—Jimin porque no nos dijiste sobre
eso. —habló la mujer.

—Estaba alterado y tenía miedo. —
la vio.

—No importa, somos tus padres. —
dijo la mujer.

—Sé que lo son. —suspiró. —¿Qué querías que les dijera? —preguntó.
—hey estaba a punto de ser violado si no es por un chico que me salvo
la vida.

—No digas estupideces Jimin. —
hablo la mujer. —lo mejor es que te
alejes de ese tipo.

—Mamá. —dijo.

—Él es mucho mayor que tú. —lo vio. —Jimin te casarás con alguien más.

—Mi prometida murió. —la vio. —y no me voy a casar con nadie más.

—Si lo harás. —dijo la mujer.

—No puedes hacerlo. —negó. —yo no me voy a casar con nadie más.

—Jimin es un hombre al igual que
tú. —lo tomó de los hombros. —
¿Qué no te importa lo que los
demás digan de ti?

—¿Y qué? —se alejó. —es mi vida y a las personas no les debe de
interesar lo que haga o deje de hacer.

Un fuerte golpe se escuchó en la habitación, Jimin tocó su mejilla, su madre lo había golpeado y él la vio seriamente.

—¿Ahora me vas a golpear por
amar a alguien?—preguntó. —y
sabes algo, con el, lo he hecho tantas veces que ya perdí la cuenta, lo hemos hecho incluso aquí y tú ni enterada.

Jimin cerró los ojos al sentir otro
golpe por parte de su madre, Jimin sabía que su madre aprovechó que
su padre se había llevado a Taehyung a la herrería para discutir y tirarle todo en su cara.

—¿Como pudiste? —dijo la mujer.

—Qué cómo pude. —habló . —pude porque es amor, yo lo amo y el a mi.

—Sabes espero y el lobo lo asesine.
—dijo la mujer.

—¿Por qué tanto odio? —preguntó.
—¿Por qué lo odias sin ni siquiera darle una oportunidad?

—No es natural. —contestó.

—Entonces no soy natural. —la vio.

—Es por tu bien. —dijo.

—¡No lo es! —gritó. —¡Tú solo quieres arruinar mi felicidad!

Cuando la mujer iba a hablar una
voz la interrumpió, ambos vieron a
la puerta y vieron al piel canela junto con su padre, Jimin corrio y abrazó a Taehyung mientras lloraba, Taehyung sin entender correspondió al abrazo.

—Taehyung lleva a la habitación a Jimin. —dijo el hombre.

—No lo hará. —habló la mujer. —no sabes lo qué haces.

—Jimin es feliz con el. —dijo el hombre.

—Tú y el son iguales, por eso lo apoyas. —lo señaló la mujer.

—Jimin es un chico consciente de sus decisiones. —dijo el hombre.

Cuando iban a seguir hablando la puerta se escuchó y el padre de Jimin fue abrir, vieron a un grupo
de hombres, los cuales vieron al
piel canela.

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