Capítulo 18
Capítulo 18:
❝El verdadero y desconocido pasado de nuestra patética protagonista❞
—¡All Might! Ese monstruo de ahí, que pelea contra el más pequeño, es Koenmoku Kana, nuestra compañera —indica Midoriya, preocupado por el futuro de su compañera, quien ahora se aleja de la escena lentamente y a cuatro patas.
La bestia se acerca a Aizawa y permanece a su lado unos momentos antes de empezar a llorar desconsoladamente…
Nadie entiende por qué.
La patética ex villana despierta de su largo sueño, mareada y con nauseas, en la cama del hospital. No tiene problemas en ponerse de pie para salir de su habitación rápidamente, buscando a su lastimado maestro. No puede dejar de pensar en él.
—¡Señorita Koenmoku! —la detiene All Might, sujetándola fácilmente, es peligrosamente delgada y fragil, tan así que puede detenerla con un solo brazo y sin hacer fuerza alguna.
—Déjeme ir —suplica, aunque se siente más débil de lo normal—. Shōta… Shōta, debo encontrar a Shōta… déjeme ir, necesito verlo.
—Koenmoku…
—¿Acaso murió? —murmura, y se le eriza la piel solo de pensarlo. Lágrimas empiezan a escurrir por su rostro.
—¡No! —se apresura a aclarar el Símbolo de la Paz— Pero… está muy lastimado. Y tú también lo estás, deberías descansar.
—Descansaré cuando lo vea. Apártate.
—Koenmoku-san…
—Lo prometo, lo prometo —vuelve a llorar, y se aferra a la camiseta del héroe—. Solo déjeme verlo, necesito saber que está bien, déjeme verlo.
El pro héroe suspira, y de mala gana la dirige a la habitación de su encargado. Este se encuentra totalmente vendado, sentado en cama.
—¡Aizawa! —exclama, y vuelve a llorar.
—Kana —murmura él al reconocer su voz.
Ella no duda soltarse del Símbolo de la Paz para ir a abrazarlo con cuidado, pero con la fuerza suficiente para sentirse bien.
—Estaba tan preocupada —solloza desconsoladamente—. Creí que te había perdido, maldita sea. Pensé, ¿qué haré ahora si me quedo sola de nuevo? Tenía tanto miedo… estaba tan asustada… no pude pensar en nada… me quedé en blanco. Lo siento tanto. Terminé siendo un estorbo, lo siento mucho.
—Ya, niña, ya estoy bien —consuela torpemente, pues sus manos están inmovilizadas—. Hiciste un buen trabajo allá. Fuiste de mucha ayuda.
—No vuelvas a asustarne así, por favor.
—Ya, niña. Vete a descansar, que seguro te hace falta.
—Sí, estoy hecha mierda —ríe, limpiando las lágrimas que salen irremediablemente de sus ojos—. Vendré después a ver que sigues bien, ¿sí?
—Tranquila, estaré bien. No pienso morir todavía.
All Might escolta a la chiquilla a su habitación, y no se retira hasta que la mira acostarse nuevamente. Una vez seguro que ella está bien, vuelve a la habitación de Eraserhead, donde se destransforma.
—Entonces, los rumores son reales… Esa chica, Koenmoku Kana, es tu hija.
Shōta guarda silencio. Le cruza la palabra “no”, pero si niega algo así va a empeorar los rumores. No quiere que sus intenciones se malentiendan. Además, él y Kana han convivido como padre e hija durante casi tres meses…
—No —decide responder con sinceridad. Después de todo, es el Símbolo de la Paz, definitivamente es alguien en quien se puede confiar hasta la clave de la tarjeta de crédito—. Ella y yo hemos convivido de esa forma, como padre e hija, pero realmente no tenemos parentesco alguno. Solo somos tutor y protegida… No malentiendas nuestra relación…
—Nunca haría algo así.
—Por favor, guarda el secreto. Ella ha sido muy discreta al respecto, y si alguien que no sea profesor se da cuenta de esto podría malinterpretar todo.
—No aflijas, Aizawa-kun, tu secreto está a salvo conmigo.
—Gracias. Por favor, cuida de ella hasta que podamos salir de aquí. Tiende a ser un imán para los problemas y los incovenientes.
—Tranquilo, me encargaré.
Finalmente, el duo de padre e hija son dados de alta.
—Podría usar un poco de regeneración en ti —sugiere, observando sus manos mientra abre la puerta del apartamento.
—El doctor sugirió que descansaras tu quirk —niega de inmediato, pasando a su apartamento—. Tu transformación debió usar mucha energía.
—Aizawa, yo… no quería decir esto para no preocupar a nadie pero… no recuerdo ninguna transformación.
—¿Qué?
—Perdí la consciencia luego que Nomu sujetara el brazo de Midoriya-kun —aclara, sentándose junto a Shōta en el sofá—. Intenté pensar en un quirk que usar para detenerlo, pero entré en pánico… todos los quirks que conozco se me vinieron a la mente de forma brusca, y colapsé. No recuerdo ninguna transformación.
—Debiste sobre-esforzar tu quirk —comenta, analizando la situación—, llevarlo a su límite bruscamente. Usaste más de un quirk a la vez y sobrecargaste tu mente. Por eso perdiste el conocimiento, supongo.
—Más de un quirk a la vez —susurra, viendo al frente—. Ya veo. Parece que soy más genial de lo que parece.
—Eso parece, eh.
—Como sea, prepararé algo de cenar. Buscaré algo en internert y nos las arreglaremos, ¿bien? No te preocupes.
—Oye, Kana —llama Shōta, nanosegundos después que su protegida se ponga de pie.
—¿Sí? —responde, volviendo a sentarse. Realmente no quiere cocinar, a lo mejor su hambre desaparece hablando.
—¿Qué le pasó a tus padres?
Ella guarda silencio unos momentos.
—Murieron —responde, viendo al frente—. Los asesinaron.
—¿Cómo?
—Mis padres fueron el duo imparable “Magatta”. Koenmoku Kasumii, y Koenmoku Naoko. Los torcidos anti-héroes “Hideface” y “Copy Cat”, los anti-héroes del bajo mundo que tomaban la justicia en sus manos y de la forma que querían… antihéroes, en todo el esplendor de la palabra —coloca un dedo en sus labios y guarda silencio unos momentos. Hace mucho no hablaba de sus padres con otra persona—. El quirk de ella era copiar apariencias a la perfección, el quirk de él era saber los quirks de los demás. Fueron padres excelentes, ¿sabes? Pero un día, mientras celebrábamos mi graduación de secundaria, un villano llegó a casa… uno realmente fuerte. Ellos no tuvieron tiempo de escapar, solo de esconderme. Los hizo trizas. Los destrozó contra el suelo, les quebró cada pequeño hueso en su cuerpo, los doctores dijeron que murieron mucho antes de llegar al hospital. Yo… cuando te vi pelear contra Nomu… solo pude ver la imagen de papá ahí… aun moribundo hizo todo lo posible para salvarme… Su sentido heroíco era… abrumador —ambos guardan silencio unos momentos—. Nadie lamentó sus muertes, ¿sabes? Hubieron héroes que se atrevieron a decir que así sería mejor, que héroes como ellos no hacían más que estorbar, que ni siquiera eran buenos, que no merecían el puesto, pero… ¡yo creo firmemente que son el mejor duo de toda la historia!
—Kana… niña, yo…
—¡No teman! ¡La ayuda ha llegado!
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro