Capítulo 2
Era de noche, yo caminaba por las calles por querer tardarme para no llegar a mi casa y ser golpeada por mi padre.
- Mierda - Maldije por lo bajo al notar a un hombre atrás de mi y siguiéndome.
Caminé más rápido y doblando en cuantas calles podía para intentar perderlo, y cuando volteé y no lo vi más, suspiré aliviada, hasta que vuelvo la mirada al frente y tenía a un hombre frente a mi.
- Pero que hermosa chica... de verdad que las chicas de ahora se desarrollan mucho mejor... - Dice el hombre agarrandome por las muñecas y pegándome a la pared de un callejón.
Las heridas comenzaron a dolerme y mucho, además de que sentía tanto miedo...
- Déjame - Dije aguantando las lagrimas y forcejeando cuanto podía.
Él hizo caso omiso, pero en ese momento se escuchó un potente y profundo gruñido.
El hombre se dio la vuelta y se tensó, yo no podía ver nada por las lágrimas que empeñaban mi vista aparte de tener al hombre tapando mi campo de visión, pero escuché un rugido que hizo sobresaltar al hombre y conseguí mirar hacia allí.
Abrí los ojos de par en par al ver allí a un lobo negro enorme, como de tres meteos, que vino hacia nosotros y obligó al hombre a retroceder pero a la vez cayó al suelo.
El lobo se coloca junto a mi gruñendo hacia aquel hombre quien se levantó y volvió a correr, mientras que el miedo paralizó mi cuerpo, el lobo deja de gruñir y voltea a verme pero yo me encogí en mi lugar poniendo mis manos frente a mi.
- No por favor... - Murmuré muerda de miedo, mi cuerpo entero temblaba y las lagrimas caían por mis mejillas sin control alguno.
Este es mi fin. Bye bye mundo cruel.
~Tranquila... jamás te haría daño... ~
Me sobresalté al escuchar una voz en mi cabeza, miré cuanto pude a todos lados pero no había nadie más que aquel lobo negro aún frente a mí.
- ¿Q..Quién d..dijo es..s..o? - Pregunté en un murmullo más para mi que para alguien más.
Mi vista pasa nuevamente a aquel lobo frente a mi quien se mueve un poco ocasionando que vuelva a temer y cerrar los ojos con fuerza.
~Yo lo hice mi Luna~
Miré rápidamente al lobo que se había sentado frente a mi y me miraba sin más.
- ¡¿Pero qué mier... ?! - Dije exaltada y confundida pero su gruñido me interrumpió asustándome nuevamente.
~Ese vocabulario, mi Luna... ~
Advirtió el lobo con un tono divertido y una pequeña sonrisa lobuna. Sin poder evitarlo solté una pequeña y corta risa divertida.
Por un momento me había olvidado de que era ¡Un puto lobo de tres metros que habla telepáticamente!
Me volví loca...
Suspiré mirando atenta al lobo y luego cerré los ojos y me apreté mi brazo sobre una herida para ver si al abrir los ojos el lobo ya se habrá ido... pero seguía allí.
Lo miré a los ojos... blancos brillantes y... relajantes.
Por un momento, el miedo desapareció de mi cuerpo y solo podía sentirme relajada y... protegida...
Sin darme cuenta había levantado mi mano lentamente hacia él y antes de tocarlo él terminó la distancia por sí mismo y me hizo acariciarlo restregando su cabeza contra mi mano y dando una pequeña lamida a esta.
Yo sonreí maravillada, sorprendida y enternecida pero lo acaricié tambien y él se acercó aún más a mi sobresaltándome pero seguí acariciandolo, noté como su cola lobuna subía y bajaba con felicidad, cosa que me hizo sonreí aún más.
- Eres... Wau... eres muy hermoso y... sorprendente... - Dije - Y gracias, por salvarme -
Él me mira un momento y asintió volviendo a cerrar los ojos y disfrutando de mis caricias, pero yo dejé de acariciarlo y el chilló en protesta ocasionando que me ría.
- Me tengo que ir, pero fue lindo conocerte Lobito o... Lobote, como sea, fue grandioso, pero tengo que irme... - Dije riendo y él mueve nuevamente su cola lobuna y a la vez creí ver una sonrisa lobuna en su rostro.
