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Capitulo Único <3

Park Jimin con el tiempo fue ganando fama en el instituto Bangtan, lo que se tradujo en una gran popularidad, todo esto gracias a su magnífica dualidad, pues podía ser un chico tierno y dulce y en instantes convertirse en una persona seductora e intimidante.

Consiguiendo con ello a muchos pretendientes, entre ellos, Jeon Jungkook, su mejor amigo. 

Un chico rudo, cuya personalidad fuerte le había ayudado a ganar cierta reputación e inspiraba temor a quienes lo rodeaban, excepto, claro está, a «Park Jiminnie», como solía llamarle, por él estaría dispuesto a convertirse en su mascota y ladrar si así lo requería. Un privilegio al que solo Jimin podía acceder, su personalidad cambiaba de sobremanera, era algo tan shockeante que si alguien más lo viera, jamás lo creería.

—Jungkook ¿Podríamos hablar un momento tú y yo? A solas. —pidió una hermosa chica con una mirada expectante hacia el pelinegro.

—¿Qué quieres? habla ya. No tengo todo el tiempo del mundo, además ¿Que no ves que estoy con mis amigos? — culminó el pelinegro, aún sin mirar a la castaña.

—Jungkook no seas tan grosero. — le reprendió Eunwoo, Jungkook le devolvió una mirada asesina como respuesta, el peliazul captó el mensaje de inmediato y guardó silencio. 

—Bueno.... yo... quería...—la castaña trataba de articular la frase, pero el miedo invadió todo su cuerpo en ese instante, y a decir verdad, no entendía por qué tuvo la bondad de hacer el favor de entregar el mensaje que Jimin le envió a el pelinegro, solo a ella se le ocurría hacer esa clase de favores.

—¿Vas a hablar o te quedarás allí parada Mona Lisa? — La actitud tímida e ingenua de Lisa ya había irritado bastante al pelinegro.

—Es Lisa, no Mona Lisa —se quejó, ni siquiera supo de dónde había salido el valor para defenderse de Jeon.

—Si, si, como sea, no es de importancia. —La castaña contuvo su molestia y suspiró.

—De acuerdo, al grano. Jimin me pidió que te dijera que hoy saldrá a las 3:30 pm de la clase de química —la chica observó el reloj en su muñeca— o sea que salió hace 2 minutos —Jungkook sin decir nada, se acercó lentamente a ella. 

—¡¿Y porque mierda no me habías dicho antes?! —está de más decir que el pelinegro estaba completamente molesto— Ahora por tu culpa llegaré como mínimo 5 minutos tarde, y odio hacer esperar a las personas. Esto es un recordatorio para que te quede claro que si Jimin te pide que me digas algo lo hagas sin titubear, Mona Lisa ¿Entendiste?— una vez liberada su molestia, apresuró el paso en dirección a su querido, quien ya estaba bastante impaciente al ver que el pelinegro no llegaba.

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—Hola Jimin ¿estas esperando a alguien? —preguntó Taemin, Jimin estaba recostado en la puerta del salón de química. 

—Así es Taeminnie— la atención de Jimin estaba dirigida a la paleta que el pelinegro estaba por abrir, así que no vaciló para arrebatarsela.

—¡Oye! Ahora me debes una paleta y una cita, Park Jimin —anunció el pelinegro y sacó otra paleta de su bolso. 

—Ni lo sueñes, Lee — exclamó Jeon, quién había aparecido justo a tiempo para ver la escena.

—¿Y tú quién eres, Jeon, su novio o hermano? No tienes derecho a decidir con quién puede o no salir Jimin. — reclamó Taemin con un tono arrogante, sin saber que estaba encendiendo la mecha para una pelea.

Jungkook tenía su mandíbula completamente tensada, su enojo era evidente incluso a distancia.

—Soy lo que tú jamás serás, así que deberías dar la vuelta e ir donde tu mamá, tonto niño mimado, no quiero que vuelvas a acercarte a Jimin. —Jeon le dió una especie de advertencia, pero lo único que Taemin hizo fue reír.

