Capítulo 141:
❝Y nuestro regreso al relleno por última vez❞

　　　Ese día de pasantía, Kana había cometido un error.
　　　No uno terrible e irreparable, pero un error después de todo. Uno grave.
　　　Yendo detrás de un criminal, ella activó el quirk de Katsuki para adelantar a Endeavor, sin contar que Shōto usaría su propio quirk para cometer el mismo objetivo. Por cosas de descuido, entre Kana intentando esquivar a una señora que se había metido en su camino y Shōto intentando esquivar a Kana, ambos jóvenes chocaron bruscamente en contra de un edificio de puro concreto, concreto duro y resistente. Double logró activar un quirk de rebote y cuerpo flácido para no hacerse daño, pero el hijo de Endeavor no tuvo tanta suerte y recibió todo el impacto.
　　　—¡Todoroki-kun! —exclama Deku— ¡Double!
　　　—¡Estoy bien! —asegura ella, tendida en el piso elevando un pulgar.
　　　El muchacho no respondió.
　　　No estaba desmayado, pues paseaba su mirada de lado a lado, pero lucía bastante desconcertado y aturdido.
　　　—Oi, ¿estás bien? —llama el héroe flameante luego de haber aprehendido al villano que perseguían, acurrucándose delante de su hijo y golpeando suavemente sus mejillas.
　　　—Lo dudo —masculle Katsuki—. Temo que quedó idiota. No es que haga mucha diferencia...
　　　—¡Kacchan! —regaña Midoriya— Nee, Todoroki-kun, ¿cuántos dedos ves? ¿Sabes cuál es tu nombre? ¿En qué año estás?
　　　—Fue solo un golpe, Izuku —ríe Kana, poniéndose de pie y sacudiendo su cuerpo para deshacerse de los restos de concreto. Se acerca a Katsuki y le coloca las manos en el rostro—. Estará bien de inmediato, ¿sí? No se preocupen por esto.
　　　Los ojos rojos de Todoroki Shōto se fijan de inmediato en la muchacha delante suyo, de cabeza. Ella coloca sus manos en sus mejillas, y gira su rostro hacia él para sonreírle. Observa esos enormes e intensos ojos ámbar capaces de opacar al sol y causarle envidia a la luna, en su piel clara resaltan cicatrices de todas las guerras que ha sobrevivido, lo que le revela que no solo es bella, sino también fuerte. Su tacto es frío, congela, da miedo, pero su mirada y sonrisa es cálida, tranquilizadora y relajante. Su brazo derecho es más frío que el izquierdo, y cuando lo mira de reojo descubre que es un metal, piensa en la plata, pero de inmediato se regaña por pensar que un ser superior como ella se conformaría con un metal tan patético.
　　　Sujeta las manos que mantenían contacto con su rostro y se arrodilla delante suyo para estar a su altura, pues ella está accurrucada.
　　　—¿Quién eres? —susurra, incapaz de elevar su voz ante tal ser.
　　　—Soy yo, Kana —murmura, enarcando una ceja, confundida por tal mirada—. Koenmoku Kana, Double.
　　　—Double —repite, y sus ojos brillan con fuerza—. Señorita Double.
　　　—Bien, lo perdimos —se lamenta Endeavor, masajeando el puente de su nariz y cerrando sus ojos unos momentos. Abre uno solo para presenciar la escena, al igual que Eraserhead, All Might y la señora Bakugo, él también quería a su sucesor como pareja de la joven Koenmoku, solo podía imaginar el sin fin de quirks poderosos que podían surgir de ellos.
　　　—Todoroki-kun —murmura Deku, Es raro verlo así, hasta le preocupa. Preferiría que estuviera inconsciente, todo eso se sentía tan fuera de personaje que incluso era incómodo.
　　　—¿Me permite sujetarla unos momentos, señorita? —toma las manos de la muchacha y las acerca a su pecho— ¿Puedo saber a qué se debe la presencia de un ser tan etéreo y apolíneo ante mis ojos? ¿O es acaso esta una competencia con el sol para saber quién puede brillar más? Si ese es el caso permítame decirle que usted ya ganó y con mucha diferencia.
　　　El rostro de Kana se pintó de intenso rojo ante tales palabras tan púrpura. Sonaba como el personaje principal de las novelas de caballería, y le encantaba ser ella a quien le hablara como la damisela, pero era vergonzoso, terriblemente vergonzoso, no podía ni pensar adecuadamente en ningún quirk pues tenía el rostro terriblemente caliente, hasta las orejas se le habían puesto rojas, incluso su cuello. Hasta se sentía mareada, como si tuviera fiebre. Iba a desmayarse en cualquier momento.
　　　—¡Oi, maldito mitad-mitad! ¡¿Quién mierda te crees para-?!
　　　—Hey, hey, hey —interrumpió Endeavor—. No estamos aquí para armar escenas cursis y empalagosas, esto no es un fanfic escrito por un idiota con sobrepeso y problemas con las relaciones sociales básicas. Devuélvelo a la normalidad y sigamos trabajando.
　　　—L-Lo siento, yo... no puedo usar ningún quirk ahora mismo —murmura, incapaz de enfrentar la mirada de cualquiera.
　　　—Double —el héroe flameante suspira con sumo pesar, masajeando su sien—, no puedes incapacitarte de esa forma por cualquier idiota diciéndote cosas bonitas, ¡serás un blanco fácil! Pero, bueno, supongo que no puedo pedirle mucho a una niña. Vayanse a descansar hasta que puedan pelear como debe ser.
　　　—Sí, señor.
　　　—¿Es buena idea dejarlos solos? —inquiere Deku.
　　　—Lo que no es buena idea es habernos distraido tanto, ¡a trabajar ustedes dos!
　　　—¡Sí!
　　　Endeavor, Deku y Katsuki se retiran, dejando solo al shipp más esperado por toda Latinoamérica unida. Kana se pone de pie y así mismo también se levanta Shōto, quien no deja de sostenerle las manos.
　　　—Por favor, ¿podrías soltarme? —pide muy bajito, aún aturdida por la vergüenza.
　　　—No hay forma que permita ir a una dama tan bella como usted, no sé cuándo será la siguiente vez que me la encontraré, ¡permítame guardar cada momento que pueda admirarla de cerca!
　　　—¡Literalmente nos vemos todos los días! —exclama.
　　　Finalmente se arrebata de su agarre y da media vuelta para cubrirse el rostro. Se da viento con las manos y toma un fuerte respiro, intentando calmarse. Cuando encuentra la paz interna vuelve a encarar a Shōto y extiende su mano para sujetarle el rostro y curar cualquier daño que le haya causado tal terrible golpe.
　　　Aun cuando termina mantiene su mano sobre su rostro. Ya consciente de la situación el rostro del muchacho se pinta de intenso carmín.
　　　—Lo siento.
　　　—Está bien, ya no importa —susurra, y finalmente lo suelta. Sacude su cabeza de lado a lado y le sonríe—. Volvamos a trabajar.
　　　Da media vuelta para alcanzar a su grupo. Pero entonces su brazo es sujetado. Gira para ver qué pasa.
　　　—Me gustas, Kana. Me gustas desde que volví a verte en la Academia y vi cómo usabas tu quirk. Me gustas porque eres fuerte, poderosa, asombrosa. Me gustan tus cicatrices, tu rostro, tus prótesis, tu presencia. Por favor, acepta mis sentimientos y volvámonos fuertes juntos.
　　　¡Tres! ¡Iban tres! Cuatro si contaba a Hawks, pero ella no era consciente de este, así que tres. Al final era una rompecorazones igual o peor a su tía Taree, ¡a ese paso acabaría como su madre! Se embarazaría de uno y lo criaría con otro...
　　　Es decir, no sonaba como un mal plan.
　　　—Yo... lo siento mucho —susurra, y le otorga una reverencia de disculpas—. Agradezco mucho tus sentimientos, pero nuestros caminos como héroes están muy alejados uno del otro, no quiero que te hagan daño por mi culpa, ni hacerte daño con mi actitud descuidada y autodestructiva y mi quirk caótico. ¡Por favor, sígamos siendo buenos amigos y crezcamos juntos!
　　　El joven Todoroki suspira con sumo pesar.
　　　—Supongo que es mi culpa por decírtelo sabiendo lo que pensabas sobre estas cosas. Gracias por ser honesta.
　　　—Es lo menos que puedo hacer.
　　　—Pero no creas que eso me detendrá de pelear por ti, Kana. Haré lo que sea necesario para que sepas que puedes ser feliz a mi lado, hasta que no tengas de otra más que casarte conmigo.
　　　Ella sonríe de lado, divertida por su actitud seria y su intensidad.
　　　—Si tú eres el rompe manos supongo que yo soy la rompe corazones.

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uF, cuarta confesión, sí señor. Creo que no podré hacer más porque el arco que c viene va a ser re intenso y no quiero interrumpirlo con mis caprichos unu Nada más voy a hacer la confesión final que es la típica confesión de los shōnen que solo se da al último momento cuando el protagonista necesita un impulso o desarrollo final, yo que sé.