Capítulo 44:
❝Una reunión de copas entre All Might y Eraserhead… y Double❞

　　　En el auto habían bromeado entre Shōta y Toshinori acerca de una pequeña salida por unas copas. La situación es que, por cuestiones del destino, Aizawa se había quedado sin tiempo para cocinar algo en casa, y a Yagi le había sucedido lo mismo, por lo que el rubio terminó por invitar a ambos cansados héroes a una cena en el restaurante de preferencia de la más joven. Quien, para su sorpresa, escogió uno de ambietación americana.
　

　　—No sabía que te gustaban esta clase de ambientes, joven Kana —habla, sabiendo que la muchacha no será quien inicie la conversación, y ni hablar del hombre que desempeña el papel de su padre.

　　　—Me encantan las cosas americanas —admite, viendo sus manos, incapaz de ver directo al brillante azul que resalta en la demacrada apariencia del héroe—, en especial los héroes. Considero que poseen mejores quirks que casi cualquier otro héroe asiático…
　　　—¡A mí también solían gustarme mucho los héroes americanos a tu edad! —exclama, sonriendo ampliamente. A pesar de su sonrisa, Kana no puede evitar ver sus brazos, uno inmovilizado y el otro totalmente vendado. Aquello es culpa de ella y de su cobardía, si hubiera actuado rápidamente, él…— Claro, ahora no tengo tiempo para ellos, pero aprovechando mi retiro quizás recupere el interés.
　　　—¡Podría regalarles los que ya he leído! —se ofrece de inmediato. No pudo hacer mucho en la pelea, pero sí puede hacer algo ahora mismo para que el Símbolo de la Paz pase de la mejor forma posible sus días de retiro— No tengo solo de héroes actuales, sino también de la edad de oro, plata, bronce, y oscura. Cualquier podría ser de su agrado, seguramente. También, en caso que le interese.
　　　—¡Me encantaría leerlos todos! —admite gentilmente— A todo esto, ¿cómo te sientes con el hecho de que la academia será tu nuevo hogar?
　　　Ella da un largo sorbo a su refresco.
　　　—En desacuerdo.
　　　—¿Ah?
　　　—¿Se molesta si le comparto uno de mis largo análisis?
　　　—Para nada. Adelante.
　　　—Me parece curiosa la forma en la que han decidido tratar todo este asunto. El único a los que la Liga ha atacado “individualmente” es a Izuku y a mí, y no fue más que una casualidad encontrarnos ese día con Shigaraki Tomira. Incluso a Katsuki lo intentaron secuestrar en una pelea en grupo. La Yuuei no está interesada en “nuestra seguridad” como aseguraron, o al menos no tanto como dieron entender. Los villanos están interesados en nosotros solo porque buscan dañar el ego del heroísmo, lo aprendí durante el ataque, el secuestro y su última pelea, la Academia sabe eso. Si se mira bien, los únicos crímenes de ellos como Liga son los que nos tienen a nosotros como objetivos, no hay robos, no hay masacres, no hay intentos de terrorismo. Cualquiera pensaría que, ante lo acontecido y con el intelecto del director, preferiría dispersarnos y mantener las apariencias lo más bajas posibles, aumentando la seguridad a nuestro alrededor pero de foma no tan obvia. Sin embargo, ahora incluso los maestros deberán permanecer en la U.A y no podrán ejercer su trabajo de héroes a menos que sea dentro de la Academia. Todo esto y algunas maneras que he notado, no solo en Aizawa, sino en todos los profesores, me ha llevado a pensar algo —coloca un dedo en sus labios y verifica que todavía puedan permanecer sin humectarse unos minutos más o debería humectarlos de inmediato con tal que no se quiebren y sangren—: se sospecha de un traidor dentro de la academia.
　　　El cuerpo del ex Símbolo de la Paz se tensa violentamente, e intenta intercambiar rápidas miradas con el héroe de bajo mundo, quien aparentemente se encuentra igual de sorprendido que él.
　　　—No me mires a mí —reclama Shōta, y se señala con el dedo índice—. Ella y yo nunca hablamos de esta clase de cosas en casa. Es solo que… es muy buena analizando todo.
　　　—Bueno, es verdad —admite el otro, frunciendo los labios—. Sin embargo, un razonamiento de ese estilo con tan poca información…
　　　—La información no es poca —asegura la ex villana, y ya no tiene más remedio que sacar su bálsamo para humectar sus labios, pues estos empiezan a arder—, por supuesto, yo poseo más que ustedes porque me he enfrentado directamente a los antagonistas de todo esto, incluso conviví con ellos; pero, aparte de eso, me parece que cualquiera que pueda observar todo esto, lo ordene y analice, entenderá la situación. La U.A no quiere brindarnos “seguridad”, quiere mantenernos vigilados. En lugar de dejarnos actuar libremente, prefirieron tenernos atados de manos.
　　　—Con todo este análisis, ¿no podrías saber quién es el traidor?
　　　—No. Lastimosamente, viéndolo de la forma en que yo lo veo, todos podrían ser traidores. Hasta yo… y los profesores no se quedan atrás. Además, con lo poco que convivo con todos, a excepción de Uraraka, Iida e Izuku, mis convivencias se limita a todo lo que ellos quieran hablar conmigo.
　　　—Debo admitir que tu capacidad de razonamiento y análisis es sorprendente.
　　　—Es parte de mi quirk —admite, rascando su nuca—. Mi madre solía ser igual de analítica ante cualquier situación, incluso ante la más mínima. Si queríamos salir a cenar, analizaba todos los posibles lugares hasta escoger el mejor… La parte habladora la saqué de mi padre, él solía compartir todo lo que pensaba aunque fuera algo estúpido.
　　　«Claro, casi olvidaba que Aizawa solo es su tutor legal».
　　　—Además, tengo tantas cosas que memorizar que en mi caso es mejor simplemente analizar todo. Olvidaré esto dentro de unos meses, siempre y cuando lo mantengan lejos de mi memoria lo más posible.
　　　Entonces, Shōta y Toshinori decidieron que era mejor cambiar inmediatamente de tema.