4 "Acuerdo"
Se miró en el espejo por quinta vez en lo que llevaba de la mañana. Ciertamente iba a una escuela en Estados Unidos de mucho renombre y por ende llevaba un uniforme costoso ¿Pero el de Japón? Von solo verlo colgado supo que era caro.
Lo que mas le molestaba, de alguna forma, era que llevaba un chaleco debajo del blazer. Si no fuera por el escudo de la escuela, bordado en su lado izquierdo, cualquiera creería que va de smoking.
- Si que es una escuela de niños ricos- Murmuró mirando por todos lados.
- Hablas de la mejor escuela de todo Japón, Minnie- Dijo la joven alfa, ganando que el mencionado se asuste por su repentina aparición.
La chica tambien llevaba el mismo uniforme negro, solo que el blazer terminaba a la altura de la cintura y llevaba falda, almenos su uniforme si se veía como tal.
- Mierda, casi me matas del susto- Se quejó llevándose una mano al pecho- ¿Que hubieras hecho si me estaba cambiando?
- Hasta los 10 años me bañaba con Yuta, en la misma tina, no tienes nada que no haya visto antes- Se encogió de hombros, acomodándose su bolso- Ya baja a desayunar, o se nos hará tarde en nuestro primer dia.
- Mayumi.
- ¿Si?
- Lo lamento.
- ¿Eh? ¿Por que- Preguntó confundida
- Por dejarte sola con Kakeru, y practicamente delatar tus sentimientos.
- Oh... Eso- Murmuró la chica, desviando la mirada- No te preocupes, no querías ir desde un inicio, y solo querías ayudarme.
- Pero tu no querías confesarte, fui desconsiderado.
- No importa, ya pasó. Agradezco tus disculpas, pero no necesitas martirizarte. Ahora esta todo bien, de verdad.
- Como digas.
Ambos jóvenes alfas bajaron hasta el comedor, encontrandose a los restantes de la familia desayunando en silencio. A Mayumi le pareció extraño aquello, usualmente sus padres hablaban con ellos durante el desayuno, pero especialmente esa mañana su padre omega estaba prestando demasiada atención en la menor de la familia mientras que su padre alfa anotaba algo en su libreta.
Miró a su hermano en búsqueda de respuestas, pero Yuta solo se encogió de hombros, tampoco sabía que pasaba.
- Buenos días- Saludó el peliazul, ganando la atención de ambos adultos, sonriendole como si nada pasara.
- Buen dia Yeonmin ¿Dormiste bien?- Preguntó el castaño, a lo que el menor asintió, tomando asiento a su lado.
- ¿Emocionado por tu primer día de escuela?- Preguntó esta vez el omega.
- Un poco, son mas nervios por la nueva experiencia.
- Todo saldrá bien, la directora arreglo para ponerte en la misma clase que Mayu este año, asi tendrás apoyo por si algo sucede- Sonrió el albino, transmitiendole la paz que necesitaba.
- Muchas gracias por todo señores Ichinose. Prometo esforzarme estos 3 años.
- Sabemos que lo harás, pero no olvides de disfrutarlo- Dijo Ryota, tranquilizando aun mas al menor.
Se dispusieron a desayunar, y como Mayumi sospechaba, algo pasaba con sus padres. Ninguno se dirigía la mirada, era evidente que se estaban ignorando mutuamente y que trataban de disimularlo hablando con los mas jóvenes ¿Que escondían?
Veinte minutos despues todos se encontraban viajando en la camioneta del alfa. A ambos mayores se los veía de buen humor, mas la adolescente no les sacaba los ojos de encima. Actuaban sospechosos y estaba segura que encontraría tarde o temprano la razón.
Primero dejaron a Koharu en la primaria, era la que mas temprano entraba pero a su vez la que menos horas estaba allí, y se notaba que la menor lo disfrutaba porque entraba corriendo al edificio, haciendo que su mochilita roja rebotara en su espalda, algo demasiado tierno para todos.
Luego pasaron a recoger a Kokoa a su casa, ya que como iba a la misma escuela que Yuta se ofrecieron a llevarla todas las mañanas. La menor saludó a todos con una radiante sonrisa, sentandose justo al lado de su mejor amiga, sacándole charla durante todo el viaje.
