—Vayan todos a sus lugares. El director esta viniendo y tienen que comportarse como personas normales.

El salon de clases colapso en temor y los estudiantes corrieron aventando las bancas y los cuadernos al suelo, con miedo al director. Se escuchaban gritos llenos de nerviosismo y las respiraciones agitadas de la gente.

Entre las que respiraban agitadamente, tratando de tranquilizarse era Julieta, una chica de la clase con ojos marron oscuro, piel con muchas pecas y lunares, piel blanca y cabello castaño, totalmente lacio.

De alta estatura y bastante delgada, Julieta se meneaba en la silla al final de clase temblando de miedo, ya que habia rumores de que el director de la escuela "Herman Hess" iba a las clases de vez en cuando, con la excusa de hacer unos estudios, se llevaba a algunas chicas a su oficina y las chicas que iban a ese lugar, terminaban bastante mal psicologicamente.

Julieta se cubrio el rostro con sus manos, aguantando las lagrimas que amenazaban con caer en su pupitre y mojar las hojas de su libro. Para ella no era una sensacion nueva, siempre tenia los ojos llorosos en todas partes.

El salon volvio a caer en silencio y la puerta se abrio rapidamente, dejando ver a un señor robusto y bajo, calvo y con una barba blanca.

Camino lentamente al centro del pizarron, con confianza y una sonrisa en el rostro.

Julieta apreto un lapiz y lo rompio, tranquilizandose un poco.

El director empezo a hablar y entonces dijo lo de siempre.

-Voy a escoger a algunas chicas para un estudio.

La chica de cabello castaño queria ir a casa, pero sabia que no era posible, vivia en un internado en Australia y sus padres en Estados Unidos, en un hogar donde mamá no trabajaba ni ayudaba a nada, solo tomaba tranqulizantes y se la pasaba viendo reality shows, su hermano mayor fumaba cannabis y su padre saliendo de casa en busca de mujeres.

-Tu, ¿Cual es tu nombre?

-La- Laila

-Tu vienes conmigo.

Se escucho un suspiro por parte de las chicas y Laila se levanto asustada.

Julieta esperaba que algun amigo le alivianara el momento y bromeara sobre eso, pero sus unicos amigos estaban en una escuale diferente a la suya en otro pais. Se recogio el cabello en una coleta a un lado y penso en que no podia ser tan malo lo que pasara despues de eso, solo unos traumas y eso sesolucionaba visitando toda su vida el psicologo.

-Creo que deje el grifo de mi habitación abierto. Tengo que ir a cerrarlo -Se excuso una chica alta y morena, tratando de escapar de la seleccion. En vez de eso, el director se intereso en ella y le pidio que la siguiera.

Al pasar a un lado de Julieta, que temblaba sin parar, pateo una hoja de papel tirada a una pareja que se tomaba la mano, separandolos.

Ella tambien habia deseado tener un novio que le hiciera sentir protegida, pero no habia chicos asi.

-Solo 2 chicas mas.

"Somos 25, no puede elegirme a mi" Penso.

-Julieta Zaragoza, venga -Pidio el director. Sabia su nombre ya que era una alumna de intercambio, asi que era facil recordarla.

-Mierda.

Julieta cargo su bolso y un cuaderno. Cerro los ojos e imagino una fantasia perfecta. En su fantasia, ella se levanto lentamente mientras temblaba.

Trago saliva y tomo una bocanada de aire. Camino al frente, tratando de evitar la cruda realidad que le esperaba. Llegando fuera de la oficina del director, se sento junto a las otras 3 chicas a esperar el momento que las cambiaria por un trauma.

Que suerte que tu no eres Julieta Zaragoza. Y no asististe al colegio " Herman Hess".

Por desgracia, yo si.

"Herman Hess" era mi escuela.

Yo era la chica timida.

Yo era chica que lloraba por todo.

Yo era la chica que lloraba de nervios y estaba escapando a una fantasia perfecta.