
[veintiocho]
AVISO: Este capítulo contiene lenguaje fuerte y palabras malsonantes. Si eres sensible a este tipo de palabras, por favor, no lo leas.
Abrió los ojos sorprendido al ver a Yeosang en la puerta de su casa. ¿Qué hacía allí? Cerró la cortina nada más darse cuenta de que estaba semidesnudo. No quería estropear las cosas aún más con el menor. Miró en toda la habitación para coger la primera camisa que se encontró y bajar a la puerta de la vivienda. Sin embargo, cuando la abrió, ya no había nadie allí. Miró a todos lados en la calle pero ni rastro del chico que hace unos minutos se encontraba allí. No le dio importancia y volvió a su habitación.
Le escribió mensajes y llamó alguna que otra vez a Yeosang durante lo que quedaba del fin de semana, pero este no le contestó. Pensó que estaría estudiando para los exámenes de aquella semana y, de nuevo, no le tomó importancia. Dispuesto a pedir perdón al rubio y hacer como si nada hubiera pasado, el lunes se dirigió alegremente al punto en el que todos se encontraban para ir a clases. No lo vio allí y, otra vez, prefirió no tomarle importancia. Ni siquiera sospecho de la actitud entristecida y calla de Hongjoong. Por una vez, no quería precipitarse a sacar conclusiones que lo llevaran a otra pelea o a pensar lo que no era. Estaba harto de aquello. Dejaría que las cosas tomaran su curso.
Hongjoong, sin embargo, no podía sacarse aquella tarde de la cabeza.
- ¿Pero qué te pasa? - le había dicho Jongho cuando Yeosang se había ido, soltándolo del cuello de la camisa con furia.
- Solo intento proteger a mis amigos.
- Estás celoso, eso es lo que estás. No voy a permitir que le hagas daño a mi mejor amigo por tus malditos celos. Si querías tanto a Yunho, podrías habérselo dejado claro desde el primer momento. No tenías por qué decirle esas cosas ni tratarlo así. No es verdad que sea su culpa nada de eso y no tienes derecho a decidir si es mejor o peor que se alejen.
- Quiero lo mejor para ellos y les hace daño estar juntos. ¿No lo ves? Se pasan el día llorando el uno por el otro.
- ¿Y? Si es lo que ellos quieren, no tienes derecho a decidir. Yunho es lo mejor que le ha pasado a Yeosang en años. No voy a dejar que lo arruines. Lo único que intentas proteger es tu polla.
- Estáis ciegos. Todos estáis ciegos.
- ¿Seguro que somos nosotros los ciegos y no tú, pedazo de mierda?
- Ahora mismo el que está cegado de furia no soy yo, precisamente.
Jongho suspiró y lo miró directamente a los ojos con más tranquilidad - ¿Por qué no te confiesas a Yunho y le superas de una vez, Hongjoong? Cuando yo estuve enamorado de ella, fue eso lo que me ayudó a pasar página. Siempre había esa pequeña duda en mi corazón porque ella no me había rechazado abiertamente y por eso no era capaz de superarla. Deberías intentarlo tú también.
- ¿Por qué queréis tanto que lo diga? Yo creo que solo irán las cosas a peor.
- ¿Queréis? ¿Yunho también te ha dicho que se lo digas de una vez?
- Sí, pero le he dicho lo mismo que a ti. Le perdería como amigo, ¿sabes? No puedo hacer eso.
- Si no lo has perdido ya, ¿por qué crees que por dejar las cosas claras sí lo vas a hacer?
- No es tan fácil.
- Eso te ha dicho Yeosang antes y tú has insistido y por eso está ahora corriendo para decirle a Yunho lo que siente. ¿No crees que deberías hacer lo mismo?
- Pero al contrario que nosotros, Yeosang sabe que no lo van a rechazar. Yo sé que me va a rechazar y no necesito escuchar eso, precisamente.
- Yo creo que si lo necesitas.
- Pues yo no.
- En cuanto vuelva Yeosang te vas a disculpar con él. Solo espero que de verdad Yunho lo escuche.
- Lo hará. Está loco por él.