~Adiós Mi Luna... pero recuerda que... siempre te estaré cuidando, te protegeré siempre... ~
Esas palabras... sin saber porqué... me hicieron sentir calidez y calma... sentía... como si pudiera confiar en él...
Aunque sigo sin saber cómo es que es tan enorme, cómo es que habla mentalmente y... ¿Dónde había escuchado ese apodo antes... ?
- Adiós Lobito - Dije mientras comenzaba a alejarme. Miré al frente un momento pero luego miré sobre mi hombro pero él ya no estaba.
Me quedé quieta un momento pensando que todo en realidad había sido una alucinación y que me estaba por volver loca, pero en ese momento escuché un aullido fuerte y potente que hizo que mi corazón palpitar con fuerza y yo sonriese sin razón e inconscientemente.
Era él.
Seguí caminando hasta dejar de escuchar ese aullido y llegué a mi casa, solamente al entrar ya vi las nuevas botellas rotas en el suelo y a mi padre dormido en el sofá con la tele encendida.
Suspiré aliviada... por suerte no está despierto.
Subí a mi habitación y cerré con llave para asegurarme que si se despierta no entrará a golpearme. Me tiré sobre mi cama y a mi mente volvió aquel a lobo...
Era... hermoso...
Pensando en eso, mis ojos comenzaron a pesar y acerrarse y sin más, había quedado dormida.
***
***
Me levanté repentinamente por un golpe en mi puerta, instantáneamente comencé a temblar del miedo, los golpes no paraban y cada vez se hacían más fuertes.
- Mocosa abre la puta puerta. Ahora - Dice mi padre del otro lado.
Me quede en mi lugar paralizada del miedo, los golpes cesaron, pero después se escucharon pasos alejarse, creí que todo terminó y que él se rindió pero y escuché sus pasos nuevamente acercándose y la puerta se abrió de golpe rompiendo la cerradura y mi padre entró.
- ¡Agh! De verdad que nunca debiste de haber nacido, maldita estúpida - Decía mientras se me acercaba y me agarró del cabello para tirarme al suelo y comenzar a golpearme.
- ¡Basta! ¡Por favor ya detente! -Supliqué llorando, pero él aún así no paraba.
Ni siquiera cuando se escucharon mis costillas romperse.
Un dolor inmenso e insoportable me invadió por completo, sentía mi cuerpo pesar y mis párpados cerrarse, pero en ese instante escuché la ventana rompiéndose en pedazos y luego gruñidos, rugidos, gritos y...
Y luego nada.
Narra Alex
En estos momentos me alegra haberla seguido... ¿Quién era este hombre que dañaba a Mi Luna de esta manera? No se lo perdonaré...
Rugí mientras me mantenía firme sobre mi Luna quien estaba inconsciente en el suelo. El hombre salió corriendo pero en su huida empujó a una mujer que se había asomado.
En cuanto me vió se asustó por un momento pero su mirada pasa a mi pequeña Luna y unas lágrimas caen de sus ojos. Ella corre hacia mi Luna, yo me aparté y vi como la abraza llorando.
Pasé mi hocico por la mejilla de mi Luna pero ella no despertaba y me tenía muy preocupado.
- Sé lo que eres - Dice sorpresigamente la mujer quien al parecer es su madre.
La miré rápidamente sorprendido.
- Y sé quien es Megan para ti... - Sigue sin despegar la vista de mi Luna, yo solo la observo - Por eso... por eso te pido... q..que la lleves contigo, que la protegas y la ames... sé que eres el Alpha y ella tu Luna, por eso tienes que llevártela, en algún momento iba a pasar ¿No? - Su voz era quebrada pero aún así sonreía y acariciaba el cabello de mi Luna - Quiero que la cuides... por favor... ella es mi vida, es mi niña... así que te lo ruego... -
Asentí.
~La cuidaré bien... pero... ella no me perdonará si la dejo a usted aquí, así que... puede venir conmigo~
Ella se sorprende, pero después me sonríe tiernamente.
- Gracias... iré con ustedes... pero solo por un tiempo. Luego tendré que irme... - Dijo a lo que yo asentí.
Ella me ayudó a colocar a Megan en mi lomo con mucho cuidado. Nosotros nos fuimos, pero su mamá caminando a nuestro lado para no molestarme a mi o a Megan...
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