La siguiente parada fue la escuela de los dos mas jovenes, comenzando su segundo año de escuela secundaria. Ambos entraron al establecimiento despidiendose desde lejos, y en ese momento Yeonmin se permitió apreciar a Yuta. Se veía tan lindo con su uniforme negro militar, el típico que veía en los dramas y animes, y juzgando que las mangas le llegaban hasta la mitad de la palma, se notaba que le quedaba un poco grande, pero a sus ojos no podía verse mas perfecto.
- No seas tan obvio Minnie- Bromeó su mejor amiga, haciendo que ruede los ojos- Recuerda que mi hermano aun esta chiquito.
- No hay un solo día que no lo recuerde- Murmuró fastidiado.
En lo que llevaba de su primer semana en Japón, Mayumi no dejó de recordarle que aun no era tiempo para tener un romance con su hermano, y no podía estar más insatisfecho por el poco progreso que hizo para que lo notara como pretendiente.
Y asi es como tras otros 10 minutos de viaje llegaron a la preparatoria mas importante del país. Todos los estudiantes vestían orgullosos sus uniformes, viéndose impecables y por sobretodo asquerosamente ricos. En opinión de Yeonmin, una escuela muy elitista, pero debía aceptar que la infraestructura era majestuosa, por lo grande que era parecía una universidad.
Todos se bajaron del vehículo, la pareja dirigiéndose a donde estaban los demas padres de primer año, algunos siendo socios de trabajo, otros simples conocidos de nombre, pues era una escuela muy prestigiosa donde las mejores familias enviaban a sus hijos.
Ryota no creía en nada de esa publicidad, no necesitó ir a la mejor de todas las escuelas para ser endemoniadamente exitoso, pero por alguna razón Mayumi insistió en ir a esa escuela, y a donde fuera Mayumi, iría Yeonmin, y estaba seguro que por ello Yuta y Kokoa tambien se inscribirían en dos años. Ya podía imaginar su conversación con Kyoko, la madre alfa de la niña, sobre toda aquella propaganda.
Lo único que veía bueno es que tambien asistía el hijo de su mejor amigo, Kakeru, aunque este estaba en su ultimo año. Si sus niños necesitaban ayuda, sabía que podían recurrir a él.
- Antes de entrar, ambos posen para la foto- Dijo Yuu, encendiendo la cámara en dirección a ambos adolescentes.
- ¡Papá! Aquí no- Mumuró Mayumi avergonzada, pero el omega hizo caso omiso.
- Es su primer día en una nueva escuela, y por sobretodo para Yeonmin. Si no lo haces por mi hazlo por el, Mayu- Pidió el mayor, y supo que su extorsión emocional fue exitosa cuando recibió una queja de la castaña.
Ambos se ubicaron justo frente al cartel de bienvenida para los nuevos ingresantes, y a pesar de las pocas ganas de la chica, se esforzaron en posar dignamente para la foto, recibiendo una sonrisa satisfecha del omega.
- Salieron divinos, se la enviaré a Sasha mas tarde- Dijo alegremente viendo la foto- Mucha suerte a ambos, los veremos en la ceremonia de inicio.
- Hasta luego papás, los quiero- Saludo la chica, seguida de un saludo simple de su amigo.
Ambos entraron al gran establecimiento, siendo recibidos por estudiantes de tercer año, encargados de guiar a los nuevos ingresantes a sus salones o mostrarles el campus.
Mayumi buscaba con la mirada al alfa mayor. El le dijo que se encargaría de guiarlos al volver de su salida, mas no lo encontraba por ningún lado.
- ¿Buscas a tu novio?- Se burló esta vez el extranjero, recibiendo una risa sarcástica de su amiga.
- Creí que quedó claro en que no bromees con ese tema, idiota- Refutó de mala gana, dispuesta a sacar su teléfono y marcarle al alfa, mas en un santiamen se le fue arrebatado de las manos- ¡Oye! devuélveme mi...
- Los teléfonos estan prohibidos en el campus, señorita Ichinose- Anunció un chico pelinegro, portando el mismo uniforme masculino, solo que a diferencia de Yeonmin, en el se veía impecable.
La nombrada sonrió al darse cuenta de quien se trataba, y si no fuera porque estaban en público, lo abrazaría de la misma forma que Yuta abrazó al peliazul en el aeropuerto.
- ¡Kakeru! ¡Aquí estas!- Sonrió al mayor, sintiendo como su mejor amigo se burlaba de ella detrás suyo, luego se encargaría de devolverle el favor.
- Tienes suerte de que yo te viera y no cualquiera de mis insufribles compañeros, o no podrías recuperarlo hasta el final de la jornada- Murmuró, dejando el teléfono disimuladamente en el bolsillo de su falda- Recomendación de las chicas, ve al baño y escondelo en tu sostén hasta entrar a tu clase, jamas revisan alli.
- Pues te agradezco entonces.
El mayor se alejó de la chica, volteando hasta donde estaba el peliazul. No pudo hacer otra cosa que exhalar al verlo, recibiendo una mala mirada por ello.
- Buen dia, Yeonmin- Saludó extendiendole la mano, hasta en eso debía verse perfecto.
- Buen dia "senpai"- Saludó, fingiendo felicidad. Si bien habían resuelto sus diferencias, no dejaba de estar de mal humor por el entorno.
- Vaya, si sabes hablar propiamente, eso no te traerá tantos poblemas- Dijo una vez separaron sus manos- No sabes el esfuerzo que tendré que hacer para que no te llamen la atención por tu cabello.
- No se preocupe, el color no durará mas de un mes, luego volveré a decolorarmelo y le dejaré elegir el color fantasía que desee.
- Nunca cambias- Murmuró tras un suspiro- Siganme, los guiaré a su salón.
- Muchas gracias, querido senpai.
Recibió una mala mirada de Mayumi por ello, y no pudo importarle menos la indignación de su mejor amiga. Sin decir nada ambos siguieron al mayor dentro de la escuela, recibiendo la guía personalizada del mismo.
La escuela contaba con campo de deportes, gimnasio techado, piscina, comedor, biblioteca, enfermería, teatro, sala de informática, y un complejo de edificios donde estaban los clubes, ademas de un extenso patio donde podían pasar sus recesos. Una edificación hermosa en todos los ángulos que la vieras.
- Tambien contamos con un club extra para los estudiantes extranjeros de la escuela, para apoyo mutuo, Yeonmin.
- No es necesario, gracias por su molestia, senpai.
- No hay de que, despues de todo te informo de tu club obligatorio.
Mayumi pudo escuchar el fluido coreano que su amigo pronunció entre dientes, seguramente un insulto que no deseaba le entendieran. Solo pudo hacer oidos sordos y continuar su recorrido.
- Y aquí esta su salón, el 1-A.
- Déjame adivinar, salón de alfas- Comentó el peliazul, recibiendo un asentimiento del pelinegro- No esperaba menos de esta escuela.
- Espero te sientas cómodo en nuestra humilde escuela.
- ¿Es broma verdad?
- Para romper el hielo- Respondio sonriendo- La ceremonia de inició es a las 10 en el teatro, los veré allá.
- Muchas gracias Kakeru, por todo.
El nombrado sonrió, tomando la mano de la menor disimuladamente.
_ Un placer ayudar a mis amigos. Los veo mas tarde, cualquier cosa pueden encontrarme en el salon 3-A, o en el salón del consejo.
Sin decir mas se retiró dejando a ambos ingresantes junto a sus compañeros que iban llegando al salón.
Mayumi metió sus manos en sus bolsillos de la falda, balanceándose con sus pies mientras inspeccionaba el salón ¿Donde se suponía que se sentaban?
- El orden esta en la pizarra- Murmuró su amigo, como si pudiera leerle la mente.
Dirigió su mirada a la pizarra y efectivamente alli estaban sus nombres. Se ve que habían sorteado los asientos porque no había un orden lógico. A ambos les había tocado los asientos del centro, un obvio arreglo de los directivos que ambos estuvieran juntos, mas le dieron mayor importancia a un pequeño detalle, el katakana del nombre del peliazul.
- ¿Enserio me pusieron Joe a pesar que elegí Yeonmin? Debe ser una broma- Se quejó, dirigiéndose hasta su asiento.
- Bueno, es conveniente Minnie, un nombre corto.
- Que no se note a cual de mis dos nacionalidades les importa mas- Refunfuñó, sentandose en su silla, desviando la mirada a la ventana- 엘리트 놈들
- Sabes que no entiendo coreano, Minnie.