- Incluso si Yeosang te perdona, yo no lo voy a hacer tan fácilmente. Te lo advertí el día que nos conocimos. Le hacéis algo a Yeosang y sois hombres muertos.
- Lo sé.
En ese momento, la persona de la que hablaban entró en la casa. Salieron al pasillo a verlo pero este subió corriendo a su habitación y se encerró allí. Daba igual los golpes que su primo diera o los gritos que pegara, el chico no habría la puerta y se podía escuchar como lloraba al otro lado. El fuerte se giró hacia el mayor que se encontraba a su lado mirando la escena preocupado. Lo tomó del cuello de la camisa de nuevo y lo empujó contra la pared.
- Esto es por tu puta culpa. No podías quedarte calladito o coger y decirle al puto Yunho tus putos sentimientos y conformarte con eso. Tenías que venir y joder a Yeosang. No voy a permitir que te metas con mi familia así por las buenas. Te lo voy a dejar bien claro, enano de mierda. No quiero volver a verte ni a ti ni a ese idiota. Ni cerca mío ni cerca de Yeosang. Y estate agradecido de que no te este partiendo la cara ahora mismo porque me gustas demasiado. Ahora, vete - lo soltó dejándolo caer de golpe. Este se quedó mirándolo perplejo.
- ¿Qué?
- Que te vayas.
- No, antes de eso. ¿Te gusto?
- ¡Que te vayas de una puta vez! - le gritó enfurecido señalando hacia afuera. El mayor cogió aire lentamente y asintió antes de irse.
Hongjoong deseaba con toda su alma que Jongho hubiera estado cuidando de Yeosang y se encontrara ya bien. Que no lo hubiera hecho mucho daño. Quería preguntarle a Yunho por lo que había pasado, pero no se atrevía. No quería hacer nada más, ni decir nada más. Sentía que solo empeoraría las cosas si lo hacía. Pero el alto parecía tan contento. Era extraño. ¿Por qué?
Yunho entró con una amplia sonrisa en su aula pero esta desapareció al encontrarse a Dongmyeon saludándolo desde el pupitre de Yeosang en vez de a este. Miró por toda la sala, pero el rubio no se encontraba por ninguna parte, así que se sentó en su sitio de siempre para preguntarle a su compañero por lo sucedido.
- Él me pidió que le cambiara el sitio. Sabe que para mí no es problema porque eres de los que mejor me cae de la clase y él no quería más estar en este sitio. Ahora se sentará dónde estaba yo, en la esquina de la primera fila, junto a la ventana.
- ¿Sabes por qué el querría cambiarte el sitio?
- No lo sé. Deberías de saberlo tú mejor ¿no? Os habéis peleado.
- Sí pero... No fue nada... No pensé que fuera para tanto...
- A veces para unos no es tan importante algo como para otros. Deberías hablar con él.
- Sí, eso haré.
Pero Yeosang no entró en clase hasta el último segundo, justo cuando entraba el profesor. En el recreo, desparecía incluso con más facilidad que antes y lo mismo cuando terminaban las clases. Al día siguiente fue igual. Y al siguiente. Y al siguiente. Preguntó a sus amigos pero ninguno parecía tener ni idea de lo que estaba pasando.
Cuando le preguntó a Hongjoong, este solo se encogió de hombros con la mirada perdida. Todos notaron que sus ánimos habían caído. Yunho pensó que sería por su discusión del sábado e intentó hablar con él de ello, pero este le dijo que estaba bien y que lo que había pasado aquel día estaba olvidado. Por alguna razón, luego, le pidió perdón y se fue.
El alto estaba confuso. Muy confuso. Y echaba de menos a Yeosang. Su risa, su sonrisa, sus ojos, el tacto de su piel, su voz, sus bromas e incluso sus pequeños y disimulados rechazos, o lo que él tomaba por estos. Ahora era como si se tratara de un extraño que se sentaba en la primera fila. Pensó en dejarle una nota pero se dio cuenta de que la última vez ni siquiera eso había cambiado las cosas. ¿Qué debía hacer? Esperar a que fuera el menor quien volviera a el disculpándose por haberse alejado de nuevo. ¿Por qué se estaba apartando esta vez? ¿Qué había hecho? En aquella discusión Yeosang solo le había dicho de quedarse a su lado, pero ahora se alejaba. No tenía sentido. ¿Es que nunca terminaría el tira y afloja?
La anterior vez había decidido dejarlo ir pero, después de todo lo que habían pasado, no podía hacer lo mismo esta vez. Además, ahora lo amaba más que en aquel entonces. Parecía que solo sabia amarlo más y más. Al menos, se merecía una explicación, porque ni siquiera tenía eso. ¿Cómo iba a luchar esta vez? Todo lo confundía tanto. No parecía que hubiera una solución clara. Ya ni siquiera podía encontrarlo en el descanso de las escaleras en los recreos, ni en la máquina expendedora. Sería como si nunca hubiera existido de no ser porque aún podía verlo durante las horas de clase, como un espejismo en medio del desierto, un buen sueño después de múltiples pesadillas.
- ¿Y si hacemos un esquema con todo lo sucedido ese fin de semana? Tal vez encontremos algo en claro - sugirió Mingi el sábado por la tarde cuando quedaron para celebrar el fin de los exámenes parciales. Hongjoong había rechazado ir no sabían por qué y San tenía que trabajar, así que solo estaban ellos dos.
- La fiesta de Wooyoung.
- Allí estabais bien. Todo parecía perfectamente.
- Después casi lo beso. Jongho nos interrumpió a tiempo y discutimos porque Yeosang decía que no pasaba nada y yo que sí, que no quería hacerle daño.
- Vale. Pero por eso no puede haberse alejado ahora. Un segundo... Tenemos el número de Jongho. Él estuvo todo el fin de semana con Yeosang. Tiene que saber lo que le hubo pasado.
- Le mandaré un mensaje para que me diga cuando lo puedo llamar. No quiero interrumpirlo si está haciendo algo importante - dijo mientras realizaba esa acción.
- Vale. Sigamos repasando.
- Por la mañana estuve con Hongjoong. Luego se fue porque había quedado con alguien. Vi a Yeosang por la ventana, pero cuando bajé ya no estaba allí. Desde entonces dejó de contestarme los mensajes y las llamadas y el lunes ya no estaba sentado a mi lado.
- Entonces, lo que le pasó, tuvo que suceder entre el sábado por la mañana y que se fuera de la puerta de tu casa.
- Pero no pasó nada extraño. Discutí con Hongjoong, pero nada más.
- ¿Discutiste con Hongjoong?
- Sí, bueno... - se llevó la mano a la nuca nervioso.
- ¿De qué discutisteis?
- Creo que no deberíamos de hablar de eso. Hongjoong se enfadaría. Lo mejor es que no lo sepáis.
- ¿Sepáis? ¿Te refieres a San y a mí? ¿Tiene que ver con la temporada que estuvisteis distantes el año pasado? Porque seguís sin decirnos qué pasó esos días.
- Discutimos por lo que pasó esos días y porque él piensa que debería de alejarme de Yeosang.
- Un segundo. Yunho. ¿No te parece muy extraño que justo después de discutir con Hongjoong sobre que él cree que deberías de alejarte de Yeosang, vaya este y se aleje? Y además, Hongjoong ha estado raro últimamente. Se queda mirando a la nada, entristecido, como si no le importara nada ya.
- No entiendo a dónde quieres llegar.
- ¿Y si Hongjoong le dijo a Yeosang que se alejara de ti? ¿O algo para alejarlo de ti?
- Hongjoong no haría algo así, Mingi. Es nuestro amigo. ¿Cómo puedes desconfiar de él de esa forma?
- No lo sé - se encogió de hombros - Tal vez es una conclusión precipitada, pero explicaría todo lo que ha estado pasando esta semana.
- No. Olvidemos esa hipótesis como si nunca la hubieras dicho. Es imposible que Hongjoong hiciera algo así de rastrero. Sabe que me haría mucho daño y él es mi amigo. No querría hacerme daño deliberadamente. Mira, mejor llamamos a Jongho y que él nos cuente lo que pasó. Así veremos que eso no es lo que ha pasado.
