Capítulo 167
Capítulo 167:
❝La verdadera cara un ave carroñera❞
Kana y Hana aparecieron en el apartamento de Keigo.
Kana dio media vuelta para ver la hamaca que había armado ayer, ahí estaba su Switch, por lo que despreocupada se acercó para tomarla.
Y entonces sintió algo terrible en su abdomen.
Bajo la mirada.
Una pluma roja.
La atraviesa.
Hay sangre.
Definitivamente le ha perforado el estómago.
Escupe sangre en la cinta de la hamaca, rojo.
-Perdona, niña. Eres un estorbo en nuestra sociedad utópica.
Su atacante saca el objeto que ha usado como arma y deja más sangre fluir al suelo. Un quirk. Debe pensar en un quirk antes de caer inconsciente. Sus piernas fallan, se sujeta de la hamaca cubierta en sangre pero cae de rodillas, escupe más sangre, desesperada.
-Hijo de puta -gruñe débil, viéndolo por el rabillo del ojo.
-Eres tú la que quiso meterse en mi camino. Nuestro camino. Si solo hubieras dicho que sí esto no estaría pasando.
¿Qué podría hacer? Pensaba en un quirk de sanación, pero cualquier quirk absorbería toda su energía y la dejaría inconsciente, a merced de Keigo y Hana, y esa no sonaba como una buena idea.
-Hana... -llama a su hermana, sujetándose la herida intentando frenar el sangrado-, Hana, tú no quieres esto... No quieres ser una asesina. Tu ideal es bueno, pero tu forma de llevarlo acabo... no funcionará, Hana. Lo sabes.
La muchacha frunce los labios y cierra sus manos en puños.
-Voy a intentarlo de todas formas.
-¡Hana! ¡Hana, no me dejes morir! ¡Somos hermanas! Hana... te salvé. Prometimos ser heroínas, ¿no? -desvía la mirada- ¡Hana, mírame a la cara mientras te hablo! ¡Hana, no quieres esto!
Cierra los ojos y gira su rostro. Toma un fuerte respiro.
Se acerca a ella y la envuelve en su cuerpo viscoso, gelatinoso, amorfo. La levanta del piso y le sujeta el rostro con las manos, obligando sus ojos a encontrarse.
-Ahora seré yo quien te salve, Kana -le asegura, firmemente-. Pero a un costo -su cuerpo arde, duele. Grita ante esto y se sacude, pero ha perdido tanta sangre que tiene poca fuerza. Es como si sus venas se quemaran-. Será un intercambio equivalente: no puedo hacer nada por ti si no me das nada a cambio, si no sacrificas algo. Entonces te sanaré todas tus heridas... pero a cambio deberás darme tu quirk.
-¿Mi... quirk?
El cuerpo le duele más. No puede ni mantener los ojos abiertos, su visión se nubla delante suyo. Arde. Le recuerda a la sensación de transformarse en un nomu. Vuelve a gritar, se sacude con más fuerza en busca de ser liberada.
Luego de lo que le parece una eternidad por fin es soltada. Su cuerpo cae al piso. La herida en su abdomen se ha curado, se da cuenta que la visión de su ojo derecho ha mejorado, lleva su mano a su mejilla para darse cuenta que está completa, la prótesis de su brazo ha caído a su lado, su brazo derecho ha vuelto.
Levanta su vista hacia Hana.
Su mirada es fría.
Aterradora.
Se pone de pie y se tambalea un poco.
Intenta prender fuego en su mano.
Pero no hay nada.
Una explosión.
Nada.
Alas.
Nada.
Gruñe con fuerza.
Arroja su Switch hacia ella, pero Hawks la corta con una de sus plumas antes de que esta siquiera la roce.
-¡Devuelvelo! -exige, y corre hacia ella.
Keigo la detiene con su cuerpo. A pesar de ser más bajo es más fuerte, fácilmente la carga y la arroja al piso otra vez.
-Vete ahora, Kana -ordena Hana, chasquea los dedos y la puerta principal se abre.
Mira la puerta y luego mira a Hana.
-Tienes diez segundos.
-Hana, tú no quieres esto.
-Diez.
-¡Hana!
-Nueve.
Keigo se saca otras dos plumas afiladas.
Kana frunce los labios.
-Ocho.
Se levanta del piso y corre a la puerta.
No hay nada que pueda hacer.
-Siete.
Sale al pasillo y empieza a correr. Cuenta mentalmente para estar preparada a cualquier cosa. Intenta crear un cuchillo desde su brazo para tener algo con qué defenderse, pero su quirk sigue sin responderle, ¿lo perdió realmente?
"Seis."
Llega a las escaleras.
"Cinco."
Ni siquiera corre, salta los grupos de escalera. Es buena saltando aún sin su quirk.
"Cuatro."
"Tres."
A penas ha llegado al piso inferior.
"Dos."
Iban a encontrarla. Iban a correr detrás suyo y ambos iban a matarla.
"Uno."
Escucha el vuelo de Keigo bajar las escaleras.
Ella está en la habitación de servicio, sujetándose el cabello y frunciendo fuertemente sus labios hasta sangrarlos. Debe ser peligroso salir. Por debajo de la puerta observa como varias plumas vuelan alrededor del pasillo, si sale sabrán que está ahí y la matarán... o la secuestrarán, otra vez.
Está arrinconada en la esquina, en contra de una pared y un estante de útiles de limpieza: lejía, amoníaco, ácidos fuertes, desinfectantes no tan fuertes, soda caústica, cosas que podrían ser peligrosas si le caen encima. Mantiene la vista fija en la pared, sus manos sujetan los largos mechones de cabello que siempre caen sobre su rostro, la sangre de su labio cae sobre su pijama, ya cubierta en sangre gracias a la herida en su abdomen y la sangre que escupió con anterioridad.
Una pluma se filtra por debajo de la puerta.
Su cuerpo se estremece.
Oh, Dios. Oh, Dios. Oh, Dios.
Keigo, en el segundo piso, siente las vibraciones del aire en el piso debajo del piso de su apartamento. Siente la figura de un cuerpo. Es Kana. ¿Quién más estaría a esa hora en el cuarto de servicio?
Vuela hasta ahí.
Se para delante de la puerta.
Sujeta la perilla con su mano.
La gira.
Y la abre.
Lejía le cae en el rostro. Lejía y alcohol. Su piel arde de inmediato, e incapaz de mantener su concentración sus plumas caen al piso.
Kana corre con todas sus fuerzas, saltando las escaleras en grupos cada vez más grande, perdiendo los gritos del traidor piso a piso.
-¡Señorita! ¡Señorita espere! -el recepcionista intenta detenerla, pero ella es más rápida que él, y rápidamente logra perderse entre las personas.
Se mete en el primer restaurante que mira. Un local de ramen, pequeño.
-Lo siento, estamos por cerrar.
La persona que atiende se gira hacia ella. La reconoce: Double, la joven heroína que salvó a Endeavor. Luce un poco diferente en persona, pero es fácil decir que son la misma persona.
-Lo siento, lo siento mucho -jadea Kana, ofreciéndole constantes reverencias de perdón-. Por favor, permítame refugiarme aquí unas horas. Yo... yo estoy en problemas. Por favor, cierre ahora si gusta, es lo mejor, solo... solo déjeme estar aquí. Unas horas, nada más.
Luce aterrada, afligida. Suda mucho. Mira constantemente a la puerta. Tiene leves quemaduras en las manos y los brazos, se notan a simple vista. Es raro ver un héroe así, debe ser serio.
-Claro. Toma asiento.
。。。
jajA, ustedes creyeron que Kana iba a estar en paz x más de diez capítulos? pues no mi ciela 💅
voy a hacerles maratón pq llegamos a los 100k 🥺 muxas gracias uwu 💕
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