2 "Prioridad"
El día de Yeonmin no pudo comenzar peor. Sus alarmas no sonaron en el horario debido y por ello no pudo pasar la mañana con Yuta, y gracias a que pasaría todo el dia con algunos amigos de su escuela, Kokoa incluída, en un parque de diversiones, no lo vería en todo el día.
Lo siguiente fue al terminar su ducha matutina, olvido tomar su toalla y debió pedírsela a Mayumi, quien no dejaba de reírse por su desgracia y le decia que ese hecho lo recordaría por siempre.
Luego lo siguió al bajar a desayunar con Yuu, el padre omega, el unico integrante de la familia que igualmente se levantaba mas tarde que los demas. Tuvo la mala suerte de que la hermana menor de la familia estuviera corriendo para mostrarle su pintura a su padre. En el camino hasta el comedor la pequeña chocó con el peliazul, embarrando sus jeans claros de temperas, y por si fuera poco, la niña lloró porque su dibujo se estropeó.
Automáticamente puso a lavarlos, sin darse cuenta que dejo su cartera en uno de sus bolsillos, con dinero dentro. Debía rogar a cualquier dios para que no se estropeara, pues a pesar de ser rico y tener mas dinero entre sus pertenencias, no debía desperdiciarlo cuando le pasaban mensualidades.
Si eso no era tan malo hasta el momento, empeoraría tras el anuncio de su mejor amiga.
— Kakeru vendrá a buscarnos, nos acompañará a conseguir todo lo necesario para la escuela.
Yeonmin no pudo evitar fruncir el ceño por aquella declaración ¿Acaso el universo confabuló para estar en su contra? No encontraba otra razón porque la situación no podía empeorar.
Yagami Kakeru, amigo de la familia. Asi como Yeonmin era cercano a ellos por ser hijastro de la amiga de Yuu, Kakeru era amigo por ser hijo de uno de los mejores amigos de Ryota, Yagami Tsuneo.
Era casi 2 años mayor que ambos, alfa y muy querido por la familia, sobretodo por Mayumi... mas bien ese era el problema, ambos eran muy cercanos ¡Demasiado cercanos!
¿Alguna vez tuvieron a 2 amigos de la infancia que pueden predecir su futuro juntos, y por mas que ellos intenten negarlo, es demasiado obvio que se gustan? Bueno, Yeonmin apostaba que Mayumi y Kakeru le ganaban a cualquier ejemplo.
No tuvo el placer de compartir tantos encuentros con el mayor, solo una vez fue suficiente para detestarlo. 2 años atrás, la familia Ichinose fue a vacacionar una semana a Los Angeles, todo por arreglo de Yuu y Sasha para acercar a sus "retoños", y por razones del destino, Yagami Tsuneo teñía una conferencia en el mismo estado donde se encontraban, llevando a su familia con él.
Solo un día se encontraron al joven adolescente, de entonces 16 años, paseando por la playa junto a su madre, y claro que ambos progenitores omegas se pusieron a charlar, obligando implícitamente que ambos se unieran a su día de playa.
Hasta ese momento no le afectó, eran completos desconocidos para él, pero al ver que Mayumi lo quería tanto creyó que era un buen tipo. Error. Por alguna razón, que tras una charla con Sasha comprendió, aquel chico se la pasó amenazándolo con la mirada, incluso lo golpeo con un balón en la cara ¿Que le había hecho ademas de respirar?
Desde ese momento lo detesta, ni piensa compartir nada con el, por imbécil.
— Diviértete entonces, porque yo no iré.
— Vamos Minmin, Kakeru se ofreció a ayudarnos— Pidió tomando su mano, a lo que el peliazul la quito instantáneamente.
— Y yo no se lo pedí, asi que si tanto te avergüenza rechazarlo, ve tu sola.
— ¡No puedo ir yo sola! Se supone que ambos iremos a esa escuela, tu debes estar.
— ¿Que diferencia hay que yo esté o no? Ustedes dos se la pasaran juntos como en una cita, y hoy no tengo planes de ser el violinista de nadie, mucho menos cuando él me odia.
— Kakeru no te odia.
— Nooo, solo desea golpearme con balones de playa cada vez que me ve, por robarte oxígeno y luz del sol— Agregó con ironía, levantando su plato de la mesa y llevándolo a lavar.
— No seas dramático. Fue hace años— Desestimó la alfa, a lo que su amigo la miró incrédulo.
— Mi vida peligra a su alrededor, sobretodo porque, según tu, ya presentó como alfa. No puedo morir ahora, aun no me he casado con Yuta
— Te diré 2 cosas. Número 1, ni siquiera pudiste besar a mi hermano en la mejilla y ya piensas en matrimonio, y número 2, Kakeru no te hará daño, lo prometo.
— No vas a convencerme con eso.
— ¿Que quieres que haga entonces?
— 3 palabras; helado de Harajuku.
— No puedo creer que un chico como tu, que viste estilo grunge, desee comer helado kawaii, donde es mas granas de colores que crema helada.
— Intercambio cultural, Mayu— Respondió encogiéndose de hombros— Sasha mencionó que eran de sus favoritos cuando estudió aquí, y siempre que salíamos me llevaba a tomar helado, pero dijo que no era para nada como el de Harajuku.
— Bien, te llevaré a comer ese vomito de unicornio. Ahora termina de comer, Kakeru llegará pronto.
Y asi como dijo Mayumi, el mayor se presentó en su hogar 10 minutos despues, con su impecable imágen de niño bueno.
Yeonmin era rico, los Ichinose tambien lo eran, asquerosamente ricos para el vecindario en el que vivían, pero Yagami Kakeru... Era el estereotipo viviente de un joven de la alta sociedad.
Camisa y suéter, pantalones khaki pulcramente planchados, zapatos lustrados y mas relucientes que su futuro, cabello negro bien peinado, rolex en su muñeca izquierda y teléfono de última generación en la derecha. El sueño de cualquier padre o madre para ser su yerno.
Y luego estaba Yeonmin. Pantalones rasgados, camiseta que el mismo corto sus mangas y escote, chaqueta a cuadros, zapatillas negras, cabello teñido de color fantasia y como accesorio varias cadenas en sus pantalones y cuello. No podía evitar reírse en su cabeza, Ryota y Yuu se consiguieron 2 posibles yernos completamente diferentes ¿Que le esperaba a Koharu?
— Buenos días Mayu... Y Joe.
— Prefiero Yeonmin, gracias por preguntar, senpai— Sonrió con molestía, ganando un golpe disimulado de su amiga en sus costillas.
— Buen día Kakeru. Muchas gracias por aceptar ayudarnos.
— No hay de que, sabes que siempre puedes contar conmigo.
"Y luego Mayumi dice que no se gustan de esa forma" Pensó irritado al ver a ambos japoneses dialogar de algo menos redundante que la vida de una ameba.
10 minutos despues ya se encontraban en el metro que los llevaría a la ciudad, no estaba demasiado lleno pero aun asi Kakeru se empeño en cuidar que nada golpeara a Mayumi, irritando aun mas al peliazul ¡Exactamente a eso se refería con ser el violinista de ambos!
Y claro que todo empeoró cuando sus compras para la escuela comenzaron. Tuvo que seguirlos a todos lados, respondiendo con monosílabos cuando fuera estrictamente necesario, o simplemente asintiendo con la cabeza.
En ese momento solo deseaba volver a la casa y dormir para que termine ese pésimo día, y apenas era medio día. Eso significaba solo una cosa; almuerzo.
Si Yeonmin era sincero, jamás creyó ver a Yagami Tsuneo, el estereotipo de yerno perfecto, sentado en un restaurante de clase media, esperando su pedido de una hamburguesa de dudosa procedencia y papas fritas. Creyó que era uno de esos niños ricos que solo se alimentan de ensaladas costosas y bistecs de alta calidad.
Pero bueno, seguramente el no consumía comida rápida de no ser por Mayumi, como en ese momento, que los llevo a su restaurante de hamburguesas favorito.
— Bien, iré al baño antes de que esten nuestros pedidos listos, no me tardo— Dijo Mayumi al levantarse de su asiento, ignorando completamente la mirada de reproche de su mejor amigo.
¡Lo hizo completamente a propósito! Dejarlos solos para, según ella, resolver sus diferencias. El no tenia nada que resolver, mas bien el niño rico que estaba sentado delante suyo era quien tenía problemas, no al revés.
— ¿Puedes dejar de mirarme como un gatito asustado? No muerdo— Comentó el mayor, sin despegar la vista de su pantalla.
— ¿Te molesta? ¡Pues lamento no fiarme de ti! Debo parecer un trastornado y perseguido, solamente me aventaste un balón apenas nos conocimos.
— ¿Sigues pensando en eso? ¡Por favor Joe! Madura.
— ¿Disculpa? ¿Ahora yo soy el inmaduro? ¿Entonces que eres tu? Tu tenías mi edad cuando me golpeaste, sin ninguna razón. Y siempre que me ves me miras mal, te burlas de mí, y me llamas por mi nombre internacional sabiendo que prefiero mi nombre nativo ¿Que mierda te hice?
— Lo sabes perfectamente— Respondió serio, clavando su mirada en el menor— A mi me gusta Mayumi, desde mucho antes de que tu siquiera aparecieras en su vida. Pero desde que tu estas, ella intenta incluirte en todos lados, ahora no es solo ella y yo, tu estas incluido tambien. Y por si fuera poco, los tíos creen que es buena idea casarlos, todo porque tu se los pediste ¿Te parece justo? La conozco desde nacimiento, la amo desde que tengo uso de razón, y llegas tu a entrometerte. Y yo...
— Wow, wow, wow. Detente un momento ¿De que mierda estas hablando?— Preguntó sorprendido, no creyó que la razón por la que lo odiara fuera tan estúpidamente erronea.
Sabía que no le agradaba por ser cercano a Mayumi, una actitud muy toxica en su opinión, pero no porque le robara su atención, o al menos no por la razón que creyó todo este tiempo.
— No me digas que todo este tiempo creíste que yo estaba enamorado de Mayumi— Murmuró aun sorprendido, ahora confundiendo al mayor.
— ¿Acaso no es asi? Aquel día en la playa lo escuche a Yuu decirle a mi madre que tu deseabas ser su yerno y que le pediste su bendición.
— ¿Cuantos hijos tienen Yuu y Ryota Ichinose?
— ¿A que viene esa pregunta?
— A que me gusta Yuta ¡Maldito imbecil!— Respondió indignado, nunca en su vida creyó que alguien malinterpretara sus acciones con los Ichinose.
— ¿Que?
— Me enamoré de Yuta a primera vista, en la boda de mi padre, se lo dije a mi madrastra, Sasha Rivers, amiga intima de Yuu, y ambos planearon aquellas vacaciones para que nos reunieramos. Alli le pedí su permiso para que, cuando ambos presentaramos, me permitieran cortejarlo, y ambos accedieron, claro, mientras Yuta tambien lo acepte y se lo diga todo cuando presente su lobo.
— ¿R-realmente te gusta Yuta?
— ¿Que mas necesitas para creerme? ¿Acaso quieres que te relate mi primer sueño húmedo con él? ¡Bien! Fue apenas cumplí los 13, soñe que ambos...
— ¡Suficiente! No quiero saber como tu mente retorcida desvirga a Yuta, aun es un bebé para mi— Dijo completamente asqueado, ocultando su rostro entre sus manos— ¿Todo este tiempo quisiste a Yuta?
— Pues si, tarado, hasta Mayumi lo sabe ¿Acaso nunca te lo dijo?
— Solo afirmaba que tu no estabas interesado en ella ¡Pero nunca me dijo que enrealidad querías a Yuta!
— En realidad, si lo hice— mencionó la castaña, sorprendiendo a ambos chicos por su repentina aparición— La última vez que mencioné a Minmin, cuando estaba por venir, dije que el tambien venía a conquistar a Yuta. Pero tu lo único que escuchaste es que planea ser parte oficial de nuestra familia y te quedaste callado hasta que yo misma te pregunte tu opinión sobre el tema. Mas bien, siempre que lo menciono tu pierdes la razón, y no quiero saber realmente que le haces a mi mejor amigo en tu cabeza.
— ¡Oh mierda!
— Vaya, el señorito perfecto sabe decir groserías— Murmuró divertido, a lo que su amiga lo golpeó disimuladamente por su burla.
¿Era malvado disfrutar de ver avergonzado a su mayor por un error de principiante? Era su karma por haberle lanzado ese balón, al fin el universo se ponía de su lado ese día.
— ¿Kakeru? ¿Estas bien?— Preguntó Mayumi al ver que el mayor no levantaba la cabeza.
— Estoy demasiado avergonzado como para siquiera verlos. Todo este tiempo fui un completo idiota.
— Coincido con eso
— ¡Yeonmin! ¡No seas tana duro con el!
— No, Mayu ¿Esperas que lo felicite? ¿Que le diga "no importa"? Tengo sentimientos, y desde que lo conozco no hizo mas que incomodarme a propósito. Si, fue por un malentendido, pero no por eso voy a alivianar el peso de sus errores, porque ahora se siente avergonzado. Cuando una persona se equivoca, se lo haces saber, y cuando hiere a alguien mas, mínimo debe disculparse.
— Pero...
— Tiene razón — Interrumpió el mayor de los tres— Mis acciones contigo dejan mucho que desear. Fui descortés, cruel, y por sobretodo, infantil. Puede que pedir perdón no sirva de mucho, pero si deseas que me arrodillé, lo haré— Se levantó de su silla y se posicionó justo delante del alfa menor, arrodillandose y agachando la cabeza— De todo corazón, pido que me perdones.
— Wow, no solo sabes insultos, si no que eres muy romántico — Comentó divertido, tratando de ocultar su vergüenza— Esta bien. Solo deja tus toxicidades con Mayumi, es obvio que se gustan.
— ¡Yeonmin!
—¡Por favor Mayu! Son demasiado obvios. Cómanse las bocas de un vez y a mi déjenme irme. Despues de todo, ya terminamos aqui— Se quejó el peliazul, tomando las bolsas de compra— Ustedes sigan con su cita, el violinista se va.
Antes de que su amiga pudiera decir algo, se levantó de la mesa, no sin antes buscar su hamburguesa. Adoraba a Mayumi y la ayudaría en su amorío, pero ni loco desaprovecharía un buen almuerzo.
Su vuelta a la casa Ichinose sería bastante tranquilo, tenía 40 minutos de viaje entre caminata y tren, suficientes para pensar y escuchar música.
— ¡Minnie!
O eso creyó.
Al voltearse, se encontró con al dueño de practicamente todos sus pensamientos, corriendo hacia él.
— ¿Yuta? ¿Que haces aqui? ¿No se supone que estabas con unos amigos?
— Estaba, ahora estoy contigo.
— ¿Y que pasa con tus amigos? ¿Los dejaras sólos? No puedes dejarlos solos por mi
— Si me dan a elegir entre ellos o a ti, te eligiría a ti sin dudarlo—Respondió seguro.
Yeonmin sabía que el menor lo decía porque ambos eran amigos, pero no podía evitar ilusionarse, pensando que había otra razón encubierta.
— Vamos a casa. Papi me dijo a la mañana que vendría el tio Yoichi ¿Lo recuerdas?
— Si, lo recuerdo, su novio en ese momento tenía un lindo color de cabello.
— Son esposos ahora.
— ¿Enserio? Vaya, creí que serían de las parejas que jamas contraen matrimonio.
Siguieron charlando en lo que les restó del viaje, y apenas llegarón a la casa, se encontraron con el padre omega del menor, tomando té junto a su primo alfa.
— Oh, ya llegaron. Bienvenidos— Los recibió Yuu con una sonrisa, acercandose a ambos adolescentes.
— Volvimos. Buenas tardes, tío Yoichi— Saludó el castaño, abrazando al mayor.
— Buenas, Yuta. Nunca me cansaré de escuchar a tus hijos llamarme tio— Comento el alfa, devolviendole el abrazo a su "sobrino".
— Si al tío Ken lo llaman abuelo, claramente serás su tio, por muy primo mío que seas— Se quejó el albino, rodando los ojos por el sentimentalismo de su mayor— Ademas Yuji no tiene hijos, son los unicos sobrinos de sangre que tendrás.
— Oh, creeme, lo aprovecha— Comentó el omega de Yoichi, cargando a su bebé de apenas un año, quien hace poco se había dormido.
— Tío Ibuki, no sabría que vendrías— Exclamó el menor, yendo a abrazarlo de igual forma.
— ¿Y ocuparme yo solo de los niños? Oh no, eso si que no. Tu tío fue demasiado insistente en tener crías como para dejármelos por mi cuenta.
