Jimin se mantenía aferrado al imponente lobo negro el cual poco a poco fue relajándose hasta convertirse en él de piel canela, el cual se alejó y le acarició la mejilla.

—Ves te dije que confiarás. —
sonrió Jimin. —se que tú no me lastimarías.

—Tengo miedo. —lo abrazo. —
pero me alivia saber que pude reconocerte.

Jimin sonrió mientras se subía encima del de piel canela y dejaba caer la cobija que lo cubría, Taehyung sonrió y lo beso con amor y pasión. Ambos se besaban lento, Taehyung acariciaba a Jimin mientras dejaba marcas en su pecho, el castaño gimio al sentir al de piel canela otra vez dentro de él.

Taehyung volvió a moverse mientras disfrutaba del hermoso cuerpo del hermoso chico el cual había cerrado los ojos mientras disfrutaba de ser penetrado por su fiel amante, al terminar Jimin se encontraba en el pecho del de piel canela exhausto de todo lo que habían hecho.

—Debemos de volver. —susurro Taehyung.

—Sabes. —dijo Jimin. —me gustaría ir a la ciudad.

—No es la gran cosa. —habló del de piel canela. —no es mejor que aquí.

—¿Lo crees? —preguntó Jimin.

—Si las personas de aquí están locas las de allá son peor. — suspiró.

—¿Ya estuviste en la ciudad? — preguntó Jimin. —¿Como es?

—Si estuve un tiempo antes de volver aquí. —respondió. —lo sabrás cuando te lleve conmigo.

—Taehyung. —susurro.

—Jimin escapa conmigo. —rozó sus labios con los del menor. —huyamos a la ciudad o más allá de ella.

—¿Lo dices de verdad? —sonrió Jimin.

—Jamás te mentiría. —lo tomo de las mejillas. —¿qué dices?

—Digo que si Taehyung. —lo abrazo. —quiero escapar contigo.

Taehyung sonrió mientras abrazó al pequeño cuerpo que estaba sobre el, ambos se vieron y se besaron con amor y pasión, se vistieron mientras sonreían y se fueron otra vez a casa.
En silencio entraron a su habitación y se acostaron mientras se abrazaban y se susurraban palabras de amor.

—¿cuando nos iremos?. —preguntó Jimin.

—Ten paciencia. —respondió el de piel canela. —debemos de planear todo muy bien.

—es cierto. —habló. —escapemos dentro de un mes. —lo vio. —aún estás bajo sospecha.

—lo se. —le acarició la mejilla.— te juro que matare a cualquier persona que intente alejarnos.

—hable con tu madre hyung. —dijo. —se que debí decirle pero mi cabeza era un lío.

—¿no te hizo nada? —preguntó. — ¿que te dijo?

—me dijo lo de sus antiguas parejas.
—contestó. —y que usted no me amaba de verdad que solo estaba conmigo por placer.

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