Capítulo 3
Narra Megan
Abrí los ojos lentamente pero rápidamente siento dolor en mis costillas, por lo que me quejé, pero en ese momento siento una mano delicada y cálida acariciar mi mejilla, al mirar veo a mi madre sonriéndome.
- Tranquila, cariño, el dolor ya pasará... - Decía mientras acariciaba mi mejilla, yo asentí más calmada.
La puerta se abre repentinamente y entra el chico nuevo de la universidad que me había dicho que era suya. Mi madre se levanta y acerca a la puerta pero antes de salir me mira.
- Cariño... no seas grosera con él - Me advierte y yo ruedo los ojos antes de que se vaya y dejarnos en un silencio algo incómodo.
- Hola - Dijo él.
- Hola - Respondí.
- ¿Estás bien? ¿Te duele mucho? -
- No, estoy bien, gracias - Respondí pero nos quedamos nuevamente en silencio - ¿Cómo... Cómo es tu nombre? - Pregunté.
- Alex... El tuyo es... Megan
¿No? - Preguntó y yo asentí.
- ¿Por qué... estás aquí? - Pregunté.
- Yo te traje - Mi rostro indicaba claramente que estaba confundida - Te encontré mal herida con tu madre -
- ¿Dónde nos encontraste? -
- ¿No crees que son muchas preguntas? - Pregunta algo nervioso - Te las responderé en su momento... pero ahora no... cuando estés lista te las responderé todas, lo prometo, pero ahora debes descansar - Dijo.
Yo asentí suspirando y él salió de la habitación. Cerré mis ojos y tardé un poco pero al final me había dormido.
Narra Alex
Salí de allí y decido en ir a donde está su madre.
- ¿Qué hago? Me preguntará sobre todo - Le dije nada más llegar.
- Evita las preguntas. No quiero que se asuste aún, debes contarle cuando ya entren en confianza ambos - Me recomienda.
Yo asentí suspirando pero volví a irme para llegar a mi oficina ya que aún tenía trabajo y asuntos pendientes sobre mi manada.
***
***
Decido salir fuera de la casa y dejar salir a Connor, mi lobo. Corrimos un poco para hacer un recorrido de guardia por los territorios y en ese momento siento el olor de los vampiros.
Aullé para dar mi ubicación a los demás de la manada y cuando ellos llegaron les hablé.
~Hay vampiros en la zona, revisen el territorio completo inmediatamente, no quiero a uno de ellos cerca de su Luna"~
~Si alpha~
Dijeron Lionel y Marco a la vez y luego salieron corriendo.
Yo fui de nuevo a casa pero antes de volver a mi forma humana, el olor de mi Luna apareció y cuando la vi, ella estaba saliendo al patio. Al verme sus ojos se iluminan de emoción.
¿Por qué no puede hacer eso al verme en forma humana... ?
"Porque yo soy más guapo, y que conste que yo la salvé"
"Calla, ambos somos guapos, y fui yo quien la salvo... solo que... no en forma humana..."
Antes de que respondiera cerré el link y presté mi atención a mi Luna quien me extendió la mano en un gesto para que me acercara.
Yo fui con ella y ella al segundo de estar en frente, me acarició. Ella se sentó en el pasto y yo rodeandola.
- Qué bueno verte Lobito... Sé que eres gigante y que el apodo no te queda pero... me gusta... - Dijo ella.
La verdad ese apodo no me molestaba, al contrario, también me gustaba.
~Que bueno verte también mi Luna, y no te preocupes, ese apodo me fascina... ~
Ella sonríe un poco pero luego me mira nuevamente.
- ¿Qué hacías? -
~Corría y me fijaba que estuvieras a salvo~
- Gracias por cuidarme... - Dijo - Oye... ¿Por qué me dices Luna? - Preguntó.
~Porque eres mi Luna~
Le respondí cerrando los ojos y apoyando mi cabeza sobre mis patas delanteras.
