Capítulo 33:
❝Pequeño juego❞

　　　—Para empezar, no lo diste todo de ti —reclama a Shōta, quien revisa las calificaciones de sus alumnos—. No usaste tus pesas, por lo que tus movimientos fueron más rápidos en comparación a los que usaste con Yaoyorozu y Todoroki. Sabías que me volvería invisible, pero cuando salí de tu campo de visión en ningún momento te asomaste para verificar mi posición. Al momento que me deslicé a tu lado pudiste sacar tu cuchillo para detenerme, no soy más rápida que tú y eres consciente de ello. Cuando me paré detrás de ti y me deshice de tus vendas todavía podías usar tus puños para detenerme. ¡Me tuviste piedad!
　　　—¿En serio te diste cuenta de todo eso? —murmura, sorprendido por la capacidad de análisis de la chica.
　　　—Durante la primer pelea no, pero mientras observaba tu pelea con Todoroki y Yaoyorozu comparé tus movimientos. Seguidamente comparé nuestra pelea con la de tu lucha en la U.S.J y fue entonces que me molesté.
　　　—Deberías estar feliz, pasaste el examen.
　　　—Su objetivo era que escapara, ¿no? Y entonces me podrían dar una nota baja.
　　　—Sí. Pero parece que eres demasiado inteligente como para caer en algo así. Yo sugerí emparejarte con el Director, para ver qué sucedería si tenías un enfrentamiento con alguien más listo que tú. Si no, iba a dejarte en el grupo de Bakugo y Midoriya, contra All Might. Pero el Director y All Might dijeron que lo mejor era dejarte por tu cuenta.
　　　—Sigo pensando que es injusto —gruñe, y toma un poco de jugo de manzana.
　　　—Como sea, no creas que te tuve piedad o algo así —habla seriamente, ordenando sus páginas—. Los chicos irán mañana al centro comercial, ¿no irás con ellos? —finalmente cambia de tema, cansado de los reclamos de su protegida.
　　　—Oh, claro. también quería hablar de eso —recuerda, y cambia rápidamente de actitud—. Detesto las salidas en grupo, pero necesito comprar muchas cosas.
　　　—¿El qué?
　　　—Traje de baño, un bolso grande... muy grande. Ropa de verano, tenis, protector solar, un repelente de mosquitos. Se me acabó el lápiz humectante para mis labios, si se quiebran un poco más van a empezar a sangrar.
　　　—Entonces irás, ¿no?
　　　—Sí, pero lo más probable es que termine totalmente alejada del grupo.
　　　—No vayas a robarte nada, Kana. Te daré el dinero que quieras, así que no te metas en problemas. ¿Entendido?
　　　—Sí. No te preocupes por mí. Me portaré bien.
　　　Al día siguiente, Kana se encuentra con sus compañeros en el centro comercial. Shōta le dio 10,000￥ con tal que pueda comprar lo que necesite, pero ella piensa que es demasiado y que si le sobra algo se comprara alguna revista de comic.
　　　Al final termina sola con Midoriya.
　　　—Ah, Koen-san, ¿no deberías ir con los demás? —sugiere el brócoli, viendo a su compañera inspeccionar los alrededores.
　　　—Sí, debería... Pero la verdad es que no me muevo bien entre tanta gente. Además, no está bien que te quedes solo. Después de todo, eres como un imán de problemas...
　　　—Tú también lo eres, Koen-san.
　　　—Sí, es verdad. Pero, ¿quién sabe? A lo mejor terminamos por repelerlos.
　　　—¡Hey, son los chicos de U.A! —exclama una voz desconocida— ¿Me darían su autógrafo?
　　　Kana detecta el peligro al reconocer la voz del sujeto. La misma voz que le habló en el ataque de la U.S.J.
　　　—¡En serio no puedo creer que los encontré de nuevo en un lugar como este! ¡Estoy pensando que esto debe ser el destino!
　　　Ni siquiera les da tiempo de reaccionar, y sujeta a cada uno con una mano por el cuello. Ambos jovenes se tensan violentamente al sentir el tacto de aquellas manos resecas. Es aterrador.
　　　—Para ustedes dos, creo que la última vez que nos vimos fue en la invasión a la U.S.J, ¿no? Vamos a tomarnos un té, Koenmoku Kana y Midoriya Izuku.
　　　“¡Mierda!” piensan a la vez, mientras se dan cuenta que dejar a dos atrae-problemas juntos no fue muy inteligente.
