Emma tenía una vida de ensueño, sus padres estaban juntos y era muy unida a su hermano menor, desde que sabía que venía en camino, fue una luz y milagro para ella.

Todo cambió cuando su madre enfermó de cáncer, haciendo que pasen todos los días en el hospital, viendo como su madre cada vez estaba más demacrada y apenas respiraba.

Un tiempo después de las quimios, ella falleció, ya no le servían, destrozando por completo a la familia. Ninguno aceptaba por completo su muerte, no se imaginaban vivir sin ella.

Luego del funeral, Noah decidió enviar a Emma a un internado, lejos de todo, pues creía que era lo mejor para ella y para él, no estaba listo para hacerse cargo de dos chicos, ni siquiera sabía como iba a criar a Stiles.

Emma suplicaba que no la alejara de todos, de Stiles, de él, ella también había perdido a su madre y necesitaba cariño y apoyo. Sin embargo, Noah la envío sin importarle sus súplicas y desde ese momento, ella lo odio, jurando que jamás le perdonaría por eso, para ella, él estaba muerto.