Capítulo 24:
❝Heru Fureimo❞

　　　—Koenmoku-san —habla Todoroki Shōto.
　　　—Todoroki-san —habla Koenmoku Kana.
　　　—¡Peleen!
　　　Un segundo es el necesario para que la llama infernal sea encendida. Ha estudiado por demasiado tiempo el quirk de Endeavor, el control que tiene sobre sus llamas, el cual le permite obtener una apariencia llamativa. Su cabello se vuelve fuego, y se le eleva al cielo como una llama. Sus ojos también son cubiertos por un antifaz de fuego, intenta que el fuego no toque su ropa con tal de no quedar desnuda, pero sus brazos se prenden en llamas, al igual que sus zapatos. Ha copiado la apariencia de Endeavor, es una versión femenina de Endeavor, básicamente.
　　　Todoroki usa un intenso ataque de hielo, pero apenas toca a una patética imitadora gracias a que esta eleva enormemente su temperatura.
　　　—Nee, Shōto —sonríe, emepezando a avanzar—, ¿qué puedes hacer contra esto?
　　　Sus llamas se pintan de azul, y dirige a él una cantidad abrumadora. Cementoss está a punto de detenerlos, pero no lo hace al ver que el fuego solo rodea al muchacho. Como sea, piensa que el calor ahí dentro debe ser abrumador, abrasador.
　　　Una columna de hielo se eleva a su alrededor, y Kana detiene unos momentos su llamarada.
　　　—Tch, vamos, ¡guardé lo mejor para ti! —reclama, claramente molesta, apagando el fuego y colocando sus manos a los lados— ¿Quieres verme usar otro quirk? ¡Vamos, escoge! ¿El de Katsuki, el de Ashido-san, Asui-san? ¿All Might? ¿Algún villano? ¿Un héroe americano? ¡Vamos! Esto no es divertido.
　　　—Kana —vocifera, y se limpia el sudor del rostro—, quiero una pelea cuerpo a cuerpo. Sin quirks.
　　　Koenmoku suspira fuertemente y limpia los restos de ropa quemada que quedaron en sus brazos.
　　　—Adelante —accede, preparándose para el ataque.
　　　La pelea cuerpo a cuerpo empieza, y Kana agradece haber mejorado su condición física. Shōto lanza patadas, Kana las esquiva y lanza puñetazos. No es buena en el combate físico, pero ha aprendido mucho viendo peleas de todos los tipos posibles. Se desliza por el piso y barre a Shōto fácilmente, haciéndolo caer con fuerza al piso. Coloca una pierna sobre su pecho, y limpia el sudor de su frente.
　　　—Me rindo —habla el joven Todoroki.
　　　—¡Todoroki Shōto se ha rendido! ¡La ganadora es Koenmoku Kana!
　　　—Eso no fue divertido —gruñe, y limpia la sangre de sus quebradizos labios. Seguidamente extiende su mano a él para ayudarle a ponerse de pie.
　　　—Lamento no haberte dado la pelea que mereces —murmura él, aceptando la mano para ponerse de pie—. Yo solo… no me siento muy bien ahora mismo.
　　　—No, está bien, olvídalo. Logré lo que buscaba.
　　　Y lo siguiente es la ceremonia de premiación.
　　　—Les dije que se cuidaran de mí —sonríe Kana, de pie entre Bakugo Katsuki y Todoroki Shōto, esperando su medalla.
　　　—Eres imposible, maldita copia barata —gruñe Katsuki.
　　　—Fue una pelea formidable —habla Shōto.
　　　All Might hace acto de presencia para la entrega de medallas.
　　　Intercambia palabras con los otros dos, pero en este lugar lo que nos interesa es la patética muchacha a la que se le acaba de colocar su medalla de oro, la cual apenas reposa en su cuello y ya ha pensado en empeñarla o directamente venderla con tal de poder comprar revistas y libros sobre héroes.
　　　—Señorita Koenmoku —habla All Might—, su presentación de hoy fue formidable. Si lo que querías era destacar, no dudo que lo has logrado.
　　　—Quiero ser vista por los héroes del bajo mundo —habla con sinceridad—. Realmente quiero luchar al lado de uno de ellos.
　　　—Es una motivación… curiosa, pero no pienso cuestionarla. ¡Esfuérzate!
　　　—Gracias por los ánimos.
　　　Y los días de descanso llegan. Kana apenas llega a casa y se lanza al sofá para descansar; observa su medalla de oro. La toma entre manos y le toma una fotografía con el celular, al menos para tener un recuerdo de su victoria antes de venderla. Pesa unos buenos 24 quilates, y por la forma en la que la ha examinado e indagado sabe que es totalmente de oro. Le darán unos 40,000￥ si tiene suerte…
　　　Pero al final cree que no es buena idea venderla.
　　　—Hey, mamá, papá, ¿les gusta? —pregunta, elevando el brazo al cielo— Tuve suerte, me heredaron lo mejor de sus quirks, ¿ves? Esta victoria… no es solo mía… ¡también suya! ¡Disfrútenla! —su voz se quiebra un poco— Desde donde quiera que estén…
　　　Mantiene la medalla en su pecho y empieza a llorar. Se sienta en el sofá para intentar limpiar sus lágrimas adecuadamente, pero no parecen tener fin. Si ellos, sus padres, estuvieran ahí, ¿habría llegado tan lejos?
　　　Tiene toda la facilidad del mundo para usar el quirk de su padre y descubrir quirks fácilmente, pero hacerlo le causa un dolor en el pecho casi ridículo.
　　　Oye pasos acercarse al apartamento y limpia sus lágrimas pensando que es Shōta. No quiere que la vea llorar.
　　　No habían llegado juntos porque debía pasar al doctor a revisar sus heridas, y luego Hizashi lo acompañaría al supermercado a comprar unas cosad para celebrar su victoria.
　　　Espera a que entren ambos, cargando los ingredientes para prepararle las hamburguesas americanas que ella tanto ama. No es un platillo tradicional en Japón, y las que preparan en los restaurantes no son de su gusto, por lo que Hizashi se comprometió a traducir una página de recetas americana con tal de complacerla.
　　　—¡Shōta! ¡Celebremos nuestros días libres!
　　　Pero quien entra no es ni Hizashi ni Shōta, sino la heroína +18 "Midnight". El cuerpo de Kana se tensa violentamente.
　　　“Solo Hizashi y All Might saben de esto” recuerda las palabras de Aizawa. “Debes ser más prudente con como te comportas a mi alrededor en la escuela. Los demás profesores han empezado a sospechar, y si lo descubren es posible que malentiendan todo”.
　　　No sabe qué hacer.
　　　Sus cansados ojos ámbar se encuentran con los intensos ojos azules de la heroína. Sus largos cabellos son acariciados por la brisa de primavera que se adentra por la puerta que permanece abierta. Las bocas de ambas están abiertas, pero no intercambian palabra alguna. Midnight le recorre el cuerpo con la mirada. Double la examina detenidamente, y piensa que luce muy diferente sin su provocativo traje.
　　　—Tú eres… la del Festival… una alumna… y estás… en casa de Shōta…
　　　Ninguna se mueve, se ven incapaz.
　　　—Yo… puedo explicarlo.