　　　—Actuen normal —advierte, y Kana empieza a sudar en frío. Midoriya sabe que no cuentan con su quirk por lo nerviosa que está—. Somos viejos amigos, ¿oyeron? Cálmense. Solo busco una pequeña charla, ¿está bien? Y, ¿qué pasa si no cooperan? —su dedo medio no los toca, pero la simple presión que ejerce es suficiente para asustarlos— Bueno, al momento que mis dedos toquen su cuello, empezarán a desmoronarse desde la cabeza hasta los pies, ¿entienden? En menos de un minuto, serán polvo.
　　　—¿De qué quisieras hablar? —murmura Kana. Quisiera usar un quirk para huir de ahí, pero, como ya se dijo, está demasiado nerviosa y se ve incapaz de pensar correctamente.
　　　—Esa es la actitud —comenta con burla, y les indica a sentarse.
　　　Kana está temblando, intenta tranquilizarse para pensar correctamente, pero se ve incapaz.
　　　—La verdad es que odio casi todo —habla con sinceridad, como si realmente fueran amigos—. Pero lo que más odio ahora mismo es al Asesino de Héroes.
　　　—¿No se supone que está de su lado? —murmura Midoriya, viendo que su compañera está prácticamente paralizada.
　　　—Nunca estuve de acuerdo a que se nos uniera —y la parálisis de Kana se detiene unos momentos. Escucha aquella charla atentamente.
　　　«Eso quiere decir que no es el lider» piensa de inmediato. Y por un momento deja de lado la idea de escapar.
　　　—Todos se vuelven locos con el Asesino de Héroes... La invasión a la Academia y los Nomus de Hosu... todo fue opacado por ese bastardo. No importa que opinen los demás, a fin de cuenta y caso él solo destruía cosas que no le gustaban, como yo. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre nosotros dos, Midoriya y Koenmoku?
　　　—Tú no tienes convicción —habla.
　　　—¿Qué?
　　　—Koenmoku… —llama Midoriya, suplicándole que se calle. Pero sabe que es imposible cuando ya ha tomado un pequeño impulso.
　　　—Es imposible entenderte o apoyarte. Sin embargo, Stain... es imposible apoyarlo, pero no entenderlo. Él no destruyó porque quería, el no se rindió fácilmente. Él vive por un ideal, aunque sea uno incorrecto… es un Símbolo para las personas que están hartas de la forma actual en la que vivimos… Por eso es que tú luces tan patético en comparación a él.
　　　—Koenmoku-san —Midoriya susurra con voz temblorosa.
　　　Y entonces ella se da cuenta que habló demasiado.
　　　—Ya veo... mi mente se siente más despejada ahora. Ahora sé porque el Asesino de Héroes me enoja tanto, por qué me es tan irritante, ¡es porque me recuerda tanto a ese fanfarrón de All Might!
　　　La sonrisa en el rostro del villano la hace tensarse nuevamente.
　　　—Por supuesto, ahora todo tiene sentido. ¿Por qué estaba tan preocupado? La razón por la toda esta gente ríe y disfruta —el agarre de los cuellos se vuelve más fuerte—, ¡es todo por All Might! ¡Es por él que están tan tranquilos! ¡Como si nunca fallara en su deber! ¡Gracias por charlar conmigo, muchachos!
　　　El agarre es tal que sus rostros empiezan a palidecer. ¿Será ese su fin? Si muere en ese momento...
　　　—Kana-chan, Deku —el agarre se debilita, y nuestra protagonista piensa que quien la ha salvado no es nada menos que un ángel—. Tú... no eres su amigo... ¿verdad?
　　　Silencio.

　　　—Déjalos… ir...
　　　—No es nada, estamos bien —asegura Kana, tragando un grueso nudo de saliva, conteniendo sus lágrimas de miedo—. Por favor, no te acerques...
　　　—¡Ah, vaya! —y aquellas manos los sueltan, permitiéndoles por fin recuperar el aire— ¿Vienen acompañados? ¡Perdón, fue mi error interrumpirlos! Me iré ahora. Espero no traten seguirme.
　　　Ambos jóvenes tosen intensamente.
　　　—¡Shigaraki! —exclama Midoriya— ¿Cuál es el objetivo de All For One?
　　　—¿Shigaraki? —repite Uraraka.
　　　—No tengo idea —responde—. Ahora preocúpate por ti, porque la próxima vez que los encuentre será para matarlos.
　　　Y simplemente se pierde en la multitud.