Capítulo 138
Capítulo 138:
❝Sobre el canónico día blanco, parte dos❞
Kana y su perro, Keina, llegaron a su habitación. El can de inmediato se abrió espacio entre el montón de cosas tiradas en la cama para acostarse ahí y ver a su dueña ordernar todas sus cosas en la pequeña pero considerable habitación.
La muchacha observó la caja al centro.
Desató el moño y fue vilmente aplastada por un montón de peluches. Keina ladró, afligido por su dueña y de inmediato saltando a su rescate, apartando el montón de peluches que la cubrían. Kana se sentó en el piso y tomó uno de los monitos en sus manos. Eran todos peluches de héroes.
Sus ojos se iluminaron.
¡Eran peluches de héroes!
Había un montón, y la mayoría combinaban con sus figurines de acción. Tenía de Mirko, de Hawks, de Endeavor, de All Might, Eraserhead, Present Mic, Best Jeanist, Fatgum, Ryuku. También habían héroes americanos y europeos.
Su celular sonó y lo contestó, otra vez era Shōta.
—Tienes otro paquete en la entrada.
—¿Otro? ¿De Endeavor?
—Sí...
—¿Qué es?
—No lo sé, es una enorme caja. Ven a traerla, ¿quieres?
—Voy.
Se libera de su prisión afelpada y ella y Keina salen de su habitación.
Regresa a esta con su perro y una enorme caja envuelta en papel de regalo con temática de videojuegos y 8 bits. Se espera uno o varios videojuegos. Suelta el listón y desgarra el papel.
Es una caja.
Con una PC gamer.
No voy a dar marcas ni especificaciones porque no me patrocinan, pero es una computadora que seguramente puede correr hasta el lanzamiento de un cohete de la NASA. Es un modelo más reciente a la que tenía en su apartamento antes de empezar a vivir con Shōta. No se toma su tiempo en desempacarla y armarla en su escritorio, configurarla con sus cuentas y sus preferencias y además de inmediato empieza a descargar e instalar todos sus juegos. El regalo incluye cascos de color negro y un control de color rojo.
Toma su celular y busca el contacto de Endeavor.
Tiene el contacto de varios héroes luego del arco del nōmu inteligente y la Isla I. No habla con Endeavor desde que salió del hospital luego de lo del nōmu, por lo que está hasta el último en sus contacto
“¡Muchas gracias!” le escribe, con un montón de emoticones a continuación.
“No lo malinterpretes, niña” le responde el pelirrojo. “Es un regalo de Shōto, yo solo te doy los audífonos. Agradécele a él.”
“De todas formas, muchas gracias. Me encantan mucho.”
“Lo que sea.”
Sale corriendo de su habitación y junto a ella sale corriendo Keina. Baja las escaleras y vuelve a subir al área de los varones a peligro de ser regañada por Shōta, pero no le importa. Subió hasta el quinto piso. En el tercero Keina se cansó, lo entendía, llevaba corriendo todo el día a su lado, ¡pero ningún hombre, animal ni bestia era dejado atrás! Cargó entre sus brazos al inmenso husky, que cubría como la mitad de su cuerpo con todo su pelaje, y subió hasta el quinto piso.
Dejó a Keina en el piso cuando llegó a su objetivo.
Golpeó la puerta de Todoroki, este abrió medio adormitado.
—Ah, Kana...
—¡Muchas gracias! —exclama, y salta sobre él para abrazarlo con fuerza.
—¿Mi viejo te dio el regalo? —sonríe de lado, devolviendo el abrazo.
—¡Sí! ¡Me encantó mucho! ¡Gracias! ¡Me conoces también!
—Bueno, te tomaste las molestias de preparanos chocolates a mí y a mi hermanos, así que tómalo como un regalo de los tres. Sabía que lo querías para tu cumpleaños, pero supongo que esto sirve igual.
—¡No sabes lo feliz que estoy! ¡Pídeme cualquier cosa y-!
La joven heroína es interrumpida por vendas que tiran de ella y la arrastran lejos del muchacho. Keina sale corriendo detrás de ella.
—¡Gracias, Shōto! ¡Te quiero mucho!
Finalmente es sacada del área de varones, y Shōta le da un pequeño golpe en la cabeza.
—No puedes hacer esas cosas, Kana —regaña, cruzándose de brazos—. Si quieres hablar con un varón tiene que ser en el área común o en el patio, ¿entendido?
—Sí, perdón, fue solo la emoción.
—¿Qué te regaló? —inquiere, entrecerrando los ojos.
—¡Una computadora!
—¿Una qué?
—¡Una computadora gamer! ¡El último modelo de la marca que quería!
—¿Todoroki Shōto te regaló una computadora que cuesta entre seis y siete ceros? ¿Por unos chocolates?
—Los Todoroki me la regalaron —corrige—. Y sí, por unos chocolates.
—Bueno, ese me quita un peso de encima. Regresa ya a tu cuarto, niña, tengo papeles que arreglar.
—¡De inmediato! Vámonos, Keina.
—¿Por qué lo nombraste así? —inquiere, mientras la ve cargar al animal.
—Es el conjunto de los nombres Kana y Keigo —explica, sonriendo ampliamente—. Keigo es el nombre de Hawks.
—Dios mío...
—Feliz noche.
Y la chica sale corriendo de nuevo a su habitación. Deja a su mascota en el suelo y este toma un montón de agua.
El único regalo que le faltaba abrir era de Bakugo Katsuki. La caja era sencilla y solo estaba envuelta en papel celeste.
Lo abrió y lo primero que se encontró fue una invitación a ir a esquiar, un boleto y ropa de invierno.
"No sé si te gusta el frío, pero supongo que podría ser un buen momento para recordarte que soy mejor que tú en un montón de cosas."
Sonrió de lado ante esto. Guardó el traje en su clóset y la invitación y el boleto en el escritorio.
¡El próximo año iba a poner el doble de esfuerzo para recibir regalos aun mejores!
。。。
le abro un espacio oficial a Endeavor en el harem de Kana, pero que no sepa Twitter o me funan 😔
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