Al terminar de comer y de que los lobos también comieran algo, nosotras nos fuimos hasta arriba nuevamente pero seguidas de ellos. Nos posicionamos en nuestros lugares, cada una junto a su lobo, Connor estaba con su cuerpo a mi alrededor y exigiendo cariño apoyando su cabeza en mi regazo.

Me parecía de lo más tierno aquello por lo que terminé mimándolo todas las veces que él pedía mientras jugaba hasta que las tres bostezamos por el sueño. Pero no queríamos que ellos se fueran, era muy agradable su compañía.

- Connor... quédense, por favor - Le dije, mis amigas pusieron expresiones de súplica al igual que yo.

~¿Enserio quieren que nos quedemos?~ Dijeron ellos.

- Si - Dijimos al mismo tiempo y ellos terminaron asintiendo y nosotras sonriendo ampliamente.

Yo me acurruqué por Connor quien estiró la manta de la cama y me cubrió con ella para luego apoyar su cabeza a mi lado y yo apoyé una mano sobre su cabeza acariciándolo un poco.

Hasta que poco a poco fui cerrando los ojos y quedándome dormida.

Que Lobito más extraño pero inteligente...

***

***

Suspiré sentándome y tallandome un ojo mientras bostezaba y luego miré a todos lados en busca de Connor pero ni los otros chicos estaban, solo las chicas quienes seguían dormidas.

Me levanté para ir al baño y asearme, pero tenía demasiada hambre por lo que bajé hasta la cocina para prepararme algo.

- ¿Nunca te han dicho que te ves sexy en pijama? - Me sobresalté al escuchar la profunda y ronca voz de Alex, lo miré un momento.

- ¿Y a ti nunca te dijeron que te ves sexy con ropa negra? - Dije sin pensar, pero al segundo que esas palabras dejaron mi boca, maldecí y me sonroje de la vergüenza.

Es que... él llevaba ropa negra y ajustada y por eso dije aquello... ¡Agh!

Me di la vuelta rápidamente y seguí con mi comida pero me sobresaltó al sentir sus manos agarrarme con firmeza de la cintura y me da vuelta para dejarme demasiado cerca de su rostro.

- ¿Ah si? - Dice sonriendo y yo me sonrojo aún más que antes.

- E..Esto... em... b..bueno y..yo... - Comencé a balbucear nerviosa pero Alex me agarra por la barbilla con delicadeza y levanta mi mirada, yo bajo la vista a sus labios inconscientemente.

¡Agh quiero besarlo! Sus labios se ven carnosos y suaves... pero si lo hago es probable que me odie después.

Aunque siempre está esa excusa de "Tus labios estaban secos" o "Me dió un calambre en el pie y te bese accidentalmente"

¡Dios! ¿En qué estoy pensando?

Vuelvo la mirada a sus ojos y él estaba mirando mis labios igual... pero me mira a los ojos y se fue acercando más y más...

- ¡Exijimos nuestro desayuno! - Escuché la voz de las chicas en cuanto entran a la cocina.

Yo empujé rápidamente a Alex quien gruñe y se cruza de brazos y me mantuve con la respiración agitada y con las ganas de besarlo.

¡Que malas amigas tengo!

- Megan queremos desayuno - Dicen otra vez y sonriendo como niñas pequeñas.

- Y prepárenselo ustedes, yo no soy la empleada - Dije y ellas ruedan los ojos y comienzan a quejarse, pero su vista pasa a Alex.

- ¿Qué estaban haciendo ustedes? - Pregunta Raquel con una sonrisa pícara.

- Nada - Dije bajando la mirada, ya que... de verdad no pasó nada por la culpa de ellas - Háganse su desayuno si quieren comer -

Ellas se quejaron nuevamente pero se prepararon algo para comer a regañadientes. Alex se acercó a mi y me agarra con un brazo frente a mi.

- Esto no se queda así hermosa... ahora me debes un beso... y lo conseguiré... - Dijo con una voz ronca súper sexy mientras que su aliento golpeaba mi oreja y eso me hizo estremecer y automáticamente mordí mi labio inferior.

Alex me suelta y cuando me di la vuelta ya no estaba, suspiré mirando por la puerta pero regresé junto a mis amigas.

Desayune con ellas mientras hablamos de todo, excepto del casi beso que hubo con Alex, ellas insistían pero yo les decía que no.