- ¿No ibas a esperar a que estuviera libre?
Yunho bajó la mirada a su móvil - Me ha leído el mensaje pero no contesta. ¿Me está dejando el leído?
- Es el primo de Yeosang. Tiene que saber por qué se ha alejado de ti y, si lo sabe, ¿a lo mejor se quiere alejar también? No sé, es todo muy raro.
- Y que lo digas. Lo voy a llamar - se puso el teléfono en el oído tras tocar el icono de llamada, esperando que el fuerte si lo respondiera.
- ¿Qué Hongjoong no te pasó el mensaje, Yunho? No quiero saber nada de ti ni de él, imbéciles - le respondió una voz enfurecida al otro lado.
- Oye, oye, oye. Relaja un poco, Jongho. No sé a qué te refieres. ¿Qué mensaje? ¿Qué está pasando? ¿Por qué nadie me dice ni me explica nada?
- Necesitas explicaciones, ¿en serio? Yunho, tú fuiste quien hizo llorar a Yeosang y que estuviera encerrado toda una tarde en su habitación. Volvió a ser el chico que está todo el día triste y apenas habla por tu culpa. Eres un imbécil.
- De verdad que sigo sin saber exactamente que hice para que Yeosang esté así. Por favor, estoy preocupado, Jongho. No sé que está pasando.
- ¿Cómo que no sabes qué esta pasando? El sábado Yeosang fue a tu casa y volvió de ella llorando.
- Sí. Le vi en la puerta. Pero cuando la abrí para verlo, ya se había ido.
- ¿Cómo que se había ido? ¿No te dijo nada?
- Nada de nada.
- Mmmh... Entonces fue porque no se atrevió, de nuevo - se oyó un suspiro al otro lado - Por lo que está así debe de ser porque no se atrevió a decirte nada y por lo que le dijo Hongjoong que habías dicho.
- ¿Qué?
- Hongjoong le dijo a Yeosang que le dijiste que no querías volver a verlo, así que de todas formas no sé por qué te preocupas tanto si ya tienes lo que querías.
- Yo jamás dije tal cosa.
- A mi no me vengas con mentiras Yunho. Hongjoong nos dijo que no querías verlo más porque te hacía daño tener que esperarlo tanto por todo pero que después de haberle prometido estar con él para siempre y quererlo siempre, no podías faltar tus promesas ahora. Que eres un hombre de palabra. Así que si lo haces por esas promesas. Ya están más que rotas y no tienes que cumplirlas más. Ya tienes lo que querías. Espero que estés contento porque ya no tendrás más ataques de ansiedad ni borracheras por su culpa, tal como querías.
- Jongho. Yo jamás dije eso. Le dije todo lo contrario. Hongjoong y yo discutimos porque él decía que tenía que alejarme de Yeosang y yo le decía que bajo ningún concepto. Le dije que iba a cumplir con lo prometido porque jamás sería capaz de dejar de quererlo y que no me importa esperar todo el tiempo del mundo por él. Haría lo que sea por Yeosang, Jongho, lo que sea. No podría apartarlo de mi lado. Me duele que esté así y no poder tenerlo cerca. Tienes que hablar con él. Tienes que decirle que todo eso es mentira.
- Estás diciendo... ¿que Hongjoong nos mintió?
- Hongjoong... ¡Estúpido gilipollas! - se levantó de un salto dándose cuenta de todo lo equivocado que había estado con el mayor. Él lo había protegido contra las acusaciones de Mingi cuando en verdad este tenía razón. ¿Cómo podía haber hecho aquello? ¿Cómo podía estar haciéndole aquello? ¿Y él tenía cara de cachorro abandonado? Era todo una farsa, una mentira.
- ¡Yunho, espera! - le gritó su mejor amigo levantándose y cogiendo el móvil que el alto había tirado a la cama sin colgar para luego salir de la habitación enfurecido - Creo que será mejor que cuelgue, Jongho. Chao - dijo a través del aparato antes de colgar. Cogió a Yunho del brazo y le hizo girarse para mirarlo - ¿A dónde vas?
