Capítulo 115:
❝Kana la entrevistada❞

　　　—¡Hey! —exclama la muchacha, volviendo a los dormitorios.
　　　Todos la reciben alegremente.
　　　Claro, de inmediato señalan el hecho de su pierna perdida. Ella muestra con orgullo su nueva prótesis, elaborada por el profesor Shield en cuestión de nada, muestra también las otras elaboradas por él.
　　　—Okay, Moku-san, esta es la última vez que tienes permitido salir a pelear —sentencia Hitoshi, sujetándole los brazos firmemente—. No permitiré que vuelvas otra vez con una nueva cicatriz. ¡La próxima vez perderás la cabeza! No quiero que mueras, ¿entiendes eso?
　　　—Tranquilo —ríe la muchacha, divertida por su aflicción—. Esta es la última extremidad que pierdo, ¿de acuerdo, Hitoshi? ¡Lo prometo!
　　　—¡No puedo creerte! Mírate: la ceja, la nariz, el labio, ¡el rostro! ¡El brazo! ¡Y ahora la pierna!
　　　—Y el apéndice...
　　　—¡Y el apéndice, Kana! ¿Estás loca? ¿Qué más quieres perder?
　　　—¡Un ojo!
　　　—¡Kana, no!
　　　Ella ríe otra vez.
　　　Hitoshi frunce los labios.
　　　Se ve linda riendo.
　　　Se ve linda con el rostro sonrojado a causa del frío, con los labios y las cejas arqueadas, mostrando sus dientes blancos.
　　　—Kana, yo... yo tengo algo que decirte.
　　　—¿Sí, Hitoshi?
　　　—Yo...
　　　—¡Koen-san!
　　　Un impertinente brócoli interrumpe la escena. Hitoshi se paraliza ahí mismo, molesto. Kana se gira hacia su amigo y le sonríe.
　　　—¡Ah! Izuku —saluda, alejándose del otro para acercarse al recién llegado.
　　　Y, como si se burlara de él, lo abrazó.
　　　—Aizawa-sensei te está buscando, al parecer tiene buenas noticias para ti.
　　　—¿Ah? Espero que Nezu-sensei no le haya permitido sacarme del curso de héroes —masculle, afligida—. Gracias por avisarme, iré con él ahora mismo. Adiós, Hitoshi, te veo después —abrazó también al muchacho, ofreciéndole una última sonrisa.
　　　Y así se retiró con el brócoli.
　　　—Tienes una entrevista —suspira el hombre de cabello negro, tendiéndole un papel—. Un canal nacional te quiere entrevistar, por tus últimas acciones con el nomu inteligente y la Isla. Eres una figura pública, niña.
　　　—Genial —sonríe, satisfecha—. Eso volverá más difícil que me saques del curso, papá. Si lo haces, traeré una turba enardecida con carteles y pancartas exigiendo que me acepten de nuevo.
　　　Shōta rodó los ojos y despeinó a su protegida.
　　　—Aún no te he dicho cuál será la consecuencia de esa pierna, Kana —advierte, señalando el lugar de la nueva prótesis—. Solo espera.
　　　La muchacha frunce los labios, afligida.
　　　El día de dicha entrevista llega. Después de ella van a entrevistar a Bakugo y Todoroki, pues hace poco consiguieron sus licencia de héroes y acaban de derrotar un grupo muy fuerte por su propia cuenta.
　　　—¿Nerviosa? —inquiere Shōto, viendo como es maquillada por la gente de producción.
　　　—Un poco —murmura, ajustándose la corbata y sacudiendo la falda—. Esto podría acabar muy mal, ¿sabes? Muy, muy, muy, mal. Terriblemente mal. ¿Y si me preguntan por mis cicatrices?
　　　—¡Vas a presumirlas, maldita copia barata! —Bakugo interrumpe lo que sea que Shoto estuviera a punto de decir— ¡Vas a presumirlas como la fanfarrona que eres! ¡No actúes nerviosa ahora! ¡Sabes que no lo estás! Muéstrale a esos malditos extras de qué estás hecha.
　　　—¡S-Sí! —exclama, sonriendo ampliamente— ¡Muchas gracias, Katsuki!
　　　—Koenmoku-san, entras en quince —anuncia la reportera—. Ven a sentarte ahora.
　　　—De inmediato. ¡Deseenme suerte, muchachos!
　　　Ambos jóvenes elevan sus pulgares en señal de apoyo.
　　　Kana se sienta delante de la reportera, cuidando mucho su postura. Piernas juntas, cruzadas, manos sobre las rodillas, espalda firme, cabello bien peinado, suelto, habían dejado descubierta la cicatriz del rostro. Las prótesis de la pierna, el brazo y la mejilla podían verse claramente.
　　　—No estés nerviosa, Koenmoku-san —intenta tranquilizarla la mujer, quien luce muy dulce—. Lo harás bien, ¡solo sé tú misma!
　　　"¡Ese es el problema!"
　　　Los quince minutos pasan rápidamente. La cámara empieza a filmar. La reportera hace una rápida introducción, presentando a la ya bien conocida muchacha sentada en el sofá.
　　　—Entonces, ¿qué te llevo a querer ser una heroína, Double?
　　　—Bueno... mis padres fueron héroes, anti-héroes, el dúo Magatta. Y yo solo quiero seguir sus pasos.
　　　—¿Tus padres estudiaron en la U.A también?
　　　—No, no tuvieron esa oportunidad... Pero siempre fue su sueño verme ingresar a la U.A.
　　　—¿Y qué hay de tu nombre? ¿Cómo lo escogiste?
　　　—Mi padre lo escogió por mí, cuando era muy pequeña.
　　　—¡Oh! ¡Eso es tan lindo! ¿Te llevabas muy bien con tus padres?
　　　—Si, ellos siempre fueron lo más importante en mi vida. Cuando murieron yo... yo no supe qué hacer por mucho tiempo, hasta que... decidí que no iba a dejarme vencer por la depresión.
　　　—Eso es interesante, ¿hay algún mensaje que quieras enviar a los jóvenes allá afuera?
　　　—No importa que tan mal la estés pasando, quiero que sepas que todo va a mejorar. Tarde o temprano. Una vez caes profundo lo único que puedes hacer es... levantarte, elevarte. No es fácil, quizás necesites ayuda, pero si yo pude salir de eso tú también puedes. Así que, por favor, ¡no se rindan! —extiende su puño hacia la cámara y sonríe ampliamente— ¡Plus Ultra!
　　　Unas preguntas más hasta que su turno finaliza, y a continuación van Bakugo y Todoroki. Agradece que no hayan preguntado sobre sus cicatrices, teme que cualquier cosa que pueda decir ponga en peligro la integridad de la U.A y los exponga como una institución irresponsable...
　　　La entrevista a los otros dos es desastrosa, terrible. Bakugo no sabe comportarse como un ser humano normal. Es como un perro con rabia: siempre furioso y dispuesto a morder a cualquiera.
　　　La clase de ese día es impartida por Midnight y Mt. Lady, quienes hacen un ensayo de prensa para los estudiantes. Deben decir algo inspirador para los "espectadores", y dar una demostración de su poder.
　　　Aquí había un montón de párrafos con Kana diciendo un montón de tonterias los cuales borré porque me dieron cringe...