Capítulo 178:
❝El festival de primavera... o verano❞

　　　Cada alumno regresó a su casa, listos para el festival de primavera... o verano. Su querido escritor no sabe muy bien cono funcionan las estaciones ni las tradiciones japonesas, sepan perdonar.
　　　—No puedes ir al festival, Kana —niega Shōta al verla pasar delante suyo vistiendo su yukata. Él está sentado en el sofá con Hizashi, con un bowl de palomitas entre ambos, viendo películas viejas.
　　　—¿Por qué? —reclama, frunciendo el ceño.
　　　—Porque es probable que Hana y Hawks te sigan buscando, niña. Es peligroso que vayas por ahí sin tu quirk, tú sola entre la multitud.
　　　—No voy a estar sola, van Ochako, YaoMomo, Mina, Tsuyu, Tooru, Kyoka... seguramente irán los muchachos también.
　　　—Kana, sigue siendo peligroso. A donde va el salón van los villanos, ya lo sabemos todos. Cámbiate y quédate en tu habitación o ven a ver películas con nosotros.
　　　—Hizashi, ayúdame. Tú puedes convencerlo.
　　　—Lo siento, Kana —suspira el rubio—, Shōta tiene razón. Es peligroso en estos tiempos de incertidumbre.
　　　La muchacha gruñe bajito y regresa sobre sus pasos a su habitación.
　　　—Me lo agradecerás luego —asegura Shōta, antes que la adolescente cierre la puerta.
　　　Kana se sienta en su cama, molesta. "Si tuviera mi quirk...", piensa, sabiendo que no debe pensar esas cosas porque le molestan como el infierno. Quizás podría intentar escabullirse... son pocas las veces que desobedece a Shōta, pero es el festival de primavera (o verano), ama los festivales de primavera (¡y verano!), solía ir con sus padres, y ahora quiere ir con sus amigos.
　　　Observa la ventana de su habitación.
　　　¿Qué podría salir mal?
　　　Keina la ve abrir la ventana y asomar la cabeza, afligido le sujeta el yukata. Ella lo aparta y le indica hacer silencio, asegurándole con la mirada que va a estar bien. El perro retrocede, pero aún luce afligido.
　　　El plan de nuestra muchacha era desplazarse por la corniza hasta las escaleras de emergencia, estaban relativamente cerca, a dos o dos metros y medio, el problema era la altura que la separaba del piso: muchos, muchos metros, los suficientes para que su caída la matara o la dejara en estado vegetal.
　　　Toma un fuerte respiro y con un poco de sentido común regresa al interior de su habitación..
　　　Keina suspira de alivio.
　　　Pero se aflige al verla atar sus sábanas entre ellas y luego atar la punta en su cuerpo, como un arnés. Ata el otro extremo de su cuerda en la pata de su cama, y empuja esta hasta la ventana. Vuelve a asomar su cabeza al exterior, toma un fuerte respiro y se saca las sandalías, se las va a poner después, cuando ya no exista peligro de caer. En la corniza caben perfectamente sus pies, lo que agradece al cielo.
　　　Cuando empieza a avanzar Keina asoma por la ventana también para verla, como para asegurarse que esté bien. Su ama da pasitos horizontales, cortos y lentos, tiene los brazos extendidos a los lados para apoyarse de la pared por la que se arrastra, en una mano lleva sus sandalias y con la otra se aferra de las sábanas, esperando que los nudos que ha hecho sean lo suficientemente fuertes para aguantarla si cae.
　　　Está cerca de llegar, medio metro más y estará a salvo.
　　　Ute sale de la ventana de la cocina y observa a la chica de pie. Le maulla. Kana le pide guardar silencio, pero la gata es tonta y en lugar de callarse salta hacia ella. La atrapa entre brazos, echando su cuerpo hacia adelante para evitar que Ute caiga al piso y se mate, sacrificando su equilibrio y estabilidad. Por instinto echa un pie hacia adelante, y cae.
　　　Se muerde los labios para no gritar, tiene a Ute bien abrazada a su pecho.
　　　Suelta sus sandalias para poder sujetar la cuerda de sábanas, sus pies tocan la pared y se derrapan por esta hasta frenar.
　　　Sigue viva.
　　　Keina ladra y gime, obviamente afligido. Kana le pide que guarde silencio, indicándole que está bien. Ute maulla, ignorante del peligro en que acaban de estar.
　　　Nuestra heroína suelta a su gata y la coloca sobre su estómago esperando que ella no caiga de ahí, toma la improvisada cuerda entre ambas manos y empieza a escalar, regresando a su punto de inicio. Entra por la ventana y se lanza a la cama, Keina le lame el rostro.
　　　—Ya, estoy bien —suspira, riendo bajito. Estira su cuerpo y deja a Ute sobre Keina—. Ahora el segundo intento.
　　　Vuelve a asomar por la ventana y observa su meta.
　　　Y su portero.
　　　Shōta está en las escaleras de emergencia, con los brazos cruzados. Kana le sonríe para esconder sus intenciones, regresa a su habitación y cierra la ventana.
　　　Eso quiere decir que Shōta no está en la sala.
　　　Se suelta el arnés rápidamente y abre su habitación, no hay nadie en la sala.
　　　Ríe malévolamente y corre hasta la puerta.
　　　—¡Kana! —exclama Shōta.
　　　—¡Volveré antes de medianoche! —asegura al salir y cerrar detrás suyo.
　　　Corre escaleras abajo, saltándolas de cinco en cinco sin importarle ir descalza. Se dirige a la parte trasera del edificio para recuperar sus sandalias, las cuales se pone detrás del basurero.
　　　—¡Kana! —escucha a Shōta buscarla.
　　　Guarda silencio mientras aguanta la respiración, se ha lastimado las manos y los hombros.
　　　Pero está viva.
　　　Y está bien.
　　　Ríe bajito mientras se pone de pie. Mira a los lados para asegurarse que es seguro, y se dirige a toda velocidad a la estación de tren.
　　　En el camino hay más mujeres y hombres en yukata, listos para el festival de primavera.
　　　Sale del metro y lo primero que se encuentra es a sus amigas.
　　　—¡Kana-chan! ¡Llegaste! —exclama YaoMomo al verla.
　　　—Sí —sonríe ampliamente, acercándose a ellas—. Vamos a divertirnos.
　　　Oh, pero obviamente el escritor no iba a dejarlas hacer tal cosa.

。。。

ja jA

bueno, anuncios: los siguientes capítulos van a ser más largos porque, como pueden apreciar, solo tengo 22 capítulos para cerrar esto. Así que prepárense para capítulos de 2000 pálabras más o menos de aquí a dos o tres capítulos más o menos.

Además, me he decidido separar totalmente de la trama del manga. Entre otras cosas pq creo que se ha suspendido temporalmente gracias a Miss 'Rona y además ya no lo estoy leyendo y no pienso volver a leerlo hasta que maten a Hawks o algo terrible le pase.

Fin del comunicado, les amo.

bais ❤(ӦｖӦ｡)