- A casa de Hongjoong a decirle cuatro cosas.
- No. Así no es cómo se resuelven las cosas. Estás muy enfadado y enfadado solo se hacen cosas de las que luego nos arrepentiremos. Explícame qué te ha dicho Jongho y pensemos en algo antes de volvernos locos. Tranquilízate, por favor.
- ¿Qué me tranquilice? Por el amor de Dios, Mingi - Yunho cerró los ojos aguantando las lágrimas - Hongjoong le ha dicho a Yeosang que se aleje de mí porque está tan celoso de que lo ame en lugar de amarlo a él. Le ha dicho que yo quiero alejarme de él. Le dijo que mis ataques de ansiedad y haber vuelto a beber era culpa suya. Mi amigo. La persona en la que confiaba. Le ha apartado de mí de nuevo. Le ha hecho daño por mi culpa después de todo lo que me he estado esforzando en que no sufra. Después de todo lo que he tenido que pasar para estar junto a él. Cuando por fin todo parecía que iba a ir a bien, se ha vuelto a ir a la mierda. Está bien si las cosas funcionan así, pero él lo ha forzado. Como si no hubiera soportado ya suficiente que las cosas se estropeen una y otra vez. Tiene que coger él y estropearlas sabiendo perfectamente lo que está haciendo. Pensé que era mi amigo pero es un trozo de basura. Es un puto de celoso de mierda que se piensa que por haberme follado ya tiene control sobre mí.
- Espera, espera, espera. Hecha el ancla. ¿Tú y él...?
- El año pasado. Se emborrachó y aprovechó que estaba borracho yo también para follarme. Y luego no quiso darme explicaciones de porqué lo hizo. Quería que lo olvidáramos e hiciéramos como que nada había pasado. Pero yo ya lo había descubierto. Él está enamorado de mí y no quiere decírmelo. Así que para que nadie se acerque a su amado Yunho, ahora va y me hace esto - se acuclilló en el suelo llevándose las manos a la cabeza, llorando con fuerza, agotado por todas las sensaciones que la verdad le estaba haciendo tener. - Lo odio.
Mingi se agachó y lo abrazó para que el mayor pudiera llorar sobre su hombro. Dejó que se desahogara con él mientras analizaba y asimilaba todo lo que le había contado su mejor amigo. ¿Qué Hongjoong estaba enamorado de Yunho? Bueno, eso no era tan extraño si se tenía en cuenta la forma en que le trataba y lo miraba a veces. ¿Pero que se había incluso acostado con él y ahora lo alejaba de la persona que amaba por celos? ¿Hongjoong? ¿Su hyung tranquilo y amable siempre dispuesto a darte los mejores consejos? Si bien era verdad que Mingi había pensado en aquello como una explicación a todo, no creía de verdad que pudiera ser real. Pero lo era.
- Mingi... - el alto comenzó a sentir una presión en el pecho que no le resultaba para nada extraña. Buscaba un aire que no encontraba. No podía dejar de llorar tampoco. - No... puedo...
- ¿Yunho?
- Yo... no... - cerró los ojos con fuerza, pero Mingi se separó para tomarlo del rostro y que lo mirara.
- Yunho, mírame a los ojos. - este le hizo caso - Respira conmigo. Lentamente. Todo va a estar bien, ¿vale? Solo haz lo que yo te digo. Tranquilo, estoy aquí. Ahora respira conmigo.
El mayor asintió e intentó seguir las acciones que realizaba su amigo, cogiendo grandes bocanadas de aire y expulsándolas lentamente. Minnie salió en ese momento de su habitación para encontrarlos así. Al ver el estado de su hermano, entendió sin que el otro chico tuviera que explicárselo y fue a llamar al hospital. Estaba teniendo un ataque de ansiedad de nuevo y Mingi no conseguía tranquilizarlo.