- Por eso mismo lo digo asi- Comentó con una sonrisa sarcástica.
La chica exhaló. Sabía que su desagrado no se debía a la escuela en lo mas mínimo, si cuando le mostró el establecimiento parecía interesado, era por otra cosa sabía que no podía culparlo.
Quince minutos despues se encontraban en el teatro, escuchando al director dar el típico discurso de bienvenida. Claro que ninguno de los dos lo escuchaba, simplemente fingían prestarle atención. O al menos fue así hasta que llegó el turno del presidente del consejo estudiantil, y vaya sorpresa, era Kakeru.
Mayumi lo miraba orgullosa, mientras que Yeonmin no deseaba hacer otra cosa mas que huir. Las cosas que debía hacer por amor a Yuta, su único incentivo a seguir alli.
Tras el discurso se acercaron a los padres de la chica, pidiendo otra foto antes de retirarse y desearles, por décima vez en la mañana, suerte en la escuela.
Las clases se basaron en presentaciones de profesores e introducción a cada materia, y por primera vez en el día a Yeonmin le sorprendió lo avanzadas que eran, pensó que sería de esas escuelas que vale mas el peso del nombre que su calidad de enseñanza, pero estaba completamente equivocado. Bueno, ahora no podía negar que era enseñanza de buena calidad.
Durante el receso, ambos amigos se dedicaron a pasear por las intalaciones, recibiendo diferentes miradas de los demas estudiantes. Bueno, Mayumi se lo esperaba, después de todo ambos destacaban.
Los primeros rasgos de alfa comenzaban a verse en ambos, la altura siendo el mayor indicio. Y si a eso le agregaban los ojos claros naturales de Mayumi y el cabello teñido de azul de Yeonmin, imposible no figurar entre sus demás compañeros.
- Ichinose, Allen.
Ambos voltearon al escuchar sus apellidos, viendo a una chica rubia y de rizos correr hasta ellos. Sin dudas esa chica no era japonesa por sus rasgos y su acento, Yeonmin ya podía verse venir de que se trataba. Al acercarse, se agachó para recuperar el aire perdido, llamando aun mas la atención de ambos.
- ¿Nos conocemos?- Preguntó Mayumi, algo confundida por su presencia.
- No, pero el presidente Yagami me hablo de ustedes- Dijo una vez recuperó el aliento- Soy Sorine, Ravn Sorine, representante de los estudiantes de intercambio en el consejo estudiantil.
Al instante Mayumi pudo sentir la mirada de advertencia por parte de su mejor amigo, un claro "Ni se te ocurra aceptar", a lo que intento ignorar con todas sus fuerzas.
- ¿Que necesitas?
- Vamos a hacer un primer encuentro ahora con los demas estudiantes de intercambio, y nos falta Joe.
- Por favor llamame Yeonmin o Allen. Detesto mi nombre americano.
- Disculpa Yeonmin, pero necesito vengas conmigo.
- Lo lamento, pero no estoy interesado en ese tipo de encuentros, estoy bien con Mayumi.
- Se que te puede parecer algo estúpido, a muchos les pasa la primera vez, pero dale una oportunidad. Todos somos estudiantes que no estan acostumbrados a las costumbres japonesas, estamos para ayudarnos entre nosotros. Todos deseamos pasar esta experiencia con los menores problemas posibles.
Yeonmin la miró no muy convencido de la idea. No quería entrar en un grupo que los marcaba como inadaptados sociales, pero los ojos de cachorrito de la chica y la mirada esperanzada de Mayumi no colaboraban para negarse. Por lo que, tras un suspiro, se acercó a ella.
- Si no es lo mio, me voy.
-Esta bien, solo sigueme- Dijo alegremente, guiandole el camino hasta el dichoso club- And you can speak in english if you want to. The most of us understand more english than japanese.
- Oh my god! Thank you, I'm so sick of speaking japanese the whole day.
Su conversación se perdió entre los demás alumnos, dejando a Mayumi sola. Sonrió al ver que su amigo al menos intentaba socializar con mas personas que ella. No debía preocuparse por su inclusión.
Introdujo su mano derecha en su bolsillo de la falda, quitando el pequeño papel doblado que guardó en él desde la mañana. Volvió a leer su contenido con una gran sonrisa y un leve sonrojo plasmadados en su rostro. Tan corto pero tan significativo para ella.
"Nos vemos en la sala del concejo durante el receso. Te estaré esperando"
Emprendió camino hasta el tercer piso, donde se encontraba dicho salón. Tuvo que evadir varios estudiantes de tercer año que intentaron coquetearle, pero no podía importarle ninguno de ellos, no cuando pensaba en una sola persona y en el mensaje que le dejó.
[***]
Tras que Yeonmin partiera, ambos se miraron incómodos, Kakeru aun sintiendose abochornado por sus decisiones hasta el momento, y Mayumi tratando de recordar si en la ley penal de Japón habia una clausula en la que asesinar a su mejor amigo no fuera considerado delito.
Estaba molesta, tanto que nisiquiera pudo disfrutar debidamente su almuerzo, aunque claro, no lo demostraria, porque si lo hacía, significaría hablar de ello y era lo que menos deseaba. Y pudo mantenerse al margen de la situación por al menos unas horas mas, terminando su lista de compras, pero en la vuelta a su hogar, ya no pudo seguir evadiendo el tema.
- ¿Lo que dijo Yeonmin es verdad?- Preguntó Kakeru, deteniendo su camino.
- Si, es real, esta loco por mi hermano ¿No quedó claro?- Respondió restándole importancia, siguiendo su ritmo, aun si dejaba atras al mayor.
Si se detenía, significaba que la conversación se volvería sería, y no debía pasar.
- Sabes que no hablo de eso- Dijo serio, perdiendo la paciencia con cada segundo que pasaba- ¿Yo te gusto?
Ahi estaba, el tema que no deseaba sacar a la luz, pero que ya no podía seguir ocultando. Se detuvo tras un suspiro, y al voltear, pudo ver la expresión del mayor.
Estaba sumamente dolido, con su ceño fruncido, pero sus ojos destellaban angustia. Se maldijo internamente por ser tan cobarde y aplazar esta charla por tanto tiempo, dañando al joven todo este tiempo.
- Si, me gustas.
- ¿Y sabías lo que siento por ti?- Preguntó tras una exhalación, recibiendo un asentimiento- ¿Entonces por que? ¿Por que te quedaste callada tanto tiempo?
-No es simple.
- Claro que lo es. Si sentimos lo mismo, ambos estamos solteros, y nuestras familias nos apoyan ¿Por que seguir ocultandolo?
- ¡Porque te iras!- Respondió exaltada, mirando al mayor con ojos cristalizados- Asi como se de tus sentimientos por mi, se de tu sueño de ir a Inglaterra y estudiar. Se que es algo muy importante, y si estamos juntos, seré un estorbo.
- No serás un estorbo.
- ¡Si lo seré! No quiero que por mi dejes tus sueños, ni tampoco quiero que te vayas y me dejes sola.
- Mayumi...
- Te amé practicamente toda mi vida, y no se si soportaré verte partir en un año. Si asi va a ser todo, prefiero no estar contigo- Explicó, sintiendo como caían las primeras lagrimas- Lamento di soy egoista por fingir que nada pasa entre nosotros y no detenerte aun asi. Quiero estar contigo, pero no quiero perderte.
- Podemos intentarlo. Tener una relación hasta que me vaya, y si estamos bien, seguir a larga distancia.
- Serían al menos 4 años. Es demasiado tiempo separados. Ademas sabes que la mayoría de las parejas que lo intentan, se separan.
- Lo se, pero quiero intentarlo aun asi. No sabemos como será estar juntos, tomemonos nuestro tiempo en este año, luego podemos pensar en si romper o estar juntos mientras yo esté afuera.
- N-no quiero que nos separemos. Estamos juntos desde que tengo memoria ¿Que se supone que haré cuando te vayas?
- Mayu, prometo que no será mucho tiempo. Prometo volver cada receso, vacaciones de verano, vacaciones de invierno, primavera, incluso tu cumpleaños. Siempre podremos hacer videollamadas, juro que no notaras mi ausencia. Pero si no te convence esa idea... Esperaré. Si cuando vuelvo sigues enamorada de mi, y soltera, podemos intentarlo de nuevo.
- Lo haces sonar tan facil.
