poca o mucha felicidad que habían acumulado durante 36 horas aproximadamente, se deshizo en un santiamén.
-Y pensar que al gato que persigo era a quien quería impresionar- rió maliciosamente- ¿Saben? Ya no me interesa ni impresionarte, Adrien, ni ser mejor que TontaBug.
-¿TontaBug? No sabes lo que dices - gritó por impulso Marinette.
"Sal de aquí" le susurró el súper héroe a Marinette. Al principio ella dudó pero finalmente le obedeció.
-Ella...
-Dejala ir, tu problema es conmigo. ¿Jugamos al gato y al ratón?
-Claro, pero te tengo la mala noticia de que yo seré el gato.- sentenció la villana.
Salieron de la panadería esquivando y atacando uno al otro.
Marinette, recordó que su kwami se había quedado en su recamara, necesitaba de su ayuda y subió por ella.
-¿Tikki?
-Aquí estoy Marinette, tuve que ocultarme.
-Bien, debemos terminar con algo ¿No te parece?
-¡Vayamos!
Ladybug se encontró al poco rato a su compañero y a su enemiga. Ya nadie tenía control sobre la villana, ni siquiera la persona que le había otorgado sus poderes y aún peor, cada vez estos crecían más y más hasta dominarla.
La chica abeja-catarina se adentró al Louvre dejando a los héroes dudando en que hacer.
-Vamos- dijo Chat Noir.
-Pero...¿Y si es una trampa? Busquemos otra manera de...
El héroe de traje oscuro no esperó a que su compañera terminara de hablar y entró al museo guiado por su coraje. Ladybug le siguió, irritada.
Llegaron al salón principal de pinturas, en donde la chica rubia se paseaba de un lado a otro tocando todo con su cetro coronado, al momento que hacía eso, las cosas se volvían transparentes o desaparecían.
-Ah- suspiró BeeBug - ¿No sabes que la curiosidad mató al gato?
-A este gato aún le quedan muchas vidas.
-Chat, trata de quitarle la peineta y yo le quitaré los aretes- dijo Ladybug en voz baja.
-A por ella.
Se lanzaron contra la chica. Ladybug enrolló su yoyo en el tobillo de BeeGirl/AntiBug y Chat aprovechó para tomar la peineta de un salto.
-Que molestos son ustedes dos, ¿Qué otra cosa quieren?
-No es necesaria tu gentileza, tomaremos los pendientes fácilmente.
-¿Estos?- se quitó los aretes mientras seguía volando - tómenlos, me rindo- dijo con sarcasmo.
-¿Así de fácil?- Chat tomó los aretes y se los pasó a Ladybug junto con la peineta.
Ella los rompió pero nada salió de aquellos objetos.
-¿P-Pero que pasa?
-Jajaja- descendió la villana - ¿Creen que iba a ser así de fácil?
-¿A dónde se encuentra tu akuma?- preguntó furioso el rubio.
-Está bien, está bien, les daré una pista, no quiero que rompan todas mis cosas - se llevó su mano derecha al pecho y puso su dedo índice a la altura de su corazón - aquí está.
No tenía sentido.
-Eso no es posible, siempre se encuentra en un objeto, además si no tienes alguna razón para estar akumatizada, no entiendo...
-Razones me sobran.
Acorraló a los héroes con aguijones de dos metros de altura haciendo que pareciera una celda.
-Como los voy a matar, no me importa decirles...empecemos con el abandono de mi madre cuando yo era pequeña ¿Lo sabían? Luego, en la escuela todos me respetan por ser hija del alcalde pero nadie se me acerca por simpatía. Adrien, Adrien...tú me gustas, pero si no te puedo tener yo, nadie lo hará, tú dejaras de existir y tu amada, Marinette...ahj...cuanta envidia le tengo, tiene muchos amigos, una familia unida y un novio genial, ella siempre me quita todo...pero con sus miraculous y mis poderes, moldearé París a mi manera.
La chica de traje moteado se quedó atónita ante tal confesión, siempre vio a Chloe como la chica odiosa y sin sentimientos de la escuela.
-¿Tú quieres los miraculous? Pensé que era mi pa...es decir, Hawk Moth quien los quería.
-Él ya no tiene poder sobre mi. Prepárense para el ataque final.- hizo una pausa- ¿Para qué los encierro?- dos de esos aguijones enormes se partieron de cada lado para dejarlos salir - esto simplemente no lo pueden evitar.
Ladybug tomó la mano de su compañero.
-Me has salvado tantas veces, esta vez me toca a mi, solo quiero ver si la suerte está de nuestro lado, Lucky Charm.
Un reloj viejo que encima, no servía, fue lo que salió del Lucky Charm.
-Ya veo, quieren tiempo - sonrió - está bien, diez segundos de vida...nueve segundos de vida...
Una idea surgió en la cabeza de la chica peliazul.
-Desarma el reloj, no creo que tengamos tiempo, pero...hazlo.
Algo derribó toda la pared derecha del museo.
-Piénsenlo bien - sonó la voz de Gabriel. De Hawk Moth.