—¿O si no que, Hulk? ¿Me vas a acusar con tu mamá? —bromeó el contrario con una expresión de falso terror, que se borró de inmediato al ver la expresión que Jungkook mantenía. Taemin se arrepintió y retrocedió, pensando en que se estaba metiendo, Jeon sin embargo, se acercaba lentamente hacia él, lo que parecía una broma inofensiva para Taemin, había dejado de serlo. 

—Lo que sucederá es que terminarás con un ojo morado y algún hueso de tu cuerpo roto, tú decides Lee — Jungkook dejó su amenaza bien clara, tomó la mano de Jimin dispuesto a llevárselo de ahí.

—Controla a tu perrito faldero, Jimminie —gritó el castaño, su provocación solo trajo problemas, Jungkook quien era alguien explosivo, no pudo contenerse más y soltó un golpe, su furia era tal que los que lo vieron, dijeron que parecía humear de la rabia.

—¡Jungkookie basta, déjalo! —pedía Jimin, quien intentaba desesperadamente separarlos, su intento no los detuvo ya que se enfrentaban cual gallos de pelea.

—¡¿Qué está pasando aquí?! —El subdirector que estaba en su ronda por el instituto se había topado con el percance.

—Nada subdirector, ¿verdad Lee? —respondió Jungkook con un tono amenazador en su pregunta hacia Taemin, quién estaba tan atemorizado que asintió al instante con la cabeza, velozmente quitando la sangre de su labio cortado por los golpes.

—¿Están seguros de que hace un minuto no  peleaban como perros y gatos? —Cuestionó la figura de autoridad con los brazos cruzados.

—Muy seguros. —contestaron al unísono, el subdirector solo asintió fingiendo confiar en la palabra de ambos chicos y se marchó del lugar, pero antes, le pidió a Jimin que lo llamara de inmediato si volvían a armar alguna pelea del mismo estilo. Ese día simplemente había decidido dejarlo pasar, por supuesto que no había creído una sola palabra de la coartada de ambos.

—Vámonos Jungkook— pidió nuevamente Jimin, que rápidamente se había adelantado en dirección a la salida de la escuela, detrás un apurado y avergonzado Jungkook, pues este sabía perfectamente que su Jimminie estaba sumamente enojado con él por su actitud. 

Al llegar a la casa donde ambos vivían, el pelirosa entró directo al baño en búsqueda del botiquín, para curar las heridas del pelinegro, ninguna grave, pero tenían que ser desinfectadas. Jeon por otra parte, se sentó en el gran sillón rojo de la sala de estar a esperar a su mochi. En su cabeza el único pensamiento que rondaba era como encontrar las palabras correctas para disculparse, sabía que era lo que debía hacer, Jimin lo había dejado claro al no dirigirle la palabra en todo el camino a casa, y esquivar todos sus intentos de abrazarlo o besar sus mejillas como era costumbre.

—Jimminie, mochi, ángel. — el pelinegro intentaba llamar la atención de su mejor amigo, sin embargo todos esos intentos parecían ser en vano.

—Jimin, por favor háblame. No ves que sin ti me muero— la mano de Jeon fue directo a su frente tratando de darle más dramatismo a su frase.

—De acuerdo, tendrás que morir, es el precio que deberás pagar por no contener tus arranques de ira.—Park se sentía frustrado ante la actitud infantil de su mejor amigo, pero le era inevitable pensar que se veía sumamente adorable al querer obtener su atención, sin embargo, él no desistiría de su papel de hombre indignado ni caería ante los encantos del pelinegro.

¿Qué rayos estás pensando Jimin? Estás molesto con él, no importa lo adorable o seductor que pueda verse. ¡Cielos! ¿Qué estoy diciendo? —Jimin se reprendió a sí mismo y se dió una bofetada mental

Terminó de curar sus heridas, se levantó y se dirigió a su habitación sin mediar palabra e ignorando que Jungkook estaba articulando una palabra.

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Un nuevo día había llegado, pero eso no significaba que los acontecimientos del día anterior hubieran sido olvidados, sin embargo, aún debían ir juntos a la escuela. 

Jimin seguía firme en su plan de aplicar la ley del hielo, por lo que el pelinegro se levantó más temprano que de costumbre para hacerle un delicioso desayuno, acto que sin duda enterneció al pelirrosa, pero seguía sin dirigirle palabra alguna, aún no era suficiente.

En el trayecto al instituto, Jimin se esforzaba por no ceder ante los encantos de Jungkook,que había optado por decirle al oído cosas que enternecían su corazón.

—Mi hermoso ángel estás despampanante, como siempre. — No hubo respuesta, aunque si obtuvo una mirada.

—Quisiera ser el sol para deslumbrar tus lindos ojos. — Aún nada, pero esta vez obtuvo el rubor tenue en el rostro de su amigo, una risa triunfal se dibujó en su rostro.

—Por favor mochi ya háblame, ¿Crees que mentía al decir que sin ti me muero? No estaba jugando, por favor, ya fue suficiente— para entonces ya estaban en la escuela. El pelinegro iba detrás de Park por todo el instituto, todos los presentes se sorprendieron al ver como el gran y temido Jeon Jungkook buscaba el perdón de Park Jimin, el ángel de todo bangtan, pero deciden no darle tanta importancia.

Las clases iniciaron, así que quisieran o no, debían separarse, unas horas de clase más tarde, el receso llegó. Jimin salió como bala en dirección a la cafetería, estaba tratando de evitar a Jungkook tanto como le fuera posible, solo quería una comida tranquila. Cuando finalmente se sentó a comer, aliviado de que su plan había funcionado, el característico saludo de Taehyung inundó sus oídos.

—¡Buenas buenas! —exclamó el pelirrojo a la espera de la respuesta para seguir con su celestial saludo. 

—Hola Tae ¿Cómo amaneciste?— Park rio, conocía muy bien la respuesta que seguiría a esa pregunta. 

—¡Hoy amanecí, Sabroso, delicioso, Masticable! Y ya sabes que más, pero por obvias razones no seguiré cantando esa canción. —Taehyung se detuvo, pues todas las miradas se posaban en ellos. 

—Tú y tus ocurrencias, Taetae. —el pelirrosa soltó un suspiro.

—¿ Qué sucede Jimin? No intentes engañarme, ya sé que Jeon te siguió como cachorrito por toda la escuela pidiendo tu perdón.

—Bueno te cuento, resulta que ayer salí temprano de química por lo que le pedí a Lisa que por favor le avisará a Jungkook, para que él estuviese ahí cuando yo saliera, pero le tomó más de lo que pensé, así que mientras aguardaba su llegada apareció Taemin, estábamos hablando tranquilamente, hasta que se le ocurrió la fantástica idea de decir que le debía una cita por robarle su paleta. —Jimin hizo una pausa para tomar agua. 

—De acuerdo ¿Y que más? Sigue, esto se puso interesante. — intervino Taehyung a quien carcomía la curiosidad. 

—Como decía, justo cuando a Taemin se le ocurrió decir tonterías, apareció Kookie y le dijo que no se atreviera a soñar que yo le daría una cita. Y justo después de eso se desató la pelea y empezaron los golpes. Por obvias razones me enojé con Jungkook, así que estoy intentando evitarlo, pero me es imposible, Taetae. —Taehyung se había sorprendido, no por lo que aconteció, sino por qué le pareció que su amigo había hecho una confesión importante. 

—Jimin, ¿Puedo preguntar algo? — el pelirrosa asintió— ¿Por qué te es imposible ignorar a alguien como jeon? ¡Es Jeon Jungkook! Una persona fría e intimidante, no logro entenderlo, no encuentro ninguna razón que te lo dificulte. —la actitud de Jimin le resultaba totalmente extraña al pelirrojo que lo conocía desde hacía mucho tiempo.

—No lo entenderías, él no se muestra de esa manera conmigo, es una persona totalmente distinta y dulce. Pero claro, eso es algo que ni tú ni nadie ha visto. —Se dijo Jimin a sí mismo.

—Él es diferente conmigo, Tae, él es dulce, cariñoso y tierno, me dice cosas bonitas al oído todo el tiempo, hace que me sonroje a menudo y otras cosas que seguro no entenderías. —El rostro de Jimin había cambiado, su expresión se había vuelto más brillante y suspiró cual enamorado, esto causó una gran sorpresa en Taehyung que no había creído ni una sola palabra. 

Una carcajada sonora salió del pelirrojo. —No me hagas reír, Jimin. Jeon Jungkook la persona más temida de todo el instituto ¿Lindo y dulce? Por favor. —las burlas continuaron, Jimin se cansó y le golpeó levemente la cabeza.

—Pues aunque no lo creas es real, Jungkook es una persona diferente conmigo, el tiene una faceta que nadie más conoce, solo yo, y entiendo que para ti sea difícil creerlo, pero al único que debe importarle es a mi, que soy quien lo disfruta. — Nuevamente una enorme sonrisa en el rostro de Jimin. Taehyung no tuvo más remedio que suspirar, entendió lo que pasaba, Jimin estaba enamorándose, es más, estaba completamente enamorado de Jungkook.

—¿Estás enamorado de Jeon, Mimi? —en esa pregunta de forma no implícita estaba el temor del pelirrojo de obtener una respuesta tanto negativa, como positiva.

—Me encantaría poder decir que no Taetae, pero te estaría mintiendo descaradamente. Claro que no sé si él siente lo mismo, por eso nunca he mencionado nada de este gran sentimiento que tengo hacia él.

—¡Bingo! —exclamó el pelirrojo.

—¿Eh? —cuestionó Jimin confundido. 

—¡Lo tengo, Jimin, lo tengo! Sé como puedes saber si le gustas a Jeon. — Jimin se limitó a sonreír mientras negaba con la cabeza esperando la alocada idea de su amigo. 

Debes provocar celos en Jeon. Minnie el día de la fiesta del instituto la cual es en un par de días...—el plan de Taehyung estaba en marcha —Ese día, pretende tener intenciones románticas con Taemin, así Jeon estallará en celos, lle reclamas, él te confiesa y listo un lindo final de cuento de hadas. —la alocada idea de Taehyung y su larga explicación habían culminado.

—Me gusta la idea Taetae. Ahora solo hay que esperar a que llegue el gran día. —Park estaba emocionado, Tae sonreía orgulloso por haber sido el creador del magnífico plan.

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Los días pasaron volando y con ello la tan esperada fiesta para muchos había llegado, en esos días Jungkook llevaba flores a casa a diario, ganándose con ello el perdón de su mochi.

Tanto el pelinegro como Jimin se encontraban alistándose para la gran noche que se avecinaba, Jimin había decidido usar un lindo traje rojo acompañado de una hermosa coronita de flores azules.

 Por otra parte Jungkook eligió un traje azul también acompañado de una corona de flores, en este caso rojas.

El primero en terminar de vestirse fue Jungkook, no podía irse sin Jimin, así que se sentó a esperar en la sala, a decir verdad estaba nervioso, pues presentía que algo pasaría, pero todos eso pensamientos desaparecieron cuando Jimin bajaba los escalones, Jungkook finalmente había entendido porque le apodaban "el ángel de bangtan".  Ahí estaba, su Jimminie, su corazón palpitaba a mil por hora al verlo, tan dulce, pero a la vez seductor, estaba seguro, Park Jimin era el dueño de su corazón y eso nadie lo podría cambiar. 

—Te ves precioso, Jimminie de mi corazón. —Jeon se acercó con suavidad para acariciar con suma delicadeza el hermoso rostro de su mejor amigo, el cual recibe gustoso las caricias.

 —Gracias Jungkookie, luces fenomenal esta noche.

 —Lo sé, soy un papucho, las personas están perdiéndose de este deleite visual, por eso Park Jimin debemos irnos. — el pelirrosa, acepta gustoso el brazo de la persona que hacía su corazón palpitar fuerte.

 Al llegar a la fiesta todas las miradas se posan en ellos, en especial la de Taehyung que sin dudarlo se acerca a ambos.

—Chicos por fin llegaron. Ambos lucen genial, podría decirse que son novios ¿Se vistieron a juego a propósito? —los comentarios de Tae hicieron que ambos se sonrojaran.

—Tú y tus ocurrencias Taetae. — contestó Jimin tratando de tranquilizar la tensión que se había creado.

—Lo sé, pero bueno la noche es larga y debemos disfrutar, así que amigos míos ¡A bailar! — invitó Taehyung, Jimin se dirigió a la pista de baile con su viejo amigo, mientras Jungkook se fue a la barra a buscar un trago para su amado.

Jimin bailaba al compás de la música, moviendo sus caderas de lado a lado con suma perfección, un par de minutos de búsqueda después visualizó a Taemin a unos metros de él y sin titubear, se acercó, era el momento justo, pues Jeon estaba regresando con las bebidas.

Al llegar a hasta dónde se encontraba Taemin, Jimin no estaba seguro de cómo llamar su atención, ya que estaba bailando con una chica despampanante, por lo que decide de inmediato ponerse a bailar enfrente de ellos con suma sensualidad llamando cada vez más la atención del pelinegro, finalmente logra quedar a escasos centímetros de él y hace que olvide que bailaba con una chica. Todo esto bajo la atenta mirada de Jungkook.  

—Te ves como un ángel, Park, pero sé que debajo de ese rostro angelical se esconde un demonio lujurioso —susurró Taemin al oido del pelirrosa, quien solo sonríe al saber que el plan está saliendo a la perfección.  

—Lo mismo digo Lee, —sonrió mientras movía sus caderas de forma provocativa.

Jimin no supo como de un momento a otro paso de bailar con taemin a ser besado por este, quedó atónito por el repentino beso del chico, esto no era parte del plan, de inmediato lo empujó, eso no era lo que quería.

—¿Qué te pasa idiota? ¿Por qué me empujas? — Se quejó furioso Taemin, sin obtener respuesta por parte del pelirrosa, estaba más concentrado buscando a Jungkook con la mirada, lo encontró, viéndolo con suma decepción, para después salir corriendo del lugar.

 —Mierda. —Exclama frustrado Jimin, sabía que había metido la pata el plan no había salido a la perfección.

De inmediato corrió a la salida, sin importarle los reclamos de Taemin y las preguntas de los demás. Justo al llegar afuera, se percata de que Jungkook esta por subir a su motocicleta. 

—¡Kookie, espera! —Gritó con todas sus fuerzas, no podía, no quería que se fuera con la idea equivocada.

 —¿Qué quieres Park? — un tono de indiferencia se apoderó de la voz del pelinegro.

—¿Por qué me llamas así Jungkookie? Tú siempre me dices apodos lindos, pero jamás mi apellido ¿Acaso estás enojado? —Park conocía la respuesta de su amado, orgulloso hasta el final.

 —No.

—¿Entonces por que saliste de esa manera de la fiesta, cuando me viste con Taem... —no logra finalizar su pregunta, Jungkook lo interrumpe antes.

 —¿Qué acaso estás ciego Park? ¿Qué acaso no te das cuenta de que yo ya no quiero ser solo tu amigo? Que con mis dos ojos solo puedo verte a ti, que soy sumamente rudo pero casi nunca frente a ti. ¡Que te amo carajo! ¡Te amo! —Finalmente el momento más esperado por Jimin, su felicidad es tal que no puede dejar de reír.

  —Sí, ríe todo lo que quieras, Jimin. —el pelirrosa no puede evitar sonreír y lentamente rompe la distancia entre ambos.

—Me rio porque el plan para ponerte celoso y que me confesaras tus sentimientos salió pésimo, pero también funcionó, me rio porque yo también te amo... —la presión de un beso le impide seguir hablando.

Un dulce beso lleno de todo el amor y cariño que ambos sentían, un beso desesperado porque había pasado mucho tiempo para que finalmente se diera y finalmente un beso que trae consigo el comienzo de una bella historia de amor, llena de felicidad, amistad, pero sobre todo cariño, amor y confianza plena.

Porque para Jungkook, Park Jimin siempre será su dulce mochi y para Jimin, Jeon Jungkook siempre será su cachorrito agresivo.

Fin...

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