- No lo es, Mayu, es difícil, pero se que ambos podemos con esto.
- ¿Y si no resulta?
- No por miedo a fracasar hay que dejar de intentar- Respondió el mayor, tomando las manos de la joven y estrechandolas- Si no resulta, esta bien, no eramos el indicado para el otro en este momento, lo que importa es que demos lo mejor de cada uno.
- No quiero herirte, ni salir herida ¡Dios! Esto es muy complicado.
- Te entiendo- Murmuró, abatido por la negativa- Solo, piénsalo ¿Si? No solo veas las contras, ve todo el panorama, y cuando sepas tu respuesta, ven a mi.
- ¿Nada cambiara entre nosotros?- Preguntó asustada.
- ¿Quieres que cambie?
- N-no.
- Entonces nada cambiará. El lunes estaré ahi para guiarte en la escuela, justo como prometí- Dijo sonriendo, un pequeño intento para calmar a su amiga- ¿Quieres volver a casa?
- Por favor.
Sin decir mas, tomó devuelta las bolsas de compras con su zurda, y con su diestra tomó la mano de la menor. No cruzaron mas palabras en todo el camino, ya habían dicho todo lo que pensaban, y cualquier otra cosa seria un intento desesperado por mantener una inexistente normalidad.
Al llegar a la casa, Kakeru dejo las compras justo en la puerta, mirando aun incomodo a su amiga. Trataba de actuar calmo ¿Pero que se suponía debía hacer cuando el que creía amor de su vida acababa de practicamente rechazarlo?
Sabía que pedirle que pensara su respuesta era una crónica de un rechazo anunciado, retrasar un mal próximo, pero no estaba listo para escuchar la negativa, o al menos creía que con un par de días podria mentalizarse lo suficiente como para no llorar al momento, contener las lagrimas hasta llegar a su habitación y descargarse.
Si, era patético.
- Bueno, supongo eso es todo por hoy- Exhalo abatido, mirando directamente a los ojos de la chica
¿Que esperaba? ¿Que le dijera que ya sabia su respuesta y era un si? Apenas pasó media hora de su charla ¿Como podría cambiar tan pronto de parecer? A veces llegaba a ser un iluso.
- Ya debo irme, suerte, Mayu.
- RuRu...
¡Ese apodo! No todo estaba perdido. Volteó esperanzado, mirando a la chica, quien apretaba fuertemente sus manos, hasta que sus nudillos se volvieran blancos, tratando de calmar sus nervios.
- Realmente voy a pensarlo todo este fin de semana, y el lunes te daré mi respuesta ¿Si?
No debería sentirse tan feliz por algo así, pero no pudo evitar sonreír como idiota ante aquellas palabras.
- Te estaré esperando.
[***]
Al llegar al salón correspondiente, apretó sus puños, contando hasta 10 para calmarse. Internamente se arrepentía por hacerlo tan pronto, pero se conocía. Sabía que tras aquella pequeña discusión no podría conciliar el sueño, no hasta responder a la confesión, y tuvo razón.
Con suerte y pegó el ojo durante el fin de semana, agradeció como nunca el maquillaje que le regaló su madrina para cubrir sus inmensas ojeras, al menos en su familia nadie sospechaba nada.
Tocó la puerta con un característico patrón, algo asi como un codigo que inventaron de niños. Si, muy cursi y daba vergüenza ajena, pero ya era un habito, tanto como para que la puerta fuera abierta a los pocos segundos, sin siquiera preguntar quien era.
Apenas estuvo adentro solo pudo oir el seguro de la puerta y unos escasos pasos antes de sentir que su espacio personal era cada vez mas reducido ¿Acaso no podía ponerla mas nerviosa?
- Viniste- Murmuró sorprendido.
- Si, lo hice.
- ¿Eso quiere decir que aceptas?
- N-no estaría aquí si no quisiera.
Eso le bastó al mayor para tomar a la joven del menton y unir sus labios. Un beso bastante suave e inocente, pero que cargaba muchos sentimientos en el. Algo que por fin pudo hacer, todo gracias a aquella conversación.
Se separaron del beso un par de segundos despues, mirándose fijamente a los ojos y sonriendo enamorados.
- Por fin pude besarte- Dijo el pelinegro, acomodando los mechones de la menor tras su oreja- No sabes cuanto deseaba hacerlo Mayu.
