Capítulo 58:
❝Que habla de Kana y su larga jornada de recuperación❞

　　　Los cinco jóvenes héroes son recibidos por sus compañeros, llenos de aflicción y angustia por su estado. Por supuesto, la que más resalta es Kana, quien recibe atención y preguntas de todos acerca del estado de su brazo.
　　　-Bueno, pero sin importar cómo lo veas, un brazo de metal como ese es genial -halaga Kaminari.
　　　-¡En especial para una antiheroína de bajo mundo como la que aspiras ser! -agrega Sero- Te hace lucir más intimidante.
　　　-Eso mismo es lo que he pensado yo -sonríe, feliz por que alguien comparta su forma de pensar-. ¿Verdad que es genial?
　　　-¡Totalmente! -afirman ambos a la vez, elevando sus pulgares en forma de aprobación.
　　　-No puedo evitar pensar que las chicas mitad robot son s-
　　　El golpe de su mano robótica calla a Mineta.
　　　-Prepararé un té de lavanda para calmar las almas -avisa Yaoyorozu-. Así podremos hablar tranquilamente.
　　　Kana suspira con alivio.
　　　Es bueno estar en casa.
　　　Y antes que lo supieran, septiembre llegó a su fin y dio paso a octubre. Kana se saltaba algunas clases con tal de ir a terapias para aprender a controlar correctamente su brazo metálico; la sensación no era como no tener brazo, sino como tenerlo dormido. Además, se mantenía en contacto con Ectoplasm, quien le ayuda en los aspectos de combate pues él posee prótesis en las piernas.
　　　Los internados se pospusieron, el grupo de jóvenes héroes asistió al funeral de Sir Nighteye. Eri recuperó la consciencia, pero su estado psicológico sigue inestable; además, el pequeño cuerno en su cabeza disminuyó considerablemente.
　　　-No pienses en tu brazo como un arma -indica Ectoplasm-. Sigue siendo tu brazo, ¿entiendes?
　　　-¡Sí! -asiente, y limpia el sudor de su frente.
　　　-Dejémoslo hasta aquí por hoy, ¿sí? Y no olvides tu tarea de matemática.
　　　-Sí, gracias por la ayuda -jadea-. Con permiso, pase buenas noches.
　　　Se retira a su habitación para darse una ducha y terminar la dicha tarea que, por si fuera poco, no es la única que tiene.
　　　Para ducharse debe quitarse su brazo falso. Observa unos momentos el muñón pegado al hombro y la cicatriz que lo recorre. Gracias a su regeneración intensiva logró curar su cicatriz en unos pocos días, pero ninguna de las regenariones que ha probado ha logrado que su brazo crezca una vez más.
　　　Suspira fuertemente y termina de desvestirse para ducharse. Si termina rápido sus tareas podría leer un poco y despejar su mente de ideas poco agradables…
　　　-Tendremos un festival cultural -anuncia Aizawa el día siguiente, y la algarabía se crea en el salón.
　　　La algarabía se apaga bruscamente cuando Kana entra. Ha llegado tarde, pero entrega una justificación a su profesor. Sin embargo, no es por eso que el silencio es tan abrumador; sino porque el lado izquierdo de su uniforme superior cuelga. Su chaleco se balancea al frente y atrás, lo que revela que no lleva consigo su prótesis. El silencio le molesta enormemente. No quisiera que nadie le tenga lástima.
　　　-Toma asiento, estamos hablando del festival cultural -indica Shōta, sabiendo lo incómoda que debe estar por la situación.
　　　-¿Festival cultural? -repite, y coloca un dedo en sus labios- Ya veo. Perdón por arruinar la atmósfera festiva. Permiso.
　　　Se apresura a su asiento con tal de no llamar más la atención. El ánimo es recuperado rápidamente, pero es obvio que no es lo mismo a hacer unos momentos. Ante tal drástico cambio, Kana aprieta su única mano en un puño y frunce lo labios. No necesita la lástima de nadie.
　　　Cada uno ofrece una idea para llevar acabo, pero al final no llegan a algún acuerdo.
　　　Ese día come sola a pies de la escalera, pues siente vergüenza a que sus compañeros la vean lidiar con los palillos usando una sola mano y su levitación.
　　　Ese día se va a dormir temprano. No puede esperar a que Hatsume le entregue nuevamente su brazo para volver a convivir con la mayor normalidad posible.
　　　-¡Kana-chan! -Uraraka y Asui llaman desde el otro lado de la puerta- ¡Únete a nosotros, estamos planeando el festival cultural!
　　　Limpia sus lágrimas con su única mano y se pone de pie para abrir la puerta.
　　　-¡Verás! -habla Ochako- ¡Hemos pensando en un pequeño festival de música! Pero para eso necesitamos bailarines, músicos y personas que ayuden a la decoración, ¿quisieras ayudarnos?
　　　-¿En qué puedo ayudar? -inquiere, sujetando el espacio vacío de su brazo, y frunce los labios.
　　　-Has recibido un entrenamiento especial con Eraserhead ¿No? Puedes movilizarte en espacios muy angostos, ¿no? Como cables de electricidad y eso. ¡Buenop! Hay espacios de ese estilo en el local, así que ¡nos ayudarías mucho si los decoras por nosotros!
　　　-Claro -accede sin problemas. Es bueno que todavía la tomen en cuenta para las actividades escolares.
　　　-¡Genial!
　　　-Kyoka-chan se encargará de la música -señala Asui-, y Mina-chan del baile. Ribbit. Puedes consultar con ellas si tienes alguna duda.
　　　-Está bien, gracias -su celular suena. Lo saca de su bolsillo y contesta: es Shōta-. ¿Qué sucede?
　　　-Hey, ¿todo bien?
　　　-Ya sabes... estoy lo mejor que puede estar alguien que perdió su brazo hace unos días.
　　　-Bueno, tengo noticias que van a animarte, niña.
　　　-¿Qué?
　　　-Programé una cita para que tú, Midoriya y Togata visiten a Eri.
　　　Ambas chicas logran presenciar, admirar y contemplar como la triste y cansada mirada de su compañera se llena de brillo y entuasiasmo en solo unos segundos. Ambas intercambian miradas y tienen una respuesta clara y no del todo incorrecta para explicar el por qué de la situación.
　　　¡Amor!