Capítulo 122
❝Que habla sobre una disfuncional familia❞

　　　La mañana siguiente a la partida de UNO nuestros héroes se levantan claramente cansados, rendidos por el entrenamiento. Tienen raspones en todo el cuerpo, y sus trajes y equipos lucen algo desgastados. Sin importar qué tanto lo intenten no han logrado atrapar un villano antes que Endeavor. Kana se ha acercado mucho, siempre está a un pelo de lograrlo, pero la experiencia del héroe flameante supera su perseverancia; si ella usa el erasure, Endeavor ya está sobre el villano antes de que sus ojos brillen, si usa el quirk de Kamui Woods sus ramas no alcanzan el piso antes que Endeavor ya haya derribado al villano, si usa el de Midnight las feromonas no llegan al villano antes que los puños de Endeavor. Es más rápida que sus compañeros, eso es claro, pero no más que el pro héroe N° 1 de todo Japón.
　　　A pesar de todo, ese pelo se volvía más y más corto.
　　　Ese día, por primera vez, la prótesis de su pierna tocó la mejilla de un villano al mismo tiempo que el puño de Endeavor.
　　　Evidencia clara era que su pantalón se había quemado un poco al hacer contacto con las llamas del héroe.
　　　Cuando tocó el piso sonrió ampliamente y como reflejo le sujetó el brazo, con la prótesis para no quemarse la mano.
　　　—¡Lo hice! —exclama emocionada.
　　　—¡Solo espera que este frío de mierda se acabe y te patearé el culo, Kana! —advierte Bakugo, explosivo como siempre.
　　　—Buen trabajo, Double —felicita Endeavor, palmeando su cabeza—. Ustedes tres tienen que esforzarse más si una manca, coja y tuerta puede hacer mejor trabajo que ustedes juntos.
　　　Manca, coja y tuerta.
　　　No era tuerta, solo manca y coja.
　　　Pero no importaba, estaba feliz por ser halagada por su héroe favorito.
　　　Aunque sea de manera tan curiosa como esa...
　　　—¡Como sea! ¡No creas que eso es suficiente, Double! ¡El reto era que fueran más rápidos que yo! ¡Aun te falta mucho! ¡¿Entendido?!
　　　—¡Señor, sí señor!
　　　—¡Bien! ¡Sigamos!
　　　En la noche se dirigieron todos a casa de Shōto.
　　　Kana se sintió terriblemente intimidada mientras veía el patio. Estaba acostumbrada a apartamentos pequeños. Cuando vivía con sus padres su hogar eran cuatro paredes con una habitación que compartían sus padres mientras ella dormía en el sofá de la sala y un solo baño. Ahora en el apartamento de Shōta tenía su propio cuarto y habían dos baños, una cocina amplia y un pequeño comedor.
　　　Pero la casa de Shōto era una mansión.
　　　De pequeña había llegado ahí a hacer una tarea, pero no la recordaba tan grande.
　　　Al entrar los recibe Fuyumi.
　　　—¡Bienvenidos! —recibe la muchacha— Soy Fuyumi, la hermana mayor de Shōto, ¡gracias por cuidar de él!
　　　—¡Fuyumi-san! —exclama Kana.
　　　—¡Ah! ¡Kana-chan! —exclama la mujer, atrapando a la muchacha entre sus brazos— ¡No sabía que vendrías también! Si papá lo hubiera dicho habría cocinado hamburguesas o algo así.
　　　—Cualquier cosa que prepares será maravillosa, Fuyumi-san, ¡gracias por recibirnos!
　　　—Gracias a ustedes por venir, por abrir un espacio en esas ocupadas agendas de héroes que tienen para poder acompañarnos. 
　　　—Es un placer estar aquí —aseguró Izuku.
　　　—¿También está Natsu? Vi sus zapatos —señala el hermano pequeño de los Todoroki.
　　　—Queríamos conocer a tus amigos, Shoto. ¡Somos tu familia después de todo!
　　　Y a continuación pasaron al comedor. Habían un montón de platillos en la mesa, y cada uno se servía lo que gustaba. Kana agarraba comida por poquitos; esto era porque su nueva prótesis funcionaba magníficamente en el exterior, dándole una apariencia cálida y normal, pero en el interior seguía siendo una prótesis facial. La comida se atascaba entre las pequeñas hendiduras que le brindaban flexibilidad a su rostro, y debía limpiarla de inmediato o le causaban mal aliento, por lo que solo masticaba del lado sano de su rostro...
　　　Pero eso no quitaba que cada platillo era excelente.
　　　Estaba tan concentrada en cada sabor que su lengua experimentaba que no se dió cuenta de la tensión en el comedor.
　　　Cuando levantó la mirada los vió a todos muy incómodos.
　　　—Bueno, vine como me lo pediste, ¿puedo irme ya? —gruñe el hermano mayor de los Todoroki, levantándose de la mesa. Kana observa nerviosa a su alrededor, sin entender a qué se debe la conmoción.
　　　—¡Natsu! —exclama la hermana.
　　　—Lo siento, Fuyumi, no puedo hacerlo.
　　　Y se retiró del comedor.
　　　"¿Qué pasó?" pregunta telepáticamente a Izuku, esperando ser actualizada.
　　　"Al parecer hay... algunas diferencias entre los Todoroki" responde, frunciendo los labios y comiendo poco a poco.
　　　"Bueno, que mal."
　　　Al acabar la comida los muchachos ayudaron a levantar los platos. Kana pidió prestado el baño para poder lavar su prótesis; a pesar de todo, siempre tiene que lavarla luego de cada comida por el exceso de salivación.
　　　Observa su reflejo unos momentos, contemplando el hueco en su mejilla.
　　　Por unos momentos recordó las palabras de Hitoshi, no supo por qué, no tenía nada que ver, solo las recordó.  "Me gustas, con todo y cicatrices."
　　　—¡Guárdate esa mierda para ti cuando tienes invitados! —el grito de Bakugo resonó en toda la mansión Todoroki, estremeciendo a la joven. Secó su prótesis con un trapo que cargaba, se lo colocó en el rostro y salió del baño para dirigirse de nuevo al comedor.
　　　En el camino se encontró a Endeavor sentado delante de un altar.
　　　Oh.
　　　No quería espiar nada, así que se regañó a si misma y siguió caminando hasta llegar al comedor.
　　　Delante del comedor estaba Natsu.
　　　—Hey —saluda, sonriendo ampliamente. El hermano de Shoto es guapo—, ¿todo bien?
　　　—Son solo problemas de familia, Moku-san —suspira, pasando una mano por su cabello blanco—. Fue bueno verte de nuevo, y ver que... al menos sigues viva.
　　　—Lo mismo digo.
　　　—Adiós, cuídate.
　　　—Igualmente.
　　　Da media vuelta, pero detiene sus pasos.
　　　—Ah, por cierto, ¿no tienes una hermana?
　　　—¿Hermana? —repite, frunciendo los labios.
　　　—Hace unas semanas, antes de Navidad, con Hawks, vi una chica... Una chica como tú, idéntica a ti, incluso tenía tus perforaciones. Y esa cicatriz en la nariz y el rostro. Creí que eras tú, así que no le tomé importancia, pero... tenía el cabello corto.
　　　—Yo... de hecho soy hija única.
　　　—Es posible que me haya confundido, ¿sabes? Solo creí que eras tú por la cicatriz, pero podría ser una marca de nacimiento, ¿no lo crees? Perdón por preocuparte.
　　　—Gracias a ti por avisarme.
　　　Y finalmente se retira.
　　　Kana no sabe si el mal sabor de boca es porque su trapo estaba sucio o porque tenía un terrible presentimiento...