Nosotras pasamos el día juntas, también fuimos al centro comercial, compramos de todo y trajes de baño, que hoy los estrenaríamos. Fuimos a la piscina del patio y nos metimos de un salto. Estábamos jugando a salpicarnos y perseguirnos pero siento una mirada sobre mi, la busqué por todos lados hasta encontrarme con Alex sentado en el reposabrazos del sofá junto a Lionel y Marco quienes miraban a las chicas.

Sonreí al ver a Alex pero continué jugando con las chicas bajo su atenta mirada, hasta que decidimos salir y comer las frituras que trajimos, pero para molestar a Alex, salgo moviendo mi cabello y caderas. Lo veo y me mira fijamente pero recorriendo mi cuerpo con la mirada, sus ojos estaban más opacos... Me senté junto a las demás y empecé a comer.

***

***

Estaba exhausta, habíamos jugado todo el día, comimos, y ahora estábamos cada una en su habitación. Me tiré sobre la cama y me quede allí un buen rato, pensando en que hacer, y luego me levanté.

Caminé hacia el baño pero antes de abrir la puerta un antebrazo golpea contra esta por sobre mi cabeza y siento su mano en mi cintura.

- Aún me debes algo, princesa... y lo vengo a cobrar... - La voz de Alex en mi oído me hizo estremecer y erizar mi piel.

Me dió vuelta rápidamente pero sin brusquedad y sin perder más tiempo junta nuestros labios rápidamente y yo le correspondí al instante. Era un beso necesitado, con cariño y pasión. Yo rodeé su cuello con mis manos y lo jalé más hacia mi profundizando el beso.

Él pasa su mano de mi cintura hasta mi espalda baja y luego sobre mi trasero pero apretándolo y obligándome a acercarme más.

Solté un jadeo que se perdió en nuestras bocas, pero alguien llama a la puerta interrumpiendonos. Nos separamos a regañadientes, Alex gruñe contra mi hombro al haber pegado su frente a el mientras que yo resoplé.

Me deja libre y yo fui a abrir la puerta y encontrarme con las chicas.

- Hola - Dije sonriendo más alegre.

- Hola - Dicen ellas de la misma manera.

No perdimos más tiempo en empezar a hablar mientras pasaban hasta dentro de la habitación, pero antes de que Alex saliera de aquí se comenzaron a escuchar gritos y algo como si estuvieran destruyendo casas.

- ¿Qué pasa? - Preguntamos levantándonos alarmadas, Alex me mira preocupado, yo no entendía pero él me agarra del brazo jalándome y luego me agarra por la cintura.

Los chicos llegan corriendo y se llevan a las chicas, Lidia toma un camino diferente al nuestro.

- Alex ¿Qué está ocurriendo? - Pregunté pero él me ignoró.

Salimos de la casa por el patio trasero y yo veía fuego, gente peleando pero también muchos lobos.

- ¡Alex! ¡¿Que mierda pasa?! - Pregunté realmente confundida y asustada mientras que me soltaba de su agarre para quedarme en mi lugar.

- No puedo explicarte ahora, solo necesito que me acompañes y así ponerte a salvo - Dijo él estando y acelerado.

- No iré contigo hasta que me digas qué pasa - Dije y miré hacia atrás.

- Nos están atacando, y si no te pongo en un lugar más seguro puedes morir y yo no permitiré que eso pase - Dijo volviendo a agarrarme pero esta vez me carga.

Yo no hice nada en contra, estaba paralizada. Alex corre por el bosque y luego me baja.

- Corran, rápido, vayan hacia allí y no miren atrás - Dijo apuntando hacia el frente, nosotras corremos, pero yo no pude evitar voltear y ver correr a Alex hacia el fuego.

Vuelvo la mirada al frente y sigo corriendo, pero en ese momento siento que me empujan con brutalidad haciéndome rodar en el suelo y luego me agarran por el cuello y comienza a ahoracarme.

Mis amigas gritan y corren hacia mi pero el hombre que me sujeta las golpea y la deja en el suelo.

- Mhm... eres toda una joya... con razón eres su Mate... - Dice él acercando su cabeza a mi cuello, yo forcejeo pero me era imposible hacer algo - Serás de gran utilidad para acabar con el Alpha... -