Una vez en el hospital, le pusieron al menor unos tranquilizantes y lo ingresaron. Si se encontraba mejor al día siguiente, le darían el alta, como la anterior vez. Pero tenía que permanecer allí hasta que despertara como mínimo de nuevo. Cuando lo hizo, en esta ocasión, San se encontraba allí y no habían llamado a su madre porque no querían preocuparla y no podía permitirse volver a coger una baja para ir a verlo.
Agradeció a sus dos amigos la compañía, al igual que a su hermana, y les pidió disculpas por las molestias. La conversación volvió a ser la misma, diciéndole que no tenía por qué disculparse. Las cosas se volvieron tensas cuando Hongjoong entró en la habitación del hospital. Minnie y San no entendieron aún por qué.
- ¿Qué haces aquí? - lo preguntó con dureza el alto.
- San me dijo que te había vuelto a dar otro ataque. ¿Estás bien?
- ¡Ah! ¿Qué ahora te importa como me encuentre?
- Vale, las cosas se están poniendo chungas y creo que no es lo mejor para ti, Yunho - intervino la chica entonces.
- ¿Ahora de quién es culpa el ataque de ansiedad? - continuó el alto sin hacer caso de su hermana. - Tal vez deberías alejarte tú también de mí ¿no? Me dio un ataque de ansiedad al descubrir que Yeosang me evita por tú culpa y todo lo que le dijiste.
- Yunho yo... puedo explicarlo.
- ¿Ah sí? Creo que está bastante claro. Si tanto te comían los celos, podrías habérmelo dicho, no tenías por qué ir a por Yeosang. Ya ha sufrido demasiado.
- Yunho, por favor...
- Chicos... ¿qué está pasando? - San los miró sin comprender - Hongjoong no le diría a Yeosang que se aleje de ti, Yunho. Vamos. Tiene que haber algún tipo de confusión.
- No, San. Es verdad - le confirmó Mingi.
- ¿De verdad hiciste eso, Hongjoong?
- Estaba enfadado porque Yunho no me quería hacer caso ¿vale? De verdad que Yeosang no es una mala persona ni nada por el estilo. Lo quiero mucho, como vosotros. Pero estar juntos hace daño a uno y a otro y no podía soportarlo.
- Creo que estás confundiendo, Hongjoong. - le recriminó Mingi duramente - Se hacen daño cuando intentan alejarse el uno del otro, precisamente. Cuando están juntos, es todo lo contrario. Creo que los celos te están cegando demasiado.
- ¿Celos? - San volvía a estar confundido y Minnie también, que asistía a la escena sin saber qué hacer. - ¿Hongjoong tiene celos? ¿De quién? ¿También te gusta Yeosang?
- No - bajó la mirada y se mordió el labio. Intentó acercarse a la camilla, pero Mingi se movió indicando que si se acercaba más se lo impediría - Yunho yo... Lo siento muchísimo. De verdad. Lo siento. Yo... te amo, ¿sí? Estoy enamorado de ti Yunho, por favor. No puedes hacerme esto.
- Creo que ya es demasiado tarde para confesarte, Hongjoong - le respondió el alto - Vete, por favor - después de decir eso miró en dirección contraria a la que se encontraba el mayor, a la ventana.
- No, Yunho... Por favor ... - volvió a intentar acercarse pero esta vez Mingi se interpuso del todo.
- Te ha dicho que te vayas, Hongjoong.
- Mingi, solo dejádme explicarme... No me hagáis esto. Somos amigos. Soy vuestro amigo. Nos conocemos de hace mucho tiempo. ¿Verdad San? - se giró hacia este esperando encontrar en él su aprobación. El menor bajó la cabeza mordiéndose el labio.
- Yo... ya no sé si de verdad te conozco, hyung, lo siento - le respondió intentando asimilar toda la nueva información.
Aquellas palabras cayeron sobre el mayor como una enorme columna de hormigón armado aplastando todo lo que quedaba de él. Los miró a todos una última vez y luego asintió bajando la mirada para irse de allí. ¿Cómo las cosas podían haber terminado de aquella manera? ¿Estaban exagerando o de verdad había causado tanto daño? ¿Iba a perder así a sus amigos? ¿Y ahora a quien tendría? No le quedaba nadie.
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