-En tanto, nos encargamos de ella. - una silueta que tenía un traje con un plumaje idéntico al de un pavo real apareció.
Los chicos quedaron perplejos ante tales súper héroes. Ya sabían que Hawk Moth era Gabriel Agreste, pero la otra figura no la reconocieron hasta que recordaron el relato en el que se hablaba sobre "Peafowl" o "Destinie" mejor conocida como la señora Agreste, madre de Adrien.
Chat sacó las manecillas, los engranes y demás partes del reloj para dárselo a Ladybug.
-Rompe su cetro, es momento de quitarle las alas a cierta abeja - exclamó Ladybug.
Mientras la chica abeja luchaba contra Peafowl y Hawk Moth, Chat la tomó desprevenida y alcanzó su cetro.
Agudizando su vista, la joven heroína lanzó ambas manecillas del reloj a las alas de Bee-Bug. Bee, no podía desprenderse, sus brazos no daban hasta las puntas de sus alas en donde se encontraban las dichosas manecillas, si se trataba de desprender, cada ala se rompía más y le provocaba un gran dolor en su espalda.
-Ay - se quejaba del dolor - que más da...
-Akuma, no tienes ya nada que hacer, sal de ahí - Hawk Moth levantó su bastón pero solo provocó que, quien antes era Bee-Bug, solo quedara como Antibug.
Ya nadie ejercía poder sobre esa mariposa endemoniada, ni la propia Chloe. Era como si el akuma hubiera obtenido mente propia.
-Me quitaste la mitad de mis poderes, pero, guardé algo para este caso.
Se fue con dirección al cuadro de la Mona Lisa y tomó una bolsa rayada que estaba detrás de la pintura.
Chat se había quedado observando a la heroína que claramente era "Peafowl" mientras ella trataba de darle una sonrisa a Hawk Moth, a Gabriel, para animarlo. Esta escena los distrajo y la única villa aprovechó para sacar aguijones venenosos y lanzárselos a todos.
-Gracias Chat, es mi turno.
Seis de los quince aguijones que la rubia lanzó, dieron contra la heroína de cabello azabache, los sobrantes los pudo esquivar con ayuda de su yoyo y de esta manera, solo ella salió herida.
-Diablos, solo un pájaro cayó.
-¿Por que hiciste eso? Ladybug, sin ti no lo lograremos - Chat Noir tomó a Ladybug en sus brazos - te llevaré con Marinette, ella podrá ayudarnos.
-No, ella no podrá hacer nada...espera unos segundos.- murmuró la chica.
-No puedo...
-Por favor, minino.
El último «Beep» sonó y la heroína empezó a tomar su forma civil. Esto sorprendió a todos causando un ambiente aún más pesado.
-Eres tú - gritó con rabia Chloe - ¡Ya no me importa nada! ¡Ni siquiera mi vida importa! Los acabaré a como dé lugar.
Era como un acto camicace.
La villana sacó un aguijón extraño y lo colocó a la altura de su pecho.
-Es una bomba - avisó Hawk Moth.
-Los protegeré, cariño, Adrien, estarás bien. - la heroína de plumaje rodeó con sus brazos a ambos chicos y sus alas se extendieron.
El portador del miraculous de la mariposa intentó sacar el akuma nuevamente, pero falló.
Una explosión proveniente del Louvre, resonó en toda la ciudad. Y en aquel lugar una mariposa negra se hacía en cenizas como si se estuviera quemando.
-Que suerte- Marinette empezaba a palidecer - ¿Por qué el destino nos pone la misma rutina?- giró su rostro a Peafowl - me sorprendió el verla, señora Agreste, gracias...¿Podría...
Marinette alargó su brazo frágilmente con unas piezas del reloj.
-Cuando usted era heroína, podía arreglar las cosas, ¿Cierto?
La madre de Adrien tomó una pluma de su traje y la insertó delicadamente en lo que quedaba del reloj.
-Miraculous peafowl - en ese instante lanzó al iré el reloj y todo se restableció en París, todo, excepto las heridas y las crueles muertes.
El campo de protección se desvaneció y la heroína pavo real se mostró agotada. En segundos se restableció en una elegante y bella mujer que, en efecto era Destinie, la madre de Adrien.
-Sanará Adrien, sanará - la señora Agreste lloraba, abrazando por primera vez en años a su hijo.
Todo era una mezcla de emociones, Adrien mostraba alegre por ver a su madre después de tanto tiempo, pero se opacaba, al ver a su novia con seis heridas que le daba aspecto moribundo. Ambas condiciones lo llenaban de sorpresa. Su madre apareció y finalmente descubrió lo que su "Princesa" quería decirle desde hacía tiempo.
-Ma...Mamá. Te extrañé, ¿Por qué todos me dejan? Mamá, no quiero que Marinette me deje, no para siempre.
/&/Chan Chan Chan >:3 a veces me odio por ser tan cruel...en multimedia dejo una imagen de las más leves que me han roto el corazón :"(. Hasta el último capítulo, petitees lecteurs. Atte: Dess/&/
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