ADVERTENCIA!!!

Este capitulo contiene escenas de sexo explicito, si no quieres leerlo no lo leas y punto.  

Caso contrario, no me hago cargo de castigos, traumas, malos pensamientos, etc.

Atte,  

LaQueEscribeLaNovela. 

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-Gracias Sr. Schmidt- dije riendo.

-Ame tu vestido- dijo mientras me besaba el cuello -Pero creo que en el piso se verá muchísimo mejor- reí y unió nuestros labios en un apasionado beso lleno de deseo, sentía el contacto de nuestras lenguas, creo que había una guerra entre nuestras lenguas, nos separamos ya que el aire se nos acabó. Lo mire y podía notar la excitación del beso.

-Kendall, no tenemos mucho tiempo- dije en tono preocupado, en parte no podíamos hacer esto ya que nuestras familias estaban abajo y nos esperaban, por otra si quiero.

-Tranquila, será rápido, y no puedes negar que no quieres hacer esto- dijo alzando sus cejas.

Me reí con su afirmación, me di media vuelta para mirarlo y sentí como ambos caímos sobre mi cama. Me beso apasionadamente en tanto su mano bajaba el cierre del vestido y me lo quitaba por completo, quedando yo solo en interiores. Desabroche su camisa y se la quite, volvimos a besarnos mientras nuestros pechos se unían y el recorría mi columna vertebral con las yemas de sus dedos hasta llegar a mi trasero que acaricio.

Se desabrocho el pantalón y se lo quito mientras yo lamia uno de sus pezones y el otro lo acariciaba.

Cuando estuvimos desnudos nos recorrimos con la mirada, en ambos cuerpos se notaba la excitación, mis pezones estaban firmes al igual que su miembro, de pronto fijo sus ojos en el lado izquierdo de mi abdomen y paso dos dedos por el pequeño parche adherido a mi piel y me regalo una sonrisa de complicidad.

Me pidió que me acostara en la cama y después me hizo posar las manos a los lados, él se colocó sobre mí, abrí mis piernas y entro en mi de un tirón, sentí como mi cuerpo se contrajo hacia él y me tomo de las caderas para iniciar con su delicioso vaivén. Después, una de sus manos la subió por mi contorno hasta llegar a uno de mis senos que estuvo acariciando en tanto continuaba con sus certeros movimientos que me fascinaban cada vez más. Posteriormente, se aferró a mis caderas moviéndose a mayor velocidad hasta que sentí como llego dentro de mi acompañado de un gruñido que me hizo llegar a mí también. Se quedó unos instantes sin moverse, aun dentro de mí, exhalo fuertemente y después se separó y me ayudo a ponerme de pie y me abrazo efusivamente.

- La noche apenas empieza corazón y juro que no te daré tregua - dijo en voz baja.

-Créeme que yo menos-.

-Ven, cámbiate rápido que puede que nos extrañen allá abajo-.

Me arregle lo mas rápido posible para poder bajar con él. Tome lo primero que vi de mis vestidos, el azul con vuelos, y unos tacones negros.

-Kendall, adelántate es que no encuentro mis aretes- dije casi gritando.

-¿Segura?-.

-Si-

-Está bien- dijo y me beso, fue hacia la puerta y se fue.

Yo aún buscaba los aretes, busque mi IPod y comencé a escuchar música. De pronto siento la puerta que está a mis espaldas se abre, miro atrás mío.

-Hola Sra. Schmidt-.

-Chicas, ¿qué hacen aquí?-.

-Hemos venido a visitarla- dijo Emma sonriendo malvadamente.

-Chicas...-.