Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

🐾Capítulo 6🐾

"Cortinas; un buen escondite"

¿Y..? —Cho-Hee replicó mirando a Jin desde arriba. El canino mantuvo la mirada sin hacer algo al respecto— ¡Vamos! No quiero pensar que estoy loca, hablar con un perro no es raro... pero tú me has entendido, ¡estoy segura de ello!

Jin quiso reír al ver como la chica estaba tan alterada por no obtener respuesta de su parte. Por un momento su instinto de jugar se hizo presente, pero luego recordó que su posición no era la mejor como para pensar que tenía el derecho de juguetear, así que se rindió.

Con nerviosismo y pasos lentos se dirigió hacia la habitación de la chica, pasando a su lado mirándola para que le siguiera. La chica dudo un momento, pero con intriga le siguió.

Ya dentro de esta se acercó al ventanal de la habitación, colocándose detrás de la larga cortina que cubría la venta, que abarcaba unos centímetros más abajo del techo hasta casi rozar el suelo de madera, con la atenta mirada de Cho-Hee puesta sobre él.

¿Iba a hacer una estupidez? Probablemente. Y aunque se había dicho que no quería ser visto en su otra forma, la curiosidad de saber cómo reaccionaría la chica también era mucha.  Había una gran probabilidad de que todo fuera para mal, pero también la mínima pizca de que su reacción fuera buena.

Con un poco de vergüenza, pero más que nada nerviosismo por la pronta reacción de la joven, cerró sus ojos dispuesto a transformarse. En un par de segundos sus patas traseras se transformaron en piernas, sus patas delanteras en brazos y así sucesivamente su cuerpo se fue transformando hasta quedar en una figura bastante humana, exceptuando por las esponjosas orejitas que decoraban su cabeza y el rabo característico de un perro que surgía al finalizar su columna vertebral.

Durante todo el cambio Cho-Hee contuvo la respiración, sin siquiera pestañear o emitir sonido alguno. Estaba sorprendida, realmente lo estaba, el lindo canino que había cuidado con tanto esmero en verdad era un híbrido. Su figura se lograba traslucir un poco gracias a los suaves rayos de luz que llegaban desde fuera hacia el interior.

Era una sombra alta, o al menos unos quince centímetros más alta que ella.

Fue analizando, viendo con detalle la oscura sombra y sin duda lo que más le sorprendío y llamó la atención fueron los anchos ambros que poseía el hombre que ahora solo estaba a un par de metros frente a ella, inmóvil al igual que ella.

Tosió disimuladamente cuando se dio cuenta de que el individuo tras las cortinas se estaba tapando el área de abajo por delante, donde se suponía que tenía que estar eso que los hombres tenían. Se había quedado embobada viéndolo que no se había percatado de la acción del contrario.

Humm, hola —Habló Jin, mostrando solo su cabeza, intentando cubrirse lo mejor posible las partes de su ser que no quería que fueran expuestas ante tal mujer tan hermosa. Aunque la sombra ayudaba a dejar todo para la imaginación y nada se baje completamente nítido.

Hola... —Avanzó un par de pasos para poder estar más cerca de la figura— ¿Tú sigues siendo el can de hace unos momentos? —Con sus cejas medianamente juntas formuló, aún sin poder creer verdaderamente lo que estaba sucediendo. De ver a quien estaba frente a ella.

El híbrido lo había hecho. Había logrado ganar un poco más de confianza y se había mostrado a ella.

Eh, sí. Mi nombre es Kim SeokJin —Sonrió tímidamente, sacando una de sus manos de la tela para moverla suavemente en forma de saludo—. Es un gusto conocerte, Cho-Hee, por fin podremos hablar como corresponde...

***

Lamento haberte ocultado mi identidad real, pero ya ves que los humanos y los híbridos no nos llevamos precisamente bien... Temí que tu reacción fuera sacarme de tu hogar a palos y patadas —Contó. Una toalla de baño rodeaba su cintura, ocultando sus... partes nobles.

Los dos se encontraban sentados en el sillón de la sala de estar, hablando tranquilamente. O al menos eso intentaban, porque con el híbrido semidesnudo era una tarea difícil no sentir vergüenza (en el caso de SeokJin) o incomodidad (en el caso de Cho-Hee). Aunque tampoco era una situación tan incómoda, o no en exceso, tal vez por el hecho de que ya habían convivido varios días, aun sin estar totalmente conscientes de ello.

Okey... Creo entender eso. ¿Pero que ha pasado con tu familia? ¿Acaso los han matado... o es que solo has escapado? —Con curiosidad manifestó su duda en una pregunta.

Jin bajó su mirada al recordar lo sucedido, sus heridas producto de su pueblo y el abandono en el bosque, todo vino a su mente como una veloz ráfaga. Y por un momento, se sintió infeliz por su desdicha.

Verás... Yo desde cacho- pequeño... —Corrigió con rapidez sus palabras, avergonzado por de seguro no tener un gran vocabulario como la humana— he sido bastante curioso. Donde vivo todo está rodeado por árboles y rocas, nunca sentí la necesidad de salir de allí, pero cuando hace un par de años vi a unos hombres en una expedición esa necesidad se hizo presente —Jugueteó con sus dedos recordando aquel día—. Mi pueblo es bastante orgulloso y cuando hace poco descubrieron que estaba realizando expediciones para ver a los humanos e investigar su cultura... ellos se enfadaron bastante —Carraspeó ocultando el leve temblor en su voz—. En conclusión, me han echado luego de haberme castigado por ser desleal. Mi padre es el jefe de los híbridos de can, por esa razón entiendo que haya puesto primero a los híbridos que a su hijo, después de todo un individuo vale menos que todo su pueblo, aunque sea su propio hijo.

Cho-Hee le miró sorprendida, procesando todo lo que había escuchado. Si unía lo que le había dicho con todo lo que había vivido en las últimas semanas todo comenzaba a  tomar forma. Pero aún habían huecos que no lograba rellenar por mucho que intentara encontrar alguna respuesta a ello en las palabras que le había dicho el híbrido.

27/01/22

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro