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[treinta y nueve]

💽 Because It's You - Astro

- ¿Cómo te encuentras? - Yunho se sentó a su lado en la cama con la mirada decaída. El chico estaba sentado con las piernas cruzadas y la espalda apoyada en la almohada. Jugaba con sus manos con la mirada baja. En respuesta a la pregunta solo se encogió de hombros y alzó la cabeza para mirarlo seriamente.

- Es extraño... Todo está... como siempre... Salvo que él no está. Es como si no hubiera pasado nada. Como si él siguiera en su casa esperando a que vayamos a visitarlo. Pero si vamos a su casa, solo estará Seonghwa en ella. Solo han pasado unas horas... pero lo hecho de menos... ¿Qué se supone que tenemos que hacer ahora?

- No lo sé, tesoro, no lo sé - se acercó a él para abrazarlo y acariciar su pelo lentamente. Yeosang se aferró a él con fuerza. No lloraba pero sentía su corazón vacío. Seguramente fuera porque se había quedado sin lágrimas.

- ¿Crees que Mingi lo estará pasando muy mal? Quiero decir... lo superará, ¿no?

- Con el tiempo, todos lo haremos, supongo. Nunca lo olvidaremos, pero aprenderemos a vivir sin él. Todo el mundo se enfrenta a la muerte en algún momento de su vida.

- Supongo que sí... Él, Woo, no se merecía esto.

- No. No se merecía nada de esto.

- Deberíamos ponernos a estudiar ya, Moonie. Tenemos los finales esta semana.

- No hace falta que te fuerces a estudiar si te sientes demasiado mal como para hacerlo.

- Necesito pensar en otra cosa. Estudiar hará que se sienta más como si realmente no hubiera pasado nada.

- Está bien, estudiemos.

Con el tiempo, la ausencia de Wooyoung fue más soportable para cada uno de los amigos, excepto para Mingi. Todos estaban más tristes y decaídos, pero él se pasaba el día en la antigua habitación de Wooyoung y solo salía para ir a clases y hacer los exámenes. Lo perdían de vista en los recreos y parecía más un fantasma que una persona. 

Ninguno sabía qué hacer con respecto a Mingi. Seonghwa también estaba destrozado, pero al menos iba con los chicos de vez en cuando e intentaba hacer cosas. Eso sí, lloraba todas las noches en los brazos de San y a solas cada vez que entraba en su casa y su mirada se fijaba en el sofá, vacío, el pasillo en el que ya nadie lo recibía, la puerta cerrada de la habitación de su hermano...

Una semana pasó y se celebró el funeral. Todos estuvieron allí. Mingi también, aunque por su rostro parecía que se encontrara muy lejos. Yeosang, Seonghwa y él serían quienes dirían unas palabras en memoria del chico. Allí solo estaban los siete, los padres de estos que habían podido ir, la hermana de Yunho, un cura y dos de los abuelos del chico que habían pagado todo. Era para lo único para lo que les habían prestado dinero, pero al menos era más de lo que había hecho el resto de la familia que les dejaron de lado hace tiempo.

- Mi hermano era... Para ser sincero siempre fue la alegría de la casa. Cuando mamá y yo estábamos tristes, él siempre nos levantaba el ánimo. Ninguno supimos ver que en verdad estaba destrozado por dentro. Cuando cada Navidad preguntaba por qué no venían los abuelos o los tíos y le decíamos que estaban ocupados, no sabíamos que él en verdad no se tragaba aquella excusa. La familia de mi madre siempre desaprobó que se casara con un borracho, por eso la dejaron de lado. La familia de mi padre le dejaron a él de lado por ser un borracho precisamente. Y cuando él murió, sus padres fueron los únicos que se dignaron en aparecer por el funeral. Son los únicos que han pensado en venir al de Wooyoung también. Nunca entendí por qué nos despreciaban tanto. Estábamos solos. Y mi madre murió y luego Woo. Pero ya no estoy solo. He encontrado a una verdadera familia, una que está unida y que he escogido yo. Gracias a Mingi. Gracias a Yunho. Gracias a Yeosang. Gracias, sobretodo, a San. Los conocí a ellos y a Hongjoong y a Jongho. Y aunque mi hermano se ha ido, no me ha dejado solo. Sé que él querría que permaneciéramos unidos y siguiéramos adelante y sé que nos ayudaremos unos a otros a ello. Wooyoung,  siempre fuiste y serás mi luz, mi pequeño hermanito. Espero de verdad que haya un cielo en el que puedas estar y ser feliz junto con mamá y papá. Te quiero. Adiós.

Seonghwa volvió a su asiento donde fue abrazado por su novio. Después, Yeosang sacó su papel y se acercó al hoyo con la tumba para leer su discurso.

- La primera vez que vi a Wooyoung fue en su casa. Estoy aprendiendo a abrirme más con la gente, a no quedarme solo. Así que ese día acompañé a Yunho a verlo ya que era el novio de su mejor amigo. Wooyoung corrió hacia mí nada más verme, me cogió del rostro y me dijo que era muy guapo. Me sentí muy avergonzado en aquel momento. ¿Quién se imaginaría que aquel chico terminaría siendo mi mejor amigo en tan poco tiempo? Él estuvo ahí para mi cuando lo necesité y espero que yo haya podido estar ahí para él. Cuando nos enteramos de que se iba a morir... No me lo podía creer. Es muy injusto que alguien tan joven y tan bueno tenga que dejar este mundo antes de tiempo. La vida es muy injusta a veces. Rezaré por él cada día para que sea feliz en el cielo. Él quería que fuéramos felices y siempre estaré dispuesto a cumplir hasta la última de sus voluntades. Gracias por ser mi amigo, Wooyoung, y adiós.

San y Seonghwa lloraron con las palabras del chico. El mayor se levantó para abrazarlo fuertemente y este se dejó caer sobre el hombro de su amigo para llorar también en él. Luego volvió con su novio que, lo abrazó al borde de las lágrimas. Jongho y Hongjoong clavaban su mirada en el suelo sin saber qué hacer.

Hubo un rato de silencio. Le tocaba hablar a Mingi, que se encontraba al final del todo de las filas de sillas que habían situado a un lado de la que sería la tumba de Wooyoung, en el cementerio. Algunos rostros se giraron a mirarlo. El comenzó a andar lentamente hacia delante del todo. Se sentía como en una pesadilla, como si aquello no estuviera pasando de verdad pero fuera igualmente aterrador. Fue mirando una a una a las personas que se encontraban allí. Conocía a la mayoría de ellos.

Justo antes de llegar al final del camino, alguien lo cogió de la mano y se giró para ver el rostro entristecido, pero con una cansada sonrisa, de Yeosang - Tu puedes, Mingi - le susurró - Estamos contigo.

Fue en ese momento que todo pareció volverse más claro. Sintió que caía de golpe en la realidad. Asintió al chico a su lado con una sonrisa y se situó frente a todos.

- No me hace falta papel. La verdad es que vine aquí sin nada pensado para decir. Solo sabía que tenía que venir. Yo era el novio de Wooyoung. Lo conocí en el hospital. Mi extraño compañero de cuarto que no quería comer. Cuando me tumbé a su lado aquel día, no se me ocurrió que pudiera enamorarme de ese chico y que, un día, desearía volver a estar en aquel momento. En el punto de partida. Pero no cambiaría nada de lo qué pasó. Por muchas veces que Wooyoung me preguntara si estaba seguro de querer estar a su lado a pesar de su enfermedad, yo siempre decía que sí y volvería a decirlo. Él es una de las mejores cosas que me han pasado nunca. Siempre decía que gracias a mí aprendió muchas cosas, que le hice querer seguir viviendo y que lo cambié para bien. Pero la verdad creo que él fue quien me cambió a mí. Él me enseñó el verdadero significado de la lucha, del amor y por qué tenemos que vivir. He pasado esta semana entre yendo a clases, llorando en su cama y estudiando. No me sentía yo, era más como si me hubiera muerto con él. Pero hoy, viéndoos a todos aquí, he recordado lo que él era, lo que él quería, la promesa que le hice. Él no pudo vivir todo lo que quería vivir, pero yo si puedo. Y tengo que hacerlo, por él. Porque en cualquier momento puedo ser yo el que ya no esté. O cualquiera de nosotros. Por eso tenemos que aprovechar todos y cada uno de los momentos de nuestra vida que nos quedan, como él hizo. Tenemos que seguir adelante por él. Aquellas fueron sus últimas palabras. The show must go on. Pase lo que pase, tenemos que seguir adelante. En el escenario, da igual que se te quite parte del vestuario, que algo se caiga o que la música deje de sonar. Hay que seguir adelante con el espectáculo. Ahí radica la diferencia entre el buen artista y el mal artista. La vida es igual. La diferencia entre vivir y morir es seguir adelante o no. Por suerte, yo os tengo a vosotros para que me ayudéis con ello. Chicos, nunca lo olvidaremos pero aprenderemos a vivir sin él esperando que vayamos a visitarlo, sin poder verlo. The show must go on. El día que llegué a su casa y estaba con la canción de Sunmi puesta a tope, no me imaginé todo el significado detrás de que quisiera bailar aquella canción una y otra vez disfrutándola con todas sus fuerzas. No pensé que querría dedicarnos esa canción, que serían sus últimas palabras. Si algo me hubiera avisado de ello, lo habría abrazado con fuerza y le hubiera dicho que lo quería muchísimo, con toda mi alma y que nunca dejaría de quererlo, pero seguiré adelante. Ahora no veo posible que vaya a poder amar a alguien de nuevo, no como lo amaba a él, pero tal vez lo haga. Y aún así, sé que no dejaré de quererlo de la misma forma a él. Aunque ya no esté. Te amo, Wooyoung. Gracias por todo, pero yo no te diré adiós. Te diré: The show must go on.

Migi se secó las lágrimas con fuerza con las manos. Antes de que pudiera mover un solo pie de vuelta a su sitio, Yunho saltó de su asiento para abrazarlo y, después de él, fueron el resto. Se unieron en un abrazo grupal lleno de llantos y 'os quiero' de todos y cada uno de los siete chicos. Terminaron en un corro agarrados por los hombros.

- Chicos - dijo Hongjoong entonces - poned vuestros pies en el centro del círculo - todo hicieron lo que dijo - Derecha, izquierda, centro - movió el pie en esas direcciones  - A la de tres. Una, dos, tres... ¡8 makes 1 team!

- ¡Figthing! - gritaron el resto en respuesta.

Después de enterrar el cuerpo de su amigo, más lágrimas y una reunión con todos los presentes en el funeral en la casa que ahora solo pertenecía a Seonghwa, un notario se les acercó para decirles que Wooyoung había hecho un testamento y había dejado cosas para ellos. Marcharon a hacer la lectura del testamento en el lugar correspondiente con todas las personas mencionadas en este.

"Para empezar, quiero que Choi San se quede con mis peluches, en especial con uno al que llamo Shiber. Sé que le gustarán, le gustan estas cosas. Seonghwa sabe cuáles son y donde están. Espero que los cuide bien."

"Choi Jongho, puedes quedarte con todos mis discos de BTS. Sé que a ti también te encantan y los cuidarás bien. El resto de discos se los puede quedar Kim Hongjoong, adora la música."

"Jeong Yunho, quiero que te quedes con todos mis videojuegos. Sé que los adoras. Y mis películas de Harry Potter también. A ti te gustan más que a mí."

"Kang Yeosang, mi querido mejor amigo,  apenas tengo un par de comics pero, ¿te los quedarás tú por mí? No creo que vaya a necesitarlos más. También puedes quedarte con mi teléfono móvil. Así tienes otro sitio dónde jugar a los videojuegos que te gustan. Pero hazme un favor, aprende a confiar más en ti y no luches contra tus sentimientos, solo sé tú mismo y haz lo que quieras hacer. "

"Park Seonghwa, mi adorado hermano mayor, quiero que te quedes con mis álbumes de fotos y todas las cosas que tengo guardadas de cuando era niño. Son mis preciados recuerdos contigo. Gracias por estar junto a mí toda mi vida. Nunca me has abandonado a pesar de todo y siempre has estado ahí para ayudarme con lo que sea. Sé que ha sido complicado y has sufrido por mantenerme a salvo. Pero no te sientas culpable por no haberlo conseguido, no es tu culpa, hiciste todo lo que pudiste. Gracias. Quédate con todo el dinero que tenía ahorrado también a cambio de todo el que has gastado en mí."

"Por último, Song Mingi. ¿Recuerdas la vez que me dijiste que te gustaría ser diseñador de moda si no conseguías ser músico? Pues quiero que tengas mi ropa y hagas con ella lo que te de la gana. Seguro que consigues hacer conjuntos perfectos. No tengo nada más, la verdad, mis pertenencias son pocas, pero si hay algo más que me quede por decir en este testamento, quédatelo tú. Espero de verdad que cumplas tu promesa y que en mis últimos momentos de vida haya podido hacerte tan feliz cómo tú me lo hiciste a mí. Me habría gustado escribirte una carta tipo película para que la leyeras después de mi muerte, pero creo que ya te he dicho todo lo que quería que supieras en vida. Sé que me recordarás siempre y yo siempre seré tuyo. Siempre. Te quiero."

Unos días más tarde, los chicos terminaron sus exámenes finales e iban a comenzar dentro de poco las vacaciones de primavera. Habían estado quedando cada tarde para estudiar juntos y Yunho había ido consiguiendo, con ayuda de Hongjoong, que todos sonrieran y rieran por un rato. Parecía que todos se iban encontrando mejor poco a poco, aunque la huella que Wooyoung había dejado en sus corazones no podría ser borrada nunca.

Fue entonces cuando, en clase, los llamaron uno a uno para hablarles sobre su futuro. Aquel era su último año de instituto, casi se habían olvidado de ello. Seonghwa tampoco podía pasarse la vida trabajando de pequeños trabajos a medio tiempo; una vez tuvo sueños y se merecía poder cumplirlos. Quería estudiar medicina, ser doctor y salvar vidas ya que no había podido salvar las de su familia. Sabía que no siempre podría salvarlos a todos, pero quería luchar por ello.

Jongho quería ser cantante, al igual que Yeosang, que había decidido ir por aquel camino al ver como una canción como la de Sunmi podría llegar a significar tanto para los demás. Yunho había encontrado su sueño en las artes escénicas y San aún no tenía ni idea de qué quería para su futuro, así que solo se iría a vivir con Seonghwa e iría viendo que podía hacer. Mingi y Hongjoong hicieron planes para su futuro antes de que comenzara el curso, ya lo tenían todo planeado pero no sabían cómo se lo iban a decir al resto si todo salía como deseaban.

El mayor dio unos toques a la puerta de la antigua habitación de Wooyoung que ahora pertenecía a quien había sido su novio. Este y su madre se habían trasladado a aquella casa para no dejar a Seonghwa solo, un días después del funeral, cuando la mujer descubrió toda la verdad detrás de aquella historia. Pronto, el chico había comenzado a encariñarse con ella como si fuera su propia madre.

Hongjoong se sentó al lado de Mingi en la cama y lo miró preocupado al notar que debería de llevar un rato ahí mirando la almohada con los ojos llenos de lágrimas. Puso una mano en su muslo con cariño y el chico lo miró dándose cuenta de la presencia del otro allí. Se secó los ojos rápidamente.

- ¿Todo bien? - le preguntó el rubio.

- Si, hyung. Tranquilo.

- Te has teñido de castaño y te has cortado el pelo.

- Sí... ¿Te gusta?

- Me gusta mucho. Te queda genial.

- Gracias.

- ¿Estabas pensando en él?

- Solo recordaba... ¿Sabías que he sido la única persona con la que él lo hecho nunca? Y pensar que yo ahora no puedo... hacer nada relacionado con eso.

- Algún día, Mingi, algún día. Date tiempo a ti también.

- Le hecho de menos cada día, pero me acostumbro a la sensación, supongo. ¿Venías a decirme algo o solo a ver como estaba?

- Tengo buenas noticias. Nos han cogido.

- ¿Qué?

- Que vamos a poder estudiar musicología en Nueva York, Mingi. Hemos conseguido las becas.

- Eso es genial. ¡Hyung! - le abrazó con fuerza. Hongjoong rió mientras correspondía el abrazo, pero entonces el contrario se separó de pronto mirándolo con el ceño fruncido. - Vamos a tener que despedirnos del resto... y... ¿qué pasará contigo y con Jongho?

- No lo sé, Mingi, no lo sé. Ya lo veremos. De momento aún nos queda otro trimestre y las vacaciones junto a ellos. Luego... ya lo veremos.

- ¿Cómo crees que se lo tomarán?

- Espero que se alegren por nosotros.

- Seguro que lo hacen. Es nuestro sueño y son nuestros amigos. Lo entenderán.

- Sí, es verdad. No es como si no nos fuéramos a volver a ver nunca más. Siempre estaremos en contacto y nos veremos siempre que podamos.

Ambos chicos volvieron a abrazarse contentos de haber conseguido lo que querían. Después, el mayor le revolvió el pelo y salieron de la habitación entre pequeñas risas para decirles la noticia a la madre del menor y a Seonghwa. No sabían que este también tenía intenciones de irse a estudiar lejos porque necesitaba alejarse un tiempo de todos los recuerdos que guardaba aquel lugar y formar algunos nuevos. San se iría con él. Teniendo en cuenta que Jongho, Yunho y Yeosang irían a Seúl para hacer audiciones para agencias y quedarse dónde les cogieran, nadie se quedaría en aquel lugar en el cual habían crecido juntos. Sin darse cuenta,  estaban comenzando a convertirse en adultos, en jóvenes adultos.

3120 palabras

Quedan: 3 capítulos + epílogo

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