— ¡No los llames crías! Son nuestros bebes.
— Primero, te recuerdo que tu bebé mayor ya tiene 7 años, asi que tan bebe no es. Segundo, yo los lleve 9 meses, yo tuve que sufrir los cambios físicos y hormonales, yo los parí, asi que si quiero llamarlos crías, voy a llamarlos crías. Fin de la discusión.
Antes de que el alfa pidiera discutir, su primo menor comenzó a reir, tratando de reprimirla por estar frente a su hijo y el hijastro de su amiga. Él era el adulto allí, debía mostrar respeto, acción imposible al ver como su primo alfa, que siempre se burló de su esposo por su actitud pasiva, ahora era gobernado por su esposo omega.
— B-bueno. Dejando de lado las discusiones maritales, les presento a Yeonmin, es el hijo del esposo de Sasha— Dijo el omega albino, una vez que se calmó.
— ¿No que el esposo de Sasha es gringo?— Preguntó Yoichi, recibiendo un golpe por parte de su esposo.
— Saluda primero, idiota— Mascullo, para luego mirar amable al menor al extenderle la mano— Mucho gusto, soy Ibuki y el es Yoichi, el primo de Yuu.
— Yeonmin. Un gusto conocerlos, Yuta habla mucho de ustedes.
— Awww ¡Habla de nosotros!
Ibuki solo rodó los ojos, en momentos asi se replanteaba que fue lo que vio en el alfa, pero al recordarlo no se retractaba de su decisión, por mucha vergüenza ajena que llegara a darle.
— Perdona mi pregunta, es que por las fotos que Yuu nos mostro tu padre se veía muy... Bueno... Occidental. No veo mucho parecido
— Mi padre alfa es estadounidense, y mi padre omega era coreano. Se divorciaron poco despues que nací, hasta los 5 viví con Appa, luego murió y viví con mis tíos maternos hasta los 7, papá fue a buscarme y vivimos en Estados Unidos desde entonces.
— No me quiero imaginar sus cenas de navidad— Murmuró el mayor de todos, ganando otro golpe de su esposo
— Interesante historia. Yo viví en Corea por un año, luego me fui a Estados Unidos, a Chicago ¿Tu de donde eres?
— Los Angeles.
— Estuvimos en direcciones opuestas, quién lo diría ¿Podría preguntar tu apellido? Tal vez tenga algún conocido.
— Mi apellido coreano es Kang, pero el de mi padre alfa es Allen.
El omega abrió los ojos sorprendido, si que conocía ese apellido, no era demasiado común, sobretodo para la ubicación en la aue supuestamente residía.
— ¿Que pasa? ¿Acaso si los conoces?
— S-si, eran socios de mi difunto padre. No se si alguna vez escuchaste mi apellido de soltero, Ueno.
— No, no realmente. No se mucho del negocio familiar, mi abuela no me habla mucho de nuestros socios.
— Se nota— Comentó aun sorprendido, confundiendo mas al joven alfa.
— Bueno... Koharu hizo galletas ¿Gustan en acompañarnos?
— Gracias por la oferta, pero prefiero recostarme. Espero no sonar descortes— Explicó Yeonmin, tratando de sonar lo mas amable posible.
— Yo tambien me voy a mi cuarto— Agregó Yuta— ¿Se quedaran a cenar?
La pareja se miró, y tras unos segundos ambos asintieron. Eso le bastó al adolescente para subir a su cuarto, seguido de su mejor amigo. Una vez ambos se perdieron en las escaleras, los 3 mayores volvieron a sentarse en la gran mesa junto a sus tazas de té.
— Ahora si, Yuu ¿De que querías hablar?— Preguntó Yoichi, de forma sería.
— No es por desconfiar de ti, pero nos citaste a ambos a tomar el té, sin la presencia de Ryota ni tus hijos mayores, y pediste que traiga a Ren para que juegue con Koharu— Agregó el omega mayor, arrollando a su bebé entre sus brazos— ¿Desde cuando quieres que hablemos solo contigo?
— Es algo importante— Murmuró nervioso, jugando con sus dedos en un intento de calmarse— Creo que son los únicos que pueden aconsejarme, porque estan pasando por algo parecido.
— ¿Y que es?
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Lo sabremos muy pronto 😘
(No volvía a actualizar en 3 meses)
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