~Te prometo que pronto sabrás todo, por el momento no puedo decir nada más~
La miré abriendo un solo ojo, ella estaba pensativa.
- ¿Cómo... Cómo es que puedo escucharte? - Preguntó - Hasta donde yo sé, los lobos no hablan y menos mentalmente, además... de que eres enorme -
Me reí un poco por sus comentarios.
~También te lo diré después, todo lo que te parezca extraño te lo dire después~ Dije, ella asiente lentamente.
En ese momento escuché un aullido de mis guerreros y me levante.
- Parece que te llaman - Dijo ella y yo asentí - Adiós Lobito -
~Adiós mi Luna~
Me fui alejándome de ella pero acercándome a los guerreros.
~Alpha, encontramos un rastro de vampiro~ Dijo uno de ellos, miré al suelo y vi huellas, el olor era inconfundible.
~Manden a los mejores guardias a vigilar la casa en donde está su Luna, no quiero que le pase algo~ Dije, ellos asintieron.
Me fijé en las huellas, pero luego siento un dolor fuerte en el pecho y en lo único que pude pensar fue en Megan...
Salí corriendo inmediatamente hacia la casa, los guerreros recién llegan, y yo los rebase y corrí escaleras arriba.
Al entrar vi a Megan agarrada del cuello por uno de esos asquerosos vampiros. Gruñí y me moví intranquilo, su amenaza era clara.
"Un solo movimiento y la mato".
- Vaya~... pero si es el Alpha más temido de todos... ¿Quién hubiera dicho que intentaría salvar a una chica humana? Muy hermosa por cierto - Dice mirándo su cuerpo y yo rugí con fuerza.
Mi Luna me ve aterrada, confundida y adolorida, hacía muecas de dolor que me enfureció más y me preocupaban tanto...
~Suéltala ¡Ahora!~
Gruñí/rugí y éste mueve su dedo de lado a lado mientras negaba con la cabeza y sonreía.
Encontré ese momento en que se distrajo para saltar hacia él, morder su mano con la que agarraba a mi Luna y arrancársela, sujete a Megan antes de que cayera y la dejé con cuidado en el suelo para luego acariciarla con mi cabeza.
Pero el vampiro corre hacia nosotros, solo que en aquel segundo agarré su cabeza, pisé su cuerpo y se la arranqué.
Volví mi mirada hacia Megan quien estaba inconsciente en el suelo. La vi preocupado y corrí hasta ella y moví su cabeza un poco con mi hocico y ella abre sus ojos lentamente.
- Hm... auch... ¿Q..Qué pasó? - Pregunta ella intentando levantarse asustada y temblando.
Yo no dije nada, solo la ayude a levantarse y la apoyé en la cama, en ese momento su madre aparece corriendo y mirando la escena preocupada.
- ¡Megan! - Corre hacia ella y la abraza - ¿Estás bien? - Pregunta.
-Si ma... Él me salvó - Dice Megan mirándome, su madre igual me mira y asiente.
Yo salgo de la habitación hasta escaleras abajo y me transformé, volví corriendo hasta ellas.
- ¿Qué sucedió? ¿Se encuentran bien ambas? - Dije.
Megan me mira con el ceño fruncido.
- Si, estamos bien... pero no gracia a ti... - Dijo.
Sus palabras enserio me habían dolido, su mirada de rechazo igual me duele...
- ¡Megan! - La regaña su madre.
- ¡¿Qué?! ¡Si es cierto! Mientras me atacaba un hombre, él no estaba y justo viene ahora? - Dice molesta. Yo agacho la cabeza - ¿Dónde se supone que estabas? - Pregunta.
- Yo... am... estaba con unos amigos - Dije.
Ella me mira molesta, pero yo decido salir de allí. No me gustaba mentirle pero tampoco puedo decirle quién y qué soy en realidad.
Por primera vez en mi vida... no sé que hacer...
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