Capítulo 116:
❝Que habla sobre una patética Navidad y una confesión inesperada❞

　　　—¡Es Navidad! —exclama Kana al despertarse. Se levanta de cama de un salto, olvidando que ha perdido una pierna y cayendo al piso en cuestión de segundos— Mierda.
　　　Se pone velozmente sus prótesis y baja corriendo a la sala.
　　　—¡Es Navidad! —repite, elevando sus brazos— ¡Feliz Navidad!
　　　—Feliz Navidad, Koku-san —sonríe Sato, quien prepara la comida.
　　　—¡Feliz Navidad, Kana-chan! —exclama Momo, acercándose a nuestra protagonista para abrazarla.
　　　—Feliz Navidad, Yao-Momo —y devuelve el abrazo—. Feliz Navidad, Sato-san. Feliz Navidad, Ochako-chan. Feliz Navidad, Tsuyu-chan. Feliz Navidad, Mina-chan. Feliz Navidad...
　　　Y así, uno a uno, abraza a sus compañeros. Hasta llegar a Bakugo, quien la mira con cierta molestia.
　　　—Feliz Navidad, Katsuki —felicita, sonriendo ampliamente y extendiendo sus brazos a los lados.
　　　El rubio la observa con fiereza, con intensidad en la mirada. Chasquea la lengua y frunce el ceño.　Rueda los ojos y arruga la nariz.
　　　—Lo que sea —y la abraza.
Ella ríe.
　　　—¡Amo la Navidad! —exclama, dando pequeños saltitos— Mi familia y yo la celebrabamos todos los años, con un gigantesco árbol y un enorme pavo, ¡viajábamos a Estados Unidos y todo allá era genial! Será magnífico pasarla con ustedes este año, ¡los quiero mucho!
　　　—Es raro verte tan animada —masculle Kaminari, entrecerrando los ojos—. No me malentiendas, ¡es genial verte feliz! Pero... no se siente como si fuera parte de tu personaje.
　　　—¡Ah! ¡Mentira! —ríe, señalándolo— Este es el verdadero personaje, ¡esa Kana que habían visto antes era una coraza! ¡Este es mi verdadero yo! ¡Encantada de conocerlos!
　　　—A mí me agrada ver a Koen-san tan animada —admite el brócoli, sonriendo al ver la sonrisa de su amiga.
　　　—¡A mí no! ¡Ugh! —reclama Bakugo.
　　　—Soy feliz siendo feliz —asegura la muchacha, humectando sus labios— ¡Gracias a todos! ¡Tengamos una feliz Navidad!
　　　—¡Sí!
　　　Al cabo de un rato, Kana recibió una llamada, era Shinso.
　　　—Hola, Hitoshi —saluda, animada— ¡Feliz Navidad!
　　　—Feliz Navidad —suspira su amigo del otro lado—. ¿Crees que podamos vernos... ahora? Tengo algo... importante que decirte. Algo muy importante.
　　　—¿Qué tan importante? —masculle, afligida.
　　　—Muy, muy, muy importante. De hecho, he querido decírtelo desde hace... un tiempo ya. Por favor, encuéntrame detrás del edificio, ¿sí? Te lo diré ahí.
　　　—Bien, estaré ahí de inmediato.
　　　Cortó la llamada y tomó un fuerte respiro, nerviosa. Corrió a su habitación para tomar su abrigo, pues afuera nevaba. Una vez preparada corrió hacia el lugar acordado. Shinso ya la esperaba ahí, viendo al cielo.
　　　—¡Aquí estoy! —exclama, imitando el tono de voz de All Might. Shinso ríe de forma boba— Hey, ¿qué sucede? Sonabas serio en el celular.
　　　—Ok, Kana, escúchame, quiero que me escuches y me prometas algo; te voy a confesar un secreto, ¡un gran secreto! El secreto que mejor he guardado hasta ahora... pero, escucha, y promete esto: promete que, sin importar qué, nada entre nosotros va a cambiar. Seguiremos siendo amigos inseparables y seguiremos yendo por helados al centro comercial y me seguirás queriendo y-
　　　—Hitoshi, cálmate —sonríe ella, sujetándole el rostro y viéndolo directo a los ojos—. No importa lo que digas, ni lo que hagas, aunque te vuelvas el villano más despreciable del mundo, tú y yo seguiremos siendo amigos. Seguirás siendo mi mejor amigo.
　　　—Bien, perfecto —el muchacho tomó un fuerte respiro y sujetó las manos de su amiga, cerró los ojos unos momentos, pero finalmente volvió a enfrentar sus miradas. Sentía que no podía—. Me gusta... alguien.
　　　Guardó silencio unos minutos.
　　　Efectivamente, no podía.
　　　Kana permaneció callada unos momentos.
　　　—Eso es genial, Hitoshi —sonrió de lado, enarcando una ceja—. ¿Quién es?
　　　El muchacho frunció los labios.
　　　—No puedo decírtelo —masculló—. Pero... es una persona genial, ¿sabes? Es una persona muy determinada, capaz de comerse al mundo si quiere... es... es una persona maravillosa... genial. No creo estar nunca a su nivel, pero... pero yo quiero quererle, ¿entiendes? Quiero estar a su lado siempre.
　　　—Eso es genial, en serio —rió, sujetándole el rostro—. Está bien que no quieras decírmelo, pero para que te guste tanto debe ser alguien realmente cool, ¡y eso es maravilloso! Así que, escúchame, si esa persona no te acepta, o no le gustas o cualquier cosa, es una idiota. No sabe de lo que se pierde.
　　　Hitoshi frunció los labios y bajó la mirada, incapaz de enfrentarse a la intensidad que expresaban los ojos de Kana mientras hablaba con tanta sinceridad.
　　　—Debo irme ahora, ¿sí? Te quiero, Hitoshi.
　　　Dio media vuelta y rompió el contacto entre ellos, dispuesta a marcharse a de vuelta a su edificio.
　　　—¡Kana! ¡Espera! —la detuvo su amigo.
　　　Ella se giró. Él estaba terriblemente sonrojado, miraba al piso. Las manos le temblaban, quizás por el frío. Recolectando todo el valor que pudo levantó la mirada para enfrentarla con la suya.
　　　—¡Me gustas, Kana! Me gustas desde que te conocí en la escuela. Me gustas, con cicatrices y todo. Me gustas mucho... demasiado. Por favor, permíteme pasar siempre a tu lado.
　　　Kana sonrió de lado y se acercó a él. Le sujetó las manos y entrelazó sus dedos.
　　　—Lo siento, Hitoshi. Soy una idiota...
　　　¡Elipsis!
　　　Al regresar, Eri-chan estaba ahí.
　　　—¡Ah! Hola, Eri-chan —saluda la patética heroína, acercándose a la chiquilla.
　　　—¡Double-san! —exclama la chiquilla, señalando su rostro— ¿Está bien? ¡Su rostro...!
　　　—Oh, ¿esto? ¡No le tomes importancia, linda! Es solo una marca de las muchas que obtendré
　　　—La última —sentencia Aizawa.
　　　—Sí, perdón. ¡Es la última marca que obtendré! Pero estoy bien, ¿ok? Aun puedo ver muy bien, ¡y puedo ver que luces muy linda en esa ropa!
　　　—¡Ah! ¡Gracias!
　　　Esa noche cantaron, comieron, bailaron un poco.
　　　¡Kana bailó!
　　　Kana se colocó en medio de todos y zapateó en contra del piso con sus botas de tacón, aplaudiendo al ritmo de la música y dando vueltas en su lugar, sonriendo animadamente. Logró arrastrar con ella a otras chicas y algunos chicos. No era buena para cantar, pero al parecer moverse se le daba bien.
　　　Con el transcurso de la noche llegó el intercambio de regalos.
　　　—¿Con quién harás la pasantía, Koen-san? —pregunta Midoriya, luego de ella haber intercambiado regalos con Katsuki.
　　　—No lo sé. Mortal Beast no es una opción, Sir Nighteye tampoco... La verdad quiero trabajar lejos de ti —sonríe con burla—, cada vez que nos juntamos parece suceder alguna desgracia.
　　　—Sí, es verdad...
　　　Kana había dado a Katsuki una camiseta con el "Lord Murder Explossion" impreso, y Katsuki le había dado un juego de cuchillas. No iba a preguntar cómo las consiguió, era feliz con ellas.
　　　La celebración acabó, y ahora nuestra protagonista barría.
　　　—Moku-san, Midoriya, Bakugo... Si ustedes no saben qué hacer para las pasantías, ¿quisieran venir conmigo, como internos de Endeavor?
　　　Ella pudo decir mil veces "sí".

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Feliz cumpleaños a NanisDiAngelo uwu 💕 gracias x ser fiel lectora de esta patética obra 💕 Tenía esta confesión de amor en borradores y aprovechando decidí publicarla.

aNTES QUE PASE CUALQUIER COSA: he decidido tomarme esta obra con más calma. Respetar el trabajo de Horikoshi pero hacer mi propia línea de historia. Ahora tendrán muchos capítulos alejados de la trama principal, por y para el desarrollo de Kana.

Además, antes no quería agregar confesiones de amor ni noviazgos pq tengo la mentalidad que esas cosas le quitan seriedad a una obra (?) Pero ahora que me quiero divertir van a tener un montón de harem. Advertidos están.

✨ les amo y gracias x seguir este patético trabajo ✨

besitos en la cola para todes
uwu

Dato curioso 0 importante: al principio esta confesión era Hitoshi diciendole a Kana que era gay y que era novio de Kaminari. Luego me llego la idea del harem y aquí estamos ✌️