18 (십팔)
El camino a casa era silencioso ninguno de ellos se atrevía a
decir alguna palabra de lo que habían visto, Jimin se
preguntaba ¿Como aquella chica podía ser la madre de Tae si
era bastante joven? Ante de
llegar Jimin se detuvo y Tae
también lo hizo se vieron por un momento y él de piel morena entendió lo que pasaba.
—Te contestaré todas tus dudas después. —habló. —debemos de volver antes que se preocupen.
—Claro. —dijo. —ya es tarde.
Al llegar pusieron las manzanas
en la caja y se dirigieron a la habitación para cambiarse la
ropa e ir a cenar, luego ambos
volvieron a la habitación y se acostaron en la cama. Jimin
sentía las caricias en su espalda,
con cuidado se levantó y lo vio
Tae suspiro y le acaricio la
mejilla.
—¿Que quieres saber? —
pregunto.
— ¿Como es que ella es tan joven? —dijo. —es que se ve de tu edad.
—Nosotros somos como los vampiros. —respondió. —
dejamos de crecer hasta los veinticuatro.
—¿Quiere decir que si me
conviertes llegare a esa edad? — habló.
—No Jimin. —negó. —eso solo sucedería si tú hubieras nacido como yo.
—¿Si me conviertes me quedaría de dieseis? —lo vio.
—Así es Jimin. —le acarició la mejilla. —yo siempre tendría veinticuatro y tú dieciséis.
Jimin bajo el rostro pero lo
volvió a levantar y le sonrió
mientras se sentaba en el regazo del de piel morena él cual lo miraba, Jimin era un humano muy curioso pues cuando lo conoció había miedo pero a la vez un poco de fascinación, era un chico hermoso en muchas cosas.
—Es una pena que no haya otra luna roja. —dijo y Tae lo vio.
—Jimin. —lo llamo. —¿Deseas
que te convierta? —le pregunto.
—Desde que estoy contigo si. —
respondió.
—Jimin yo también lo deseo. — lo acercó más a él. —deseo
convertirte y que pases conmigo
la eternidad.
—Tae. —lo llamó.
—Si Jimin. —dijo.
—Yo quisiera poder darte hijos.
—bajo el rostro. —pero no puedo.
—No importa. —lo abrazó. —lo
que importa es que estaremos juntos.
—Tae. —se alejó. —la luna
roja ya pasó. —mordió su labio
nervioso. —¿Cómo me vas a convertir?
—Va a haber otra luna roja. — sonrió.
—Pero será dentro de cien años.
—habló. —para ese entonces tú seguirás vivo mientras que yo ya estaré muerto.
—Mi instinto me dice que habrá otra dentro de cinco años. —lo tomo de las mejillas. —en ese tiempo tendrás ya veintidós.
Jimin sonrió mientras lo volvía a besar, si era cierto que iba a
haber otra el iba a ser paciente para ser convertido y estar al
lado del amor de su vida. Tae
estaba feliz que Jimin también deseara lo mismo que él, estaba feliz y desea que los años pasarán rápidos para convertir a su lindo
y amado amante.
Pero hay un secreto que ninguno de los dos sabe y puede que en
un futuro se llegue a descubrir.
—Sunshinehope_28.
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