- ¿Esperaste mucho por mi?
- 16 largos años- Murmuró besando su mejilla
- No seas tonto, aun no los cumplo- Dijo entre risas, los besos del contrario le causaban cosquillas.
- No importa, con que entiendas que te quise toda tu vida.
El nombrado sonrió, abrazando a la menor con todo el amor que le tenía. La conocía desde que tenía memoria, sus padres eran mejores amigos desde pequeños, por lo que se conocían desde el nacimiento de la chica.
- Te quiero Kakeru, te quiero muchisimo- Murmuró abrazándose a su pecho, recibiendo caricias en su cabello.
- Yo tambien te quiero Mayu.
- ¿Tanto cómo para mantenerte virgen hasta los 18?
- Es nuestro primer dia Mayumi, no arruines mis esfuerzos- Susurró al cerrar los ojos, apoyando su menton sobre la cabeza de la menor. Myumi podía ser alta, pero el tenía la bendición de que su padre midiera cerca del metro noventa y heredarlo- Y para tu información, aun no los cumplo.
- Lo se, solo quería molestarte ¿Que fue eso de sacarme mí teléfono? ¿No podías disimular un poco mas como dejarme la nota?
- Aproveche el reglamento y mí posición, nadie se dio cuenta.
- Nadie menos Minnie- El mayor suspiro ante aquel nombre, recibiendo una risita de la menor- Minnie no es idiota, sabe que algo pasó tras su partida.
- Es tu decisión si decirle o no. Pero como dijiste, no es idiota, sabrá que estamos juntos.
- Y nuestras familias tambien... Mierda, mis papás van a destrozarte.
- Imagínate los míos, su único hijo en su primer relación tras 18 largos años de crianza.
- No ayudas- Se quejó, golpeando levemente su pecho.
- Podremos con esto.
- Lo se. Pero quiero dejarte una cosa en claro antes de comenzar todo esto.
- ¿Si?
- Cuando te vayas, se acaba ¿Ok?- Preguntó sería, mirando a los ojos del alto- No quiero condenarnos a una relación a distancia, prefiero ser una amiga a distancia, permitirte enamorarte si lo quieres, no estar pendiente de como estoy ni obligarte a hacerme llamadas para contarte lo que hice en el día.
- No es un castigo estar contigo a distancia, pero si es lo que quieres, lo respeto. Romperemos apenas me vaya.
- De hecho... Que sea luego de un mes.
- ¿Por que tanto tiempo después?
- Tu partida ya será demasiado dolorosa como para agregarle una ruptura, y con un mes de separación servirá para acostumbrarnos al cambio de la lejanía.
- Wow, si que reflexionaste sobre el tema. Entonces un mes despues de que haya mudado a Inglaterra, a las 7 de la mañana segun esta zona horaria, oficialmente habremos roto.
- ¡No te burles! Hablo enserio.
- Yo tambien, de Inglaterra a Japon hay 8 horas de diferencia, Japón siendo el adelantado, necesito mentalizarme cuando romperemos.
- ¿Y por que las 7?
- Porque a esa hora estas desayunando y yo estaré terminando de cenar.
- ¡¿Cenarás a las 11 de la noche?!
- Cuando estes acabando segundo y comiences a preocuparte por tu promedio, verás que la hora de la cena es una ilusión, comes por necesidad, no por placer. Si asi es en secundaría, imaginate en universidad.
- Ya entendi, 7 entonces.
- ¿Es muy raro pactar nuestra ruptura?
- Literalmente le estamos poniendo fecha de vencimiento a nuestra relación, asi que sí- Contestó Mayumi, abrazandose mas al cuerpo contrario- Pero lo prefiero así. Y si cuando vuelves, seguimos solteros, retomémoslo desde donde lo dejamos.
- Esa parte si me agrada. Será mi incentivo para dar lo mejor de mí y volver pronto.
- Mas te vale. No pienso llorar por un perdedor.
Ambos rieron ante sus palabeas, Sonriendo volvieron a besarse, aprovechando los minutos libres que tenían para explorar sus bocas antes de volver a sus respectivas clases.
El sonido de la campana los obligó a separarse, acomodándose mutuamente los uniformes y sus cabellos desarreglados, aunque dejandose pequeños piquitos durante el proceso.
Salieron del consejo entre risas, mas no esperaron enconntrarse al peliazul justo al lado de la puerta, mirándolos a ambos con una ceja arqueada.
- ¿No que no era tu crush- Preguntó mirando a su mejor amiga.
- No es mi crush, ahora es mi novio.
- ¡Felicidades! No se molesten en agradecerme.
- Aun deseo golpearte por abandonarme tras exponerme- Se quejó la chica, recibiendo una sonrisa socarrona de su amigo.
- Fue todo un placer- Respondió sonriente, para luego mirar al mayor- ¿Tu la quieres a Mayumi?
- ¿Enserio vas a interrogarlo?
- Yo soy un cero a la izquierda comparado a Ryota, si no puede superarme pues que practique mejor sus palabras. Oportunidad de oro- Se excusó, encogiéndose de hombros- ¿Entonces?
- Desde mucho antes de lo que tu quieres a Yuta.
- ¿Planeas ocultar lo que tienen?
- Pienso hacerlo público.
- ¿En su celo te dejarías coger por ella?
- ¡Yeonmin!- Llamó la atención su mejor amiga, completamente avergonzada.
- Las mujeres alfa tienen pene durante el celo, tienes el mismo derecho de penetrar- Explicó como si nada, aunque estaba seguro que ella le gritaría por ello luego.
- No veo porque no ¿Tu te dejarías penetrar por Yuta a pesar de que es omega?
- ¡Hombres tenían que ser!- Se quejó Mayumi, indignada por como cambiaron drásticamente la conversación.
- Me pongo orejas de conejo si es necesario- Respondió orgulloso.
- No queria saber eso- Dijo el mayor, asqueado con la sola idea de imaginarse la vida sexual del peliazul.
- Ultima pregunta ¿Que planeas hacer cuando te vayas a Inglaterra?
Mayumi miró sorprendida a su amigo, nunca le contó sobre aquel tema ¿Entonces como lo sabía? ¿Yuta se lo habia contado acaso?
- Ya hablamos con Mayumi sobre aquello, no tienes que preocuparte- Respondió tras un suspiro, acercandose a escasos centimetros de su oido- Pero cuídala cuando eso pase. Intentará hacerse la fuerte y fingir que no le duele, asegúrate de estar para ella cuando yo no pueda.
- No tienes que siquiera pedírmelo, tonto. Mayumi tiene mi lealtad desde que se acercó a aquella fiesta a hablarme- Respondió serio- Aprobado, lamento el mal rato.
- No hay problema ¿Amigos?- Preguntó extendiendo la mano, siendo al poco tiempo tomada por el menor.
- Amigos. Y gracias, por mandarme al grupo de transferidos, no es tan malo y estúpido como creí.
- Si fuera malo y estúpido ya hubiera pedido quitarlo. Pero como sea, vuelvan a sus clases que llegarán tarde.
- Nos vemos "Senpai"- Bromeó pero al instante fue empujado por su amiga.
- Te veo en el almuerzo, hasta luego- Se despidió avanzando casi a trote, y una vez estuvo lejos del mayor, miró mal a su amigo- ¡¿QUE FUE ESO?! Acabas de avergonzarme.
- Mi venganza por no dejarme a solas con Yuta durante toda la semana mientras tu vas a comerle la boca a tu pretendiente apenas tienes la oportunidad- Respondió encogiéndose de hombros- Pero felicidades, sales con un alfa inteligente, guapo, que te quiere y no tiene masculinidad frágil. Tienes suerte de encontrarlo, pero no mereces menos.
Mayumi sonrió, golpeando levemente el brazo de su mejor amigo. No podía molestarse con él si decia ese tipo de cosas.
- Gracias Minnie, por apoyarme y estar aqui conmigo.
- Somos amigos Mayu, es lo mínimo que puedo hacer por ti. Y a pesar de estar en una escuela elitista de mierda, no es tan malo si estoy contigo, mucho menos lo será si en 2 años vienen Yuta y Koko.
- Tienes razón. No veo la hora de que estemos todos juntos.
Al llegar a su salón cada uno fue directamente a su asiento, por suerte llegaron antes de que entrara su siguiente profesor y pudieron seguir su jornada en paz.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro